jueves, 5 de noviembre de 2015

CUANDO ERA EL TIEMPO APROPIADO JESÚS SE MANIFESTÓ COMO EL MESÍAS EL CRISTO.

CUANDO ERA EL TIEMPO APROPIADO JESÚS SE MANIFESTÓ COMO EL MESÍAS EL CRISTO.
SU MANIFESTACIÓN PÚBLICA ERA PARA EL CUMPLIMIENTO DE LAS ESCRITURAS.
DIOS TIENE EL CONTROL TOTAL DE TODOS LOS ACONTECIMIENTOS.
EL RECONOCIMIENTO Y LA ENTRADA TRIUNFAL DE JESÚS DELANTE DEL PUEBLO.
Durante los años del ministerio de Jesús aquí en la tierra, muchas veces vemos que Él se fue aparte del gentío público, y les pidió y «mandó a Sus discípulos que a nadie dijesen que Él era Jesús el Cristo (el Mesías)» (Mateo 16:20). Cuando Jesús resucitó la hija de Jairo, «Él les mandó mucho que nadie lo supiese» (Marcos 5:43). Cuando Sus discípulos descendieron del monte de la transfiguración, Jesús les instruyó: «(y) les mandó que a nadie dijesen lo que habían visto, sino cuando el Hijo del Hombre hubiese resucitado de los muertos» (9:9). La razón por esto se puede ver porque, cuando los cinco mil que fueron alimentados milagrosamente con los dos peces y los cinco panecillos y estaban listos: «para apoderarse de Él y hacerle Rey, (entonces) volvió a retirarse al monte Él solo» (Juan 6:15). Pero cuando Sus hermanos que no eran creyentes le insistieron: «manifiéstate al mundo», entonces Jesús les dijo: «Mi tiempo aún no ha llegado» (7:4,6).
En esos días Jerusalén estaba llena de personas que venían allí a adorar desde Judea, de Samaria, de Galilea, y hasta desde lugares bien lejos como Grecia. Muchos venían días antes para purificarse y estar limpios según la Ley para participar de la fiesta: «Y estaba cerca la pascua de los judíos; y muchos subieron de aquella región a Jerusalén antes de la pascua, para purificarse» (11:55-56), y también para ver a Jesús.
Cuando Jesús entró a Jerusalén en Su entrada (triunfal) pública, los líderes religiosos estaban abrumados por la multitud tan grande que seguía a Jesús, y se oía que decían: «Mirad, el mundo se va tras Él» (12:19). Cuando llegó el cumplimiento del tiempo de Dios, Jesús aceptó justa y públicamente el clamar de la multitud que decían que Él era su Mesías.
El profeta Zacarías bien había profetizado unos 500 años antes: «Alégrate mucho, hija de Sion; da voces de júbilo, hija de Jerusalén; he aquí tu Rey vendrá a ti, Justo y Salvador, Humilde, y cabalgando sobre un asno, sobre un pollino hijo de asna» (Zacarías 9:9). El Verdadero Rey de Israel oficialmente se presentó a Sí mismo a la nación como el cumplimiento de esta profecía. «Con todo eso, aun de los gobernantes, muchos creyeron en Él; pero a causa de los fariseos no lo confesaban, para no ser expulsados de la sinagoga. Porque amaban más la gloria de los hombres que la gloria de Dios» (Juan 12:42-43).
DEBEMOS SER UN TESTIMONIO VIVO PARA EL MUNDO.

Debemos de vivir de tal manera que otras personas puedan ver a Cristo viviendo en y por nosotros.

En la Escuela aprendí que las partes de la Oración son: Sujeto, Verbo y Predicado. Pero ahora sé que el Secreto de la oración, está en vivir Sujeto al Verbo, en todo lo que Él,  Jesucristo ha Predicado.

miércoles, 4 de noviembre de 2015

EL PASTOR VERDADERO Y LOS PASTORES FALSOS EN EL MUNDO.

EL PASTOR VERDADERO Y LOS PASTORES FALSOS EN EL MUNDO.
JESÚS DESCRIBE CON TODA CLARIDAD A ESTOS DOS TIPOS DE PASTORES Y SUS CARACTERÍSTICAS.
Los líderes religiosos en Israel eran considerados los pastores de Israel; pero ellos eran falsos, sirviéndose a sí mismos, tal y como Ezequiel predijo: «¡Ay de los pastores de Israel, que se apacientan a sí mismos! ¿No apacientan los pastores a los rebaños?» (Ezequiel 34:2). Ezequiel entonces reveló al Pastor Verdadero, diciendo: «levantaré sobre ellas (las ovejas) a un pastor, y él las apacentará; a Mi siervo David . . . Yo Jehová les seré por Dios, y Mi siervo David príncipe en medio de ellos. . . . Y estableceré con ellos pacto de paz» (34:23-25).
Jesús se identificó a Sí mismo con la profecía de Ezequiel cuando Él dijo: «Yo soy el Buen Pastor; el Buen Pastor Su vida da por las ovejas. Más el asalariado . . . ve venir al lobo y deja las ovejas y huye, y el lobo arrebata las ovejas y las dispersa. . . . Yo soy el Buen Pastor; y conozco Mis ovejas, y las Mías Me conocen, así como el Padre Me conoce, y Yo conozco al Padre; y pongo Mi vida por las ovejas» (Juan 10:11-15).
Una de las características que distinguen al creyente es cuando él o ella reconocen la necesidad de tener la dirección y sentir el deseo de seguir al Buen Pastor. «(Y) las ovejas Le siguen, porque conocen Su voz. Más al extraño no seguirán, sino huirán de él, porque no conocen la voz de los extraños» (10:4-5).
El Espíritu Santo guio al apóstol Pablo a escribir: «Y el Dios de paz que resucitó de los muertos a nuestro Señor Jesucristo, el Gran Pastor de las ovejas, por la sangre del pacto eterno, os haga aptos en toda obra buena para que hagáis Su voluntad, haciendo Él en vosotros lo que es agradable delante de Él por Jesucristo; al cual sea la gloria por los siglos de los siglos» (Hebreos 13:20-21).
Jesucristo también nos dice: «Yo les doy vida eterna; y no perecerán jamás, ni nadie las arrebatará de Mi mano. Mi Padre que Me las dio, es mayor que todos» (Juan 10:28-29). Aquí Jesús se revela a Sí mismo como igual y coeterno con Dios el Padre. Es una gran consolación saber y estar seguro que tenemos a Jesús — el Buen Pastor cuidando por nosotros.
El apóstol Pedro nos predijo: «Y cuando aparezca el Príncipe de los pastores (Jesucristo), vosotros recibiréis la corona incorruptible de gloria» (I de Pedro 5:4).
EL VERDADERO PASTOR NO DEJA SOLAS A LAS OVEJAS. EL MUNDO LAS QUIERE MATAR
Los creyentes, como las ovejas, necesitan vivir cerca del Pastor para estar protegidos de los engaños del mundo.
OVEJAS PREPARADAS PARA HACER LA VOLUNTAD DE DIOS. Tito 3: 3-8
3:3 Porque nosotros también éramos en otro tiempo insensatos, rebeldes, extraviados, esclavos de concupiscencias y deleites diversos, viviendo en malicia y envidia, aborrecibles, y aborreciéndonos unos a otros.
3:4 Pero cuando se manifestó la bondad de Dios nuestro Salvador, y su amor para con los hombres,
3:5 nos salvó, no por obras de justicia que nosotros hubiéramos hecho, sino por su misericordia, por el lavamiento de la regeneración y por la renovación en el Espíritu Santo,
3:6 el cual derramó en nosotros abundantemente por Jesucristo nuestro Salvador,
3:7 para que justificados por su gracia, viniésemos a ser herederos conforme a la esperanza de la vida eterna.
3:8 Palabra fiel es esta, y en estas cosas quiero que insistas con firmeza, para que los que creen en Dios procuren ocuparse en buenas obras. Estas cosas son buenas y útiles a los hombres.
LOS PASTORES VERDADEROS AL SERVICIO DE DIOS RECIBIRÁN GOZO Y CORONAS.
ESTE ES UN PASTOR VERDADERO. EL APÓSTOL PABLO.
El gozo de Pablo.
Hermanos míos amados y deseados, gozo y corona mía. Filipenses 4:1
El gozo del apóstol Pablo venía de los demás creyentes. El versículo de hoy dice que los creyentes de Filipos eran su "gozo y corona". A los creyentes tesalónicos igualmente les dijo "¿Cuál es nuestra esperanza, o gozo, o corona de que me gloríe? ¿No lo sois vosotros, delante de nuestro Señor Jesucristo, en su venida? Vosotros sois nuestra gloria y gozo" (1 Ts. 2:19-20).
Pablo se regocijaba en la salvación y en el crecimiento espiritual de la iglesia, que está representada por la palabra corona. El término se refiere a una corona de laurel, algo que un deportista recibía en los tiempos bíblicos por ganar un torneo (1 Co. 9:25). Pero un deportista no era el único que recibía tal corona de laurel. Si alguien era agasajado por sus compañeros, también recibiría una como invitado de honor al gran banquete. De modo que la corona simbolizaba el éxito o una vida provechosa. Los creyentes de Filipos eran el galardón de Pablo; prueba del éxito de sus esfuerzos. Cuando usted sirva con sus dones, Dios quiera que sienta el gozo que sentía Pablo.
“¿No sabéis que los que corren en el estadio, todos a la verdad corren, pero uno solo se lleva el premio? Corred de tal manera que lo obtengáis” (1 Corintios 9:24).
El pastor Rogers corrió su carrera. Asimismo Dios le ha dado a usted una carrera para correr. Cada persona corre su propia carrera. No estamos compitiendo unos contra otros para alcanzar la corona del vencedor. Estamos juntos en un peregrinaje. No tratamos de ir delante del otro. ¡Y estas son buenas noticias! Dios tiene un plan para su vida con particulares límites de velocidad, desvíos, y vallas que cruzar. Y usted tiene que permanecer en esta carrera hasta que la termine. Pero no está solo. Aunque no estamos en la misma carrera, estamos en los viajes juntos, para animarnos mutuamente para ganar. ¡Y deseamos que usted gane la corona de la victoria hoy¡ ¡Corra, mi amigo (a), corra!
Pídale a Dios que cubra sus pies con la preparación que proviene del evangelio de la paz (ver Efesios 6:15), para que pueda correr la carrera con confianza. Ruéguele a Dios que dirija sus pasos para ir a lugares en donde pueda declarar el plan de salvación de Dios (vea Romanos 10:15). Y agradezca a Dios por la corona que le espera al final de la carrera, debido a Su poder en su vida.
“Así que, somos embajadores en nombre de Cristo, como si Dios rogase por medio de nosotros; os rogamos en nombre de Cristo: Reconciliaos con Dios” (2 Corintios 5:20).
¿Hay, agitándose en su corazón, un espíritu de rebeldía? A lo mejor usted ni siquiera lo reconoce. Pero si lo hace, le rogamos que haga algo al respecto, ahora mismo. Pídale a Dios que le limpie de su deseo de rebeldía. Que desarraigue toda rebeldía en usted, puesto que Él no la quitará hasta que usted renuncie a ella. Es su decisión. Clame a Dios que le perdone por las necias y descuidadas palabras que ha pronunciado. Ruegue que le quite ese espíritu de rebeldía contra las autoridades. Pídale que le enseñe cómo amorosamente respetar a las personas cuando están equivocadas.
Amigo (a), una de dos: o usted corona a Cristo, o lo crucifica. ¿Está usted con Jesús hoy, o está en su contra?

¿Hay alguien que le ha hecho daño, y usted busca vengarse? ¿Tiene la necesidad de que sus “derechos” sean exaltados sobre otros? Lea y aplique la verdad de Filipenses 2:3-11.

martes, 3 de noviembre de 2015

EL AMOR ES EL MEJOR VERBO PARA CONJUGAR.

EL AMOR ES EL MEJOR VERBO PARA CONJUGAR.
EL AMOR ES UN VERBO EN ACCIÓN.
© Copyright 2010 Más de la Vida con Jorge Cota
LA RAZÓN DE SER ES EL AMAR.
1 Corintios 13:4-7
PONGA EN PRÁCTICA EL VERBO AMAR.
1 Corintios 13:4-7 describe el tipo de amor que debería caracterizar nuestras vidas. Es interesante señalar que la Biblia nunca define el amor solamente lo describe y esto se debe a que el amor no es algo que uno siente sino algo que uno hace. Entonces, ¿Qué es el amor?
El amor es quedarse callado cuando sabes que tus palabras van a lastimar.
El amor es ser paciente cuando tu vecino ha sido bien grosero contigo.
El amor es guardar silencio cuando todos los demás andan chismeando.
El amor es tener fe cuando tus hijos se han descarrilado.
El amor es ser amable cuando esa persona se merece que la pongas en su lugar.
EL AMOR HACE LO QUE MUCHAS VECES MI MENTE Y MI CORAZÓN NO HACEN.
El amor no es orgulloso.  Como puedes ver, la arrogancia no es amorosa porque siempre subestima y rebaja a otros que no son tan inteligentes, sabios, y fuertes; o porque no están bien conectados, o porque no son tan espirituales.
UN AMOR SIN INTERESES.
El amor no es exigente. No siempre tiene que ser el número uno ni busca sus propios intereses.
El amor no es explosivo ni reacciona en coraje.
El amor no lleva una lista de ofensas.
El amor nunca se regocija de las injusticias de otros.
El amor nunca se rinde; siempre persevera.
El amor nunca pierde la fe, siempre cree y espera lo mejor de otros.
El amor lo soporta todo en cualquier circunstancia así como un soldado que jamás abandona su puesto. 
EL AMOR APLICADO A LA IGLESIA.
El amor de Pablo a la iglesia.
Porque Dios me es testigo de cómo os amo a todos vosotros con el entrañable amor de Jesucristo. Filipenses 1:8
El apóstol Pablo trataba a los creyentes con un espíritu amable y afectuoso. A menudo daba órdenes con genuinas expresiones de amor a las personas. Tenía un lugar especial en su corazón para la iglesia de Filipos. Se dirigía a esos creyentes como "hermanos míos amados y deseados" (Fil. 4:1).
Manifestaba su amor en su deseo de permanecer con ellos para su "provecho y gozo de la fe" (1:25). Pablo estaba dispuesto a ser ofrecido "sobre el sacrificio y servicio de [su] fe" (2:17). Y solamente los creyentes de Filipos habían "[participado con él] en razón de dar y recibir" (4:15), que también revela su vínculo especial con ellos.
Pablo era un dialéctico y un teólogo sin igual, su capacidad intelectual era asombrosa, pero también estaba dotado de una gran capacidad para amar a las personas. Su ministerio puede ser eficaz solo cuando ame a las personas.
CONJUGUE EL VERBO AMAR:
Yo Amo, tu Amas, el Ama, nosotros Amamos, vosotros Amáis, ellos Aman.
Viva el Verbo Amar, para que la última conjugación sea, Todos nos Amamos.
PERDISTE A OPORTUNIDAD.
 “… si tuviese toda la fe,… y no tengo amor, nada soy” (1 Co. 13: 2).
Hoy escuché las palabras más tristes. Dos creyentes en Cristo discutían sobre un tema. El mayor parecía engreído mientras esgrimía las Escrituras como un arma, atacando los errores que veía en la vida del otro. El más joven parecía cansado del sermón, hastiado de aquella persona y desanimado.
Cuando la conversación estaba a punto de terminar, el mayor hizo un comentario sobre el aparente desinterés del muchacho. «Solías estar tan entusiasmado —señaló, y se detuvo repentinamente—. No sé qué es lo que quieres».«Usted perdió la oportunidad de amarme dijo el joven. Desde que me conoce, parece que lo que más le importa es señalarme todo lo que piensa que hago mal. ¿Qué quiero? Quiero ver a Jesús en usted y a través de usted».
Si me hubiesen dicho algo así —pensé—, me habría sentido devastado. En ese momento, comprendí que el Espíritu Santo estaba diciéndome que hubo personas a quienes perdí la oportunidad de amar. También me di cuenta de que hubo otras que no pudieron ver a Cristo en mí.
El apóstol Pablo nos dice que el amor debe ser el motor de todo lo que hacemos (1 Corintios 13:1-4). No desperdiciemos la próxima oportunidad de mostrar amor.
Pídele hoy al Espíritu Santo que te muestre a quién no le mostraste amor, y que te dé la oportunidad de decirle que te perdone y empieces a amarlo.

Reflexionemos: “El amor supera siempre al mejor de los sermones”.

¿CÓMO Y POR QUÉ SURGEN LOS CELOS?

¿CÓMO Y POR QUÉ SURGEN LOS CELOS?
ANTÍDOTOS DE LOS CELOS.
Por el Hermano Pablo.
CELOS, CELOS Y MÁS CELOS.
Todo comenzó bien, así como comienza la mayoría de los matrimonios. Había ternura, había afecto y, más que nada, había amor. Sin embargo, pasada la luna de miel, el matrimonio comenzó a andar mal. En medio de dos que se amaban, se interpusieron los celos, que destruyen todo lo que tocan.
LOS CELOS SON EL MOTOR QUE IMPULSA LA VIOLENCIA.
Un día Francisco Contreras, de Monterrey, México, no soportó el acoso de los celos y le pegó un tiro a su esposa, Sanjuana, en el temporal derecho. Acto seguido, se disparó él mismo en la sien. Ninguno de los dos murió, pero Sanjuana quedó con las facultades mentales alteradas, y Francisco perdió la vista en un ojo. Los celos habían triunfado.
LOS CELOS SE CONVIERTEN EN RABIA DESMEDIDA, CÓLERA
Si hay algo que los matrimonios deben rehuir, son los celos. Los celos consumen alma, corazón, mente y vida, y mientras los están consumiendo, conducen a la locura, terminando en tragedias como aquella.
EXISTEN LOS CELOS, CUYO PROPÓSITO ES CUIDAR, PROTEGER. ESOS SON LOS CELOS DE DIOS.
Hay celos que son naturales y saludables, y que provienen de un amor genuino. La Biblia dice que aun Dios es un Dios celoso que con diligencia vela por los suyos. Pero hay, también, celos morbosos, perjudiciales y enfermizos, producto de oscuros y bajos complejos. Esos son celos destructivos.
PACTOS DE AMOR FILIAL HASTA LA MUERTE.
¿Cómo evitar que haya celos destructivos? Se comienza estableciendo un patrón de fidelidad incondicional entre esposos. El cónyuge debe saber, sin la más mínima duda, que su pareja, por nada en la vida, defraudaría los votos nupciales de amor y lealtad que los dos hicieron ante Dios.
CRISTO EN EL CORAZÓN ES GARANTÍA DE AMOR GENUINO.
Luego, cada cónyuge debe desarrollar fe y confianza en Cristo. La fe profunda en Cristo nos libra de psicopatías enfermizas. Cuando ambos esposos son verdaderos seguidores de Cristo, no hay entre ellos ningún brote de malos celos.

Añádase a esto el cultivo a fondo de la amistad matrimonial. Cuando el amor —el buen amor, el amor basado en un compromiso inquebrantable— se cultiva con sumo cuidado, los celos malignos no tienen ocasión de brotar. Porque al conservar el amor genuino, nos inmunizamos contra los celos destructivos.
SIGUIENDO LAS INSTRUCCIONES DE DIOS Y VIVIENDO EN OBEDIENCIA, APARTAMOS LOS CELOS DE NUESTRO HOGAR.
Dios, el diseñador del matrimonio, es también la fuente del amor. Cuando nuestro matrimonio y nuestra vida están en armonía con Dios, estamos también en armonía con nuestro cónyuge, y los celos no tienen dónde aflorar.
EN EL CORAZÓN SOLO DEBE HABER LUGAR PARA AL AMOR Y EL RESPETO.

Con Cristo en el matrimonio, no hay lugar para celos enfermizos. Sólo hay lugar para un amor cálido, puro, tierno y cristiano. Sea Cristo, desde hoy, el Señor de nuestro matrimonio. En él hay paz y confianza y seguridad.

EL MOTIVO PARA SEGUIR A JESÚS ES LO QUE JESÚS MISMO SIGNIFICA Y NO LAS CIRCUNSTANCIAS.

EL MOTIVO PARA SEGUIR A JESÚS ES LO QUE JESÚS MISMO SIGNIFICA Y NO LAS CIRCUNSTANCIAS.
JESÚS PERDONA A LA MUJER ADÚLTERA.
JESÚS SE DECLARA COMO LA LUZ DEL MUNDO.
Jesús entró «al templo, y todo el pueblo vino a Él; y sentado Él, les enseñaba» (Juan 8:2). Jesús fue interrumpido rudamente por «los escribas y los fariseos (que) le trajeron una mujer . . .(y) . . . le dijeron: Maestro, esta mujer ha sido sorprendida en el acto mismo de adulterio. Y en la ley nos mandó Moisés apedrear a tales mujeres. Tú, pues, ¿qué dices?» (8:3-5). Ellos trajeron a esta mujer a Jesús, no porque ellos estaban asombrados con su conducta o entristecidos que la Ley de Dios había sido quebrantada, sino que «esto decían tentándole, para poder acusarle» (8:6). Si Él hubiese dicho: «déjenla irse», entonces ellos podían acusarle de comprometerse con el pecado y de haber quebrantado la Ley de Moisés. Si Él hubiese dicho: «apedréenla», entonces Él hubiese violado la ley de los romanos y hubiese tenido que darle cuenta a Roma.
Jesús trajo bajo convicción a cada uno de los acusadores de la mujer cuando Él dijo: «El que de vosotros esté sin pecado sea el primero en arrojar la piedra contra ella» (8:7). «Pero ellos, al oír esto, acusados por su conciencia, salían uno a uno, comenzando desde los más viejos hasta los postreros; y quedó solo Jesús, y la mujer que estaba en medio» (8:9). Entonces Jesús le dijo: «Mujer, ¿dónde están los que te acusaban? ¿Ninguno te condenó? Ella dijo: Ninguno, Señor. Entonces Jesús le dijo: Ni Yo te condeno; vete, y no peques más» (8:10-11). Después de esta interrupción tan hipócrita por estos líderes religiosos que se creían justos en su propia estimación, Jesús siguió Sus enseñanzas, diciendo: «Yo soy la Luz del mundo; el que Me sigue, no andará en tinieblas, sino que tendrá la Luz de la vida» (8:12).
Es posible seguir a «la Luz del mundo» por motivos equivocados. A veces, durante los malos tiempos, cuando alguien tiene que enfrentarse a una sentencia de prisión o a una enfermedad como el cáncer, tal persona puede «parecer» muy sincera en haber aceptado a Jesús como su Salvador y Señor. Sin embargo, a la vez que vuelve la salud o haya un cambio de circunstancias para lo mejor, entonces su verdadero motivo se hace bien evidente. Todos los que verdaderamente hemos llegado a «nacer de nuevo» nos mantenemos fieles. Otras personas se ven al principio que son muy celosos para ser partidarios en la fe, pero pronto retroceden y vuelven otra vez a sus pecados egoístas. Tales personas sólo se han «reformado» temporáneamente y no han sido «(transformados) por medio de la renovación de (su) entendimiento» (Romanos 12:2). En una sorprendente desemejanza con estos hipócritas están los que, sin mirar las consecuencias, se mantienen fieles a Jesús. Pero, «el que guarda Su Palabra, en éste verdaderamente el amor de Dios se ha perfeccionado; por esto sabemos que estamos en Él» (I de Juan 2:5).
LOS FARISEOS SABÍAN LA VERDAD, PERO NO LA VIVÍAN.

El saber la verdad, y no vivirla, es pecado.

lunes, 2 de noviembre de 2015

LOS EXTRAORDINARIOS MILAGROS DE JESÚS TRAEN SANIDAD.

LOS EXTRAORDINARIOS MILAGROS DE JESÚS TRAEN SANIDAD.
LA SANIDAD NO ESTÁ EN EL AGUA, SINO EN EL SEÑOR QUE CREO EL AGUA.
La puerta de las ovejas donde los corderos eran llevados para el sacrificio estaba en el área al nordeste de la corte del templo en Jerusalén. Allí había «cerca de la puerta de las ovejas, un estanque, llamado en hebreo Betesda, el cual tiene cinco pórticos» (Juan 5:2). En este estanque «yacía una multitud de enfermos, ciegos, cojos y paralíticos» (5:3). Se creía que el primero en descender al estanque después del movimiento del agua por «un ángel» quedaría sano (5:4). El Gran Médico se acercó a este gentío de personas sufriendo y sin ayuda, pero nadie le reconoció.
En este gentío de sufridos «había allí un hombre que hacía treinta y ocho años que estaba enfermo» (5:5). ¿Qué posibilidad había que después de tantos años a alguien le importara si él se sanaba o no? Cuando este hombre expresó su desesperación, entonces Jesús miró más allá de los problemas que este hombre tenía y le pidió de hacer algo: «Levántate, toma tu lecho, y anda. Y al instante aquel hombre fue sanado, y tomó su lecho, y anduvo» (5:7-9).
Tal y como este hombre, todos nosotros estábamos espiritualmente sin esperanza. Debemos estar agradecidos eternamente que Jesús no nos dejó a un lado, pero al contrario, Él nos preguntó si queríamos ser sanados. Jesús cuida de aun los más desamparados, deseando que todos ellos le reconozcan como su Salvador y Señor. No importa si son buenos atletas populares, líderes intelectuales como Nicodemo, prostitutas dignas de lástima como la mujer samaritana que vino al pozo, o cualquier otra persona perdida.
Esto pasó en el día cuando «había una fiesta de los judíos» (5:1). Algunos cristianos creen que este fue el día de celebrar la Pascua (Deuteronomio 16:1-11), lo cual viene bien al caso. Pero aun otros creen que este fue el día de celebrar Pentecostés, que también llegó a ser el día cuando los creyentes por primera vez fueron llenos del Espíritu Santo y recibieron poder para ser «testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra» (Hechos 1:8; ver 2:1-4).
La puerta de las ovejas ilustra a Jesús como «el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo» (Juan 1:29). El estanque «llamado en hebreo Betesda» significa «la casa de misericordia o de gracia». Es sólo por medio de la compasión de Cristo que cualquier persona perdida, sin excepción, puede encontrar misericordia y gracia al aceptar Su sacrificio en la cruz por todos los pecados. El apóstol Pablo nos recuerda que antes «éramos por naturaleza hijos de ira» pero ya hemos sido purificados de nuestros pecados y hemos recibido una naturaleza nueva con el privilegio de ser «(vestidos) del nuevo hombre, creado según Dios en la justicia y santidad de la verdad» (Efesios 2:3; 4:24).
SU VERDAD ES LA QUE PERMANECE PARA SIEMPRE.

Las «satisfacciones» temporales pueden que «sacien nuestra sed» momentáneamente, pero nunca satisfarán en verdad.

EL ENCUENTRO DE DOS GRANDES POSICIONES Y DOS CULTURAS Y DOS MUNDOS: JESÚS Y NICODEMO.

EL ENCUENTRO DE DOS GRANDES POSICIONES Y DOS CULTURAS Y DOS MUNDOS.
JESÚS REPRESENTANDO EL REINO DE DIOS Y NICODEMO REPRESENTANDO LAS TRADICIONES.
JESÚS REPRESENTANDO EL NUEVO NACIMIENTO Y NICODEMO REPRESENTANDO EL VIEJO HOMBRE.
«Había un hombre de los fariseos que se llamaba Nicodemo, un principal entre los judíos» (Juan 3:1). Este prominente rabí probablemente quería tener una conversación sin interrupción con Jesús, así, pues, él decidió venir a Jesús de noche. Nicodemo era miembro del Sanedrín, el concilio que controlaba la vida religiosa de Israel, pero aún él pudo confesarle a Jesús: «Rabí, sabemos que has venido de Dios como Maestro» (3:2).
Jesús le dijo a Nicodemo: «De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios. Lo que es nacido de la carne (de padres humanos), carne es; y lo que es nacido del Espíritu, espíritu es» — («ser hechos hijos de Dios» — 1:12) (3:5-6). «Os es necesario nacer de nuevo» — («de Dios» — 1:13) (3:7). Para ilustrar lo importante que es «nacer de nuevo» (tener la vida eterna), Jesús le recordó del tiempo cuando los israelitas, cerca del final de sus jornadas de 40 años en el desierto, otra vez murmuraron sobre sus circunstancias. Por eso, el Señor les mandó serpientes ardientes entre ellos. Miles de personas murieron. Cuando el pueblo clamó a Dios, Él mandó a Moisés a hacer una serpiente de bronce y levantarla sobre un asta. El pueblo sólo podía ser sanado al poner sus ojos y mirar a la serpiente de bronce (Números 21:5-9). Jesús entonces dijo: «Y como Moisés levantó la serpiente en el desierto, así es necesario que el Hijo del Hombre sea levantado, para que todo aquel que en Él cree, no se pierda, más tenga vida eterna» (Juan 3:14-15). «El que en Él cree, no es condenado; pero el que no cree, ya ha sido condenado, porque no ha creído en el Nombre del Unigénito Hijo de Dios» (3:18). La serpiente fue hecha de bronce desde que es el símbolo bíblico del juicio.
La persona que ha llegado a «nacer de nuevo» del Espíritu Santo ahora ama las cosas de Dios que antes vivía ignorando, y odia las cosas malas que antes deseaba. Cuando nacimos la primera vez recibimos la naturaleza pecaminosa de nuestros padres, la cual fue heredada de Adán. Pero, cuando llegamos a «nacer de nuevo» y entramos en la familia de Dios, es que recibimos Su naturaleza divina. Por esta razón Dios nos dice: «andad como hijos de luz (porque el fruto del Espíritu es en toda bondad, justicia y verdad), comprobando lo que es agradable al Señor» (Efesios 5:8-10).
LA APRESIACIÓN DE DIOS ES DIFERENTE A LA APRESIACIÓN DEL HOMBRE.

La persona más insignificante por la medida del mundo es preciosa en los ojos de Dios.