LOS REYES,
LOS GOBERNADORES Y LOS PRINCIPALES ESCUCHARON EL EVANGELIO DE JESUCRISTO POR
BOCA DEL APÓSTOL PABLO. HECHOS 23.
Pablo ante
el Sanedrín (los líderes religiosos); los judíos hacen voto de matar a Pablo;
Pablo es mandado a Félix; Pablo ante Festo y su apelación a César
DIOS
RESPALDA A SUS SIERVOS Y L A MISIÓN SE CUMPLE.
Cuando el
apóstol Pablo llegó a Jerusalén, los líderes religiosos «alborotaron a toda la
multitud» con acusadores falsos: «Este es el hombre que por todas partes enseña
a todos contra el pueblo, la Ley y este lugar» (Hechos 21:27-28). En respuesta,
el tumulto con aun más ira se apoderó de Pablo y trató de matarlo, pero él fue
rescatado de este acto violento por los soldados romanos. Entonces le
permitieron hablar en defensa propia a los judíos. Cuando Pablo mencionó la
comisión que él había recibido de Jesús de ir a los gentiles, ellos
inmediatamente le consideraron un traidor a su religión, y airadamente
gritaron: «Quita de la tierra a tal hombre, porque no conviene que viva»
(22:22).
CUANDO DIOS
ESTÁ DE NUESTRO LADO, NO HAY NADA QUE TEMER.
Cuando las
autoridades del Sanedrín no pudieron sentenciar a Pablo, los religiosos celosos
decidieron tomar la ley en sus propias manos y asesinarle (23:12-15). «Más el
hijo de la hermana de Pablo» oyó del malvado complot para asesinar a Pablo y
vino y se lo dijo a un capitán romano, quien entonces tuvo que transferir a
Pablo secretamente de noche y lo llevaron ante Félix, el gobernador romano de
Judea que vivía en Cesarea (23:16-35).
JUSTICIA, DOMINIO
PROPIO Y JUICIO VENIDERO FUE LO QUE EL APÓSTOL ANUNCIÓ AL MUNDO.
Durante su
encarcelamiento por varios años en Cesarea, Pablo fue juzgado por tres
poderosos gobernadores del imperio romano que oyeron lo que él tenía que decir
sobre su fe en Cristo Jesús. Él fielmente disertó «acerca de la justicia, del
dominio propio y del juicio venidero» (24:25). Cada uno de sus jueces tuvieron
diferentes reacciones cuando Pablo les habló «del juicio venidero». Su primer
juez Félix «se espantó» (24:25), y por eso sólo le oyó de vez en cuando.
Después, su segundo juez Festo mostró su indiferencia al exclamar en gran voz:
«Estás loco, Pablo; las muchas letras te vuelven loco» (26:24). Y, por lo que
esto quiera decir, su tercer juez Agripa le dijo: «Por poco me persuades a ser
cristiano» (26:28). No sabemos si las palabras de Agripa fueron sinceras, o
sólo una burla, como algunos piensan, pero eso no importa — pues el resultado
fue igual. Por lo que sabemos, ninguno de estos tres hombres recibieron a
Cristo como su Salvador y Señor de sus vidas y, por consiguiente, todos
terminaron perdidos eternamente.
HOY ES EL
DÍA DE SALVACIÓN, HOY ES EL DÍA PARA TOMAR LA DECISIÓN MÁS IMPORTANTE PARA EL
SER HUMANO.
Puede que
haya solamente un tiempo conveniente para arrepentirse y recibir a Cristo como
el Salvador y el Señor: «he aquí ahora el día de salvación» (II de Corintios
6:2).
CRISTOYA DIO
SU PARTE Y USTED, ¿ QUÉ HARÁ PARA ÉL?.
RINDA SU
VIDA AL SEÑOR, SALVDOR, Y REY SANTO.
Cristo dejó
todo lo que Él era por nosotros; vamos a darle todo lo que somos para que Él
pueda vivir Su vida en y por nosotros.
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