LA
IMPORTANCIA DE MOSTRAR NUESTRAS DEBILIDADES PERO TAMBIÉN LAS VIRTUDES.
DEBILIDADES
Y VIRTUDES.
Por Carlos
Rey.
Pierre
Mathieu, cronista de cámara de Enrique IV de Francia, era un individuo a quien
le gustaba decir las cosas tal y como son. Por eso al escribir la historia del
reino, no hacía esfuerzo alguno por ocultar los desaciertos y las
indiscreciones del galante monarca. ¿Acaso no era eso lo que le aseguraría un
lugar merecido en la historia de su pueblo?
Luego de
presentarle a su señor algunas páginas recién escritas, el rey no pudo menos
que darse cuenta de su estilo franco y poco halagüeño tocante a él. Sus malas
decisiones y su conducta dudosa no brillaban por su ausencia como él esperaba;
al contrario, ¡relucían como trapos sucios que se sacan al sol! No vaciló, por
lo tanto, en preguntarle al cronista con cierta incredulidad:
—¿Para qué
revelar mis debilidades?
Mathieu no
se acobardó, sino que repuso impasible:
—Señor, para
que sean creídas vuestras virtudes.
Por eso dice
un refrán: «Alabar lo bueno y reprochar lo malo, justicia es que hago.» Y otro
proclama: «Del pan y del palo: uno para el bueno, y otro para el malo».1.
A muchos se
les olvida que la Biblia, además de ser una guía práctica de fe y de conducta,
es la historia de un reino, no del rey Enrique sino del Rey de reyes, y no de
Francia sino de todo el universo. Como tal, es un documento histórico cuyo
Autor, de principio a fin, se preocupa por que cada crónica sea fidedigna, es
decir, digna de fe o de crédito. Lo hace porque tiene como objetivo la
confianza absoluta de quien lee su libro. No puede haber duda alguna de que es veraz.
Por eso presenta a sus protagonistas principales como personas de carne y
hueso. ¡Sus héroes no son menos humanos ni tienen menos defectos que los de
Madariaga y de García Márquez! ¡Por algo será que tantas de sus historias han
servido de guiones cinematográficos! Tratan con franqueza los temas que están
de moda en las telenovelas de actualidad, pero con una importantísima salvedad,
que es la razón por la que Dios insistió en que formaran parte del canon: nos
enseñan a llevar una vida sana y provechosa. No ocultan los pecados grandes ni
pequeños de sus personajes, porque así podemos identificarnos con ellos,
conscientes de que no son mejores que nosotros, y el ejemplo de la consecuencia
de sus pecados nos lleva a tomar una de dos decisiones: evitarlos, si no es
demasiado tarde, o pedir perdón por los que hayamos cometido.
El cronista
francés tenía razón: Para asegurar que sean creídas nuestras virtudes, debemos
revelar nuestras debilidades. Pero hay algo más: Para asegurar que haya virtudes
nuestras que se puedan creer, debemos creer en el Dios de las virtudes que nos
asegura la salvación.
1
Luis
Junceda, Del dicho al hecho (Barcelona: Ediciones Obelisco, 1991), p. 170.
2. “Más
vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido
por Dios, para que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las
tinieblas a su luz admirable” (1 Pedro 2:9).
Los creyentes en Cristo son un reino de sacerdotes; así que
para entender lo que eso significa, veamos en el Antiguo Testamento lo que
alguien tenía que hacer si quería ser sacerdote.
1. La primera cosa que un sacerdote hacía era bañarse “de la
cabeza a los pies”. Esto simbolizaba que era salvo (vea Tito 3:5).
2. Cuando somos salvos, somos bañados desde la cabeza hasta
los pies en la sangre limpiadora de Cristo.
3. Después de ese baño, el sacerdote recibía ropa de lino,
que representaba la justicia que es provista por nuestro Señor.
4. Luego era ungido con aceite, que simbolizaba al Espíritu
Santo.
¡Cuán animador es
descubrir que la Palabra de Dios fluye del Antiguo al Nuevo Testamento para
describir detalles esenciales para el creyente!
Usted ha sido escogido para servir y compartir. Comparta el
mensaje de salvación con alguien, dándoles a conocer nuestra dirección
electrónica, y le quedarán eternamente agradecidos.
LAS RIQUEZAS REALES DEL CREYENTE.
El apóstol escribió: … Cristo, en quien están escondidos
todos los tesoros de la sabiduría y del conocimiento. (Colosenses 2:3)
Según se ven las cosas usted posiblemente es una persona
impresionante. Tal vez tiene una linda casa. Supongo que sus vecinos estarían
de acuerdo en que usted trabaja duro… tal vez está trepando por la escalera
hacia el éxito, ¿verdad?. . .Usted gana un salario, y sus posesiones materiales
están creciendo en número, pero…la verdad es que tal vez aun poseyendo todas
esas cosas se siente vacío por dentro y por fuera, y está fingiendo. Ninguna
cosa de su propio "reino" le ha dado la felicidad que esperaba. Así
que está pensando: "Tal vez si consiguiera un trabajo mejor," o
"consiguiera una casa más grande," o “un mejor auto”, o “una mejor
posición”, etc.
No permita que la cortina de humo de más dinero le ciegue los
ojos a la verdad. Hay mucho más en ser rico que ganar más dinero. Séneca, el
romano, tenía razón: "El dinero nunca ha hecho a nadie rico." ¿Quiere
riquezas? Entonces escuche a Jesús: Mas buscad primeramente el reino de Dios y
su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas (Mateo 6:33).
Para hallar riquezas reales cambie los valores de su reino.
Pero vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación
santa, pueblo adquirido para posesión de Dios, a fin de que anunciéis las
virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable. 1 Pedro 2:9
¿QUIÉN ES EL QUE NOS LLAMÓ Y CUÁLES SON SUS VIRTUDES?
EL AUTODESPOJO DE CRISTO
Filipenses 2:5-11
Por Daniel Kendal
Usado con permiso
INTRODUCCIÓN
1. Una tarjeta de navidad decía, “Muchos hombres han tratado de llegar a ser Dios, pero solo un Dios a
llegado a ser hombre.”
2. La encarnación de Cristo es una doctrina de gran importancia y han surgido muchas falsas doctrinas
acerca de ella; como la de los gnósticos que decían que Cristo vino sobre Jesús en su bautismo y le dejó en
su crucifixión. Así que es de suma importancia tratar con cuidado el tema que vamos a estudiar.
3. En este estudio nos interesa entender las implicaciones de la encarnación de Cristo en cuanto a su
autodespojo mencionado en Filipenses 2:5-11.
A. ¿DE QUÉ SE GOZABA CRISTO ANTES DE SU ENCARNACIÓN?
1. Cristo era el Verbo eterno con el Padre y era divino. Juan 1:1-2
2. Él fue el Creador y Sustentador de toda la creación. Juan 1:3; Colosenses 1:16-17
3. Cristo fue adorado por los ángeles. Salmo 103:20; 148:2
4. Se presentaba varias veces en el Antiguo Testamento como el Ángel de Jehová. Gn. 19:1; 21:17
5. Él era rico—tenía toda la riqueza del cielo y fue Dueño de todo. 2 Corintios 8:9
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