HOY ES
URGENTE PREDICAR LA PALABRA, LA VENIDA
DE JESUCRISTO ESTÁ CERCA.
4:1 Te
encarezco delante de Dios y del Señor Jesucristo, que juzgará a los vivos y a
los muertos en su manifestación y en su reino,
4:2 que
prediques la palabra; que instes a tiempo y fuera de tiempo; redarguye,
reprende, exhorta con toda paciencia y doctrina.
4:3 Porque
vendrá tiempo cuando no sufrirán la sana doctrina, sino que teniendo comezón de
oír, se amontonarán maestros conforme a sus propias concupiscencias,
4:4 y
apartarán de la verdad el oído y se volverán a las fábulas.
4:5 Pero tú
sé sobrio en todo, soporta las aflicciones, haz obra de evangelista, cumple tu
ministerio.
4:6 Porque
yo ya estoy para ser sacrificado, y el tiempo de mi partida está cercano.
4:7 He
peleado la buena batalla, he acabado la carrera, he guardado la fe.
4:8 Por lo
demás, me está guardada la corona de justicia, la cual me dará el Señor, juez
justo, en aquel día; y no sólo a mí, sino también a todos los que aman su
venida.
HOY ES
NECESARIO ESCOGER A QUIÉN SEGUIR.
“A los
cielos y a la tierra llamo por testigos hoy contra vosotros, que os he puesto
delante la vida y la muerte, la bendición y la maldición; escoge, pues, la
vida, para que vivas tú y tu descendencia” - (Deuteronomio 30:19).
En una
ocasión el pastor Adrián Rogers testificaba a una jovencita en la Florida. Él
le preguntó si quería recibir a Jesús
como su Señor y Salvador. Se le llenaron los ojos de lágrimas, y dijo: “Yo no
veo cómo… No… No puedo hacerlo hoy.” Él le explicó: “¿No se da cuenta que si no
lo recibe, lo que hará es negarlo?” Ella contestó: “Oh, yo no lo negaría por
nada.” El Pastor añadió: “Pero con Él no hay cosas a media.” Aun así, ella
rehusó aceptarle. Entonces, él insistió: “Antes de que se vaya, ¿estrecharía mi
mano?” Ella contestó: “Bueno… Seguro.” Él prosiguió: “Si acepta a Cristo como
su Salvador, estreche mi mano derecha. Si escoge el infierno y rechaza a
Cristo, tome mi mano izquierda.” Ella rehusó ambas manos. Cada persona tiene una
opción. No hay territorio neutral.
Una de dos:
o usted corona a Jesús como Señor de su vida o no lo hace. ¿Qué hará usted, mi
amigo? ¡Coronadle con muchas coronas! Y si eso le motiva a alabarle, entonces
alábele con el himno: “A Cristo coronad.”
CUMPLIR: LA
MISIÓN, LA VISIÓN Y LOS PROPÓSITOS: 2 Timoteo 4: 7- 8, Juan 17: 4-6.
¿ CUÁL ES LA
CARRERA QUE DIOS HA PUESTO ANTE USTED?.
4:7 He
peleado la buena batalla, he acabado la carrera, he guardado la fe.
4:8 Por lo
demás, me está guardada la corona de justicia, la cual me dará el Señor, juez
justo, en aquel día; y no sólo a mí, sino también a todos los que aman su
venida.
17:4 Yo te
he glorificado en la tierra; he acabado la obra que me diste que hiciese.
17:5 Ahora
pues, Padre, glorifícame tú al lado tuyo, con aquella gloria que tuve contigo
antes que el mundo fuese.
17:6 He
manifestado tu nombre a los hombres que del mundo me diste; tuyos eran, y me
los diste, y han guardado tu palabra.
Cuando Jesús
llegó al final de su vida dijo: “Yo te he glorificado en la tierra; he acabado
la obra que me diste que hiciese” (Juan 17:4). Él se mantuvo en el camino. Lo
mismo hizo Pablo. Ellos lograron lo que Dios les había mandado hacer. Todo
hombre tiene una carrera que debe correr. Toda mujer tiene una carrera por
delante. Dios sabe el curso. Y todo lo que Dios demande de usted, Él le dará el
poder para llevarlo a cabo. Ya sea que usted tenga nueve o noventa años, sea
joven o viejo, rico o pobre: ¡Dios posee un plan para su vida! ¡Dios tiene una
carrera que quiere que usted corra!
¿Cuál es la
carrera que Dios ha puesto ante usted? Dele gracias a Dios por el poder que le
da para terminar la trayectoria.
Primera
Corintios 6:12: “Todas las cosas me son lícitas, mas no todas convienen; todas
las cosas me son lícitas, mas yo no me dejaré dominar de ninguna.”
Si usted
quiere ser un vencedor en la carrera que Dios tiene para usted, debe aprender
la disciplina de poner a un lado sus pesas. En muchas ocasiones, estas pesas
son cosas buenas en nuestras vidas. Con todo, las cosas buenas son malas cuando
éstas nos impiden hacer lo mejor. La vida sería simple si fuese una opción
entre lo bueno y lo malo. Sin embargo, generalmente, es una opción entre lo
bueno y lo mejor. Nuestro versículo enseña: “Todas las cosas me son lícitas,
mas no todas convienen.” Cuando medite en la palabra “convienen”, piense en una
expedición, puesto que usted va hacia algún lugar, y si algo le retrasa en su
caminar, es exceso de equipaje y usted necesita deshacerse de éste, puesto que
no conviene.
Pregúntele a
Dios: “¿Existen cosas lícitas, permisibles en mi vida que están impidiéndome
correr la carrera que me has dado?” Si el Señor le revela algo, pida disciplina
para poder hacerlas a un lado. Primera Corintios 9:24: “¿No sabéis que los que
corren en el estadio, todos a la verdad corren, pero uno solo se lleva el
premio? Corred de tal manera que lo obtengáis.”
Los
corredores no sólo necesitan deshacerse de pesas que pueden estarlos
retrasando, sino que también necesitan remover cosas que están en su camino con
las cuales puede tropezarse. Como creyente, las cosas buenas en la vida pueden
hacernos reducir la velocidad, pero el pecado nos detendrá por completo: nos
hará una zancadilla. ¡Es mejor que usted aprenda a tratar el pecado como el
pecado lo trataría a usted! El pecado será despiadado con usted, y usted
necesita ser despiadado con el pecado. Segunda Timoteo 2:19 manda: “Apártese de
iniquidad todo aquel que invoca el nombre de Cristo.”
¿Existe
algún pecado sin confesar en su vida que le está haciendo tropezar? Ore el
Salmo 139:23-24.
EL CONSEJO
DE JESUCRISTO Y DEL AÓSTOL PABLO ES: 2 Timoteo 4: 5- 6, Juan 17: 1- 3.
4:5 Pero tú
sé sobrio en todo, soporta las aflicciones, haz obra de evangelista, cumple tu
ministerio.
4:6 Porque
yo ya estoy para ser sacrificado, y el tiempo de mi partida está cercano.
17:1 Estas
cosas habló Jesús, y levantando los ojos al cielo, dijo: Padre, la hora ha
llegado; glorifica a tu Hijo, para que también tu Hijo te glorifique a ti;
17:2 como le
has dado potestad sobre toda carne, para que dé vida eterna a todos los que le
diste.
17:3 Y esta
es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a
Jesucristo, a quien has enviado.
Juan 12:24:
“De cierto, de cierto os digo, que si el grano de trigo no cae en la tierra y
muere, queda solo; pero si muere, lleva mucho fruto.”
Usted puede
ver el tamaño de un creyente por lo que lo detiene. Hebreos 12:1 enseña que
nosotros debemos correr “con paciencia la carrera que tenemos por delante”. Y
esta palabra “paciencia” no se usa en el sentido que actualmente nosotros la
usamos. Ésta significa literalmente ‘perseverancia’. Todos sabemos que un
corredor va ganar o perder la carrera primordialmente por su perseverancia.
Usted no puede detenerse. Cuando siente dolor, no puede parar. Cuando siente
que sus pulmones arden, no puede parar. Cuando sus pies los sienten como plomo,
no puede parar. Cuando su costado le duele, ¡usted no puede detenerse! ¡Usted
nunca será un atleta espiritual si es un desertor! Ningún dolor. Ninguna
ganancia.
¡Dele
gracias a Dios por su poder que le equipa para poder correr la carrera y ganar
la corona del vencedor!
Marcos
11:22: “Respondiendo Jesús, les dijo: “Tened fe en Dios.”
Se le
preguntó a algunos creyentes: “¿Cómo están?” Ellos respondieron: “Bueno, bajo
las circunstancias...” ¿Cómo se metieron allí? Las circunstancias son como un
colchón. Se supone que usted debe estar arriba, no debajo de éste. Bajo las
circunstancias, usted se sofoca; sobre ellas descansa bastante bien. La única
manera en que usted puede correr la carrera es quitando sus ojos de las cosas o
las personas a su alrededor y poniéndolos en Jesús. Él es el creador de la
carrera. Él es la meta a la que usted corre. Si pone su mira en Jesús para que
Él le provea toda necesidad en su carrera, usted encontrará que la fe crece en
su corazón y en su vida. Verá, lo que se requiere no es una gran fe en Dios;
sino fe en un gran Dios.
RELACIÓN CON
DIOS: LAS MARCAS CON DIOS.
En nuestro
diario caminar Dios deja marcas en nuestra vida. Esas marcas nos recuerda quién y para qué nos
llamó.
Son como
cicatrices porque regularmente esas marcas producen dolor, pero luego vemos la
recompensa de parte de Dios.
La Biblia
habla de hombres y mujeres que quedaron marcados por Dios y sus vidas no fueron
las mismas.
Jacob es uno
de ellos:
Aquella
misma noche Jacob se levantó, tomó a sus dos esposas, a sus dos esclavas y a
sus once hijos, y cruzó el vado del río Jaboc. Una vez que lo habían cruzado,
hizo pasar también todas sus posesiones, quedándose solo. Entonces un hombre
luchó con él hasta el amanecer. Cuando ese hombre se dio cuenta de que no podía
vencer a Jacob, lo tocó en la coyuntura de la cadera, y ésta se le dislocó
mientras luchaban. Entonces el hombre le dijo:
—¡Suéltame,
que ya está por amanecer!
—¡No te
soltaré hasta que me bendigas! —respondió Jacob.
—¿Cómo te
llamas? —le preguntó el hombre.
—Me llamo
Jacob —respondió.
Entonces el
hombre le dijo:
—Ya no te
llamarás Jacob, sino Israel, porque has luchado con Dios y con los hombres, y
has vencido. Génesis 32:22-28.
LAS MARCAS
DE DIOS EN UN VERDADERO LÍDER.
Dios siempre
deja algunas marcas y estas son muy significativas.
Primera
Marca. La Interrupción: Pensar en que nuestra vida, le pertenece a Dios. Dios
quiere hacer cambios en nuestra vida; en las manos de Dios están los Tiempos.
Isaías 49: 8- 9.
49:8 Así
dijo Jehová: En tiempo aceptable te oí, y en el día de salvación te ayudé; y te
guardaré, y te daré por pacto al pueblo, para que restaures la tierra, para que
heredes asoladas heredades;
49:9 para
que digas a los presos: Salid; y a los que están en tinieblas: Mostraos. En los
caminos serán apacentados, y en todas las alturas tendrán sus pastos.
Filipenses
1: 6. 1:6 estando persuadido de esto, que el que comenzó en vosotros la buena
obra, la perfeccionará hasta el día de Jesucristo;
El Apóstol
Pablo fue interrumpido por el Espíritu Santo en su viaje a Filipos (Hechos 16:
6. 16:6 Y atravesando Frigia y la provincia de Galacia, les fue prohibido por
el Espíritu Santo hablar la palabra en Asia; El Espíritu Santo da un nuevo
rumbo a nuestra vida.
Órale al
Señor y dígale que en sus manos están los tiempos y que nos interrumpa cuando
Él quiera.
Segunda
Marca. El Desafío: Después que Dios interrumpe nuestros proyectos y tal vez nos
saque de una gran comodidad y nos plantee un desafío. La interrupción se da en
el presente, pero el desafío es para el futuro. Dios nos desafía, pero nos
sostiene. El desafío puede ser en áreas en que hemos fallado o que presentamos
más dificultad.
Muchas veces
estamos en la comodidad, en un lugar, una ciudad donde lo tenemos todo y Dios
nos desafía a salir a otro lugar, donde cambien las condiciones; unas veces el
clima, alejados de los hijos, de la familia y amigos.
Moisés
experimentó un desafío en el mar rojo. Dios le dijo levanta la vara y pasa el
mar rojo.
Tercera
Marca. La Compasión: Dios tiene compasión por los perdidos; Él quiere que
integremos los valores y sintamos compasión por los que no conocen a Dios.
Jesús tuvo
compasión. Mateo 9: 36- 38. 9:36 Y al ver las multitudes, tuvo compasión de
ellas; porque estaban desamparadas y dispersas como ovejas que no tienen
pastor.
9:37
Entonces dijo a sus discípulos: A la verdad la mies es mucha, más los obreros
pocos.
9:38 Rogad,
pues, al Señor de la mies, que envíe obreros a su mies.
¿ Cuánta
compasión tenemos por las ovejas, las de nuestra Iglesia?.
¿ Cuánta
compasión sentimos por los que aún no son las ovejas?.
Cuánta
compasión tenemos por mi Ciudad, mi País?.
Cuarta
Marca. La Confianza: A la interrupción, el desafío y la compasión se suma para
complementar la confianza. El que nos llamó nos va acompañar todo el tiempo; Él
tiene el total control. “ El salmista decía: Dios mío en ti confío, no sea yo
avergonzado, no se burlen de mí, mis enemigos. Por las fallas y los momentos
difíciles, las desilusiones; nos hemos vuelto desconfiados.
Pero Dios
nos da la confianza y por eso nos llama a tener compasión por los necesitados y
perdidos. Confiar en aquel que nos interrumpió la vida, nos desafió, tuvo
compasión. El saber que Dios es Soberano, nos debe llenar de confianza. En la
única persona en quien podemos confiar a ciegas es en Dios.
Quinta
Marca. La Meta Divina: Todo lo que hagamos, lo que emprendamos es para llegar a
una meta divina, la meta es Dios. 2 Timoteo 4: 7- 8. 4:7 He peleado la buena
batalla, he acabado la carrera, he guardado la fe.
4:8 Por lo
demás, me está guardada la corona de justicia, la cual me dará el Señor, juez
justo, en aquel día; y no sólo a mí, sino también a todos los que aman su
venida. La meta divina es acabar mi tarea en la tierra, como lo dijo Pablo.
En Juan 5:17
Y Jesús les respondió: Mi Padre hasta ahora trabaja, y yo trabajo.
En Juan 17:
4- 6. Dice. 17:4 Yo te he glorificado en la tierra; he acabado la obra que me
diste que hiciese.
17:5 Ahora
pues, Padre, glorifícame tú al lado tuyo, con aquella gloria que tuve contigo
antes que el mundo fuese.
17:6 He
manifestado tu nombre a los hombres que del mundo me diste; tuyos eran, y me
los diste, y han guardado tu palabra.
¿ Estoy
cumpliendo con las metas que tiene Dios para mí?. Todo lo que hagamos nos debe
estar llevando a la meta divina, que es la meta de Dios.
Es hora
entonces de hacer nuestra tarea y recibir la Marca de Dios como un buen Líder.
Segunda
Timoteo 4:7: “He peleado la buena batalla, he acabado la carrera, he guardado
la fe.”
Cuando Jesús
llegó al final de su vida dijo: “Yo te he glorificado en la tierra; he acabado
la obra que me diste que hiciese” (Juan 17:4). Él se mantuvo en el camino. Lo
mismo hizo Pablo. Ellos lograron lo que Dios les había mandado hacer. Todo
hombre tiene una carrera que debe correr. Toda mujer tiene una carrera por
delante. Dios sabe el curso. Y todo lo que Dios demande de usted, Él le dará el
poder para llevarlo a cabo. Ya sea que usted tenga nueve o noventa años, sea
joven o viejo, rico o pobre: ¡Dios posee un plan para su vida! ¡Dios tiene una
carrera que quiere que usted corra!
¿Cuál es la
carrera que Dios ha puesto ante usted? Dele gracias a Dios por el poder que le da para
terminar la trayectoria.
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