lunes, 8 de mayo de 2017

NECESITAMOS SABIDURÍA PARA HABLAR Y PARA ESCUCHAR.

NECESITAMOS SABIDURÍA PARA HABLAR Y PARA ESCUCHAR.
Proverbios 10:19: “En las muchas palabras no falta pecado; más el que REFRENA sus LABIOS es PRUDENTE.”
Su lengua lo puede meter en muchos problemas. No existe nada que perjudique más sus relaciones interpersonales que las palabras que usted utiliza. Proverbios 17:27a afirma: “El que AHORRA sus PALABRAS tiene SABIDURÍA.” Es decir, que si usted es inteligente, no hablará mucho. Y si lo hace, mantenga sus palabras dulces y amables, porque posiblemente tenga que tragárselas.
Hay un dicho antiguo de un rabino que dijo: “Los oídos están abiertos y al descubierto. Pero la lengua está tras rejas de marfil.”
Cuando usted está hablando, no está aprendiendo. Cuando no está aprendiendo, no se está comunicando. Cuando no se está comunicando, no habrá intimidad en sus relaciones interpersonales.
¿En qué maneras su lengua lo ha metido en problemas ésta semana? Confiéselo ante el Señor y pida fuerza y sabiduría para ser un mejor comunicador.
EL SEÑOR ME DIO LENGUA DE SABIOS.
“Jehová el Señor me dio lengua de sabios, para saber hablar palabras al cansado; despertará mañana tras mañana, despertará mi oído para que oiga como los sabios” - (Isaías 50:4).
¿Tiene dificultad recordando cosas? Una señora dijo: “Mi memoria es con lo que olvidé.” Afortunadamente tenemos al Espíritu Santo quien ministra a nuestro subconsciente. Él está allí no sólo para enseñarnos la verdad, sino también para ayudarnos a recordar esa verdad y aplicar esa verdad en toda situación. Una y otra vez el Espíritu Santo hizo eso en la vida del Pastor Rogers en medio de su predicación, evangelización o consejería.
El Señor ha tenido a bien darle a usted una “lengua de sabios”. ¿No es eso maravilloso? Pudiera ser que no tenga una educación formal, pero aún así puede ser un consejero para otros en problemas. ¿Por qué? Porque si usted es salvo, Dios vive en usted. Cuando usted camina en el Espíritu, Él le dará las palabras que debe decir a alguien que está agobiado. Con todo, Él no se las puede traer a la memoria, a menos que usted las aprenda primero.
¡Cómo necesitamos abrir nuestro corazón a lo que el Bendito Espíritu está haciendo, cuando trata de que Jesús sea real y vibrante en nuestras vidas!
¿Cuándo fue la última vez que usted compartió su fe? Tal vez hoy usted pueda comenzar a conversar con alguien, aunque sólo sea ofreciendo una palabra de ánimo. Quién sabe hacia dónde le guiará esa chispa de verdad. Pídale a Dios que le dé la oportunidad de guiar a alguien hacia el Señor Jesucristo.
DIOS NOS DIO UNA LENGUA PARA CONFESAR QUE JESUCRISTO ES EL SEÑOR.
“Y toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor, para gloria de Dios Padre” (Filipenses 2:11).
Los capítulos 4 y 5 de Marcos nos dan una maravillosa ilustración de todas las cosas que Dios ha puesto bajo la autoridad del Señor Jesucristo. Encontramos a Cristo calmando la tormenta (Marcos 4:35-41), lo cual nos dice que Jesús es el Señor sobre los desastres; lo vemos sanando a un hombre endemoniado (Marcos 5:1-20), lo cual significa que tiene autoridad sobre los demonios. Luego Jesús sana a una mujer que por doce años había padecido de un flujo de sangre (Marcos 5:24-34), así que aún las enfermedades están bajo su dominio. La ilustración final en estos capítulos sobre la autoridad de Jesús, es cuando resucitó a la hija de Jairo (Marcos 5:38-43). Sobre lo que quiera que sea: desastres, demonios, enfermedades y aún la muerte, ¡Jesucristo es Señor!
DIOS ME DIO LENGUA DE SABIOS.
¿Está usted, o alguien en su familia, sufriendo? Proclame a Jesucristo como Señor sobre ese problema. Pregunte a Dios qué debe hacer usted, confíe en que Él proveerá, y por fe, crea que Él le ayudará en todas sus necesidades.
EL ESPÍRITU SANTO TESTIFICA DEL SEÑOR JESUCRISTO.
“Pero cuando venga el Consolador, a quien Yo os enviaré del Padre, el Espíritu de verdad, el cual procede del Padre, Él dará testimonio acerca de Mí” - (Juan 15:26).
El Espíritu Santo tiene un deber: testificar del Señor Jesucristo.Eso es todo lo que tiene en mente. Él no está interesado en hacer diez cosas por Dios, sino sólo una. Hay muchos que se concentran en el Espíritu Santo, enfocándose en lo que Él hace por medio de milagros, sanidades, lenguas y otras cosas más. Amigo, cuídese de aquellos que hacen del Espíritu Santo la figura central de su fe.  El distintivo de un hombre o mujer llenos del Espíritu Santo es que siempre estarán hablando acerca de Jesucristo. No pueden hacer nada más. No pueden hacer nada menos.
CONFIESE CON SU LENGUA LO QUE JESUCRISTO ES PARA USTED.
Haga esta promesa delante de Dios: “Entrego todo lo que soy y tengo (esto quiere decir: talentos, negocios, educación, tiempo, recursos, hogar) por la causa de Cristo. Tan sólo una cosa hago ―viva o muera― Jesús será glorificado en mi vida hoy y cada día de mi existencia.”
EN JESUCRISTO HABITA TODA LA PLENITUD Y TODOS DEBEMOS CONFESARLO CON NUESTRA LENGUA, TODOS.
“Por cuanto agradó al Padre que en Él habitase toda plenitud” (Colosenses 1:19).
¿Sabe usted por qué suceden todas las cosas? Es para traer gloria a Dios el Padre, Dios el Hijo, y Dios el Espíritu Santo. De hecho, la Palabra de Dios nos dice que Jesucristo debe tener preeminencia en toda la historia. El todo de la historia culmina exclusivamente en eso. ¿Sabe la razón por qué el mundo fue creado? ¡Jesús! ¿Sabe por qué ministra el Espíritu Santo? ¡Jesús! ¿Sabe para qué habrá un día de juicio final? Para que “toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor, para gloria de Dios Padre” (Filipenses 2:11). Hitler y Hemingway lo confesarán. Buda y Mahoma lo confesarán. Ningún ser humano puede cambiar ese certísimo futuro: toda la creación reconocerá que Jesús es el Señor.
La próxima vez que alguien le pegunte por qué suceden ciertas cosas, dígales: “¡Para la gloria de Dios!”
Santiago 4: 10dice. 4:10 Humillaos delante del Señor, y él os exaltará.
4:11 Hermanos, no murmuréis los unos de los otros. El que murmura del hermano y juzga a su hermano, murmura de la ley y juzga a la ley; pero si tú juzgas a la ley, no eres hacedor de la ley, sino juez.
Santigo 5:12 dice. Pero sobre todo, hermanos míos, no juréis, ni por el cielo, ni por la tierra, ni por ningún otro juramento; sino que vuestro sí sea sí, y vuestro no sea no, para que no caigáis en condenación.
La boca del justo emite sabiduría, pero la lengua perversa será cortada. Proverbios 10: 31.
La lengua apacible es árbol de vida, más la perversidad en ella quebranta el espíritu. Proverbios 15:4
Muerte y vida están en poder de la lengua, y los que la aman comerán su fruto. Proverbios 18:21
Si alguno se cree religioso, pero no refrena su lengua, sino que engaña a su propio corazón, la religión del tal es vana. Santiago 1:26
Así también la lengua es un miembro pequeño, y sin embargo, se jacta de grandes cosas. Mirad, ¡qué gran bosque se incendia con tan pequeño fuego!
Santiago 3:5
Y la lengua es un fuego, un mundo de iniquidad. La lengua está puesta entre nuestros miembros, la cual contamina todo el cuerpo, es encendida por el infierno e inflama el curso de nuestra vida. Santiago 3:6
Pero ningún hombre puede domar la lengua; es un mal turbulento y lleno de veneno mortal. Santiago 3:8
Pues EL QUE QUIERE AMAR LA VIDA Y VER DIAS BUENOS, REFRENE SU LENGUA DEL MAL Y SUS LABIOS NO HABLEN ENGAÑO. 1 Pedro 3:10
Corte el SEÑOR todo labio lisonjero, la lengua que habla con exageración;
Salmos 12:3
La boca del justo profiere sabiduría y su lengua habla rectitud. Salmos 37:30


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