EL
SUFRIMIENTO PUEDE ESTAR PRESENTE PERO JESUCRISTO NOS LLEVA DE TRIUNFO EN
TRIUNFO.
Nos lleva en
triunfo.
A Dios
gracias, el cual nos lleva siempre en triunfo en Cristo Jesús, y por medio de
nosotros manifiesta en todo lugar el olor de su conocimiento.
2 Corintios
2:14
Hay muchas
posibilidades que surgen del sufrimiento injusto por el nombre de Cristo. Dios
pudiera usar el sufrimiento de usted para guiar a alguien a Cristo. Pudiera
usarlo para ayudarlo a triunfar sobre la persecución demoníaca, o pudiera hacer
que otros vean la actitud de usted ante la persecución y reaccionen de la misma
manera.
Cualquiera
que sea el triunfo de su sufrimiento, puede estar seguro de una cosa: Si usted
sufre por el nombre de Cristo, Dios lo levantará y exaltará a su presencia
misma. Cristo siempre nos hará triunfar aunque suframos injustamente. No
menosprecie la potencialidad del sufrimiento injusto por el nombre de Cristo.
¡Así que soporte cualquier sufrimiento que se le presente teniendo en cuenta su
triunfo venidero en Cristo!.
NECESITAMOS
DESARROLLAR INTIMIDAD CON DIOS.
Comunión
íntima
Mis ovejas
oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen.
Juan 10:27
El apóstol
Pablo enseñó a los efesios que una de las funciones de la iglesia es preparar a
las personas en el "conocimiento del Hijo de Dios" (4:13). Aquí la
palabra conocimiento se refiere al conocimiento pleno, correcto y preciso. Ese
es el conocimiento del que Jesús habló en el versículo de hoy. No se refería al
simple conocimiento de sus identidades, sino a conocerlos íntimamente, y esa es
la manera en la que Él quiere que las personas lo conozcan.
El deseo de
Pablo es que todos los creyentes desarrollen ese profundo conocimiento de
Cristo al establecer una relación con Él mediante la oración y el fiel estudio
de la Palabra de Dios y la obediencia a ella. El crecer en ese mayor
conocimiento de Cristo es un proceso de toda la vida que no terminará hasta que
veamos al Señor cara a cara.
EN EL LIBRO
DE HEBREOS ENCONTRAMOS CÓMO DESARROLLA ESA INTIMIDAD Y ES POR MEDIO DE LA FE.
11:1 Es,
pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve.
11:2 Porque
por ella alcanzaron buen testimonio los antiguos.
11:3 Por la
fe entendemos haber sido constituido el universo por la palabra de Dios, de
modo que lo que se ve fue hecho de lo que no se veía.
11:4 Por la
fe Abel ofreció a Dios más excelente sacrificio que Caín, por lo cual alcanzó
testimonio de que era justo, dando Dios testimonio de sus ofrendas; y muerto,
aún habla por ella.
“Y seréis
aborrecidos de todos por causa de mi nombre; mas el que persevere hasta el fin,
éste será salvo” (Mateo 10:22).
¿Alguna vez
ha recorrido el Salón de Fama de Dios, en Hebreos 11? Estos hombres y mujeres
de fe hicieron cosas milagrosas. “Por la fe
conquistaron reinos.” ¡Aleluya! “Hicieron justicia.” ¡Alaben al Señor!
“Alcanzaron las promesas.” ¡Amén! “Taparon bocas de leones.” ¡Gloria!
¿Y cómo lo
hicieron? ¡Fe! ¡Fe!
“Otros
experimentaron vituperios y azotes, y a más de esto prisiones y cárceles
.Fueron apedreados, aserrados, puestos a prueba, muertos a filo de espada;
anduvieron de acá para allá cubiertos de pieles de ovejas y de cabras, pobres,
angustiados, maltratados[…]. Y todos éstos, aunque alcanzaron buen testimonio
mediante la fe, no recibieron lo prometido” (Hebreos 11:36-37, 39).
Algunos
tuvieron fe para escapar; otros tuvieron fe para soportar. Si es la voluntad de
Dios para usted, fe para soportar pudiera ser la clase de fe que Dios quiere
que usted tenga. ¿Le será Dios suficiente si Él le deja que entre en un horno
ardiente.
LA JUSTICIA
QUE ES POR FE.
LA JUSTICIA
QUE EL HOMBRE QUIERE ALCANZAR ES POR LA LEY.
LA JUSTICIA
QUE SE RECIBE COMO REGALO ES POR LA GRACIA EN CRISTO JESÚS SEÑOR NUESTRO.
La debida
justicia.
No teniendo
mi propia justicia, que es por la ley, sino la que es por la fe de Cristo.
Filipenses
3:9
Conocer a
Jesucristo es tener su justicia, su santidad y su virtud imputadas a nosotros,
lo que nos hace justos delante de Dios.
En los
primeros años de su vida, el apóstol Pablo trató de alcanzar la salvación por
el apego estricto a la ley. Pero cuando fue confrontado por la admirable
realidad de Cristo, estuvo dispuesto a cambiar toda su justicia propia y
moralidad externa, buenas obras y ceremoniales religiosos por la justicia
concedida a él mediante la fe en Cristo. Pablo estuvo dispuesto a perder la
débil y descolorida vestidura de su reputación si podía ganar el espléndido e
incorruptible manto de la justicia de Cristo.
Ese es el
mayor de todos los beneficios porque garantiza nuestra posición delante de
Dios. Es el don de Dios para el pecador el apropiarse por fe de la obra
perfecta de Cristo, que satisface la justicia de Dios.
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