lunes, 15 de agosto de 2016

EL DIOS DE TODOS LOS AMORES ES JESUCRISTO.

EL DIOS DE TODOS LOS AMORES ES JESUCRISTO.
«HATUEY Y GUARINA» JESUCRISTO ES EL AMOR DE TODOS LOS AMORES.
Por Carlos Rey.

(Día Internacional de las Poblaciones Indígenas)

Un indio desde una roca
miraba el cielo cubano....

Un silbido se escapó
de sus labios, y al momento,
con pausado movimiento
una indiana apareció.
Cuando a la roca subió,
el indio ante ella se inclina.
Fue su frente peregrina
el imán de su embeleso:
oyóse el rumor de un beso
y le dijo: —¡Adiós, Guarina!

—¡Oh! no, mi bien, no te vayas
—dijo ella entre mil congojas—,
que tiemblo como las hojas
de las altas siguarayas.
Si abandonas estas playas,
si te separas de mí,
lloraré angustiada aquí
cuando tu nombre recuerde
como el pitirre que pierde
su nido en el ponasí....

Oyó el indio enternecido
tan triste lamentación:
palpitó su corazón
y se sintió conmovido.
Ahogó en su pecho un gemido
la viramesa infelice,
y el indio que la bendice
y más que nunca la adora,
las blancas perlas que llora
enjuga tierno y le dice:

—¡Oh Guarina! Ya revive
mi provincia noble y bella,
y pisar no debe en ella
ningún infame caribe.
Tu ardiente amor no me prive,
mi Guarina, de ir allá....
»Yo soy “Hatuey”, indio libre....
Deja que de nuevo vibre
mi voz allá entre mi grey...
y sepan que aún vive Hatuey....

»Tolera y sufre, bien mío,
de tu fortuna el azar;
pues también sufro al dejar
las riberas de tu río.
Siento dejar tu bohío,
silvestre flor de Virama,
y aunque mi pecho te ama,
tengo que ser ¡oh dolor!
sordo a la voz del amor,
porque la patria me llama.

Así dice aquel valiente,
llora, suspira, se inclina,
y a su preciosa Guarina
dio un beso en la tersa frente.
Beso de amor, beso ardiente;
sublime, sonoro y blando.
Y ella con otro pagando
de su amante la terneza,
alza la negra cabeza
y le dice sollozando:

—Vete, pues, noble cacique,
vete, valiente señor.
Pues no quiero que mi amor
a tu patria perjudique.
Mas deja que te suplique,
como humilde esclava ahora,
que si en vencer no demora
tu valor, acá te vuelvas;
porque en estas verdes selvas
Guarina vive y te adora.

—¡Sí! volveré, ¡indiana mía!
—el indio le contestó,
y otro beso le imprimió
con dulce melancolía.
De ella al punto se desvía,
marcha en busca de su grey,
y cedro, palma y jagüey
repiten en la colina
el triste adiós de Guarina,
el dulce beso de Hatuey.1

EL DIOS DE TODOS LOS AMORES Y TODAS LAS MISERICORDIAS.
 Gracias a Dios, es por ese mismo amor que nos infundió a todos como creación suya que dispuso que su Hijo Jesucristo abandonara las playas celestiales y viniera al mundo para librarnos de las cadenas del pecado, permitiendo que fuera inmolado en una cruz para salvarnos de nuestro infame enemigo mortal que nos tenía esclavizados. Pero conste que así como Jesucristo, luego de vencer a la muerte misma, volvió a la presencia del Padre a prepararnos un hermoso bohío allá en el cielo, volverá otra vez para llevarnos consigo a los que con amor hayamos esperado su venida.2.
2         Jn 3:16.Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.
 Jn 6:3136. Nuestros padres comieron el maná en el desierto, como está escrito: Pan del cielo les dio a comer.
6:32 Y Jesús les dijo: De cierto, de cierto os digo: No os dio Moisés el pan del cielo, mas mi Padre os da el verdadero pan del cielo.
6:33 Porque el pan de Dios es aquel que descendió del cielo y da vida al mundo.
6:34 Le dijeron: Señor, danos siempre este pan.
6:35 Jesús les dijo: Yo soy el pan de vida; el que a mí viene, nunca tendrá hambre; y el que en mí cree, no tendrá sed jamás.
6:36 Mas os he dicho, que aunque me habéis visto, no creéis.
 Jn 10:1718. Por eso me ama el Padre, porque yo pongo mi vida, para volverla a tomar.
10:18 Nadie me la quita, sino que yo de mí mismo la pongo. Tengo poder para ponerla, y tengo poder para volverla a tomar. Este mandamiento recibí de mi Padre.
 Jn 13:1. Antes de la fiesta de la pascua, sabiendo Jesús que su hora había llegado para que pasase de este mundo al Padre, como había amado a los suyos que estaban en el mundo, los amó hasta el fin.
 Jn 14:121. No se turbe vuestro corazón; creéis en Dios, creed también en mí.
14:2 En la casa de mi Padre muchas moradas hay; si así no fuera, yo os lo hubiera dicho; voy, pues, a preparar lugar para vosotros.
14:3 Y si me fuere y os preparare lugar, vendré otra vez, y os tomaré a mí mismo, para que donde yo estoy, vosotros también estéis.
14:4 Y sabéis a dónde voy, y sabéis el camino.
14:5 Le dijo Tomás: Señor, no sabemos a dónde vas; ¿cómo, pues, podemos saber el camino?
14:6 Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí.
14:7 Si me conocieseis, también a mi Padre conoceríais; y desde ahora le conocéis, y le habéis visto.
14:8 Felipe le dijo: Señor, muéstranos el Padre, y nos basta.
14:9 Jesús le dijo: ¿Tanto tiempo hace que estoy con vosotros, y no me has conocido, Felipe? El que me ha visto a mí, ha visto al Padre; ¿cómo, pues, dices tú: Muéstranos el Padre?
14:10 ¿No crees que yo soy en el Padre, y el Padre en mí? Las palabras que yo os hablo, no las hablo por mi propia cuenta, sino que el Padre que mora en mí, él hace las obras.
14:11 Creedme que yo soy en el Padre, y el Padre en mí; de otra manera, creedme por las mismas obras.
14:12 De cierto, de cierto os digo: El que en mí cree, las obras que yo hago, él las hará también; y aun mayores hará, porque yo voy al Padre.
14:13 Y todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, lo haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo.
14:14 Si algo pidiereis en mi nombre, yo lo haré.
14:15 Si me amáis, guardad mis mandamientos.
14:16 Y yo rogaré al Padre, y os dará otro Consolador, para que esté con vosotros para siempre:
14:17 el Espíritu de verdad, al cual el mundo no puede recibir, porque no le ve, ni le conoce; pero vosotros le conocéis, porque mora con vosotros, y estará en vosotros.
14:18 No os dejaré huérfanos; vendré a vosotros.
14:19 Todavía un poco, y el mundo no me verá más; pero vosotros me veréis; porque yo vivo, vosotros también viviréis.
14:20 En aquel día vosotros conoceréis que yo estoy en mi Padre, y vosotros en mí, y yo en vosotros.
14:21 El que tiene mis mandamientos, y los guarda, ése es el que me ama; y el que me ama, será amado por mi Padre, y yo le amaré, y me manifestaré a él.
 Ro 6:110. ¿Qué, pues, diremos? ¿Perseveraremos en el pecado para que la gracia abunde?
6:2 En ninguna manera. Porque los que hemos muerto al pecado, ¿cómo viviremos aún en él?
6:3 ¿O no sabéis que todos los que hemos sido bautizados en Cristo Jesús, hemos sido bautizados en su muerte?
6:4 Porque somos sepultados juntamente con él para muerte por el bautismo, a fin de que como Cristo resucitó de los muertos por la gloria del Padre, así también nosotros andemos en vida nueva.
6:5 Porque si fuimos plantados juntamente con él en la semejanza de su muerte, así también lo seremos en la de su resurrección;
6:6 sabiendo esto, que nuestro viejo hombre fue crucificado juntamente con él, para que el cuerpo del pecado sea destruido, a fin de que no sirvamos más al pecado.
6:7 Porque el que ha muerto, ha sido justificado del pecado.
6:8 Y si morimos con Cristo, creemos que también viviremos con él;
6:9 sabiendo que Cristo, habiendo resucitado de los muertos, ya no muere; la muerte no se enseñorea más de él.
6:10 Porque en cuanto murió, al pecado murió una vez por todas; mas en cuanto vive, para Dios vive.
 Col 1:1314. el cual nos ha librado de la potestad de las tinieblas, y trasladado al reino de su amado Hijo,
1:14 en quien tenemos redención por su sangre, el perdón de pecados.
 1Ts 4:1318.Tampoco queremos, hermanos, que ignoréis acerca de los que duermen, para que no os entristezcáis como los otros que no tienen esperanza.
4:14 Porque si creemos que Jesús murió y resucitó, así también traerá Dios con Jesús a los que durmieron en él.
4:15 Por lo cual os decimos esto en palabra del Señor: que nosotros que vivimos, que habremos quedado hasta la venida del Señor, no precederemos a los que durmieron.
4:16 Porque el Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del cielo; y los muertos en Cristo resucitarán primero.
4:17 Luego nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor.
4:18 Por tanto, alentaos los unos a los otros con estas palabras.
 2Ti 4:8.Por lo demás, me está guardada la corona de justicia, la cual me dará el Señor, juez justo, en aquel día; y no sólo a mí, sino también a todos los que aman su venida.
 Tit 2:13.aguardando la esperanza bienaventurada y la manifestación gloriosa de nuestro gran Dios y Salvador Jesucristo,


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