DECLARANDO Y
EXPONIENDO LA VERDAD EN TODO LUGAR, NO IMPORTADO LA OPOSICIÓN Y EL MALTRATO. PABLO
Y SILAS HABLARON. HECHOS 17.
El apóstol
Pablo y su compañero Silas fueron golpeados brutalmente por un tumulto en
Filipos y echados en la prisión. Sin embargo, por medio de la intervención de
Dios, ellos fueron soltados al próximo día. Pablo no se daba por vencido,
«habiendo visto a los hermanos, los consolaron, y se fueron. . . . (Y) llegaron
a Tesalónica» (Hechos 16:40-17:1). Dondequiera que él iba, Pablo siempre
asistía a la sinagoga de los judíos. «Pablo, como acostumbraba, fue a ellos, y
por tres días de reposo discutió con ellos, declarando y exponiendo (dando
evidencias) por medio de las Escrituras, que era necesario que el Cristo
padeciese, y resucitase de los muertos; y que Jesús, a quien yo os anuncio. . .
es el Cristo. Y algunos de ellos creyeron» (17:2-4).
LOS NUEVOS
CREYENTES SE DEDICARON A ESTUDIAR LAS ESCRITURAS Y A COMPROBAR LA VERDAD.
Cuando los
incrédulos líderes religiosos se dieron cuenta de todos estos nuevos conversos,
ellos se enfurecieron y empezaron un gran alboroto. Inmediatamente después de
esto, Pablo se fue de noche y viajó hacia el suroeste hasta Berea. Al llegar,
«entraron en la sinagoga de los judíos. Y éstos eran más nobles que los que
estaban en Tesalónica, pues recibieron la Palabra con toda solicitud,
escudriñando cada día las Escrituras para ver si estas cosas eran así. Así que
creyeron muchos de ellos» (17:10-12). El hecho de confesar a Jesús como su
Mesías era una decisión monumental para los creyentes, lo cual tendría un gran
efecto sobre todos los aspectos de sus vidas — su familia, sus amigos, y sus
asociados en los negocios. Su dedicación a la verdad debe de animarnos a todos,
sin pensar en el nivel de entrenamiento religioso, para estudiar todas las
Escrituras con un deseo sincero para aprender las verdades que ellas nos
revelan.
CUMPLIR EL
PROPÓSITO DIVINO: BUSCAD PRIMERAMENTE EL REINO DE DIOS Y SU JUSTICIA; LO DEMÁS
VENDRÁ POR AÑADIDURA.
Nuestro
Creador nos ha distribuido a cada uno de nosotros con sólo una vida para prepararnos
en nuestro destino eterno. Todos nosotros tenemos una responsabilidad doble —
de llegar a ser la persona que Dios quiere que seamos y de llegar a cumplir con
el propósito para el cual Él nos creó. Vamos a pensar en lo trágico que será
para esas personas que no llegan a cumplir la voluntad de Dios, solamente
perdiendo sus cortos años en esta vida acumulando las metas materiales,
sociales y financieras para su auto complacencia. Dios ha provisto solamente un
perfecto libro para guiarnos — Su Santa Palabra. Vamos a obedecerla y vamos a
seguir a Jesús, como nuestro Salvador y nuestro Señor (I de Timoteo 2:5).
«Pero Dios,
habiendo pasado por alto los tiempos de esta ignorancia, ahora manda a todos
los hombres en todo lugar, que se arrepientan; por cuanto ha establecido un día
en el cual juzgará al mundo con justicia» (Hechos 17:30-31).
DIOS NOS
LLAMA HOY AL ARREPENTIMIENTO Y A NO PERDER LA GRAN OPORTUNIDAD QUE NOS BRINDÓ
SU HIJO JESUCRISTO EL SEÑOR.
Alabado sea
Dios, Sus caminos siempre son los mejores.
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