miércoles, 26 de noviembre de 2014

LOS DONES ESPIRITUALES Y EL MAYOR DE ELLOS ES EL AMOR.1 CORINTIOS 13.

LOS DONES ESPIRITUALES Y EL MAYOR DE ELLOS ES EL AMOR.1 CORINTIOS 13.
Los dones espirituales; el amor (la caridad) el mayor de los dones
EL MENSAJE MÁS FÁCIL DE LEER, ENTENDER Y PRACTICAR ES EL AMOR.
Aunque sea sorprendente al mundo, desde el punto de vista de Dios es más importante ser conocido por la bondad amorosa, el cuidado y la consideración con otras personas que por ser un gran evangelista, o un predicador o un maestro famoso. «Si yo hablase lenguas humanas y angélicas, y no tengo amor, vengo a ser como metal que resuena, o címbalo que retiñe» (I de Corintios 13:1).
SI MI AMOR NO LLEGA AL CORAZÓN DE MI HERMANO; ENTONCES NO ES VERDADERO AMOR, REVISE ÉSTE SENTIMIENTO.
Es más importante ser conocido por el amor que damos, tal y como Dios ama, que por ser un prominente orador profético en el mundo. El apóstol Pablo siguió revelando esta habilidad dada por Dios para amar: «Y si tuviese profecía (predecir o predicar todo), y entendiese todos los misterios y toda ciencia, y si tuviese toda la fe, de tal manera que trasladase los montes, y no tengo amor, nada soy» (llego a ser inútil para Dios) (13:2).
EL AMOR SOPORTA COSAS TERRIBLES, INCREÍBLES E INHUMANAS.
«El amor es sufrido, es benigno; el amor no tiene envidia» (13:4), no se jacta con ideas infladas de su propia importancia, que quiere decir que no insiste en su propia manera de pensar y nunca es descortés con otros. Tampoco busca solamente lo suyo, ni busca la ofensa o el rencor. El amor no piensa mal contra otros. Esta clase de amor de Dios es muy paciente — nunca se envanece o es jactancioso.
ENCONTRAR UN AMOR QUE NO SEA EGOÍSTA ES LO IDEAL PARA DIOS.
Otra dimensión del amor es que «no hace nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor» (13:5), que quiere decir que el amor tiene buenos sentimientos, es caritativo, y siempre está dispuesto a perdonar. El amor nos lleva a estar más ocupados con los sentimientos y los derechos de otras personas y menos ocupados en los nuestros. El amor de Dios nos lleva a no estar siempre tratando de coger lo mejor para nosotros mismos o aprovecharnos de las desventajas de otros.
EL AMOR NOS LLEVA A CERRAR NUESTRA BOCA PARA NO HERIR AL HERMANO Y NOS INVITA A ABRIR NUESTROS BRAZOS PARA RECIBIRLO
El amor también nos cuida de no oír a esas personas que siempre están ansiosos para darnos los últimos chismes sobre las faltas y los fracasos de otros hermanos y hermanas en Cristo.
EL AMOR QUE NUNCA SE ACABA VIENE DE JESUCRISTO Y AL RECIBIRLO DEBE PROYECTARSE A LOS HERMANOS.
El amor «todo lo sufre. . . todo lo soporta» (13:7) sin llegar a estar frustrado y airado. «El amor nunca deja de ser» (13:8), sin considerar si es para los amigos, personas con problemas, o aun extranjeros. «Amados, amémonos unos a otros; porque el amor es de Dios. Todo aquel que ama, es nacido de Dios, y conoce a Dios. El que no ama, no ha conocido a Dios; porque Dios es amor» (I de Juan 4:7-8).
RECIBIMOS AMOR Y ENTONCES DAMOS AMOR.
¿ESTÁ USTED HACIENDO UN ESFUERZO SOBRE NATURAL PARA AMAR?
Cuando amamos al Señor, el amor para con otros fluye naturalmente.

EL AMOR DEBE SER UN EJERCICIO PARA PRACTICAR DIARIAMENTE; Y ASÍ PODRÁ MANTENERSE EJERCITADO Y PREPARADO PARA NO AGOTARSE AMANDO.

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