miércoles, 7 de mayo de 2014

EL SUFRIMIENTO PUEDE ESTAR PRESENTE PERO JESUCRISTO NOS LLEVA DE TRIUNFO EN TRIUNFO.

EL SUFRIMIENTO PUEDE ESTAR PRESENTE PERO JESUCRISTO NOS LLEVA DE TRIUNFO EN TRIUNFO.
Nos lleva en triunfo.

A Dios gracias, el cual nos lleva siempre en triunfo en Cristo Jesús, y por medio de nosotros manifiesta en todo lugar el olor de su conocimiento.

2 Corintios 2:14

Hay muchas posibilidades que surgen del sufrimiento injusto por el nombre de Cristo. Dios pudiera usar el sufrimiento de usted para guiar a alguien a Cristo. Pudiera usarlo para ayudarlo a triunfar sobre la persecución demoníaca, o pudiera hacer que otros vean la actitud de usted ante la persecución y reaccionen de la misma manera.

Cualquiera que sea el triunfo de su sufrimiento, puede estar seguro de una cosa: Si usted sufre por el nombre de Cristo, Dios lo levantará y exaltará a su presencia misma. Cristo siempre nos hará triunfar aunque suframos injustamente. No menosprecie la potencialidad del sufrimiento injusto por el nombre de Cristo. ¡Así que soporte cualquier sufrimiento que se le presente teniendo en cuenta su triunfo venidero en Cristo!.
NECESITAMOS DESARROLLAR INTIMIDAD CON DIOS.
Comunión íntima

Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen.

Juan 10:27

El apóstol Pablo enseñó a los efesios que una de las funciones de la iglesia es preparar a las personas en el "conocimiento del Hijo de Dios" (4:13). Aquí la palabra conocimiento se refiere al conocimiento pleno, correcto y preciso. Ese es el conocimiento del que Jesús habló en el versículo de hoy. No se refería al simple conocimiento de sus identidades, sino a conocerlos íntimamente, y esa es la manera en la que Él quiere que las personas lo conozcan.

El deseo de Pablo es que todos los creyentes desarrollen ese profundo conocimiento de Cristo al establecer una relación con Él mediante la oración y el fiel estudio de la Palabra de Dios y la obediencia a ella. El crecer en ese mayor conocimiento de Cristo es un proceso de toda la vida que no terminará hasta que veamos al Señor cara a cara.
EN EL LIBRO DE HEBREOS ENCONTRAMOS CÓMO DESARROLLA ESA INTIMIDAD Y ES POR MEDIO DE LA FE.
11:1 Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve.
11:2 Porque por ella alcanzaron buen testimonio los antiguos.
11:3 Por la fe entendemos haber sido constituido el universo por la palabra de Dios, de modo que lo que se ve fue hecho de lo que no se veía.
11:4 Por la fe Abel ofreció a Dios más excelente sacrificio que Caín, por lo cual alcanzó testimonio de que era justo, dando Dios testimonio de sus ofrendas; y muerto, aún habla por ella.
“Y seréis aborrecidos de todos por causa de mi nombre; mas el que persevere hasta el fin, éste será salvo” (Mateo 10:22).
¿Alguna vez ha recorrido el Salón de Fama de Dios, en Hebreos 11? Estos hombres y mujeres de fe hicieron cosas milagrosas. “Por la fe  conquistaron reinos.” ¡Aleluya! “Hicieron justicia.” ¡Alaben al Señor! “Alcanzaron las promesas.” ¡Amén! “Taparon bocas de leones.” ¡Gloria!
¿Y cómo lo hicieron? ¡Fe! ¡Fe!

“Otros experimentaron vituperios y azotes, y a más de esto prisiones y cárceles .Fueron apedreados, aserrados, puestos a prueba, muertos a filo de espada; anduvieron de acá para allá cubiertos de pieles de ovejas y de cabras, pobres, angustiados, maltratados[…]. Y todos éstos, aunque alcanzaron buen testimonio mediante la fe, no recibieron lo prometido” (Hebreos 11:36-37, 39).

Algunos tuvieron fe para escapar; otros tuvieron fe para soportar. Si es la voluntad de Dios para usted, fe para soportar pudiera ser la clase de fe que Dios quiere que usted tenga. ¿Le será Dios suficiente si Él le deja que entre en un horno ardiente.
LA JUSTICIA QUE ES POR FE.
LA JUSTICIA QUE EL HOMBRE QUIERE ALCANZAR ES POR LA LEY.
LA JUSTICIA QUE SE RECIBE COMO REGALO ES POR LA GRACIA EN CRISTO JESÚS SEÑOR NUESTRO.
La debida justicia.

No teniendo mi propia justicia, que es por la ley, sino la que es por la fe de Cristo.

Filipenses 3:9

Conocer a Jesucristo es tener su justicia, su santidad y su virtud imputadas a nosotros, lo que nos hace justos delante de Dios.

En los primeros años de su vida, el apóstol Pablo trató de alcanzar la salvación por el apego estricto a la ley. Pero cuando fue confrontado por la admirable realidad de Cristo, estuvo dispuesto a cambiar toda su justicia propia y moralidad externa, buenas obras y ceremoniales religiosos por la justicia concedida a él mediante la fe en Cristo. Pablo estuvo dispuesto a perder la débil y descolorida vestidura de su reputación si podía ganar el espléndido e incorruptible manto de la justicia de Cristo.


Ese es el mayor de todos los beneficios porque garantiza nuestra posición delante de Dios. Es el don de Dios para el pecador el apropiarse por fe de la obra perfecta de Cristo, que satisface la justicia de Dios.

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