martes, 16 de mayo de 2017

UN TIPO DE IDOLATRÍA QUE SE HACE SIN SABERLO Y NO AGRADA A DIOS.

UN TIPO DE IDOLATRÍA QUE SE HACE SIN SABERLO Y NO AGRADA  A DIOS.
UN CURIOSO FUNERAL.
Por el Hermano Pablo.
Desde que la tuvo en sus brazos por primera vez, la amó con toda la fuerza de su corazón. Le hizo las más delicadas ropitas. Le hizo también, con sus propias manos, una cunita preciosa, y le dio un nombre. La llamó Missy, un nombre inventado por ella misma.
Así la tuvo con ella durante cincuenta años. Cuando Missy llegó al fin de su existencia, casi destrozada por un perro, Lola Schaeffer, que la había amado tanto, le hizo un funeral que costó mil cuatrocientos dólares. Pero Missy no era una persona. No era ni siquiera un perro o un gato. Era una muñeca que Lola había recibido de regalo en la Navidad de 1941.
Casos como éste nos llevan a varias reflexiones.
1. La primera es que todo amor desinteresado tiene algo de bueno y de noble. El amor de Lola Schaeffer por su muñeca fue uno de éstos. Como el amor es la esencia de la vida, todo amor puro es bueno.
2. La segunda reflexión es que parece un derroche inútil de dinero hacer un funeral tan caro sólo para una muñeca. Podrá decirse que el dinero era de Lola y que, por lo tanto, ella podía hacer lo que quisiera con él. No obstante, parece exagerado gastar mil cuatrocientos dólares sólo para enterrar una muñeca vieja.
3. Pero hay también una tercera reflexión. Muchas veces adoramos ídolos sin saberlo. Esta mujer hizo de su muñeca un ídolo, y la puso en el altar de su corazón. Vivió para ella y pendiente de ella toda su vida. Su muñeca valía para ella más que Dios, y era, por lo tanto, su dios.
Uno de los mandamientos del decálogo de Moisés dice: «No te hagas ningún ídolo, ni nada que guarde semejanza con lo que hay arriba en el cielo, ni con lo que hay abajo en la tierra, ni con lo que hay en las aguas debajo de la tierra. No te inclines delante de ellos ni los adores. Yo, el Señor tu Dios, soy un Dios celoso» (Éxodo 20:45).
Hacer de cualquier objeto material, tenga la forma que tenga, la pasión de la vida, es desvirtuar el gran mandamiento de Dios. La Biblia enseña que sólo Dios, creador del cielo y de la tierra, merece toda lealtad, alabanza y adoración. Cualquier objeto, ya sea de piedra, de metal o de carne y sangre, si nos arranca más interés y tiempo e inversión de lo que le damos a Dios, es un ídolo. Coronemos solamente a Jesucristo como el Dios de nuestro corazón. Sólo Él puede corresponder con amor, compasión y paz.
Éxodo 20:3: “No tendrás dioses ajenos delante de Mí.”
¿QUÉ ES UN ÍDOLO?
 Un ídolo es lo que hace un hombre cuando toma sus ideas, las concretiza construyendo algo con sus manos y luego lo adora. Lo que él hace es adorarse a sí mismo. Usted puede objetar: “No soy culpable de IDOLATRÍA.” Veamos: ¿Hay algo que usted ame más que a Dios? ¿Algo a lo que le teme más que a Dios? ¿Algo a lo que usted le sirve más que a Dios? ¿Algo en lo que confíe más que en Dios? ¿Acertamos? Bueno, quizás usted dirá: “Yo le doy a Dios un lugar en mi vida.” Dios no quiere un lugar en su vida. Entonces usted añade: “Yo le doy importancia a Dios en mi vida.” Dios detesta esa importancia en su vida. Dios demanda PREEMINENCIA en su vida y no se conformará con nada menos.
¿Existe alguien o algo que toma PRIORIDAD en su vida que no sea Dios? Si lo hay, confiéselo y arrepiéntase. Ahora, ponga en el trono de su vida al legítimo dueño de ésta: ¡el Señor JESÚS!
DIOS TIENE UN CORAZÓN DE PADRE. DE ÉL VIENE EL AMOR.
Un niño pasó toda la tarde ajustando trozos de madera con clavos. Luego salió del taller con un barco de tres puentes y espero ansioso a su padre.
Entrada la noche, éste volvió a casa cansado y preocupado. No miro al pequeño que muy emocionado quería mostrarle su obra de arte. El niño fue a acostarse muy triste...
Quizá tu niñez haya estado privada de en padre, sea a causa de muerte, divorcio, sea sencillamente por la ausencia de una verdadera relación afectiva. Sin embargo, nuestro Padre Celestial nunca te perdió de vista. “Aunque mi padre y mi madre me dejaran, Con todo, Jehová me recogerá”. Salmos 27:10.
Cuando diste tus primeros pasos y tuviste tus primeras caídas, cuando se perdió y anduvo vagando enloquecido, cuando eras el blanco de las burlas de tus compañeros y cada vez que fuiste herido y lastimado. ¿Acaso no te diste cuenta, ni comprendido su amor por ti?
Su amor es incondicional y no depende de los éxitos de su criatura. Él te ama tal como eres, está pendiente de tus necesidades, problemas, alegrías, proyectos. Eres único para su corazón de Padre.
Porque Dios es amor, en esto se mostró el amor de Dios para con nosotros, en que Dios envió a su hijo unigénito al mundo, para que vivamos para Él. En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que Él nos amó primero y envió a su hijo.

“Mirad cuál amor nos ha dado el Padre, para que seamos llamados hijos de Dios” 1 Juan  3:1

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