viernes, 7 de noviembre de 2014

EL AMOR EXCEDE EL CONOCIMIENTO POR TANTO PREFIERO AMAR A DIOS QUE SABERLO TODO.

EL AMOR EXCEDE EL CONOCIMIENTO POR TANTO PREFIERO AMAR A DIOS QUE SABERLO TODO.
“Y ahora permanecen la fe, la esperanza y el amor, estos tres; pero el mayor de ellos es el amor” - (1 Corintios 13:13).
Un día una niñita leía la Biblia y se encontró con una ilustración de ángeles. Ella le preguntó a su papá: “¿Cuál es la diferencia entre los querubines y los serafines?” Bueno, el papá no sabía, pero la llevó a la enciclopedia y buscaron la respuesta. Él descubrió que los querubines exceden en conocimiento, y los serafines exceden en amor. La niñita pensó por un momento y dijo: “Cuando muera, seré un serafín. Prefiero amar a Dios que saberlo todo.” ¡Eso es excelente! Primera Corintios 13:2: “Y si tuviese profecía, y entendiese todos los misterios y toda ciencia, y si tuviese toda la fe, de tal manera que trasladase los montes, y no tengo amor, nada soy.” El amor excede el conocimiento.
JESUCRISTO ES MI MODELO DEL AMOR.
Es que es mí Salvador, mí Dios y mí Rey, espero nunca volver atrás en mi vida pasada. Cada nueva lección ha fortalecido mi fe, mi vida personal es llena de tranquilidad, de seguridad.
Las Bendiciones son muchas. Empiezo por decirle que hablar de Jesucristo es hoy mi motivo de orgullo, nada me da pena, tengo salud, estoy con un gozo que no es fácil describir.
He aprendido muchas cosas entre las que destaco que Jesús es el mayor ejemplo de Humildad y Compasión, Amor genuino y Sacrificio. Debemos imitarlo y vivir solo para Él.
Debemos aprender de Cristo a ser MANSOS y HUMILDES. En Mateo 11:29 Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy MANSO y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas;

Te animo a tenerlo como tu modelo cada día!!!.

IMITAR EL AMOR DE DIOS CUANDO ESTAMOS LLENOS DE SU PLENITUD. CRISTO LLENA CON SU ESPÍRITU TODO NUESTRO SER. NOS VOLVEMOS TODO AMOR.
Sea imitador de Dios.

Sed, pues, imitadores de Dios como hijos amados.

Efesios 5:1

El imitar a Dios pudiera ser fácil de analizar, pero es difícil de hacer. No puede hacerlo con su propia fuerza. Pero Jesús nos dio en el Sermón del Monte el punto de partida para imitar a Dios. Tenemos que llorar por nuestro pecado con un espíritu quebrantado y contrito. Cuando estemos abrumados por nuestro carácter pecaminoso, tendremos hambre y sed de justicia. Así que hay una paradoja: "Debemos ser como Dios, pero tenemos que reconocer que no podemos ser como Él por nuestro propio esfuerzo".

Una vez que estemos conscientes de la paradoja, entonces sabemos que debe de haber algún otro poder para hacer posible el imitar a Dios. El apóstol Pablo pedía a Dios que nos fortaleciera "con poder en el hombre interior por su Espíritu" (Ef. 3:16). El Espíritu Santo da la fortaleza para que seamos "llenos de toda la plenitud de Dios" (v. 19). Podemos ser como Dios (desde el punto de vista de su carácter), pero no podemos lograrlo por nuestra cuenta. Esa es la obra del Espíritu.
MEDIR NUESTRA CAPACIDAD PARA AMAR.
Mida su amor.

Dios, que es rico en misericordia, por su gran amor con que nos amó.

Efesios 2:4

La mejor vara de medir el amor en la vida de un cristiano puede ser el perdón. Es porque Dios nos demostró su amor desde el punto de vista del perdón. La Biblia pudo habernos enseñado que de tal manera amó Dios al mundo que ha hecho flores o árboles o montañas. Pero ella enseña que "de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna" (Jn. 3:16). Él dio a su Hijo para perdonarnos. Eso demuestra sin dudas el amor de Dios más que las flores, los árboles o las montañas.

Mida su amor. Pregúntese: ¿Amo? Si no ama, no es de Dios porque los hijos de Dios aman a los demás (1 Jn. 4:7-8). ¿Cómo puede saber si usted se caracteriza por el amor? Pregúntese: ¿Estoy enojado con alguien por algo que me hizo? ¿A menudo me enojo con los demás, ya sea que exprese o no mi enojo? ¿Hablo de los demás lo que no debo hablar? Esas son características de su antigua manera de vivir; características de las que debe librarse a fin de amar y perdonar a los demás.
PROFUNDIDAD Y MULTIPLICIDAD EN EL AMOR. ESTO ES MISERICORDIA
La profundidad del amor.

Ante todo, tened entre vosotros ferviente amor; porque el amor cubrirá multitud de pecados.

1 Pedro 4:8

Los cristianos debemos amar hasta más no poder, que incluye el cubrir "multitud de pecados". Se debe afrontar el pecado pero también se debe perdonar. Eso es lo que implica "cubrir". Debemos poner una frazada sobre el pecado pasado ya resuelto.

Examínese. ¿Le guarda rencor a alguien en su casa? Si lo hace, recuerde que Jesucristo ya pagó el castigo de cualquier cosa que esa persona hiciera. Su incapacidad para perdonar contradice su amor. Y si la falta de perdón es característica de su vida, tal vez usted no sea cristiano.

Inevitablemente, los que tienen un gran sentido del perdón están dispuestos a perdonar a los demás. Las personas que saben que se les ha perdonado mucho pueden perdonar mucho. Espero que eso le suceda a usted.
¿ QUÉ SIGNIFICA PARA EL CRISTIANO UN AMOR SIN LÍMITES?.
El amor incondicional.

También Cristo nos amó, y se entregó a sí mismo por nosotros, ofrenda y sacrificio a Dios en olor fragante.

Efesios 5:2

La Biblia no se refiere al amor cristiano como una emoción, sino como un acto de abnegación. Una persona que verdaderamente ama a alguien no trata de quitarle nada a esa persona. Es porque el amor cristiano nunca está condicionado a recibir algo; es incondicional.

A menudo el mundo define el amor desde el punto de vista de lo que puede obtener. Pero Dios nos ama aun cuando nunca recibe nada a cambio. Si ese tipo de amor caracterizara el matrimonio, el índice de divorcios no sería lo que es hoy. Si quienes dicen que ya no aman a su cónyuge pudieran comprometerse a amarlo de manera incondicional, pudieran descubrir que pueden recrear ese amor. Nuestro Señor Jesucristo no nos ama por lo que pueda sacar de nosotros; nos ama a pesar de la aflicción que le causamos. Haga del amor incondicional su meta, y sea humilde, obediente y abnegado.
PARA AMAR DE ESA MANERA ES NECESARIO TENER UN CORAZÓN COMO EL DE JESÚS. Mateo 11: 28- 30.
11:28 Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar.
 11:29 Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas;
11:30 porque mi yugo es fácil, y ligera mi carga. Mateo 11: 29- 30.
EL VÍNCULO QUE TODO LO UNE ES EL AMOR.
La búsqueda de amor del mundo.

Sobre todas estas cosas vestíos de amor, que es el vínculo perfecto.

Colosenses 3:14

Las personas del mundo buscan mucho el amor. Se considera como la meta suprema el amar y ser amado. Se ve al amor como la forma de experimentar las emociones extremas: nunca será tan feliz ni estará tan triste como cuando está enamorado.

La música actual estimula esa búsqueda del amor. Casi toda ella tiene el mismo mensaje implícito sea la fantasía de un amor que se busca o la desesperanza de un amor perdido. Las personas siguen persiguiendo ese sueño esquivo. Fundamentan su concepto del amor en lo que hace para ellos. Las canciones, los dramas, las películas, los libros y los programas de televisión perpetúan continuamente la fantasía; el sueño de un amor perfecto satisfecho a la perfección.

El amor del mundo es implacable, condicional y ególatra. Se centra en el deseo, el placer egoísta y la lujuria; todo lo opuesto del perfecto amor de Dios. Las personas buscan amor, pero no es el amor verdadero; es la perversión de Satanás.

EL RETO PARA EL HOMBRE HOY ES: AMAR A DIOS O AMAR AL MUNDO.
Perversiones de Satanás.

Pero fornicación y toda inmundicia, o avaricia, ni aun se nombre entre vosotros, como conviene a santos; ni palabras deshonestas, ni necedades, ni truhanerías, que no convienen, sino antes bien acciones de gracias.

Efesios 5:3-4

Tanto el amor de Dios como el amor de sus hijos es clemente, incondicional y altruista, pero por seguro Satanás pervertirá eso. El amor terrenal es superficial, egoísta, sensual y sexual, y Satanás le ha hecho creer al mundo esa definición del amor.

A diferencia del amor del mundo, el versículo de hoy termina indicando que debemos dar gracias. Pablo dijo que "Dad gracias a Dios en todo, porque esta es la voluntad de Dios para con vosotros en Cristo Jesús" (1 Ts. 5:18). Cuando somos agradecidos por todo, nos salimos de nosotros mismos, porque la acción de gracias se dirige a Dios.

En vez de hablar de las personas, ámelas de una manera que transmita gratitud. Recuerde que el amor de Dios es desinteresado y agradecido, pero el amor del mundo es egoísta e ingrato.

 “Y considerémonos unos a otros para estimularnos alamor y a las buenas obras” (Hebreos 10:24).


Un área en donde los creyentes pueden esparcir la luz de Cristo, es en nuestro sistema escolar. Tenemos una generación que carece de normas de lo que es bueno y de lo que es lo malo. Todo es relativo. En las escuelas a nuestros niños se les enseña que descienden de los animales. ¿Debe sorprendernos, por lo tanto, que muchos actúen como animales? ¿Qué podemos hacer? Debemos encontrar, por medio del amor,  el camino de regreso. Debemos involucrarnos como miembros de la Asociación de padres y maestros. Debemos animar a los profesores y decirles que estamos orando por ellos. Debemos asistir a las reuniones del Directorio de la escuela e inquirir acerca de las normas y currículo actuales. Debemos tratar de ser gente santa en un mundo malvado. Y si no lo hacemos, estamos contribuyendo la extinción de la próxima generación.



¿Tiene usted hijos en edad escolar? Entonces únase a la Asociación de padres y maestros. ¿Es usted abuelo? Pídale a Dios que le guíe hacia un maestro para que usted sea de ánimo para él o para ella, por medio de la oración y servicio. ¿Es usted una persona soltera? Aprenda cómo ser un tutor (a) en una escuela de su vecindario.

LOS RESULTADOS DEL AMOR DE DIOS.



 “Entonces verán al Hijo del Hombre, que vendrá en las nubes con gran poder y gloria” (Marcos 13:26).


Cuando llegamos a un momento en el cual no entendemos lo que está sucediendo. Cuando todo parece que se desmorona y se viene abajo…tenemos a Jesús. Siempre tenemos el perdón de la cruz, la victoria de la tumba vacía, y la esperanza del inminente regreso de Cristo. Cuando vamos donde el doctor y nos dice que tenemos cierta enfermedad; cuando escuchamos que, como pareja, somos estériles y no podemos tener hijos; cuando nos tenemos que declarar en bancarrota; cuando nos despiden del trabajo; cuando leemos una carta de nuestro cónyuge diciéndonos que nos abandona; cuando un ser amado muere debido a un acto terrorista…¡Tenemos un Salvador!, y es nuestra la opción de creer o no creer. En esos momentos podemos murmurar, criticar, refunfuñar o desesperarnos. O podemos ceder ante el Salvador y escucharle decir: “Hijo mío, no importa lo que está sucediendo, quiero que sepas que te amo. Mira a la cruz. Mira la tumba vacía. Espérame. Regresaré nuevamente.”



Póngase en una posición de humildad. Si puede, arrodíllese. Si no puede, incline su cabeza y cierre sus ojos. Imagínese la cruz de Cristo. Medite en la vergüenza que Él experimentó, el dolor que soportó y la victoria que aseguró con Su muerte.

SABER LO QUE DIOS QUIERE: QUE AMEMOS.


 “Los que amáis a Jehová, aborreced el mal; el guarda las almas de sus santos; de mano de los impíos los libra” (Salmos 97:10).


Esto puede ser una sorpresa para usted: el hecho de que sea un creyente no quiere decir que debe amar todo. Escuchamos decir que los creyentes son gente de amor, y eso es verdad. Pero, ¿sabía que si usted es un cristiano, no sólo debe aprender a amar, pero también debe aprender a odiar? Si usted ama a Dios, entonces debe odiar lo que Dios odia. Y eso es cierto a todo nivel. Si usted ama las flores,  seguro que odia la maleza. Si ama la salud, entonces odia los gérmenes. Si ama a Dios, entonces debe odiar lo diabólico. Es así de simple. Romanos 12:9b, nos dice en términos fuertes: “Aborreced lo malo, seguid lo bueno.” Un hipócrita ―que es algo que ninguno de nosotros quiere ser―, es alguien que dice que ama a Dios, pero que no odia el pecado. No le diga a otros que usted a ama a Dios, si no odia aquello que clavó a Su Hijo en la cruz.



Pídale a Dios que quebrante su corazón con las cosas que quebrantan Su corazón. Pídale a Dios que le enseñe a odiar el pecado, pero amar al pecador.

DIOS NOS AMA PARA QUE AMEMOS A OTROS.

Génesis 2:15: “Tomó, pues, Jehová Dios al hombre, y lo puso en el huerto de Edén, para que lo labrara y lo guardase.”



Dios le dio a la mujer el instinto para criar hijos, pero Dios le dio al hombre un don diferente: labrar y cuidar el jardín. Dios diseñó al hombre con un exterior fuerte para ser el proveedor y protector. Por ello, los hombres quieren ser admirados por las mujeres. A un esposo le bendice enormemente que su esposa le admire y le diga: “Eres maravilloso.” Y ella recibe una bendición cuando el esposo es romántico, amoroso, y tierno con ella.

Primera Pedro 3:7 dice: “Vosotros, maridos, igualmente, vivid con ellas sabiamente, dando honor a la mujer como a vaso más frágil, y como a coherederas de la gracia de la vida, para que vuestras oraciones no tengan estorbo.”



¿Cómo puede mostrarle un poco de ternura y amor a su esposa el día de
 hoy? Ya que pensó en algo... ¡vaya y hágalo!

AMOR ES LO QUE DIOS NOS PIDE CADA DÍA.



 “Me diste asimismo el escudo de tu salvación; tu diestra me sustentó, y tu benignidad me ha engrandecido” (Salmos 18:35).


¿Sabe usted qué es lo que nuestras iglesias podrían usar un poquito más? La cortesía entre los hermanos. El amor en las cosas pequeñas. Amor que dice: “Por favor” y “¡Gracias!”. Amor que se pone a un lado para dar a la otra persona el primer lugar. Nunca deja de asombrar cuán rápidamente la gente olvida su religión cuando salen de la iglesia el domingo por la mañana. Rápidamente buscan su carro en el parqueadero, y se cruzan delante de otros en el tráfico. ¡Y ni piense en sentarse en el asiento de otro en la iglesia! Será visto como que está “robando” su lugar reservado en el culto de adoración. Quiera Dios limpiar nuestras iglesias de auto-justicia y orgullo. Quiera Dios purificarnos de cualquier actitud que trate de elevarnos sobre los demás.



Vuelva a leer la meditación bíblica de hoy, y responda a las siguientes preguntas: ¿Quién le ha salvado? ¿Quién le sostiene? ¿Quién le ha engrandecido? Termine el devocional de hoy leyendo Miqueas 6:8:

“Oh hombre, Él te ha declarado lo que es bueno, y qué pide Jehová de ti: solamente hacer justicia, y amar misericordia, y humillarte ante tu Dios.”

¿ DÓNDE ESTÁ TÚ AMOR, ESTARÁ ALLÍ TÚ CORAZÓN?.



 “En esto hemos conocido el amor, en que Él puso su vida por nosotros; también nosotros debemos poner nuestras vidas por los hermanos” (1 Juan 3:16).


El hombre rico le preguntó a Jesús: “Maestro bueno, ¿qué haré para heredar la vida eterna?” (Marcos 10:17). Entonces Jesús le preguntó si había cumplido con la Ley. Y contestó que sí. Con amor, Jesús le dijo: “Una cosa te falta: anda, vende todo lo que tienes, y dalo a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo; y ven, sígueme, tomando tu cruz” (Marcos 10:21). Pero el hombre rico, “afligido por esta palabra, se fue triste, porque tenía muchas posesiones” (Marcos 10:22). Jesús lo dejó ir. Jesús no corrió tras él. Y hay otra cosa que debe notar: Jesús no disminuyó sus normas.



Pídale a Dios que le muestre si hay alguna cosa que usted ama más que a Él. Usted debe estar dispuesto a dejarla, voluntariamente.

“Y amarás a Jehová tu Dios de todo tu corazón, y de toda tu alma, y con todas tus fuerzas” - (Deuteronomio 6:5).



Queremos que haga memoria de su viaje espiritual, por un momento. Recuerde los primeros días cuando estaba aprendiendo acerca de Dios. ¿Se acuerda del tiempo cuando primero entendió cómo orar? Ahora, permítanos preguntarle: ¿hubo un tiempo en su vida cuando amó al Señor Jesús más de lo que le ama este momento? Si es así, usted es un apóstata. Amigo, si usted no ama a Jesús ahora con un candente y resplandeciente entusiasmo, usted necesita recordar cómo era antes, y debe retornar a su primer amor. No tenga la idea de que la fiebre del amor lo ha picado, y que unas veces puede amar a Jesús y otras veces no. Cuando usted escoge amar a Jesús, lo ama cada día y en toda forma.



Escriba una declaración misionera para su vida que sea una paráfrasis de Deuteronomio 6:5.

“¡Oh, cuánto amo yo tu ley! Todo el día es ella mi meditación” - (Salmos 119:97).



¿Sabe usted cuáles fueron las palabras de Pablo cuando se encontró con el Señor Jesús en el camino hacia Damasco? Dijo: “Señor, ¿qué quieres que yo haga?” (Hechos 9:6). Note que él no dijo: “Señor, ¿qué es lo que los otros quieren que yo haga?” o “¿Qué quieres que los otros hagan?” Dios tenía un plan personal para su vida. El permaneció en su trayectoria y jamás disminuyó su pasión, aun cuando las cosas se pusieron muy duras. Nada pudo detener a Pablo. ¿Sería capaz de decir lo mismo acerca de usted? Los galgos infernales se burlan de usted ahora mismo. ¿Está firmemente enfocado en Jesús, de tal manera que nada puede detenerlo o desviarlo para cumplir la voluntad de Dios, para amarle con todo su corazón y para dedicar cada onza de quién es usted, para Él?



¿Cómo alguien puede saber que usted está firmemente enfocado en Jesús? ¿Qué hay acerca de su vida que testifica que usted tiene un amor apasionado por Dios?

EL AMOR SE EXPRESA POR MEDIO DEL PERDÓN.



“Porque si perdonáis a los hombres sus ofensas, os perdonará también a vosotros vuestro Padre celestial; más si no perdonáis a los hombres sus ofensas, tampoco vuestro Padre os perdonará vuestras ofensas” - (Mateo 6:14-15).



Un padre llegó a su casa un día, y encontró a sus dos pequeños hijos en medio de una gran pelea. Cuando la niña vio a su padre, supo que estaba en problemas. Así que de inmediato vertió unas lágrimas de cocodrilo, se abrazó al cuello de su papá y le dijo: “Papi, lo siento mucho. No debíamos haber estado peleando. Perdóname. Te amo mucho.” Ella estaba en los brazos de su padre, y él pensaba: “Ella en realidad tiene una buena actitud sobre esto.” Pero entonces, con el rabillo de su ojo, él vio que su hija le estaba mostrando la lengua a su pequeño hermano. El papá le dijo: “No puedes estar abrazándome y mostrándole la lengua a tu hermano, al mismo tiempo.” ¿Tiene usted esa clase de corazón? ¿Está usted jugando a amar a Dios, pero guarda resentimientos contra alguien? ¿Piensa que Dios recibirá su adoración? Amigo, es tiempo de hacer lo correcto. Su espíritu no perdonador le hará más daño a usted que a la persona a la cual usted no quiere perdonar.



Si hay alguien que ha pecado contra usted, perdone. Si hay alguien que tiene algo en contra suya, vaya a esa persona y reconcíliese. Y entonces, invierta tiempo en adoración.

  JUSTICIA, FE, AMOR Y PAZ.
“Huye también de las pasiones juveniles, y sigue la justicia, la fe, el amor y la paz, con los que de corazón limpio invocan al Señor” - (2 Timoteo 2:22).


La pureza no está de moda estos días, pero permítanos contarle lo que un padre le dijo a su hija un día. Ella le escribió desde la universidad la siguiente nota: “Querido papá: Mis compañeros universitarios hacen que la promiscuidad sexual suene y parezca tan natural e inevitable. Hay momentos en los que me pregunto qué es lo que yo estoy esperando.” Su padre le contestó: “Estas esperando el ser libre de la molestosa voz de la conciencia y de las grises sombras de la culpa; libre para dar todo de ti misma, no en una fracción de pánico. Un profundo instinto en ti sabe qué tremenda influencia tendrá en ti la primera y total unión con otra persona. Y ese mismo instinto sigue diciéndote que no lo desperdicies.”

¡Cómo deseamos que más familias sean lo suficientemente abiertas como para discutir estos asuntos, y animar a los jóvenes a permanecer puros.


¿Tiene usted hijos adolescentes? Entonces, separe un tiempo para discutir con ellos este importante asunto de la pureza.
AMOR A TODAS LAS COSAS DE DIOS.

“¡Oh, cuánto amo yo tu ley   ! Todo el día es ella mi meditación” - (Salmos 119:97).


¿Sabe usted cuáles fueron las palabras de Pablo cuando se encontró con el Señor Jesús en el camino hacia Damasco? Dijo: “Señor, ¿qué quieres que yo haga?” (Hechos 9:6). Note que él no dijo: “Señor, ¿qué es lo que los otros quieren que yo haga?” o “¿Qué quieres que los otros hagan?” Dios tenía un plan personal para su vida. El permaneció en su trayectoria y jamás disminuyó su pasión, aun cuando las cosas se pusieron muy duras. Nada pudo detener a Pablo. ¿Sería capaz de decir lo mismo acerca de usted? Los galgos infernales se burlan de usted ahora mismo. ¿Está firmemente enfocado en Jesús, de tal manera que nada puede detenerlo o desviarlo para cumplir la voluntad de Dios, para amarle con todo su corazón y para dedicar cada onza de quién es usted, para Él?


¿Cómo alguien puede saber que usted está firmemente enfocado en Jesús? ¿Qué hay acerca de su vida que testifica que usted tiene un amor apasionado
por Dios?.
EL PRIMER AMOR FUE CUANDO RECIBISTEIS A JESÚS COMO SEÑOR Y SALVADOR. ALLÍ ENTRGASTEIS TU VIDA A ÉL.
“Pero tengo contra ti, que has dejado tu primer amor. Recuerda, por tanto, de dónde has caído, y arrepiéntete, y haz las primeras obras; pues si no, vendré pronto a ti, y quitaré tu candelero de su lugar, si no te hubieres arrepentido” - (Apocalipsis 2:4-5).


La década de los sesenta trajo la revolución sexual. Ahora, explíquenos una vez más, ¿cómo el “amor libre” iba a traer paz y armonía a nuestro mundo? La gente está siendo absorbida en turbulentas cloacas de pecado. Los cimientos de los hogares se desmoronan. Preciosos bebecitos en el vientre son condenados a muerte. Las enfermedades transmitidas sexualmente están fuera de control. Parece que fuera demasiado tarde, y debemos regresar “a nuestro primer amor”. Es tiempo de amar al Señor con todo nuestro corazón, nuestra alma, nuestra mente, y amar al prójimo como nos amamos nosotros mismos (ver Mateo 22:36-39). Es tiempo de hacer conocer a la gente del “amor libre” ofrecido por nuestro Salvador, cuando Él murió para perdonar nuestros pecados y comprar nuestra salvación por la eternidad.


¿Cómo sabe que ha dejado “su primer amor”? Pregúntese: “¿Hay algo o alguien a lo que sirvo más que a Dios? ¿Hay alguien o algo a lo que amo más que a Dios?” Si lo hay, entonces confiese ese pecado, y arrepiéntase de su pecado de idolatría.

 NUESTRA CONFIANZA ESTÁ EN EL AMOR DE DIOS.
“Huye el impío sin que nadie lo persiga; más el justo está confiado como un león” (Proverbios 28:1).


Nuestro gobierno ha tratado, jurídicamente, de sacar a Dios de las escuelas públicas. ¿Pero sabe que eso nunca podrá lograrse? Porque usted no puede sacar el cristianismo de las escuelas, a menos que mantenga a los cristianos afuera. Si usted es un estudiante, le desafío a que hable valiente y confiadamente acerca de Jesucristo. Usted es su especial mensajero de amor ante los profesores, compañeros estudiantes, personal administrativo, personal de limpieza y muchos más. Algunas de estas personas pueden haber ido a la iglesia el domingo, pero lo único que encontraron fue una religión fría y muerta. No encontraron a Jesús. ¿Será usted Jesús para ellos, esta semana? Otros nunca han entrado en una iglesia. ¿Les invitará usted a que vayan a su congregación?


Invite a un compañero de estudio o trabajo a comer juntos. Vea si hay alguna necesidad en la vida de él o ella por lo cual usted puede orar. Comparta cómo Dios le ha ayudado a usted en, tal vez, las mismas circunstancias. Ofrezca orar por él o ella antes de regresar a clases o al trabajo.
DIOS NOS HA DADO ESPÍRITU DE PODER, DE AMOR Y DE DOMINIO PROPIO.
Segunda Timoteo 1:7: “Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio.”
Cuando nosotros deberíamos estar disfrutando vidas victoriosas y abundantes... ¿qué pasa? El miedo se escurre y nos toma por sorpresa. Muchos de nosotros perdemos oportunidades invaluables debido a esta anaconda apretadora que es el miedo. Cuando el temor domina, no existe ningún espacio para Cristo quien puede consolarnos (Juan 16:33). La preocupación es la prima desagradable del temor. Estos dos le harán a usted lo que la arena le ocasiona a la maquinaria. Lo pondrán fuera de servicio. Mas Dios nos da la victoria con su poder, su amor, y el regalo del domino propio. El Espíritu Santo es su guardaespaldas personal. Él camina con usted. La persona que puede arrodillarse ante Dios puede estar de pie ante cualquier ser humano.
Jesús lo tiene en su mirada. Usted está en la diestra de Dios. Anótelo y colóquelo un lugar dónde usted pueda meditar al respecto a lo largo del día. Ahora pregúntese: “Teniendo esto en cuenta... ¿existe algo que pueda cambiar estas verdades?”
 UNA DEMOSTRACIÓN MÁS DE AMOR PARA EL PECADOR PEDRO.
Job 33:28: “Dios redimirá su alma para que no pase al sepulcro, y su vida se verá en luz.”
La noche que Jesús fue arrestado, Pedro lo negó ¡tres veces! A pesar de su falta de lealtad, Jesús le extendió a Pedro una invitación de misericordia y le animó: “Venid, comed.”

Allí en las orillas del mar de Galilea, después de su resurrección, Jesús vino a Pedro y preparó una mesa de restauración.

¿Puede imaginarse lo que estaba pasando por la mente de Pedro? La culpa y la alegría, el miedo y la fascinación, la maravilla y la adoración: ¡un calidoscopio de emociones! Él no podía creer que se le invitara a la mesa de aquel a quien él había abandonado sólo días antes. ¡Y no sólo lo invitó, sino que lo restauró! La profundidad del pacto de amor de Jesús no se agota cuando pecamos. Hay perdón y restauración.
Le invito a leer este relato de restauración en Juan 21:4-19. Regocíjese en el plan de Dios de restauración en su vida.
TODOS NECESITAMOS RECIBIR AMOR.
Juan 3:16: “Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en Él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.”
La Navidad o cualquier otra época se deletrea A-M-O-R. ¿Cuál es el mensaje de Navidad? Juan 3:16, Dios nos obsequió el regalo de amor en la primera Navidad. Correctamente se dice: “Lo que el mundo necesita es amor.” Yo lo necesito. Usted lo necesita. Su cónyuge lo necesita. Su hijo (a) lo necesita. Un anciano o anciana sentada sola en un asilo lo necesita. Un niño abandonado y solo en un orfanato lo necesita también. Dios envió a su único Hijo como el Salvador. Él sabía que no podíamos salvarnos a nosotros mismos. Así que mandó a su Hijo a nacer en un pesebre, a morir en la cruz, a resucitar en gloria, y a regresar otra vez a redimir su iglesia.
EL AMOR HECHO REALIDAD.
Apocalipsis 3. Nos habla de las cosas mejores para nosotros.
LO MEJOR ESTÁ EN EL CIELO.
Los mensajes de nuestro Señor a las iglesias de Sardis y de Filadelfia; la iglesia de Laodicea es desaprobada; el libro sellado

Las personas en la iglesia en Sardis podían haber estado muy orgullosas de que ellos no tenían falsos maestros, ni enseñaban falsas doctrinas; pero aún tenían un gran mal igualmente serio. El Rey que sabe bien todas las cosas les anunció: «Escribe al ángel de la iglesia en Sardis. . . Yo conozco tus obras, que tienes nombre de que vives, y estás muerto. Sé vigilante, y afirma las otras cosas que están para morir. . . y arrepiéntete» (Apocalipsis 3:1-3).

«Pero tienes unas pocas personas en Sardis que no han manchado sus vestiduras; y andarán conmigo en vestiduras blancas, porque son dignas. El que venciere. . . no borraré su nombre del libro de la vida» (3:4-5). Durante Su ministerio aquí en la tierra, Jesús también había dicho: «Si guardareis Mis mandamientos (obedeciéndolos), permaneceréis en Mi amor» (Juan 15:10).

Jesucristo recomendó a la iglesia en Filadelfia por su fidelidad, diciendo: «Yo conozco tus obras; he aquí, he puesto delante de ti una puerta abierta, la cual nadie puede cerrar; porque. . . has guardado Mi palabra, y no has negado Mi nombre. . . . Yo también te guardaré de la hora de la prueba que ha de venir sobre el mundo entero» (Apocalipsis 3:8,10).

La mayoría de los miembros en Laodicea probablemente se felicitaban por ser moderados y de mentes bien tolerantes a los de ideas liberales. Ellos seguro tenían lástima de los creyentes en otras iglesias que eran intolerantes. Los creyentes en Laodicea estaban bien orgullosos de su habilidad de hacer amigos y aceptar a los que odiaban a Cristo. Pero Jesucristo severamente condena a esta iglesia: «Pero por cuanto eres tibio, y no frío ni caliente, te vomitaré de Mi boca» (3:16). Nuestro Señor nos explica que Él disciplina a todos los que Él ama y les dice: «sé, pues, celoso, y arrepiéntete» (3:19). El comprometerse con el mundo trae el engaño y la destrucción.

Jesús, el Señor de Su iglesia, todavía está tocando en las puertas de los corazones de los hombres con las mismas Palabras de amonestación: «He aquí, Yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye Mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él, y él conmigo. Al que venciere, le daré que se siente conmigo en Mi trono, así como Yo he vencido, y Me he sentado con Mi Padre en Su trono» (Apocalipsis 3:20-21).
Nadie ni nada en la tierra ni en los cielos puede quitarnos nuestros tesoros celestiales.
Primera Juan 3:1: “Mirad cuál amor nos ha dado el Padre, para que seamos llamados hijos de Dios; por esto el mundo no nos conoce, porque no le conoció a Él.”























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