sábado, 8 de noviembre de 2014

BIENAVENTURADOS TODOS LOS QUE TRAEN LA PAZ AL MUNDO, A COLOMBIA, AL HOGAR: ESTOS SON PACIFICADORES.

“Bienaventurados los pacificadores, porque ellos serán llamados hijos de Dios” - (Mateo 5:9).
Hace muchos años, usted era verdaderamente alguien si se unía al Cuerpo de Paz. Sin embargo como resultado, ¿cuánta paz se ha establecido entre los hermanos y hermanas alrededor del mundo? ¿Sabe cómo traer paz a la tierra y buena voluntad a todos los hombres? Presente a Jesús a los hombres, mujeres, niños y niñas. Esa es la única forma. Las iglesias están llenas los domingos, pero ¿a dónde se va la gente entre semana? ¿Están ellos compartiendo la historia de salvación de Dios con los perdidos? No es su fiel asistencia a la iglesia lo que va a traer la paz a la tierra. Jesús dijo que su misión no era paz, sino traer muerte al odio, pleitos y pecado a través de su sangre reconciliadora. Para un Dios Santo no existe ninguna otra manera de realizarlo, sino mediante la cruz.
¿Está usted viviendo como un hijo de Dios y contándole a otros de Jesús? Pídale a Dios denuedo o valentía piadosa para preguntarle a su vecino cómo puede orar por él o ella. Pídale a Dios que le dé valentía para preguntarles acerca de sus vidas, descubriendo así sus necesidades. ¡Luego haga lo que pueda para suplir esas necesidades para la gloria de Dios! Recuerde porqué está usted aquí.
En una ocasión el pastor Rogers leyó acerca de un joven predicador que estaba en clase en una universidad liberal y el profesor dijo: “Los creyentes nunca debemos tener ningún enemigo. Nunca debemos ser controvertibles.” Y agregó: “Lo que nosotros necesitamos es seguir el ejemplo de Jesús.” El joven alzó su mano y preguntó: “Si Jesucristo fue tan espléndidamente considerado y diplomático, ¿cómo se las arregló para que lo crucificaran?”
Paz no es apaciguamiento. Es una relación correcta con Dios la que conlleva a una relación correcta con sí mismo y nos guía en las relaciones correctas con otros. Literalmente, paz es el fruto de justicia. Es la justicia de Dios gobernando y reinando en su corazón.

Hebreos 12:14. ¿Hay conflictos que usted puede resolverse al convertirse en un pacificador? Si es así, confiadamente ponga su mano en la del Señor y traiga paz.
“Bienaventurado el varón que no anduvo en consejo de malos, ni estuvo en camino de pecadores, ni en silla de escarnecedores se ha sentado; sino que en la ley de Jehová está su delicia, y en su ley medita de día y de noche” (Salmo 1:1-2).
Las Bienaventuranzas nos enseñan el fundamento de cómo debemos ser y vivir, tal y como los Diez Mandamientos en el Antiguo Testamento nos enseñan cómo vivir. Ahora, existe una palabra clave en lo que acabo de decir: “ser”. Verá, el mundo está más interesado en la palabra “tener”. Si usted tiene cosas, entonces es considerado bendecido según el mundo interpreta dicha palabra. El mundo piensa que la felicidad emana de su habilidad, dinero, astucia, posesiones, belleza, poder o fama. Sin embargo, creo que conocemos personas que poseen mucho y son perfectamente miserables. La felicidad no proviene de lo que una persona tiene, sino de lo que la persona es.

Los epitafios son generalmente escritos acerca del carácter de una persona. Escriba qué desea que su lápida diga.

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