viernes, 5 de mayo de 2017

UN SI O UN NO PUEDE MANIFESTAR NUESTRA SABIDURÍA A DIOS Y AL MUNDO.

UN SI O UN NO PUEDE MANIFESTAR NUESTRA SABIDURÍA  A  DIOS Y AL MUNDO.
«SÍ»
Por el Hermano Pablo.
Su mundo fue un mundo de silencio. Desde el vientre materno estuvo privada del oído. Nació sorda, y vivió sin poder tampoco aprender a hablar. Los sonidos para ella no existían. Desde muy pequeña su único lenguaje era el de los signos. Así Sandra Smith, de Sudáfrica, vivió sin oír y sin hablar.
Un día el amor llamó a su puerta. Sandra se enamoró de Kenneth Conrad, compañero de estudios en la universidad. Como soñaba con el día en que Kenneth le propondría matrimonio, mentalmente ensayó decir con la voz y con los labios: «Sí.» El día llegó. Kenneth, arrodillado, le preguntó por señas: «¿Quieres casarte conmigo?» Y Sandra, por primera vez en su vida al oído de otro, aunque no podía oírlo ella misma, pronunció un sonoro «sí».
Esta no es sólo una historia de romance. Es también una historia de tesón, de determinación, de esperanza, de fe. Es una historia del mágico poder que tiene el amor. Sandra, joven universitaria de veinte años de edad, sabía que era sordomuda. Pero se preparó mentalmente para el día en que pronunciaría, cuando menos, una sola palabra. Y cuando el hombre de sus sueños le propuso matrimonio, rompió el silencio de veinte años y habló para decir: «Sí».
Decir «sí» o «no» puede cambiar el destino completo de una persona. Si un joven le dice «no» a la primera invitación que se le hace a probar cocaína, y sigue diciendo firmemente «no» a toda otra invitación posterior, se librará del funesto vicio.
Si una adolescente aprende a decir «no» a cualquier requerimiento malsano que le hace el joven, se librará de la pérdida de la pureza y del embarazo fuera del matrimonio. El «sí» y el «no» pueden tener enormes repercusiones. El poder de un «no» puede salvarle la vida.
Hay otro «sí» y otro «no» que tienen consecuencias eternas. Son el «sí» o el «no» con que respondemos a la invitación divina. La invitación es esta: «Dame, hijo mío, tu corazón y no pierdas de vista mis caminos» (Proverbios 23:26). Responder con un «no» es negarnos eternamente la paz que Dios nos quiere dar. En cambio, responder con un «sí» es encontrar la razón de nuestra existencia, es encontrar la verdadera felicidad, es encontrar a Dios. Respondamos con un «sí» a la invitación divina. Es nuestra única salvación.
EL RESULTADO DE DECIR UN SI A JESUCRISTO Y SU MENSAJE.
Romanos 8:1: “Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús, los que no andan conforme a la carne, sino conforme al Espíritu.”
¿Qué significa estar “en Cristo Jesús”? Piense en lo que significó para Noé estar en el arca. El arca era a prueba de agua. ¿Cómo lo sabemos? Dios le dijo a Noé: “Y la calafatearás con brea por dentro y por fuera” (Génesis 6:14). “Calafatearás” en hebreo es la palabra “kāpar” y es exactamente la palabra traducida expiación. Verá, nosotros estamos en Cristo Jesús tal y como Noé estuvo en el arca. Así como las tormentas de la ira de Dios golpearon el arca, las tormentas de la ira de Dios abatieron al Señor Jesús. Por el contrario, nosotros estamos adentro y ninguna gota de juicio penetrará nuestras vidas.
Por favor lea Romanos 8:35-39. Reflexione en las cosas que Pablo menciona nunca lo separarán del amor de Dios. Dele gloria a Dios que sus pecados han sido expiados por medio de la justa sangre del Salvador.
8:35 ¿Quién nos separará del amor de Cristo? ¿Tribulación, o angustia, o persecución, o hambre, o desnudez, o peligro, o espada?
8:36 Como está escrito:
Por causa de ti somos muertos todo el tiempo;
Somos contados como ovejas de matadero.
8:37 Antes, en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó.
8:38 Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir,
8:39 ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro.
EL SI DE UN HOMBRE LLADO ABRAHAM.
“Por la fe Abraham, siendo llamado, obedeció para salir al lugar que había de recibir como herencia; y salió sin saber a dónde iba” (Hebreos 11:8).
Quien sabe qué maravillosa oportunidad tiene Dios para usted, si fuese lo suficientemente sensitivo a lo que el Espíritu Santo le indica ahora mismo. No diga: “Muéstrame lo que quieres que haga, y yo decidiré si quiero hacerlo o no.” Por el contrario, debemos decir: “Lo haré, sea lo que sea, lo haré. Dime qué hacer. Si quieres explicármelo o no quieres explicármelo, está bien. Dios, lo voy a hacer.” Igualmente malo es adelantarse a los planes de Dios, como atrasarse.  La Biblia dice que Abraham salió sin saber a dónde Dios lo enviaba. ¿Está usted listo a viajar bajo “órdenes selladas”?
¿ESTÁ DISPUESTO A DAR UN SI PARA SERVIRLE?
¿Está usted casado o casada? Hable con su cónyuge acerca de su disponibilidad hacia Dios. ¿Está listo a vender su casa y si tiene hijos, llevarlos al más remoto lugar del mundo para compartir el divino plan de salvación, si Dios le dice que vaya? Si no lo está, pídale a Dios que cambie su corazón. Él es el alfarero. Usted es barro o arcilla en sus manos.


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