DIOS COLOCA EN NUESTRO CORAZÓN EL DESEO Y EL PODER DE HACER LAS COSAS.
“Porque Dios es el que en vosotros produce así el querer como
el hacer, por su buena voluntad” - (Filipenses 2:13).
DIOS MISMO NOS CAPACITA PARA REALIZAR LAS OBRAS, LAS QUE ÉL
YA PREPARÓ CON ANTICIPACIÓN.
En una ocasión el pastor Rogers dijo: “Yo no puedo hacer
ninguna cosa como Jesús. Por lo menos, no en mi propia fortaleza. Pero, ¿no se
alegra usted de que el ejemplo para nuestra obediencia es también QUIEN nos
capacita para obedecer?” Dios es responsable no sólo por el “desear” sino
también por el “realizar”.
DIOS MISMO PROPORCIONA
TODAS LAS FUERZAS.
La palabra “produce” en Filipenses 2:13, es una palabra de la
cual se deriva la palabra “energía”. Dios nos da energía para que hagamos Su
voluntad. Es como la dirección hidráulica del volante de su carro: está ahí
para ayudarle, pero no hace nada hasta que usted mueva el volante. En el
momento que así lo hace, nota el maravilloso efecto de la dirección hidráulica.
En el momento que usted se decide a servir a Dios, Su poder tomar control. Dios
está esperando por usted, ahora mismo, para que le sirva. ¿Qué es lo que usted
está esperando?
EN LA OBEDIENCIA PODEMOS ALCANZAR LO INALCANZABLE.
Hoy le desafiamos a que intente algo tan grande para Dios,
que esté condenado al fracaso si es que Dios no está en él. Intente lo
imposible. Trate de alcanzar lo inalcanzable. Sueñe lo improbable.
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