sábado, 13 de agosto de 2016

DIOS COLOCA EN NUESTRO CORAZÓN EL DESEO Y EL PODER DE HACER LAS COSAS.

DIOS COLOCA EN NUESTRO CORAZÓN EL DESEO Y EL PODER DE  HACER LAS COSAS.
“Porque Dios es el que en vosotros produce así el querer como el hacer, por su buena voluntad” - (Filipenses 2:13).
DIOS MISMO NOS CAPACITA PARA REALIZAR LAS OBRAS, LAS QUE ÉL YA PREPARÓ CON ANTICIPACIÓN.
En una ocasión el pastor Rogers dijo: “Yo no puedo hacer ninguna cosa como Jesús. Por lo menos, no en mi propia fortaleza. Pero, ¿no se alegra usted de que el ejemplo para nuestra obediencia es también QUIEN nos capacita para obedecer?” Dios es responsable no sólo por el “desear” sino también por el “realizar”.
DIOS MISMO PROPORCIONA  TODAS LAS FUERZAS.
La palabra “produce” en Filipenses 2:13, es una palabra de la cual se deriva la palabra “energía”. Dios nos da energía para que hagamos Su voluntad. Es como la dirección hidráulica del volante de su carro: está ahí para ayudarle, pero no hace nada hasta que usted mueva el volante. En el momento que así lo hace, nota el maravilloso efecto de la dirección hidráulica. En el momento que usted se decide a servir a Dios, Su poder tomar control. Dios está esperando por usted, ahora mismo, para que le sirva. ¿Qué es lo que usted está esperando?
EN LA OBEDIENCIA PODEMOS ALCANZAR LO INALCANZABLE.
Hoy le desafiamos a que intente algo tan grande para Dios, que esté condenado al fracaso si es que Dios no está en él. Intente lo imposible. Trate de alcanzar lo inalcanzable. Sueñe lo improbable.


















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