HERMANO DIOS
NOS DA LA VERDADERA SABIDURÍA.
“Él provee
de sana sabiduría a los rectos; es escudo a los que caminan rectamente”
(Proverbios 2:7).
En Cristo,
existe sabiduría, fortaleza, seguridad y satisfacción. Cuando usted se acerca a
Él con urgencia, fervor, persistencia y expectativa, recibirá respuesta de Él.
Jesús no va a pensar que le está molestando, Él se complace cuando usted le
pide su sabiduría. Señor, necesito tomar una decisión. ¿Cuál universidad
escojo? ¿Me caso con esa persona o no? ¿Es este el trabajo que quieres que
tenga? ¿Cuál mecánico uso para reparar mi choque? ¿Dónde quieres que viva?
¿Alquilo o compro? Annie Johnson Flint escribió un edificante himno: “Su amor
no tiene límite, Su gracia no tiene medida, Su poder no posee fronteras
conocidas al hombre; Porque de sus infinitas riquezas en Jesús, Él da y da y da
otra vez.” Deposite todas sus cargas en Él hoy, porque Jesús ansía llenarle con
Él mismo.
Alábele:
“Señor gracia por proveer “de sana sabiduría a los rectos”. Gracias porque eres
“escudo a los que caminan rectamente” (Proverbios 2:7).
EL VERDADERO
OBRERO UTILIZA LA PALABRA DE VERDAD.
“Procura con
diligencia presentarte a Dios aprobado, como obrero que no tiene de qué avergonzarse,
que usa bien la Palabra de verdad” - (2 Timoteo 2:15).
Cuando los
hombres construyeron el Templo en el Antiguo Testamento, la Biblia nos dice que
Dios les dio un espíritu de sabiduría. Algunos traductores lo han llamado un
espíritu de “destreza o talento” porque estas palabras están fuertemente
entrelazadas. ¿Sabe lo que es vivir sabiamente? Es vivir diestramente
aprovechando su vida a lo máximo. Sea cual sea su trabajo ―un artista, un
médico, un carpintero, un contador, un maestro o una madre― viva su vida con
destreza. ¿Está pensando ir a un colegio vocacional o a una universidad a
cursar una carrera? Entonces, no falle en estudiar y ganar conocimiento, pero
recuerde esto: Todo nuestro conocimiento apartado de la sabiduría de Dios es
sólo ignorancia espléndida.
¿Cuándo fue
la última vez que estudió la historia del trasfondo de la Palabra de Dios? Vaya
a una librería o a la biblioteca de su iglesia y estudie cómo las traducciones
fueron descubiertas y pasadas a otras generaciones.
JOB APLICÓ
LA SABIDURÍA DE DIOS CUANDO ESTABA ANGUSTIADO.
Cómo Confiar
cuando uno está Angustiado
La vida de
Job era un modelo maravilloso de vida valiente. Job confió en Dios en las
buenas. Ahora la escena estaba preparada para determinar si Job confiaría en
Dios en situaciones humanamente imposibles.
El siguiente
capítulo en la vida de Job es oscuro. Soportó pérdidas como pocos han conocido.
Su casa, destruida; su familia, muerta; su salud, en ruinas; sus finanzas, eliminadas. Sus amigos
cuestionaban su reputación santa. En el largo proceso de resolver sus preguntas
y luchas, Job finalmente resolvió confiar en Dios—costara lo que costara. Había
adorado. Se había humillado. Se había sentado en silencio. Finalmente respondió
a su esposa: “Recibo lo que Dios ha enviado. He recibido lo bueno; ahora recibo
la adversidad.” Vuelva a leer eso. Es el secreto de la estabilidad.
Hallo tres
razones reales por las cuales Job pudo responder de esa manera.
Primero,
miró hacia arriba y halló consuelo en la soberanía de Dios. Vio mucho más que
las acciones de Dios; vio el corazón de Dios. Aceptó lo que Dios dio y lo que
Dios quitó. Vio el amor soberano de Dios, y le dijo a su esposa: “Acaso no
deberíamos recibir lo uno y lo otro sin cuestionarlo?”
Job también
miró hacia adelante y recordó la promesa de Dios. En el capítulo 19 Job dijo:
“Yo sé que mi Redentor vive, Y al fin se levantará sobre el polvo” (19:25). Job
recordó la promesa de Dios de que al fin todo se resolverá. Mirando hacia
adelante, sintió ánimo.
Finalmente,
Job miró hacia adentro y se dejó moldear por la instrucción de Dios. Job 42:6
dice que Job miró su vida, y se arrepintió “en polvo y ceniza.” Vio que Dios le
había instruido en el sufrimiento y enfermedad como de ninguna otra manera.
Dijo, en efecto: “Señor, por primera vez honradamente puedo decir: ‘Me entrego
a ti como nunca antes.’”
Exige
valentía que el creyente se entregue a un Dios soberano al enfrentar
situaciones imposibles. Tal vez eso es exactamente lo que usted necesita hacer
en este mismo momento. Me viene a la mente la oración que elevó una vez una
persona sabia y consagrada:
"Señor,
estoy dispuesto a recibir lo que tú das. Estoy dispuesto a privarme de lo que
tú no das. Estoy dispuesto a aflojar lo que tú quieres tomar. Estoy dispuesto a
sufrir lo que tú infliges. Estoy dispuesto a ser lo que tú quieres que sea.
Señor, estoy dispuesto".
Amigo y
amiga, si sus días han sido difíciles y sus noches han sido como un túnel
oscuro y largo, halle su consuelo en el control soberano y amor eterno de Dios.
Su Salvador sabe su punto de aguante. Los golpes, destrozos y adversidad que
usted está soportando están diseñados para moldearlo; no para arruinarlo. Su
fuerza y valentía aumenta conforme Dios tiene su mano sobre usted. Recordar el
secreto de Job puede determinar toda la diferencia.
SABIDURÍA EN
MEDIO DE LAS PRUEBAS. JONÁS Y SU FRUSTRACIÓN.
“Por demás
es que os levantéis de madrugada, y vayáis tarde a reposar, y que comáis pan de
dolores; pues que a su amado dará Dios el sueño” (Salmo 127:2).
En el libro
de Jonás, aprendemos que Jonás llegó a un punto físico de depresión (véase
Jonás 4:3,8). Él quería que Dios le matara.
¿Alguna vez
ha llegado usted al punto de desesperación y ha pensado que todo y todos
estaban en su contra y no sabe qué hacer? Quizás lo que usted necesitaba era
acostarse y dormir. Ahora, eso tal vez no suene muy espiritual, pero no podemos
abusar de nuestros cuerpos sin sufrir las consecuencias. El ser un hijo de Dios
no le inmuniza al agotamiento físico. Existe suficiente tiempo en el día para
llevar acabo, con gracia, todo lo que Dios desea que hagamos.
¿Siente que está al borde de un
colapso? Quizás ya lo esté. Antes de derrumbarse, pídale a Dios su sabiduría
para establecer algunos límites en su vida, aprender a decir no, delegar
algunas de sus responsabilidades, solicitar un día de vacaciones, pedir un
abrazo, o tal vez acudir a un consejero cristiano para ser ayudado (a).
SABIDURÍA EN
LA VEJEZ.
“Por tanto,
no desmayamos; antes aunque este nuestro hombre exterior se va desgastando, el
interior no obstante se renueva de día en día” (2 Corintios 4:16).
Muchas
personas piensan que no pueden hacer mucho por Dios cuando llegan al ocaso de
sus vidas. Dios no cambia sólo porque su salud no es buena, o se siente débil.
La fe que está dentro de usted no se ha debilitado, a menos que usted haya
dejado de alimentarla con obras de fe. Las cosas que Dios nos ha llamado a
hacer en la vida, no dependen de su fortaleza física o financiera.
¿Sabe en
dónde reside una de las mayores fortalezas de la iglesia? En la gente “viejita”
que ha caminado con Dios por años y años. Con su reserva de sabiduría y su
fortaleza de fe, siguen asidos a Dios, y aunque sus cuerpos estén un poquito
“desgastados”, están tan fuertes como jamás lo fueron, porque Dios es su
fortaleza.
Douglas
MacArthur una vez dijo: “Usted es tan joven como su fe, tan viejo como sus
dudas, tan joven como su auto-confianza, tan viejo como sus temores, tan joven
como su esperanza y tan viejo como su desesperanza.”
Dios da
fortaleza que no se desvanece porque sus promesas no se desgastan.
¿Está usted
jubilado? ¿Cómo está utilizando todo ese tiempo que ahora tiene libre, para el
Señor? He aquí algunas cosas que debe pedirle a Dios que le ayude ha ejecutar,
para Su gloria: ser voluntario en albergues para desamparados, ir en viajes
misioneros, cantar en el coro, escribir cartas a presos y a huérfanos, enseñar
un estudio bíblico y pasar tiempo en oración intercesora por las necesidades de
su comunidad y del mundo.
LA SABIDURÍA
DE DIOS HECHA REALIDAD EN NOSOTROS.
ESCRITURA:“Y
a los que predestinó, a éstos también llamó; y a los que llamó, a éstos también
justificó; y a los que justificó, a éstos también glorificó” (Romanos 8:30).
El Dr.
Scofield, editor de la Biblia que lleva su nombre, dice que “predestinación es
el ejercicio efectivo de la voluntad de Dios, por lo cual las cosas
determinadas de antemano por Él, se hacen realidad.” Significa que si Dios dice
que está determinado a hacer algo, Él lo hará. La sabiduría de Dios es
soberana. ¿Qué es lo que Dios predestinó? “Porque a los que antes conoció,
también los predestinó para que fuesen hechos conforme a la imagen de su Hijo”
(Romanos 8:29), quien es el primogénito. Dios tuvo un Hijo, único, y dijo:
“Quiero más hijos como Él.” Consecuentemente Dios está redimiendo toda una raza
de gente, para que todos puedan llegar a ser conforme a la imagen del Hijo de
Dios. Si usted es salvo, está predestinado a ser como Jesús. Dios conoció que
usted recibiría a Jesús como su Señor y Salvador, por lo que dijo: “Confirmado.
Tú serás un día como mi Hijo, Jesús.”
¡Alabe a
Dios que le conoció a usted desde antes, y que le predestinó para que sea como
su Hijo, y que le ha llamado, le ha justificado y le ha glorificado! Jesús
dijo: “¡Consumado es!” ¡Aleluya! ¡Alabe al Cordero que fue inmolado!
NECESITAMOS
SABIDURÍA PARA VER LAS MARAVILLAS DE DIOS.
“Abre mis
ojos, y miraré las maravillas de tu ley” - (Salmos 119:18).
¿Alguna vez
ha pensado que lo único que tiene que hacer es ir a la Biblia para sacar alguna
verdad para su vida?
Bueno, usted
no puede hacer eso. Es decir, su mente nunca comprenderá las cosas de Dios, a
menos que el Espíritu Santo le ilumine. Si usted quiere comprender la Palabra
de Dios, debe poner su intelecto en el polvo, y con brazos abiertos y un
corazón con fe, acercarse a la Palabra de Dios buscando sabiduría,
discernimiento y conocimiento. Entonces Él le enseñará. Se necesitó un milagro
sobrenatural para escribir la Palabra de Dios. Se requiere de un milagro
sobrenatural para que usted la entienda. Cuando Dios comience a escribir su
Palabra en su corazón, usted empezará a vivir una vida sobrenatural.
Ore el Salmo
119:18 a Dios hoy. “Abre mis ojos, y miraré las maravillas de tu ley.” Con
expectativa y un corazón abierto, espere respuesta, teniendo su Biblia frente a
usted. Luego, comparta con alguien más lo que Él le enseñe.
DIOS ES
TODOPODEROSO Y NOS CONOCE.
“Que te
sustentó con maná en el desierto, comida que tus padres no habían conocido,
afligiéndote y probándote, para a la postre hacerte bien” (Deuteronomio 8:16).
Hay tres
categorías de personas leyendo esto: aquellas que están en problemas; aquellas
que justo están saliendo de los problemas, y aquellas que se van a meter en
problemas. Job 14:1 dice: “El hombre nacido de mujer, corto de días, y hastiado
de sinsabores.”
Un antiguo
refrán español dice: “No hay hogar sin sus secretos.” Tarde o temprano, todos
experimentaremos dolor, sufrimiento, problemas. Lo que necesitamos saber es que
los problemas no son una señal de que las cosas han salido mal, o que están fuera
de control. Debemos creer en la providencia, el plan y el propósito de Dios
Todopoderoso. Cuando los israelitas fueron liberados del ejército del Faraón,
al cruzar el Mar Rojo, se encontraron que estaban en el desierto. ¿Había Dios
perdido el control?
No. Dios les
guió allí por una columna de nubes durante el día, y una columna de fuego
durante la noche. En la infalible providencia de Dios, a veces somos guiados
hacia un problema. El desierto es el “campo de entrenamiento o de prueba” para
su fe. ¿Qué tal le va?
¿Se
encuentra en medio de alguna prueba? ¿En dónde tiene su mirada: en Dios, en la
situación, o en usted mismo? Cuando usted tiene un enfoque correcto, encontrará
sabiduría, fortaleza, esperanza y paz.
DIOS ES
SABIDURÍA Y LUZ DEL MUNDO.
“CERCANO
está Jehová a todos los que le INVOCAN, a todos los que le invocan de veras”
(Salmos 145:18).
El Salmo 23
habla del “valle de sombra de muerte”. Por cada sombra, debe haber luz. Cristo
dijo: “YO SOY la luz del mundo.” (Juan 8:12). Una sombra pudiera asustarle,
pero una sombra en realidad no puede hacerle daño. Y me atrevo a decir que
alguna sombra, en uno que otro momento, nos habrá asustado a muchos. Pero,
gracias a Dios, la muerte no es más que una sombra si usted conoce al Señor
Jesucristo. Si usted mantiene su rostro hacia la luz, la sombra estará detrás
de usted. Usted ni siquiera verá la sombra. Dios no nos lleva hasta el valle
para abandonarnos ahí. Él siempre nos ayuda a pasar. Dios nunca está más cerca
de usted, que cuando está en un valle oscuro. Ahí Él está especialmente
cercano.
¿Está usted
hoy en un estado de confusión y desesperación? ¿Se siente sin ninguna esperanza
frente a la situación que está viviendo? Lea el Salmo 23:4, y alabe a Dios que
Él le ayuda a pasar ese valle, y no lo deja simplemente allí. Pídale sabiduría
para aprender lo que Él quiere que usted aprenda, para permanecer enfocado en
Él, y para testificar a otros acerca de Su fortaleza en el valle.
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