viernes, 7 de noviembre de 2014

EL CAMINO DEL HOMBRE DEBE ESTAR LIMPIO.

EL CAMINO DEL HOMBRE DEBE ESTAR LIMPIO.
“¿Con qué limpiará el joven su camino? Con guardar tu Palabra” (Salmo 119:9).
Un niño se deleita en lo que posee. Un joven se deleita en lo que hace. Un adulto se deleita en lo que él o ella es. Entre más maduro sea usted, más deseará ser algo: no sólo tener algo o hacer algo, sino ser algo. ¿Qué desea ser hoy? ¿Alguien que es conocido por la forma en que se viste? ¿Los contratos que cierra? ¿La casa en la que vive? O desea que otros sepan que usted posee un corazón puro: un corazón enteramente devoto y entregado a Dios? Mateo 5:8 dice: “Bienaventurados los de limpio corazón, porque ellos verán a Dios. ”Ellos sabrán lo inescrutable, harán lo imposible y verán lo invisible. Deseo poseer un corazón así: ¿Qué tal usted?
Ruéguele a Dios que le dé la fortaleza para realizar lo que Él le pide en 2 Timoteo 2:22-24.
2:22 Huye también de las pasiones juveniles, y sigue la justicia, la fe, el amor y la paz, con los que de corazón limpio invocan al Señor.
2:23 Pero desecha las cuestiones necias e insensatas, sabiendo que engendran contiendas.
2:24 Porque el siervo del Señor no debe ser contencioso, sino amable para con todos, apto para enseñar, sufrido;
 Luego, ore el Salmo 51:7.
51:7 Purifícame con hisopo, y seré limpio;
Lávame, y seré más blanco que la nieve.
GUARDADOS POR LA PALABRA DE DIOS.
“Que sois guardados por el poder de Dios mediante la fe, para alcanzar la salvación que está preparada para ser manifestada en el tiempo postrero” (1 Pedro 1:5).
Los creyentes son “guardados” por el poder de Dios. La palabra “guardados” en 1 Pedro 1:5 es un término militar, y literalmente significa ser “protegidos”; como los soldados protegiendo una fortaleza. Piense que el poder de Dios es como una fortaleza, y usted está adentro. Ahora, ¿cómo se siente? Completamente seguro, ¿verdad? Muchas personas tienen la idea de que nosotros mismos nos mantenemos seguros, protegidos. Amigo (a), Él nos guarda, nos protege.

Un padre estaba cruzando una calle con su pequeño hijo. El niño tenía su mano en la mano de su padre. De pronto, las luces del semáforo cambiaron, y los carros comenzaron a moverse. El padre alzó a su pequeño, lo puso entre sus brazos y cruzó rápidamente la calle para escapar del tráfico. Esa es la manera en que Dios nos guarda. El Salmo 37:24 es una promesa: “Cuando el hombre cayere, no quedará postrado, porque Jehová sostiene su mano.”
Usted está en las manos de Dios. Escriba eso en una tarjetita, y póngala donde pueda verla y meditar en eso durante todo el día. Ahora, pregúntese a usted mismo: “Sabiendo esto, ¿puede cualquier cosa, esta semana, cambiar esa verdad?”
PUROS DE CORAZÓN, PORQUE DE EL MANA LA VIDA.
“Ciertamente es bueno Dios para con Israel, para con los limpios de corazón” (Salmos 73:1).
Asaf, autor del Salmo 73, comienza hablando de la pureza del corazón de una persona, y la bondad de Dios. Luego dice: “En cuanto a mí, casi se deslizaron mis pies; por poco resbalaron mis pasos” (Salmo 73:2). El tenía la idea de que cuando estuviera bien con Dios, entonces no tendría más problemas. ¿Estaba él seguro de eso? Sí, porque dice: “Verdaderamente en vano he limpiado mi corazón, y lavado mis manos en inocencia; pues he sido azotado todo el día, y castigado todas las mañanas” (v.13-14).

Asaf dijo: “Estoy bien con Dios, y todavía tengo problemas.” Él tenía una expectativa falsa que la Biblia no necesariamente da. Los creyentes no tienen un tratamiento preferencial. La presencia de Dios es suficiente aún en medio de nuestros problemas.
¿Es esta creencia falsa algo bajo lo cual usted ha estado viviendo? Entonces, es tiempo de creer la verdad de Dios. Por favor, lea 1 Pedro 4:12-16.
4:12 Amados, no os sorprendáis del fuego de prueba que os ha sobrevenido, como si alguna cosa extraña os aconteciese,
4:13 sino gozaos por cuanto sois participantes de los padecimientos de Cristo, para que también en la revelación de su gloria os gocéis con gran alegría.
4:14 Si sois vituperados por el nombre de Cristo, sois bienaventurados, porque el glorioso Espíritu de Dios reposa sobre vosotros. Ciertamente, de parte de ellos, él es blasfemado, pero por vosotros es glorificado.
4:15 Así que, ninguno de vosotros padezca como homicida, o ladrón, o malhechor, o por entremeterse en lo ajeno;
4:16 pero si alguno padece como cristiano, no se avergüence, sino glorifique a Dios por ello.
PRUEBA QUE FINALMENTE TRAE GOZO.
Un amigo recibido con agrado

Ninguna disciplina al presente parece ser causa de gozo, sino de tristeza; pero después da fruto apacible de justicia a los que en ella han sido ejercitados.

Hebreos 12:11

El considerar una prueba como algo que causa gozo es algo que requiere disciplina, ya que el gozo no es la reacción humana natural ante las aflicciones. El cristiano tiene que hacer un compromiso consciente para afrontar cada prueba con una actitud gozosa. Pablo estaba preso en Roma cuando dijo a los filipenses: "Regocijaos en el Señor siempre. Otra vez dig ¡Regocijaos!... he aprendido a contentarme, cualquiera que sea mi situación" (4:4, 11). Él había aprendido a estar contento y a regocijarse en medio de las pruebas. Eso no es algo que sucede por casualidad.


Cuando vea llegar una prueba, asuma una actitud de gozo que resulta de esperar lo que la obra perfeccionadora del Señor hará a través de la prueba. Debemos estar convencidos de que vamos a afrontar las pruebas con una actitud alegre. Es el gozo de quien considera un privilegio que se pruebe su fe porque sabe que la prueba lo acercará más al Salvador. Entonces una prueba será un amigo recibido con agrado.

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