JESUCRISTO
NUESTRO GRAN SUMO SACERDOTE.
“La cual
tenemos como segura y firme ancla del alma, y que penetra hasta dentro del
velo, donde Jesús entró por nosotros como precursor, hecho Sumo Sacerdote para
siempre según el orden de Melquisedec” (Hebreos 6:19-20).
EL
SIGNIFICADO DEL TEMPLO DE DIOS.
El templo
del Antiguo Testamento tenía tres partes: el atrio exterior, el atrio de
adentro, y el atrio interno. Este patio más íntimo era llamado “el lugar
santísimo”, y únicamente los sacerdotes podían entrar allí. Una vez al año, el
Sumo Sacerdote entraba en el lugar Santísimo para hacer expiación por el
pueblo. Levantaba una esquina del pesado velo que separaba el lugar Santísimo,
y entraba para rociar con sangre el propiciatorio. Si alguien entraba a ese lugar
sin la sangre, moría súbitamente. Cuando el velo del templo se rompió al morir
Jesús, se rasgó de arriba hacia abajo, para que nadie pensara que alguna
persona lo hizo. Dios lo hizo. Con su muerte, Jesús estaba diciendo que ya no
eran necesarios más sacrificios de animales. Ahora, cada creyente puede entrar
en el lugar Santísimo.
EL
SIGNIFICADO DEL TEMPLO HOY.
¿Ha estado
usted hoy allí? Es tiempo de entrar y alabar a Dios por haber enviado a su Hijo
para que sea la expiación de sus pecados. Es tiempo de arrodillarse delante de
Su propiciatorio y agradecerle por Su gracia para con usted, que le ha salvado
de la eterna separación de la presencia de Dios.
LIMPIEZA Y
SANTIDAD.
“Lávame más
y más de mi maldad, y límpiame de mi pecado” (Salmos 51:2).
ANTES DE ENTRAR
EN LA PRESENCIA DE DIOS DEBEMOS ESTAR LIMPIOS.
Antes de que
el sacerdote pudiera entrar en el lugar Santísimo, tenía que detenerse en el
lavabo y lavarse las manos y los pies. Él ya se había bañado desde la cabeza
hasta los pies, pero el piso del tabernáculo era de tierra. Tampoco había
utensilios, así que sus manos estaban sucias. Esta preparación final antes de
entrar en la presencia de Dios, era el despojarse de la contaminación del
mundo, lavándose las manos y los pies. Cuando estamos en contacto con el mundo,
estamos contaminados. No necesitamos bañarnos completamente. Ya somos salvos.
Pero cada día debemos pedir a Dios que mire nuestros corazones y nos limpie de
nuestros pecados. ¿No sería maravilloso si cada uno de nosotros viniera a la
presencia del Señor con la seriedad con que lo hacían los sacerdotes en el
Antiguo Testamento? ¡Deberíamos!
AQUÍ ESTOY
SEÑOR PARA SER EXAMINADO.
¿Se ha
acercado usted al lavabo esta mañana? Si no lo ha hecho, arrodíllese delante de
Dios ahora mismo, y haga del Salmo 139:23 y 24 su oración. Dios está esperando
para perdonarle: “Examíname, oh Dios, y conoce mi corazón; pruébame y conoce
mis pensamientos; y ve si hay en mí camino de perversidad, y guíame en el
camino eterno.”
DIOS DICE
QUE SOMOS SU REAL SACERDOCIO.
“Más
vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido
por Dios, para que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las
tinieblas a su luz admirable” (1 Pedro 2:9).
¿CÓMO ESTÁ
USTED EJERCIENDO SU SACERDOCIO?
Los
creyentes en Cristo son un reino de sacerdotes; así que para entender lo que
eso significa, veamos en el Antiguo Testamento lo que alguien tenía que hacer
si quería ser sacerdote. La primera cosa que un sacerdote hacía era bañarse “de
la cabeza a los pies”. Esto simbolizaba que era salvo (vea Tito 3:5). Cuando
somos salvos, somos bañados desde la cabeza hasta los pies en la sangre
limpiadora de Cristo. Después de ese baño, el sacerdote recibía ropa de lino,
que representaba la justicia que es provista por nuestro Señor. Luego era
ungido con aceite, que simbolizaba al Espíritu Santo. ¡Cuán animador es
descubrir que la Palabra de Dios fluye del Antiguo al Nuevo Testamento para
describir detalles esenciales para el creyente!
LOS
SACERDOTES LLEVAN UN MENSAJE VERDADERO DE PARTE DE JESUCRISTO.
Usted ha
sido escogido para servir y compartir. Comparta el mensaje de salvación con
alguien, dándoles a conocer nuestra dirección electrónica, y le quedarán
eternamente agradecidos.
ESTE ES
NUESTRO CULTO RACIONAL COMO SACERDOTES.
“Así que,
hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros
cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto
racional” - (Romanos 12:1).
¿QUÉ LE ESTÁ
OFRECIENDO USTED A DIOS?
En el
Antiguo Testamento, el sacerdote ofrecía un animal, en sacrificio a Dios. ¿Qué
es lo que los creyentes ofrecen hoy? Romanos 12:1 nos dice que debemos ofrecer
“nuestros cuerpos como sacrificios vivos”. Y en la misma forma como en los
altares antiguos había dos ganchos para evitar que el sacrificio se resbalara
del altar, nosotros tenemos dos ganchos que mantienen nuestros cuerpos ahí:
disciplina y devoción. En el Antiguo Testamento, los sacerdotes quemaban
incienso como una ofrenda fragante al Señor. ¿Qué es lo que hacemos nosotros
hoy? Hebreos 13:15 dice que “debemos continuamente ofrecer sacrificio de
alabanza”. Nuestro incienso de alabanza debe salir de nuestro cuerpo, porque
somos templos del Espíritu Santo. Primera Corintios 3:16: “¿No sabéis que sois
templo de Dios, y que el Espíritu de Dios mora en vosotros?”
DISCIPLINA Y
DEVOCIÓN PARA DIOS.
¿Está usted
practicando la disciplina y devoción en forma íntima, como un sacrificio vivo
para la gloria de Dios? Póngase usted mismo en el altar de Dios hoy, como
sacrificio vivo. Pídale a Dios que le dé la fortaleza para ser 100%
disciplinado, y devoto a su causa y para su gloria.
JESUCRISTO
TERMINÓ TODA LA OBRA DE DIOS.
“Cuando
Jesús hubo tomado el vinagre, dijo: Consumado es. Y habiendo inclinado la
cabeza, entregó el espíritu” - (Juan 19:30).
EL SACERDOTE
EN LA TIERRA NO SE PODÍA SENTAR, PERO JESUCRISTO SE SENTÓ PARA SIEMPRE EN SU
TRONO, PUES YA LA OBRA ESTÁ COMPLETA.
En el
Antiguo Testamento, el sacerdote entraba en el templo para ministrar, quemar
incienso y ofrecer oraciones y sacrificios. Pero había una pieza del mobiliario
que no estaba en el lugar Santísimo, y esa era la silla en la cual el sacerdote
se sentaba. ¿Por qué? Porque su trabajo nunca se terminaba. No obstante, cuando
Jesús inclinó su cabeza en la cruz y exclamó: “Consumado es”, terminó su labor
de redención y se sentó a la diestra de Dios Padre. Las primeras palabras
registradas del joven Jesús fueron: “¿No sabías que en los negocios de mi Padre
me es necesario estar?” (Lucas 2:49). Y sus últimas palabras en la cruz fueron:
“Consumado es” (Juan 19:30). Él se quedó hasta terminar el trabajo encomendado
por su Padre. Nada de lo que usted haga puede añadir nada a su trabajo
cumplido. “Consumado es.” ¡Aleluya!
RESCATADOS
DEL PELIGRO DE LA MUERTE POR JESUCRISTO.
“Sabiendo
que fuisteis rescatados de vuestra vana manera de vivir, la cual recibisteis de
vuestros padres, no con cosas corruptibles, como oro o plata, sino con la
sangre preciosa de Cristo, como de un cordero sin mancha y sin contaminación” -
(1 Pedro 1:18-19).
¡EMANCIPACIÓN
Y LIBERTAD TOTAL!
¡Emancipación!
¿Qué cuadro le trae a la mente esa palabra? Muchos piensan en los esclavos.
Pero, ¿sabía que la cruz de Jesucristo ha emancipado a cada creyente? En 1
Pedro 1:18 la palabra rescatados es la misma palabra usada para emancipar a un
esclavo. Jesucristo le ha redimido y le ha “rescatado de vuestra vana manera de
vivir”, eso significa “de su vida vacía”: respirar y ganar un salario, sin
interesarse seriamente en esto que se llama “la vida cristiana”. Mi amigo, es
hora de que usted experimente la emocionante vida a la cual Dios le ha llamado.
La abundante vida por lo cual murió Jesús para dársela. Es extraordinario el
servir a Aquel que nos ha redimido con la plata de sus lágrimas y el oro de su
sangre.
¿ES USTED
HOY UN SACERDOTE, SU MINISTRO, LE ESTÁ SIRVIENDO?
¿Está usted
sirviendo a Dios hoy? Usted es un ministro, un sacerdote. Usted es las manos,
los pies y la boca de Jesús en un mundo que necesita de un Salvador. Pídale a
Dios que le use hoy, y marche, en fe, hacia las maravillas que Él hará.
HOY DEBEMOS
EJERCER EL SACERDOCIO QUE DIOS NOS DIO.
“Así que,
hermanos, teniendo libertad para entrar en el Lugar Santísimo por la sangre de
Jesucristo” (Hebreos 10:19).
USTED DEBE
CREER QUE ES UN VERDADERO SACERDOTE.
Alguien una
vez le preguntó al Pastor Rogers: “Dr. Rogers, los católicos y episcopales
tiene sacerdotes. ¿Por qué los bautistas no los tienen?” El pastor Rogers
respondió: “¡Los tenemos! Usted está hablando con uno. Cada creyente es un
sacerdote.” Así lo afirma la Palabra de Dios en Apocalipsis 5:10: “Y nos has
hecho para nuestro Dios reyes y sacerdotes.” Es una extraordinaria verdad que
tenemos acceso directo al Padre. No tenemos que hablar con alguien más para
confesar nuestros pecados. Los podemos confesar directamente a Dios. ¿Sabe lo
que usted y yo debemos estar haciendo como sacerdotes? Debemos estar dando a
conocer a Dios a otros para que aprendan, crean y se arrepientan.
LAS
ESCRITURAS LO DICEN: Lea
1 Pedro 2:1-12 para que aprenda lo que Dios quiere de usted como miembro de su
sacerdocio real.
2:1
Desechando, pues, toda malicia, todo engaño, hipocresía, envidias, y todas las
detracciones,
2:2 desead,
como niños recién nacidos, la leche espiritual no adulterada, para que por ella
crezcáis para salvación,
2:3 si es
que habéis gustado la benignidad del Señor.
2:4
Acercándoos a él, piedra viva, desechada ciertamente por los hombres, más para
Dios escogida y preciosa,
2:5 vosotros
también, como piedras vivas, sed edificados como casa espiritual y sacerdocio
santo, para ofrecer sacrificios espirituales aceptables a Dios por medio de
Jesucristo.
2:6 Por lo
cual también contiene la Escritura:
He aquí,
pongo en Sion la principal piedra del ángulo, escogida, preciosa;
Y el que
creyere en él, no será avergonzado.
2:7 Para
vosotros, pues, los que creéis, él es precioso; pero para los que no creen, La
piedra que los edificadores desecharon, Ha venido a ser la cabeza del ángulo;
2:8 y:
Piedra de
tropiezo, y roca que hace caer, porque tropiezan en la palabra, siendo
desobedientes; a lo cual fueron también destinados.
2:9 Más
vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido
por Dios, para que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las
tinieblas a su luz admirable;
2:10
vosotros que en otro tiempo no erais pueblo, pero que ahora sois pueblo de
Dios; que en otro tiempo no habíais alcanzado misericordia, pero ahora habéis
alcanzado misericordia.
2:11 Amados,
yo os ruego como a extranjeros y peregrinos, que os abstengáis de los deseos
carnales que batallan contra el alma,
2:12
manteniendo buena vuestra manera de vivir entre los gentiles; para que en lo
que murmuren de vosotros como de malhechores, glorifiquen a Dios en el día de
la visitación, al considerar vuestras buenas obras.
JESUCRISTO
PROMETE CUIDARNOS EN MEDIO DE LAS PRUEBAS.
Hebreos 4:15: “Porque no tenemos un
sumo sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras debilidades, sino UNO que
fue tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin pecado.”
UNA FE
PROBADA.
Cuando algo
malo nos pasa, a veces nos preguntamos: “¿Qué hice? Debí haber hecho algo
terrible.” Y luego continuamos por el camino de la introspección mórbida o lo
que el pastor Rogers llamaba “clavar la mirada en el ombligo”. Miramos hacia
abajo y nos observamos internamente. Nos despedazamos parte por parte,
examinándonos y re-examinándonos una y otra vez. Luego, nos volvemos a
reconstruir con el fin de encontrar en qué fallamos. Puede ser que usted no ha
hecho absolutamente nada incorrecto y que simplemente Dios esté probando su fe.
Verá, si no entendemos esto, podemos desanimarnos porque las semillas de la
duda y desmoralización germinan en el suelo de la ignorancia.
RECLAME LAS
PROMESAS DE DIOS PARA USTED.
Clame las
promesas de 1 Pedro 1:3-9 para que adquiera fortaleza en medio de la
tribulación.
1:3 Bendito
el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que según su grande misericordia
nos hizo renacer para una esperanza viva, por la resurrección de Jesucristo de
los muertos,
1:4 para una
herencia incorruptible, incontaminada e inmarcesible, reservada en los cielos
para vosotros,
1:5 que sois
guardados por el poder de Dios mediante la fe, para alcanzar la salvación que
está preparada para ser manifestada en el tiempo postrero.
1:6 En lo
cual vosotros os alegráis, aunque ahora por un poco de tiempo, si es necesario,
tengáis que ser afligidos en diversas pruebas,
1:7 para que
sometida a prueba vuestra fe, mucho más preciosa que el oro, el cual aunque
perecedero se prueba con fuego, sea hallada en alabanza, gloria y honra cuando
sea manifestado Jesucristo,
1:8 a quien
amáis sin haberle visto, en quien creyendo, aunque ahora no lo veáis, os
alegráis con gozo inefable y glorioso;
1:9
obteniendo el fin de vuestra fe, que es la salvación de vuestras almas.
SEA UN
SACERDOTE QUE CONFÍA EN JESUCRISTO.
Hebreos
4:16: “Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar
misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro.”
TENTACIÓN,
NO ES LO MISMO QUE PECADO.
Cuando está
siendo tentado, recuerde que no es un pecado el ser tentado. La tentación no es
pecado. Si la tentación fuese pecado entonces el Señor Jesús es pecador.
Hebreos 4:15 enseña: “Porque no tenemos un sumo sacerdote que no pueda
compadecerse de nuestras debilidades, sino uno que fue tentado en todo según
nuestra semejanza, pero sin pecado.”
CRISTO FUE
TENTADO, PERO NO PECÓ.
Cristo fue
tentado en todas las áreas tal y como nosotros lo somos, mas Él no pecó. Jesucristo
sintió lo que usted siente. Él fue completamente hombre como si no hubiese sido
Dios. A su vez fue totalmente Dios como si no hubiese sido hombre. Él fue el
Dios Hombre. ¡Gloria a Dios! Cristo nunca pecó, aunque sí fue tentado.
EN CRISTO
SOMOS MÁS QUE VENCEDORES.
¿Está
enfrentando actualmente una tentación y piensa que nadie jamás la ha
enfrentado? Acuda al Señor y Él le ayudará a vencerla.
JESUCRISTO
ES NUESTRO MODELO.
“Porque no
tenemos un Sumo Sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras debilidades,
sino Uno que fue tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin pecado” -
(Hebreos 4:15).
JESUCRISTO
TENTADO EN TODAS LAS ÁREAS DE SU VIDA.
Cuando la
gente lee que Jesús “fue tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin
pecado”, algunos lo cuestionan. Quizás usted no dice nada en voz alta, pero
piensa: “¿Fue Él verdaderamente tentado en toda forma? ¿Fue tentado a tener
sexo? No leí donde Él fue tentado a pasarse una luz roja… o fumar
marihuana.” Con todo, la Biblia es muy
clara al decir que Él fue tentado en todo. De hecho, existen sólo tres
tentaciones y Jesús fue tentado en las tres. Primera Juan 2:16 las menciona:
“los deseos de la carne” (la tentación para que hagamos algo: nuestras
pasiones), “los deseos de los ojos” (la tentación para que tengamos algo:
nuestra posesiones), “y la vanagloria de la vida” (la tentación para que seamos
alguien: nuestro orgullo). Si usted lo duda, entonces lea acerca de la
tentación que Él enfrentó en Lucas 4:1-13.
Alabe a Dios
que su Hijo fue el sacrificio perfecto por sus pecados (lea Efesios 5:2 e
Isaías 53:4-5). Alabe a Dios que usted posee su Espíritu para liberarlo (lea
Hebreos 2:18). Alabe a Dios que usted posee su Palabra para vencer a Satanás
(lea Hebreos 4:12).
JESUCRISTO
ES UN PERFECTO Y SUMO SACERDOTE.
Los
creyentes siempre podemos dar gracias a Dios por un Perfecto y Sumo Sacerdote,
«por lo cual (Cristo) puede también salvar perpetuamente a los que por Él se
acercan a Dios, viviendo siempre para interceder por ellos (por nosotros)»
(Hebreos 7:25). Porque hemos creído en Jesucristo como el Salvador y Señor de
nuestras vidas, debemos de tener un deseo sincero de conocer Su voluntad
mientras que leemos toda Su Palabra.
JOB ES UN
EJEMPLO Y MODELO DE INTEGRIDAD.
Satanás
impulsó los ataques contra Job por medio de su esposa y sus «dedicados» amigos
en un esfuerzo para comprobar su acusación que Job iba a maldecir a Dios si sus
muchas bendiciones fuesen eliminadas.
EN MEDIO DE
LA ENFERMEDAD, SOMOS PROBADOS.
El
sufrimiento de Job se intensificó con muchos días y semanas sin dormir y en
dolor con los forúnculos ulcerosos que se intensificaban y sin ningún calmante.
Aunque a veces parece que Job dudaba, él siempre terminaba sus comentarios con
una gran nota de alabanza a Dios. Job continuamente afirmó: «He aquí, aunque Él
me matare, en Él esperaré». Job podía decir con suma confianza: «Sé que seré
justificado» (Job 13:15,18).
LA FE Y LA
INTEGRIDAD DE JOB, NOS SIRVEN PARA FORTALECER NUESTRO CORAZÓN.
Aunque
sabemos que Job se dio por vencido en recuperar su salud, sus riquezas, sus
hijos, o su suma posición entre el pueblo, él no llegó a ser controlado por la
amargura o el rencor contra sus acusadores o contra Dios. Al contrario, él miró
a su futuro y a estar con Dios después de su muerte, diciendo: «Si el hombre
muriere, ¿volverá a vivir? Todos los días de mi edad esperaré, hasta que venga
mi liberación» (14:14), lo que significa: «Después de morir yo viviré otra vez
y seré cambiado».
FE,
CONFIANZA EN EL SABIO DIOS.
Qué
diferente es la actitud de Job a muchas personas hoy en día que les echan la
culpa al destino, a las circunstancias, o a otros por lo malo en sus vidas.
Fácilmente llegan a estar disgustados, amargados, pesimistas, y llenos de
compasión de sí mismos. Su imagen propia depende de las reacciones de otros.
Cuando otras personas les alaban su autoestima sube; cuando son criticados o
sus planes fallan, se sienten derrotados. Job no necesitaba la alabanza de
otras personas para mantener su fe, pues él retenía su confianza en la
sabiduría y la justicia de su Creador.
LA
OBEDIENCIA A LA PALABRA DE DIOS, NOS PROPORCIONA SEGURIDAD.
La fe
inmutable de Job en Dios fue el resultado de su obediencia a la Palabra de Dios
revelada. Él dijo: «Del mandamiento de Sus labios nunca me separé; guardé las
Palabras de Su boca más que mi comida» (Job 23:12).
EL PROFETA
ESDRAS ES UN SACERDOTE FIEL E ÍNTEGRO DELANTE DE DIOS.
Porque
Esdras conocía bien las Escrituras él decidió ser responsable en guiar quizás a
cinco mil hombres, mujeres, y niños por todo ese largo y peligroso viaje, de
posiblemente más de 1.287 kilómetros, desde Babilonia hasta Jerusalén. Además
de todo esto estaba la responsabilidad del valioso tesoro de « . . . plata, el
oro y los utensilios, ofrenda que para la casa de nuestro Dios habían ofrecido
el rey» (Esdras 8:25). Esdras también sabía los peligros de los bandidos que
podían venir a matar y saquear. El pueblo también tenía que enfrentarse a las
fatigas físicas y emocionales.
EL SACERDOTE
TRABAJA EN LA OBRA DE DIOS Y VENCE LOS OBSTÁCULOS.
Hubiese sido
más fácil quedarse en Babilonia y solamente orar por la gente en Jerusalén.
Pero Esdras decidió hacer todo lo posible para ayudar. Además, Esdras no le
pidió al rey una guardia de protección militar; pero está registrado que Esdras
dijo: « . . . publiqué ayuno allí junto al río Ahava, para afligirnos delante
de nuestro Dios, para solicitar de Él camino derecho para nosotros . . . Porque
tuve vergüenza de pedir al rey tropa y gente de a caballo que nos defendiesen
del enemigo en el camino; porque habíamos hablado al rey, diciendo: La mano de
nuestro Dios es para bien sobre todos los que le buscan . . . » (8:21-22).
EL
SACERDOTE, ANIMA, ENSEÑA Y CORRIGE AL PUEBLO CON LA PALABRA DE DIOS.
Esdras y sus
seguidores llegaron sanos y salvos a Jerusalén unos cuatro meses después de
haber salido de Babilonia (7:8-9; 8:31). Sin embargo, Esdras estaba angustiado
al oír sobre el estado moral y espiritual en Jerusalén desde que el templo se
había reedificado. Los príncipes vinieron a Esdras diciéndole: « . . . El
pueblo de Israel y los sacerdotes y levitas no se han separado de los pueblos
de las tierras. . . y hacen conforme a sus abominaciones» (9:1). Otra vez,
Esdras no dijo: «Ese no es mi problema, deja que otros se encarguen de eso». Al
contrario, él se involucró en cómo ayudar: «Y se me juntaron todos los que
temían las Palabras del Dios de Israel. . . » (9:4). A la hora del sacrificio
de la tarde, él se postró arrodillado, y extendió sus manos al Señor, y oró
diciendo: « . . . Dios mío, confuso y avergonzado estoy para levantar, oh Dios
mío, mi rostro a Ti, porque nuestras iniquidades se han multiplicado sobre
nuestra cabeza. . . (Porque) nosotros hemos dejado Tus mandamientos» (9:6,10).
ACTUAR Y MOSTRAR
CON HECHOS EL AMOR A NUESTROS HERMANOS.
Cuando
abandonamos la Palabra de Dios, todos nosotros también tenemos que interesarnos
tal y como Esdras lo hizo. «¿No fue justificado por las obras Abraham nuestro
padre, cuando ofreció a su hijo Isaac sobre el altar? ¿No ves que la fe actuó
juntamente con sus obras, y que la fe se perfeccionó por las obras?» (Santiago
2:21-22).
¿TIENES FE,
ENTONCES TAMBIÉN TIENES OBRAS PARA DIOS?
« . . . La
fe sin obras es muerta» (Santiago 2:20).
TODOS
QUEREMOS CONOCER A JESUCRISTO HOY.
“A fin de
conocerle, y el poder de su resurrección, y la participación de sus
padecimientos, llegando a ser semejante a Él en su muerte, si en alguna manera
llegase a la resurrección de entre los muertos” (Filipenses 3:10-11).
¿Sabía que
puede desviarse del buen camino, aun con una Biblia bajo el brazo?
El pastor
Rogers dijo: “Yo tuve más dificultades manteniendo mi vida espiritual cuando
estuve en el Seminario, que en ningún otro momento de mi vida. Y no estoy
quitándole importancia al Seminario, porque no fue su culpa. Era mi culpa.
Comencé a leer la Biblia como si fuera un libro de matemáticas, en vez de una
historia de amor.”
Amigo (a),
puede saber la letra, pero la letra mata si usted no está limpio.
La prueba de
su estudio bíblico no es cuántos hechos conoce o cuán rápido puede dividir un
verbo griego y juntarlo nuevamente. La verdadera prueba es: ¿se está volviendo
como Jesús porque invierte tiempo en su Palabra?
JESUCRISTO
VIVE SIEMPRE PARA INTERCEDER POR NOSOTROS.
“Por lo cual
puede también salvar perpetuamente a los que por Él se acercan a Dios, viviendo
siempre para interceder por ellos” - (Hebreos 7:25).
JESUCRISTO
ES SALVADOR, INTERCESOR Y SUMO SACERDOTE.
Si usted es
hijo de Dios, ¡tenemos muy buenas noticias para usted! Porque Jesús vive, usted
vive. Porque usted es parte de Él y Él nunca morirá, usted nunca morirá.
Jesucristo es más que un Salvador, Él es Intercesor y Sumo Sacerdote.
ÉL ES MI
SEGURIDAD EN MI SALVACIÓN.
El pastor
Adrián Rogers solía decir: “Me preocuparé de perder mi salvación, cuando Jesús
muera, y ¡Él no va a morir!”
¿DÓNDE ESTÁ
JESUCRISTO HOY?
¿Dónde está
Él hoy? A la diestra de Dios, “viviendo siempre para interceder por” usted.
TODA LA
TRINIDAD ESTÁ A NUESTRO FAVOR.
Usted puede
estar seguro en este mundo porque su salvación está arraigada en la
misericordia del Padre, obtenida por la obediencia del Hijo, y hecha posible
por el poder renovador del Espíritu Santo.
Por favor
lea Hebreos 7:26-27. Porque tal sumo sacerdote nos convenía: santo, inocente,
sin mancha, apartado de los pecadores, y hecho más sublime que los cielos;
7:27 que no
tiene necesidad cada día, como aquellos sumos sacerdotes, de ofrecer primero
sacrificios por sus propios pecados, y luego por los del pueblo; porque esto lo
hizo una vez para siempre, ofreciéndose a sí mismo.
Y Hebreos 8:1-2. Ahora bien, el punto principal
de lo que venimos diciendo es que tenemos tal sumo sacerdote, el cual se sentó
a la diestra del trono de la Majestad en los cielos,
8:2 ministro
del santuario, y de aquel verdadero tabernáculo que levantó el Señor, y no el
hombre.
GRACIAS
PADRE AMOROSO POR SU HIJO JESUCRISTO.
Alabe a Dios
por la provisión de su Hijo como su Salvador y Sumo Sacerdote.
DIOS
NOS ADOPTÓ COMO SUS HIJOS POR AMOR.
“En amor
habiéndonos predestinado para ser adoptados hijos suyos por medio de
Jesucristo, según el puro afecto de su voluntad, para alabanza de la gloria de
su gracia, con la cual nos hizo aceptos en el Amado” - (Efesios 1:5-6).
DIOS NOS VE
DE TRES MANERAS:
En el
Antiguo Testamento, había tres clases de personas que eran ungidas por Dios:
1. El profeta,
2. El
sacerdote
3. Y el rey.
Como creyente, usted también es:
1. profeta,
2. sacerdote
3. Y rey,
porque Dios le ha ungido.
1. Como
profeta, debe recibir la Palabra de Dios y compartir esa Palabra con otros.
2. Como sacerdote, usted tiene acceso directo
a Dios, de tal manera que puede adorarle y ofrecerle sacrificios espirituales.
3. Y como rey,
usted un día reinará con Cristo.
¿No le emociona profundamente el saberse:
1. profeta,
2. sacerdote
3. Y rey,
ungido por Dios?
AHORA LE
CORRESPONDE A USTED EJERCER SU
ROL:
Al enfrentar
las actividades de este día, pregúntese:
1. “¿Qué es
lo que diría un profeta?
2. ¿Cómo
reaccionaría un sacerdote?
3. ¿Haría
esto un rey?”
¿SABE USTED
QUÉ ES VERDADERAMENTE UNA IGLESIA?
DONDE ESTÁN
DOS O TRES REUNIDOS EN EL NOMBRE DE JESUCRISTO, ALLÍ HAY UNA IGLESIA.
“Porque
donde están dos o tres congregados en mi nombre, allí estoy Yo en medio de
ellos” (Mateo 18:20).
EL MÁS
IMPORTANTE EN LA IGLESIA ES JESUCRISTO Y USTED.
Un día,
varios agentes del Servicio Secreto fueron a chequear una iglesia a la que
quería asistir el Presidente de los Estados Unidos. Por alguna razón, el
Presidente decidió no ir, pero la noticia ya había circulado en la ciudad.
Mucha gente llamó a la iglesia para preguntar si podían asistir. Una señora
llamó para decir que no era miembro de esa congregación, pero que quería ver al
Presidente, y le preguntó al Pastor: “¿Es cierto que el Presidente va a estar
en su iglesia el domingo?” El Pastor le contestó: “No, señora, él no estará
aquí. Pero sí nos acompañará el Rey de reyes, ¡y eso debería ser más que
suficiente para que usted venga a la iglesia!”
PARA
JESUCRISTO TODOS SOMOS IGUAL DE IMPORTANTES.
El Señor
Jesús se encuentra con su gente, y a Él le tiene sin cuidado las credenciales
de los invitados. Él siempre está en medio de los suyos.
ESTAS SON LAS
CREDENCIALES DE UN VERDADERO CREYENTE.
¿Cuáles son
las credenciales que usted tiene cuando se encuentra con Dios? ¿Alguna vez ha
leído las credenciales de Pablo en Filipenses 3:4-6? Aunque yo tengo también de qué
confiar en la carne. Si alguno piensa que tiene de qué confiar en la carne, yo
más:
3:5
circuncidado al octavo día, del linaje de Israel, de la tribu de Benjamín,
hebreo de hebreos; en cuanto a la ley, fariseo;
3:6 en
cuanto a celo, perseguidor de la iglesia; en cuanto a la justicia que es en la
ley, irreprensible.
¿Cuál fue la respuesta de Pablo en los
versículos del 7 al 14? Pero cuantas cosas eran para mí ganancia, las he
estimado como pérdida por amor de Cristo.
3:8 Y
ciertamente, aun estimo todas las cosas como pérdida por la excelencia del
conocimiento de Cristo Jesús, mi Señor, por amor del cual lo he perdido todo, y
lo tengo por basura, para ganar a Cristo,
3:9 y ser
hallado en él, no teniendo mi propia justicia, que es por la ley, sino la que
es por la fe de Cristo, la justicia que es de Dios por la fe;
3:10 a fin
de conocerle, y el poder de su resurrección, y la participación de sus
padecimientos, llegando a ser semejante a él en su muerte,
3:11 si en
alguna manera llegase a la resurrección de entre los muertos.
3:12 No que
lo haya alcanzado ya, ni que ya sea perfecto; sino que prosigo, por ver si
logro asir aquello para lo cual fui también asido por Cristo Jesús.
3:13
Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago:
olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está
delante,
3:14 prosigo
a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús.
¿Cuál debería ser su respuesta personal?
Que nuestra
fe y confianza estarán siempre en Jesucristo Señor y Dios Nuestro. Amén. Él es
Nuestro Sumo Sacerdote y Nuestro Salvador.
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