jueves, 6 de julio de 2017

LA FE SE PRODUCE EN EL CORAZÓN DEL HOMBRE Y LA MUJER.

LA FE SE PRODUCE EN EL CORAZÓN DEL HOMBRE Y LA MUJER.
Hebreos 12:2: “Puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, el cual por el gozo puesto delante de Él sufrió la cruz, menospreciando el oprobio, y se sentó a la diestra del trono de Dios.”
¿Cómo obtiene usted fe? Poniendo sus ojos en Jesús. La fe se produce en el corazón. Usted no tiene que forzar la fe. Suponga que una persona necesita cruzar un gran río y no está seguro si el puente puede soportar su peso. Entonces, puede hacer una de dos cosas: Una, ponerse de pie a orillas del río y tratar de adquirir suficiente valor para hacerse creer que dicho puente puede soportarle; luego lo cruzara tímidamente. O dos, podría observar cómo los camiones de carga cruzan ese poderoso puente de hierro y concreto y ¡creer! Fe es el resultado de ver la resistencia del mencionado puente. De la misma manera, no es una fe grande en Dios lo que usted necesita, sino fe en un Dios grande.
Intente hacer algo tan grande en su vida hoy, que de seguro fracasará a menos que Dios esté en ello.
EL AMOR SE EXPRESA CON EL CORAZÓN.
Marcos 12:30: “Y amarás al Señor tu Dios con todo tu CORAZÓN, y con toda tu ALMA, y con toda tu MENTE y con todas tus FUERZAS.”
EL CORAZÓN BUSCA LA SABIDURÍA.
Hijo mío, si recibieres mis palabras, y mis mandamientos guardares dentro de ti, haciendo estar atento tu oído a la sabiduría; si inclinares tu corazón a la prudencia, si clamares a la inteligencia, y a la prudencia dieres tu voz; si como a la plata la buscares, y la escudriñares como a tesoros, entonces entenderás el temor de Jehová, y hallarás el conocimiento de Dios. Porque Jehová da la sabiduría, y de su boca viene el conocimiento y la inteligencia. El provee de sana sabiduría a los rectos; es escudo a los que caminan rectamente. Es el que guarda las veredas del juicio, y preserva el camino de sus santos. Entonces entenderás justicia, juicio y equidad, y todo buen camino. Proverbios 2:1-9.
Si desea de manera genuina la sabiduría de Dios, no se preocupe, porque Él ha prometido dársela. Él dice: ' 'Yo amo a los que me aman, y me hallan los que con diligencia me buscan" (Prov. 8:17). Las siguientes son dos disciplinas adicionales que le ayudarán a conectarse con Dios, con Su sabiduría y Su comprensión.
La disciplina de la oración persistente: Si invoca a la inteligencia y al entendimiento llamas a gritos... (v. 3).
Quizás el acto más descuidado en la vida cristiana es la oración constante. Una oración persistente. Una oración continua, sin cesar. No me malentienda. No estoy sugiriendo que debemos pasar más tiempo en oración.
Aumentar el tiempo de oración no debería ser nuestro enfoque. A lo que me refiero es a desarrollar una mentalidad orientada a la oración. Un estilo de vida que incluya una conversación constante con el Señor a través del día.
¿Está lleno de preocupaciones? Haga que eso sirva para expresar sus preocupaciones ante Dios. ¿Le agobia el conflicto? Comparta eso al Señor y pídale Su intervención. ¿Se siente perplejo por un problema? Pídale a Dios comprensión y discernimiento. No guarde sus problemas ni sus preguntas para una sesión de oración al final del día. Converse con Dios durante todo el día.
Ore constantemente, sin hacer a un lado esos momentos de reflexión. Asegúrese de dedicar unos minutos durante el día, cinco o tantos como sea necesario, buscando un lugar a solas donde pueda separarse de las distracciones.
La disciplina de la constancia diaria:. . . si la buscas como a la plata, como a un tesoro escondido,.. (v. 4).
 Este proverbio está hablando de diligencia y esfuerzo. Nos llama a buscar los preceptos de Dios como si estuviéramos tratando de encontrar un tesoro. Dios nos pide que lo busquemos de la misma forma en que lo haríamos por un tesoro escondido. Para algunos, esto puede sonar como un juego superficial, pero no lo es. Es una búsqueda diligente de la mente de Cristo. Ciertamente no podemos ganarnos su favor y ciertamente no está reteniendo su sabiduría para hacernos trabajar más, no obstante, es muy importante que desarrollemos un deseo de obtener Su sabiduría y de que este deseo sea más intenso que nuestra lujuria natural por la riqueza.
Desarrollar amor por la sabiduría divina comienza con la decisión de hacer que esta sea una prioridad en nuestras vidas. Jesús dijo: “Porque donde esté tu tesoro, allí también estará tu corazón” (Mateo 6:21). Es un principio biológico: uno siempre valora más lo que busca con intensidad. Salomón declaró que ese deseo de obtener sabiduría sería recompensado:
. . . entonces entenderás el temor del SEÑOR y hallarás el conocimiento de Dios (Proverbios 2:5).
REFLEXIÓN:

¿Qué es aquello que le hace orar con más frecuencia? ¿Cuáles son aquellas cosas que pide comúnmente? No hay nada de malo en pedirle a Dios que cambie las circunstancias, pero la oración tiene también el potencial de cambiarle a usted, sus perspectivas y sus valores, sus actitudes y sus deseos. Por ahora, piense en una situación difícil y pídale al Señor que le ayude a pensar o a comportarse diferente con respecto a ello.

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