miércoles, 21 de mayo de 2014

LA RESPONSABILIDAD EN LA CRIANZA DE LOS HIJOS.

LA RESPONSABILIDAD EN LA CRIANZA DE LOS HIJOS.
La crianza de los niños es una de las tareas más difíciles y satisfactorias del mundo, y aquella para la cual puede sentir que está menos preparado.
La crianza de los hijos es la acción de promover y brindar soporte a la actividad física, la actividad emocional, el desarrollo social y el desarrollo intelectual de un niño o niña desde su infancia hasta su edad adulta.
Si usted es un padre de familia, recibe muchas sugerencias sobre cómo debe criarlos. Desde los expertos hasta otros padres, las personas están siempre dispuestas a darle consejos. Consejos sobre la crianza de los hijos, guías de supervivencia para padres, cosas que se deben y no se deben hacer - aparecen cosas nuevas todos los días.
La verdad es que hay más de una manera "correcta" de ser buenos padres. Ser buenos padres incluye:
Mantener a sus hijos sanos y seguros.
Demostrarles afecto y escucharlos.
Contemplar el orden y su consistencia.
Determinar y hacer cumplir los límites.
Pasar tiempo con sus hijos.
Supervisar las amistades y las actividades de sus hijos.
Darles el ejemplo.
Proverbio 22: 6.
22:6 Instruye al niño en su camino,
Y aun cuando fuere viejo no se apartará de él.
Instruir al niño es darle las herramientas para que conozca el mundo y pueda tomar las decisiones correctas en el momento oportuno.
Proverbio 29: 15.
29:15 La vara y la corrección dan sabiduría;
Mas el muchacho consentido avergonzará a su madre.
Salomón considera la corrección como un medio para volver al niño, al hijo al camino correcto; el no hacerlo los lleva a que corran el peligro de arruinar sus vidas. La vara como elemento de dirección, no de castigo físico, ayuda a un crecimiento y madurez a tiempo, para evitar en el futuro problemas más graves. En manos de los padres está la responsabilidad de enseñar a los hijos las situaciones más peligrosas y difíciles que van a enfrentar en la vida.
Proverbios 1: 8.
1:8 Oye, hijo mío, la instrucción de tu padre,
Y no desprecies la dirección de tu madre;
1:9 Porque adorno de gracia serán a tu cabeza,
Y collares a tu cuello.
Proverbio 6: 20- 21.
6:20 Guarda, hijo mío, el mandamiento de tu padre,
Y no dejes la enseñanza de tu madre;
6:21 Átalos siempre en tu corazón,
Enlázalos a tu cuello.
La responsabilidad de los hijos también se pone de manifiesto aquí, es necesario que nuestros hijos reciban con agrado las enseñanzas del papá y de la mamá, pero allí no para todo, es importante que entendamos, aceptemos, guardemos, abracemos y las llevemos a la mente y al corazón. Debemos tenerlas muy cerca para utilizarlas en momentos difíciles de nuestra vida.
La Academia Americana de Pediatría recomienda a los padres que eviten pegar a sus hijos:
Al pegar a un niño, se le está enseñando que está bien pegar a alguien cuando uno está enfadado.
Al pegar a un niño, aparte de hacerle daño, se le pueden infligir lesiones corporales.
Pegando a un hijo, en vez de enseñarle a modificar su comportamiento, sólo se consigue que tenga miedo a sus padres, y lo único que le enseña es a evitar que lo vuelvan a pillar "in fraganti".
En el caso de los niños que se portan mal para llamar la atención, lo único para hacer es acercarnos a él para saber por qué está llamando la atención y dar una respuesta adecuada con mucho amor, en caso de repetirse la anterior conducta, debemos hacerle un seguimiento. Busque ayuda.
CONSEJOS PRACTICOS PARA LA CRIANZA DE LOS HIJOS.
A continuación se incluyen nueve consejos para la crianza de un niño que pueden ayudarlo a sentirse más satisfecho como padre y, también, a disfrutar más a sus hijos.
1.      Estimule la autoestima de su hijo.
Los niños comienzan a desarrollar su sentido del yo desde que son bebés, cuando se ven a sí mismos a través de los ojos de sus padres. Sus hijos asimilan su tono de voz, su lenguaje corporal y todas sus expresiones. El elogio de los logros, aunque sean pequeños, hará que los niños estén orgullosos; Evite las afirmaciones tendenciosas o usar palabras hirientes. Los comentarios tales como "¡Qué estupidez!" o "¡Te comportas más como si fueras un bebé que tu hermano pequeño!" pueden causar el mismo daño que los golpes físicos.
2. Reconozca las buenas acciones.
¿Se detuvo a pensar alguna vez cuántas veces al día tiene reacciones negativas para con sus hijos? Es posible que se dé cuenta de que las críticas muchas más veces de las que los felicitan. ¿Cómo se sentiría si un jefe lo tratara de un modo tan negativo, incluso si fuese con buenas intenciones? El enfoque más positivo es reconocer las buenas acciones de los niños: "Hiciste la cama sin que te lo pidiera, ¡eso es genial!" o "Te estaba mirando mientras jugabas con tu hermana y fuiste muy paciente".
3. Establezca límites y sea coherente con la disciplina.
En todas las casas es necesaria la disciplina. El objetivo de la disciplina es ayudar a que los niños elijan los comportamientos aceptables y aprendan a auto controlarse. Es posible que pongan a prueba los límites que usted establece, pero son imprescindibles para que ellos se conviertan en adultos responsables.
4. Hágase un tiempo para sus hijos.

A menudo es difícil que los padres y los niños se reúnan para una comida en familia, ni pensar en que pasen juntos tiempo de calidad. Sin embargo, es probable que no haya nada que a los niños les gustaría más que eso.
5. Sea un buen modelo a seguir.
Los niños pequeños aprenden mucho sobre cómo actuar al observar a sus padres. Cuantos más pequeños, más lo imitan. Antes de reaccionar agresivamente o enfurecerse frente a su hijo, piense en lo siguiente: ¿es así como desea que el niño se comporte al enfadarse?
6. Haga de la comunicación una prioridad.
No puede esperar que los niños hagan todo sólo porque usted como padre "así lo dice". Ellos desean y merecen explicaciones al igual que los adultos. Si no dedicamos tiempo a dar explicaciones, los niños comenzarán a cuestionarse nuestros valores y motivaciones.
7. Sea flexible y esté dispuesto a adaptar su estilo de crianza.
Si el comportamiento de su hijo lo decepciona con frecuencia, quizás se deba a que sus expectativas no son realistas. Para los padres que piensan en "lo que se debe" (por ejemplo, "A esta altura, mi hijo debe usar el orinal"), puede ser útil leer sobre el tema o hablar con otros padres o con especialistas de desarrollo infantil.
8. A partir de los 13 años.
A estas alturas, usted ya ha sentado las bases de la disciplina. Su hijo sabe lo que se espera de él y que usted cumple su palabra en lo que se refiere a las consecuencias de la mala conducta. Pero no se le ocurra bajar ahora la guardia -la disciplina es tan importante para un adolescente como para un niño pequeño. Del mismo modo que un niño de 4 años necesita que sus padres le fijen un horario para acostarse por las noches que deberá respetar a pesar de sus lloriqueos, un adolescente también necesita que le fijen límites.
9. Incluya a sus hijos en sus proyectos familiares.

Permítales hacer parte de todo los planes, vincúlelo a sus Empresas y motívelos a crear sus propios proyectos. Trabaje en Equipo, viva en unidad y disfrute como familia todos los días.

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