LA
CONVERSIÓN GENUINA DE SAULO DE TARSO PARA CONVERTIRSE EN EL APÓSTOL PABLO. HECHOS 9.
DE
PERSEGUIDOR A PERSEGUIDO.
Saulo de
Tarso era un fariseo sincero que estaba determinado a apagar la llama del
evangelio de los seguidores de Jesús quienes él consideraba que eran blasfemos
religiosos que se merecían la sentencia de muerte. De esta manera Saulo recibió
las cartas del sumo sacerdote para viajar unos 217 kilómetros hasta Damasco en
Siria para arrestar a los creyentes que habían huido de Jerusalén. Él dijo: «a
fin de que si hallase algunos hombres o mujeres de este Camino (seguidores de
Jesús), los trajese presos a Jerusalén» (Hechos 9:2), donde podían ser juzgados
por herejía y sentenciados a muerte.
SAULO,
SAULO,¿ POR QUÉ ME PERSIGUES?,¿ QUIÉN ERES SEÑOR?. SOY JESÚS A QUIEN TU
PERSIGUES.
En camino
cerca de Damasco, «repentinamente le rodeó un resplandor de luz del cielo; y
cayendo en tierra, oyó una voz que le decía: Saulo, Saulo, ¿por qué me
persigues? Él dijo: ¿Quién eres, Señor? Y le dijo: Yo soy Jesús, a quien tú
persigues» (9:3-5). Tres días después, el Señor llamó a Ananías, un discípulo
de Cristo que vivía en Damasco, y le dijo: «Levántate, y ve a la calle que se
llama Derecha, y busca en casa de Judas a uno llamado Saulo, de Tarso; porque
he aquí, él ora, y ha visto en visión a un varón llamado Ananías» (9:11-12).
ANANÍAS
CREYÓ QUE SAULO SEGUÍA SIENDO UN ENEMIGO.
Ananías le
respondió al Señor: «Señor, he oído de muchos acerca de este hombre, cuántos
males ha hecho a Tus santos en Jerusalén. . . El Señor le dijo: Ve, porque
instrumento escogido Me es éste, para llevar Mi nombre en presencia de los
gentiles, y de reyes, y de los hijos de Israel; porque Yo le mostraré cuánto le
es necesario padecer por Mi nombre. Fue entonces Ananías y entró en la casa, y
poniendo sobre él las manos, dijo: Hermano Saulo, el Señor Jesús. . . me ha enviado
para que recibas la vista y seas lleno del Espíritu Santo. . . . (Y) recibió al
instante la vista; y levantándose, fue bautizado» (9:13-18).
EL ESPÍRITU
SANTO CONFIRMA EL DISCURSO DE PEDRO DELANTE DE CORNELIO. DIOS NO EXCLUYE A NADIE,
NOS INCLUYE A TODOS.
Durante esos
mismos días, Pedro también tuvo una visión que le causó reconocer que «(En)
verdad comprendo que Dios no hace acepción de personas» (10:34). Hablándole a
los gentiles en la casa de Cornelio, Pedro les declaró: «De Éste dan testimonio
todos los profetas, que todos los que en Él creyeren, recibirán perdón de
pecados por Su nombre. Mientras aún hablaba Pedro estas palabras, el Espíritu
Santo cayó sobre todos los que oían el discurso» (10:43-44). Después que el
Espíritu Santo había caído sobre ellos, Pedro preguntó: «¿Puede acaso alguno
impedir el agua, para que no sean bautizados estos que han recibido el Espíritu
Santo también como nosotros? Y mandó bautizarles en el nombre del Señor Jesús»
(10:47-48). «Porque por un solo Espíritu fuimos todos bautizados en un Cuerpo»
(I de Corintios 12:13,27).
HAY LUGAR
PARA USTED CON DIOS, SI QUIERE SER SU SERVIDOR.
LO ÚNICO QUE
SE REQUIERE ES OBEDIENCIA, FE Y AMOR POR
LA OBRA.
Vamos a
vivir para Dios y Él nos dará lo mejor que Él tiene.
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