jueves, 4 de mayo de 2017

HERMANO DIOS NOS DA LA VERDADERA SABIDURÍA.

HERMANO DIOS NOS DA LA VERDADERA SABIDURÍA.
“Él provee de sana sabiduría a los rectos; es escudo a los que caminan rectamente” (Proverbios 2:7).
En Cristo, existe sabiduría, fortaleza, seguridad y satisfacción. Cuando usted se acerca a Él con urgencia, fervor, persistencia y expectativa, recibirá respuesta de Él. Jesús no va a pensar que le está molestando, Él se complace cuando usted le pide su sabiduría. Señor, necesito tomar una decisión. ¿Cuál universidad escojo? ¿Me caso con esa persona o no? ¿Es este el trabajo que quieres que tenga? ¿Cuál mecánico uso para reparar mi choque? ¿Dónde quieres que viva? ¿Alquilo o compro? Annie Johnson Flint escribió un edificante himno: “Su amor no tiene límite, Su gracia no tiene medida, Su poder no posee fronteras conocidas al hombre; Porque de sus infinitas riquezas en Jesús, Él da y da y da otra vez.” Deposite todas sus cargas en Él hoy, porque Jesús ansía llenarle con Él mismo.
Alábele: “Señor gracia por proveer “de sana sabiduría a los rectos”. Gracias porque eres “escudo a los que caminan rectamente” (Proverbios 2:7).
EL VERDADERO OBRERO UTILIZA LA PALABRA DE VERDAD.
“Procura con diligencia presentarte a Dios aprobado, como obrero que no tiene de qué avergonzarse, que usa bien la Palabra de verdad” - (2 Timoteo 2:15).
Cuando los hombres construyeron el Templo en el Antiguo Testamento, la Biblia nos dice que Dios les dio un espíritu de sabiduría. Algunos traductores lo han llamado un espíritu de “destreza o talento” porque estas palabras están fuertemente entrelazadas. ¿Sabe lo que es vivir sabiamente? Es vivir diestramente aprovechando su vida a lo máximo. Sea cual sea su trabajo ―un artista, un médico, un carpintero, un contador, un maestro o una madre― viva su vida con destreza. ¿Está pensando ir a un colegio vocacional o a una universidad a cursar una carrera? Entonces, no falle en estudiar y ganar conocimiento, pero recuerde esto: Todo nuestro conocimiento apartado de la sabiduría de Dios es sólo ignorancia espléndida.
¿Cuándo fue la última vez que estudió la historia del trasfondo de la Palabra de Dios? Vaya a una librería o a la biblioteca de su iglesia y estudie cómo las traducciones fueron descubiertas y pasadas a otras generaciones.
JOB APLICÓ LA SABIDURÍA DE DIOS CUANDO ESTABA ANGUSTIADO.
Cómo Confiar cuando uno está Angustiado
La vida de Job era un modelo maravilloso de vida valiente. Job confió en Dios en las buenas. Ahora la escena estaba preparada para determinar si Job confiaría en Dios en situaciones humanamente imposibles.
El siguiente capítulo en la vida de Job es oscuro. Soportó pérdidas como pocos han conocido. Su casa, destruida; su familia, muerta; su salud, en ruinas;  sus finanzas, eliminadas. Sus amigos cuestionaban su reputación santa. En el largo proceso de resolver sus preguntas y luchas, Job finalmente resolvió confiar en Dios—costara lo que costara. Había adorado. Se había humillado. Se había sentado en silencio. Finalmente respondió a su esposa: “Recibo lo que Dios ha enviado. He recibido lo bueno; ahora recibo la adversidad.” Vuelva a leer eso. Es el secreto de la estabilidad.
Hallo tres razones reales por las cuales Job pudo responder de esa manera.
Primero, miró hacia arriba y halló consuelo en la soberanía de Dios. Vio mucho más que las acciones de Dios; vio el corazón de Dios. Aceptó lo que Dios dio y lo que Dios quitó. Vio el amor soberano de Dios, y le dijo a su esposa: “Acaso no deberíamos recibir lo uno y lo otro sin cuestionarlo?”
Job también miró hacia adelante y recordó la promesa de Dios. En el capítulo 19 Job dijo: “Yo sé que mi Redentor vive, Y al fin se levantará sobre el polvo” (19:25). Job recordó la promesa de Dios de que al fin todo se resolverá. Mirando hacia adelante, sintió ánimo.
Finalmente, Job miró hacia adentro y se dejó moldear por la instrucción de Dios. Job 42:6 dice que Job miró su vida, y se arrepintió “en polvo y ceniza.” Vio que Dios le había instruido en el sufrimiento y enfermedad como de ninguna otra manera. Dijo, en efecto: “Señor, por primera vez honradamente puedo decir: ‘Me entrego a ti como nunca antes.’”
Exige valentía que el creyente se entregue a un Dios soberano al enfrentar situaciones imposibles. Tal vez eso es exactamente lo que usted necesita hacer en este mismo momento. Me viene a la mente la oración que elevó una vez una persona sabia y consagrada:
"Señor, estoy dispuesto a recibir lo que tú das. Estoy dispuesto a privarme de lo que tú no das. Estoy dispuesto a aflojar lo que tú quieres tomar. Estoy dispuesto a sufrir lo que tú infliges. Estoy dispuesto a ser lo que tú quieres que sea. Señor, estoy dispuesto".
Amigo y amiga, si sus días han sido difíciles y sus noches han sido como un túnel oscuro y largo, halle su consuelo en el control soberano y amor eterno de Dios. Su Salvador sabe su punto de aguante. Los golpes, destrozos y adversidad que usted está soportando están diseñados para moldearlo; no para arruinarlo. Su fuerza y valentía aumenta conforme Dios tiene su mano sobre usted. Recordar el secreto de Job puede determinar toda la diferencia.
SABIDURÍA EN MEDIO DE LAS PRUEBAS. JONÁS Y SU FRUSTRACIÓN.
“Por demás es que os levantéis de madrugada, y vayáis tarde a reposar, y que comáis pan de dolores; pues que a su amado dará Dios el sueño” (Salmo 127:2).
En el libro de Jonás, aprendemos que Jonás llegó a un punto físico de depresión (véase Jonás 4:3,8). Él quería que Dios le matara.
¿Alguna vez ha llegado usted al punto de desesperación y ha pensado que todo y todos estaban en su contra y no sabe qué hacer? Quizás lo que usted necesitaba era acostarse y dormir. Ahora, eso tal vez no suene muy espiritual, pero no podemos abusar de nuestros cuerpos sin sufrir las consecuencias. El ser un hijo de Dios no le inmuniza al agotamiento físico. Existe suficiente tiempo en el día para llevar acabo, con gracia, todo lo que Dios desea que hagamos.
 ¿Siente que está al borde de un colapso? Quizás ya lo esté. Antes de derrumbarse, pídale a Dios su sabiduría para establecer algunos límites en su vida, aprender a decir no, delegar algunas de sus responsabilidades, solicitar un día de vacaciones, pedir un abrazo, o tal vez acudir a un consejero cristiano para ser ayudado (a).
SABIDURÍA EN LA VEJEZ.
“Por tanto, no desmayamos; antes aunque este nuestro hombre exterior se va desgastando, el interior no obstante se renueva de día en día” (2 Corintios 4:16).
Muchas personas piensan que no pueden hacer mucho por Dios cuando llegan al ocaso de sus vidas. Dios no cambia sólo porque su salud no es buena, o se siente débil. La fe que está dentro de usted no se ha debilitado, a menos que usted haya dejado de alimentarla con obras de fe. Las cosas que Dios nos ha llamado a hacer en la vida, no dependen de su fortaleza física o financiera.
¿Sabe en dónde reside una de las mayores fortalezas de la iglesia? En la gente “viejita” que ha caminado con Dios por años y años. Con su reserva de sabiduría y su fortaleza de fe, siguen asidos a Dios, y aunque sus cuerpos estén un poquito “desgastados”, están tan fuertes como jamás lo fueron, porque Dios es su fortaleza.
Douglas MacArthur una vez dijo: “Usted es tan joven como su fe, tan viejo como sus dudas, tan joven como su auto-confianza, tan viejo como sus temores, tan joven como su esperanza y tan viejo como su desesperanza.”
Dios da fortaleza que no se desvanece porque sus promesas no se desgastan.
¿Está usted jubilado? ¿Cómo está utilizando todo ese tiempo que ahora tiene libre, para el Señor? He aquí algunas cosas que debe pedirle a Dios que le ayude ha ejecutar, para Su gloria: ser voluntario en albergues para desamparados, ir en viajes misioneros, cantar en el coro, escribir cartas a presos y a huérfanos, enseñar un estudio bíblico y pasar tiempo en oración intercesora por las necesidades de su comunidad y del mundo.
LA SABIDURÍA DE DIOS HECHA REALIDAD EN NOSOTROS.
ESCRITURA:“Y a los que predestinó, a éstos también llamó; y a los que llamó, a éstos también justificó; y a los que justificó, a éstos también glorificó” (Romanos 8:30).
El Dr. Scofield, editor de la Biblia que lleva su nombre, dice que “predestinación es el ejercicio efectivo de la voluntad de Dios, por lo cual las cosas determinadas de antemano por Él, se hacen realidad.” Significa que si Dios dice que está determinado a hacer algo, Él lo hará. La sabiduría de Dios es soberana. ¿Qué es lo que Dios predestinó? “Porque a los que antes conoció, también los predestinó para que fuesen hechos conforme a la imagen de su Hijo” (Romanos 8:29), quien es el primogénito. Dios tuvo un Hijo, único, y dijo: “Quiero más hijos como Él.” Consecuentemente Dios está redimiendo toda una raza de gente, para que todos puedan llegar a ser conforme a la imagen del Hijo de Dios. Si usted es salvo, está predestinado a ser como Jesús. Dios conoció que usted recibiría a Jesús como su Señor y Salvador, por lo que dijo: “Confirmado. Tú serás un día como mi Hijo, Jesús.”
¡Alabe a Dios que le conoció a usted desde antes, y que le predestinó para que sea como su Hijo, y que le ha llamado, le ha justificado y le ha glorificado! Jesús dijo: “¡Consumado es!” ¡Aleluya! ¡Alabe al Cordero que fue inmolado!
NECESITAMOS SABIDURÍA PARA VER LAS MARAVILLAS DE DIOS.
“Abre mis ojos, y miraré las maravillas de tu ley” - (Salmos 119:18).
¿Alguna vez ha pensado que lo único que tiene que hacer es ir a la Biblia para sacar alguna verdad para su vida?
Bueno, usted no puede hacer eso. Es decir, su mente nunca comprenderá las cosas de Dios, a menos que el Espíritu Santo le ilumine. Si usted quiere comprender la Palabra de Dios, debe poner su intelecto en el polvo, y con brazos abiertos y un corazón con fe, acercarse a la Palabra de Dios buscando sabiduría, discernimiento y conocimiento. Entonces Él le enseñará. Se necesitó un milagro sobrenatural para escribir la Palabra de Dios. Se requiere de un milagro sobrenatural para que usted la entienda. Cuando Dios comience a escribir su Palabra en su corazón, usted empezará a vivir una vida sobrenatural.
Ore el Salmo 119:18 a Dios hoy. “Abre mis ojos, y miraré las maravillas de tu ley.” Con expectativa y un corazón abierto, espere respuesta, teniendo su Biblia frente a usted. Luego, comparta con alguien más lo que Él le enseñe.
DIOS ES TODOPODEROSO Y NOS CONOCE.
“Que te sustentó con maná en el desierto, comida que tus padres no habían conocido, afligiéndote y probándote, para a la postre hacerte bien” (Deuteronomio 8:16).
Hay tres categorías de personas leyendo esto: aquellas que están en problemas; aquellas que justo están saliendo de los problemas, y aquellas que se van a meter en problemas. Job 14:1 dice: “El hombre nacido de mujer, corto de días, y hastiado de sinsabores.”
Un antiguo refrán español dice: “No hay hogar sin sus secretos.” Tarde o temprano, todos experimentaremos dolor, sufrimiento, problemas. Lo que necesitamos saber es que los problemas no son una señal de que las cosas han salido mal, o que están fuera de control. Debemos creer en la providencia, el plan y el propósito de Dios Todopoderoso. Cuando los israelitas fueron liberados del ejército del Faraón, al cruzar el Mar Rojo, se encontraron que estaban en el desierto. ¿Había Dios perdido el control?
No. Dios les guió allí por una columna de nubes durante el día, y una columna de fuego durante la noche. En la infalible providencia de Dios, a veces somos guiados hacia un problema. El desierto es el “campo de entrenamiento o de prueba” para su fe. ¿Qué tal le va?
¿Se encuentra en medio de alguna prueba? ¿En dónde tiene su mirada: en Dios, en la situación, o en usted mismo? Cuando usted tiene un enfoque correcto, encontrará sabiduría, fortaleza, esperanza y paz.
DIOS ES SABIDURÍA Y LUZ DEL MUNDO.
“CERCANO está Jehová a todos los que le INVOCAN, a todos los que le invocan de veras” (Salmos 145:18).
El Salmo 23 habla del “valle de sombra de muerte”. Por cada sombra, debe haber luz. Cristo dijo: “YO SOY la luz del mundo.” (Juan 8:12). Una sombra pudiera asustarle, pero una sombra en realidad no puede hacerle daño. Y me atrevo a decir que alguna sombra, en uno que otro momento, nos habrá asustado a muchos. Pero, gracias a Dios, la muerte no es más que una sombra si usted conoce al Señor Jesucristo. Si usted mantiene su rostro hacia la luz, la sombra estará detrás de usted. Usted ni siquiera verá la sombra. Dios no nos lleva hasta el valle para abandonarnos ahí. Él siempre nos ayuda a pasar. Dios nunca está más cerca de usted, que cuando está en un valle oscuro. Ahí Él está especialmente cercano.
¿Está usted hoy en un estado de confusión y desesperación? ¿Se siente sin ninguna esperanza frente a la situación que está viviendo? Lea el Salmo 23:4, y alabe a Dios que Él le ayuda a pasar ese valle, y no lo deja simplemente allí. Pídale sabiduría para aprender lo que Él quiere que usted aprenda, para permanecer enfocado en Él, y para testificar a otros acerca de Su fortaleza en el valle.



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