PASE LO QUE PASE, EN LOS TIEMPOS MÁS DIFÍCILES, CUANDO PARECE
QUE NO HAY NINGUNA ESPERANZA; RECUERDE QUE DIOS, SIEMPRE ESTÁ ALLÍ PARA CUIDARLO Y BENDECIRLO.
“Aunque la higuera no florezca, ni en las vides haya frutos,
aunque falte el producto del olivo, y los labrados no den mantenimiento, y las
ovejas sean quitadas de la majada, y no haya vacas en los corrales; con todo,
yo me alegraré en Jehová, y me gozaré en el Dios de mi salvación” (Habacuc
3:17-18).
NO PODEMOS CONDICIONAR EL AMOR DE DIOS.
Frecuentemente decimos: “¡Oh, yo amo al Señor porque me ha
dado una maravillosa familia!” O, “Amo al Señor por el hermoso día que nos ha
dado.” Llamamos a esta clase de amor, el amor “porque”, y esta clase de amor
puede ser amenazadora. ¿Cómo puede serlo? Bueno, piénselo. ¿Qué si una mujer le
dice a su marido: “Cariño, te amo porque eres rico.”? Luego él pierde su salud
y la habilidad de ganarse el ingreso familiar. ¿Qué, si un hombre le dice a su
esposa: “Te amo porque eres una gran cocinera.”? De pronto, ella pierde su
habilidad para cocinar. Estas expresiones serían amenazas para el futuro del
amor del uno por el otro, y dirían: “Bueno, ya que no puedo seguir haciendo
esto o aquello, he perdido su amor.” Hay mucha gente que ama a Dios de esa
manera. Le aman tanto y en cuanto Dios les siga bendiciendo.
JOB ES UN EJEMPLO DE INTEGRIDAD, FIDELIDAD Y AGRADECIMIENTO A
DIOS, DEBEMOS APRENDER DE ÉL.
Lea Job 1:20-22. Entonces Job se levantó, y rasgó su manto, y
rasuró su cabeza, y se postró en tierra y adoró,
1:21 y dijo: Desnudo salí del vientre de mi madre, y desnudo
volveré allá. Jehová dio, y Jehová quitó; sea el nombre de Jehová bendito.
1:22 En todo esto no pecó Job, ni atribuyó a Dios
despropósito alguno.
Job 40:3-5. Entonces respondió Job a Jehová, y dijo:
40:4 He aquí que yo soy vil; ¿qué te responderé?
Mi mano pongo sobre mi boca.
40:5 Una vez hablé, más no responderé; Aun dos veces, más no
volveré a hablar.
Job 42:1-6. Respondió Job a Jehová, y dijo:
42:2 Yo conozco que todo lo puedes,
Y que no hay pensamiento que se esconda de ti.
42:3 ¿Quién es el que oscurece el consejo sin entendimiento?
Por tanto, yo hablaba lo que no entendía;
Cosas demasiado maravillosas para mí, que yo no comprendía.
42:4 Oye, te ruego, y hablaré;
Te preguntaré, y tú me enseñarás.
42:5 De oídas te había oído;
Mas ahora mis ojos te ven.
42:6 Por tanto me aborrezco,
Y me arrepiento en polvo y ceniza.
¿Seguiría usted amando
a Dios si Él le quitara su familia, su casa, su salud? Si usted piensa que no,
¿qué pasos va usted a dar para amar a Dios, sin importar las circunstancias por
las cuales pueda pasar?
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