BIENVENIDOS
HERMANOS A LA ESCUELA DE LA TRIBULACIÓN.
“Amados, no
os sorprendáis del fuego de prueba que os ha sobrevenido, como si alguna cosa
extraña os aconteciese, sino gozaos por cuanto sois participantes de los
padecimientos de Cristo, para que también en la revelación de su gloria os
gocéis con gran alegría” - (1 Pedro 4:12).
Andrew
Murray, un evangelista, dijo: “Todo hijo de Dios debe, tarde o temprano, entrar
en la escuela de la tribulación.” Y la Escritura nos enseña que debemos
considerar como un verdadero gozo cuando Dios nos lleva a esa escuela. Tal y
como no hay ninguna ganancia en la tierra humedecida por la lluvia o remecida
por el arado si no recibe ninguna semilla, asimismo son los hijos de Dios que
experimentan aflicción y no descubren ninguna bendición en ella. El corazón se
suaviza por un tiempo, pero no saben cómo obtener una bendición permanente de
su aflicción. No saben lo que el Padre tiene en mente cuando están en la
escuela de la tribulación o pruebas.
¿Está usted
en medio de una tribulación? Confíe en que el Señor traerá bendiciones en la
medida en que usted deposita su confianza en Él, con todo su corazón.
LA PRUEBA
MÁS GRANDE LA ENFRENTÓ JESUCRISTO.
“Sabiendo que Cristo, habiendo resucitado de
los muertos, ya no muere; la muerte no se enseñorea más de Él. Porque en cuanto
murió, al pecado murió una vez por todas; mas en cuanto vive, para Dios vive”
(Romanos 6:9-10).
La mejor
noticia que este mundo ha escuchado, procede de una tumba en las afueras de
Jerusalén. “¡Ha resucitado!” En ese día, la vida y la muerte se enfrentaron en
esa tumba en mortal combate. Ganó la vida. Murió la muerte. Jesús murió la
muerte de deuda. En esa tumba, Jesús ganó la victoria sobre la muerte. No
existe más verdad infinita que ésta: Jesucristo fue resucitado de la muerte.
Esa es la verdad que la ciencia no puede explicar, la historia no puede repetir,
y el tiempo no la puede erosionar. Es la verdad de todas las verdades. Es la
verdad que prueba que Jesús es el Hijo de Dios. Alguien dijo: “Si Jesucristo
está aún en la tumba, nada importa. Mas si Él salió de la tumba, nada sino sólo
eso importa.”
¿A quién le
va a comunicar usted hoy que Jesucristo está vivo y que ha pagado la deuda por
sus pecados? Pídale a Dios que le guíe hacia alguien y que le dé la valentía
para compartir esta Verdad que cambia vidas.
DEBEMOS
RESISTIR LAS PRUEBAS.
Primera
Corintios 10:13: “No os ha sobrevenido ninguna tentación que no sea humana;
pero fiel el Dios, que nos os dejará ser tentados más de lo que podéis
resistir, sino que dará también juntamente con la tentación la salida, para que
podáis soportar.”
Winston
Churchill dirigiéndose a los representantes de estado les dio el siguiente
consejo: “Debemos estar siempre listos para enfrentar en todo momento,
cualquier ataque que algún posible enemigo pudiese lanzar en nuestra contra en
el momento que éste elija.”
Satanás podría
mandarnos una tentación mortal en cualquier instante. El teléfono podría sonar
con noticias terribles acerca de un amigo. Un policía podría tocar a su puerta
para informarle de una tragedia familiar. Las pruebas pueden llegar con tanta
fuerza que nos podrían desviar de nuestro rumbo. ¡Las tentaciones pueden
infiltrarse y sorprenderle tan repentinamente como una bofetada! No es la voluntad de Dios que usted carezca de
tentaciones, ni de pruebas, sino que seamos vencedores en éstas.
¿Está usted
listo para recibir lo que Satanás le mande? ¿O lo que Dios permita?
DEBEMOS
ALABAR A DIOS EN MEDIO DE LAS TRIBULACIONES.
“Más a Dios
gracias, el cual nos lleva siempre en triunfo en Cristo Jesús, y por medio de
nosotros manifiesta en todo lugar el olor de su conocimiento. Porque para Dios
somos grato olor de Cristo en los que se salvan, y en los que se pierden” - (2
Corintios 2:14-15).
“¡Mas a Dios gracias, el cual nos
lleva siempre en triunfo en Cristo Jesús!” Y cuando estemos disfrutando esa
victoria, emanaremos un perfume dulce e impregnador de la gloria de Dios. ¿Sabe
cómo se produce el incienso? Se produce al cortar o partir hierbas,
triturándolas hasta pulverizarlas. Luego se le añade agua al polvo para crear
una masa en forma de varillas o conos. ¿Cuál es el propósito del incienso? Es
ser quemado para crear un aroma fragante. Cuando usted alaba a Dios en medio de
las tribulaciones, canta canciones de gloria en medio de la persecución,
clamando su victoria cuando surge un problema, entonces emite un aroma dulce
que es inconfundible al olfato de Dios. ¡Este es el dulce olor de victoria!
Sea lo que
sea que parece una tribulación en su vida hoy… ¡agradézcale a Dios! Dele
gracias siempre que entre en su mente el pensamiento de murmurar o quejarse.
Segunda
Corintios 8:2: “Que en grande prueba de tribulación, la abundancia de su gozo y
su profunda pobreza abundaron en riquezas de su generosidad.”
Un hombre
observó a una mariposa tratando de emerger de un capullo. Pensando que podría
ayudar, tomó su navaja de bolsillo y cortó un lado del capullo y la mariposa
cayó afuera. Permaneció allí por un rato, batiendo sus alas débilmente, luego
dejándose caer, murió. “¡Qué trágico!” —se dirá. Y está en lo cierto. Porque
Dios tenía un plan para esa mariposa. La lucha por liberase del capullo creaba
fortaleza que necesitaría para volar. Dios no desea que usted viva
debiluchamente y que muera fracasado. Él anhela que usted crezca y madure.
Encuentre
las alas en sus tribulaciones hoy. Fortalézcalas con las promesas de la Palabra
de Dios y aventúrese a nuevas alturas de libertad en Cristo hoy.
JESÚS FUE
PROBADO EN EL DOLOR Y LAS TRIBULACIONES.
Hebreos
4:15: “Porque no tenemos un sumo sacerdote que no pueda compadecerse de
nuestras debilidades, sino UNO que fue tentado en todo según nuestra semejanza,
pero sin pecado.”
Cuando algo malo nos pasa, a veces
nos preguntamos: “¿Qué hice? Debí haber hecho algo terrible.” Y luego
continuamos por el camino de la introspección mórbida o lo que el pastor Rogers
llamaba “clavar la mirada en el ombligo”. Miramos hacia abajo y nos observamos
internamente. Nos despedazamos parte por parte, examinándonos y
re-examinándonos una y otra vez. Luego, nos volvemos a reconstruir con el fin
de encontrar en qué fallamos. Puede ser que usted no ha hecho absolutamente
nada incorrecto y que simplemente Dios esté probando su fe. Verá, si no
entendemos esto, podemos desanimarnos porque las semillas de la duda y
desmoralización germinan en el suelo de la ignorancia.
Clame las
promesas de 1 Pedro 1:3-9 para que adquiera fortaleza en medio de la
tribulación.
1 Pedro 1:
3- 9. Bendito el Dios y
Padre de nuestro Señor Jesucristo, que según su grande misericordia nos hizo
renacer para una esperanza viva, por la resurrección de Jesucristo de los
muertos,
1:4 para una
herencia incorruptible, incontaminada e inmarcesible, reservada en los cielos
para vosotros,
1:5 que sois
guardados por el poder de Dios mediante la fe, para alcanzar la salvación que
está preparada para ser manifestada en el tiempo postrero.
1:6 En lo
cual vosotros os alegráis, aunque ahora por un poco de tiempo, si es necesario,
tengáis que ser afligidos en diversas pruebas,
1:7 para que
sometida a prueba vuestra fe, mucho más preciosa que el oro, el cual aunque
perecedero se prueba con fuego, sea hallada en alabanza, gloria y honra cuando
sea manifestado Jesucristo,
1:8 a quien
amáis sin haberle visto, en quien creyendo, aunque ahora no lo veáis, os
alegráis con gozo inefable y glorioso;
1:9
obteniendo el fin de vuestra fe, que es la salvación de vuestras almas.
LA
PERSECUCIÓN ES UNA GRAN PRUEBA.
“Porque el que se avergonzare de Mí y
de mis palabras, de éste se avergonzará el Hijo del Hombre cuando venga en su
gloria, y en la del Padre, y de los santos ángeles” (Lucas 9:26).
¿Cuánto ha
sufrido usted por haber pronunciado el nombre de Jesús? ¿Ha rechazado el ceder
en algún asunto que deshonraría el nombre de Cristo? Segunda Timoteo 3:12 dice:
“Y también todos los que quieren vivir piadosamente en Cristo Jesús padecerán
persecución.” No hay escape de la
persecución para el verdadero creyente. Seremos perseguidos cuando nos
empeñemos en vivir vidas santas en Cristo Jesús. Ahora, si usted no está siendo
perseguido, no diga que debe estar realizando un trabajo maravilloso. Francamente, realiza muy mal trabajo. Déjeme
preguntarle: Si usted fuera arrestado por ser un creyente, ¿habría suficiente
evidencia para condenarle? Tristemente, la mayoría tendría que decir que no.
Salga de su
zona de seguridad hoy. Investigue acerca de algún corto viaje misionero;
comience un estudio bíblico; testifique a su vecino; invite a una persona
necesitada a comer con usted; de un paseo por el parque y dígale a alguien que
Jesús le ama.
TU
DECLARACIÓN DE FE PUEDE PRODUCIR PERSECUCIÓN.
“Le
respondió Simón Pedro: Señor, ¿a quién iremos? Tú tienes palabras de vida
eterna. Y nosotros hemos creído y conocemos que Tú eres el Cristo, el Hijo del
Dios viviente” - (Juan 6:68-69).
¿Alguna vez
ha pensado por qué los creyentes fueron tan perseguidos en los días del
gobierno liberal romano? Los romanos no persiguieron a otros grupos religiosos,
sólo a los cristianos. ¿Por qué persiguieron a los creyentes? Porque los
creyentes proclamaban a Jesús como Señor y no a César. Los romanos eran una
nación politeísta, incluso construyeron el Partenón, que fue un templo dedicado
a todos los dioses que la antigua Roma adoraba. Cuando ellos subyugaban y
conquistaban una nación, ellos les permitían conservar sus dioses ―por lo menos
bajo una condición― que recordaran que César era señor. Al adoptar el mundo el
sincretismo más y más, dirigiéndose hacia un régimen mundial, los hombres y las
mujeres que testifican que Jesús es el verdadero Señor serán perseguidos.
¿Proclamará usted que Jesús es Señor, pase lo que pase?
Compre una
Biblia esta semana con el sólo propósito de obsequiarla. Luego, pídale a Dios
que encuentre a esa persona especial
para dársela.
BIENAVENTURADOS
LOS PERSEGUIDOS.
“Bienaventurados
los que padecen persecución por causa de la justicia, porque de ellos es el
reino de los cielos” (Mateo 5:10).
Antes de
entender verdaderamente lo que Mateo 5:10 significa, usted debe entender y
estar viviendo el resto de las Bienaventuranzas. Verá, si está viviendo una
vida pobre en espíritu, que llora quebrantado por su pecado, que vive mansamente
a través de la fuerza del Señor, que tiene hambre y sed de justicia, una vida
que es misericordiosa, pura de corazón y pacificadora... entonces, estará
extremadamente feliz por la persecución en su vida. Verá, el mundo va en
dirección opuesta y trata de conformarle a su molde. Sin embargo, usted es un
nacido dos veces entre gente nacida sólo una vez y va a ir contra la marea.
Cuesta servir a Jesucristo: todos los días y cada paso. Con todo, ¡es
bienaventurado! ¿Cuándo fue la última vez que recibió persecución por Jesús?
Grande es su recompensa en el cielo.
¿Ha sentido
usted el aguijón de la persecución esta semana? ¡Alabe a Dios! ¿Alguien le ha
insultado por defender la fe esta semana? ¡Agradézcaselo a Dios! Tome una
posición firme. Hable la verdad. Lea Mateo 5:13-16. ¿Quién debe ser la sal del
mundo? ¡Usted! ¿Quién debe ser la luz en las tinieblas? ¡Usted! Ahora, vaya e
ilumine la esquina donde vive... sazone los banquetes que el mundo cena.
¿Ha sentido
usted el aguijón de la persecución esta semana? ¡Alabe a Dios! ¿Alguien le ha
insultado por defender la fe esta semana? ¡Agradézcaselo a Dios! Tome una
posición firme. Hable la verdad.
Lea Mateo 5:13-16. Vosotros sois la sal de la
tierra; pero si la sal se desvaneciere, ¿con qué será salada? No sirve más para
nada, sino para ser echada fuera y hollada por los hombres.
5:14
Vosotros sois la luz del mundo; una ciudad asentada sobre un monte no se puede
esconder.
5:15 Ni se
enciende una luz y se pone debajo de un almud, sino sobre el candelero, y
alumbra a todos los que están en casa.
5:16 Así
alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas
obras, y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos.
¿Quién debe ser la sal del mundo? ¡Usted!
¿Quién debe ser la luz en las tinieblas? ¡Usted! Ahora, vaya e ilumine la
esquina donde vive... sazone los banquetes que el mundo cena.
EL SEÑOR LE
DIJO A PABLO: BÁSTATE MI GRACIA.
“Y me ha
dicho: Bástate mi gracia; porque mi poder se perfecciona en la debilidad. Por
tanto, de buena gana me gloriaré más bien en mis debilidades, para que repose
sobre mí el poder de Cristo. Por lo cual, por amor a Cristo me gozo en las
debilidades, en afrentas, en necesidades, en persecuciones, en angustias;
porque cuando soy débil, entonces soy fuerte” - (2 Corintios 12:9-10).
¿Alguna vez
se ha sentido demasiado débil como para ganar la batalla? Amigo (a), pudiera
ser que usted no sea lo suficientemente débil. Dios se identifica con nuestra
debilidad obediente. Es cuando dejamos de “tratar” y comenzamos a “confiar”,
que el poder de Dios se podrá manifestar.
Verá, su
debilidad no es una desventaja; es, más bien, una ventaja. La batalla no es
suya, ¡es del Señor! Si tan sólo pudiéramos aprender que Dios no necesita
nuestra fortaleza. ¡Dios quiere nuestra obediencia! Dios tiene la fortaleza, y
Dios quiere darle esa fortaleza sobrenatural en lugar de la suya. No es nuestra
habilidad la que cuenta, sino nuestra “disponibilidad”. No es cuestión de su
fama, sino de su fe. No es asunto de quién es usted, sino de a quién usted
pertenece.
Usted puede
pensar que hacer algo en sus propias fuerzas debe llenarlo de orgullo. No
obstante, lea 1 Corintios 1:26-31. Pues mirad, hermanos, vuestra vocación, que
no sois muchos sabios según la carne, ni muchos poderosos, ni muchos nobles;
1:27 sino
que lo necio del mundo escogió Dios, para avergonzar a los sabios; y lo débil
del mundo escogió Dios, para avergonzar a lo fuerte;
1:28 y lo
vil del mundo y lo menospreciado escogió Dios, y lo que no es, para deshacer lo
que es,
1:29 a fin
de que nadie se jacte en su presencia.
1:30 Más por
él estáis vosotros en Cristo Jesús, el cual nos ha sido hecho por Dios
sabiduría, justificación, santificación y redención;
1:31 para
que, como está escrito: El que se gloría, gloríese en el Señor.
¿De quién o
de qué debería usted ufanarse?
DEBEMOS
TENER GOZO EN MEDIO DE LAS PRUEBAS.
“Por lo cual,
por amor a Cristo me GOZO en las DEBILIDADES, en afrentas, en necesidades, en
persecuciones, en angustias; porque cuando soy débil, entonces soy FUERTE” (2
Corintios 12:10).
¿Qué quiere
decir Pablo cuando afirma que “se goza” en todas esas difíciles circunstancias?
Cuando Pablo fue puesto en una solitaria celda en la prisión, él no estuvo
solo: Jesús estaba junto a él. Su DEBILIDAD se volvió su FORTALEZA. Si lo
golpeaban y lo herían, entonces él se identificaba con los sufrimientos de
Cristo, y su debilidad era su FORTALEZA. Si su cuerpo estaba lisiado y no podía
apoyarse sobre su propio brazo, entonces se apoyaba en los eternos brazos de
Dios. Pablo se gozó en sus sufrimientos.
Dios le está
esperando para hacerle fuerte. Hay poder en nuestros sufrimientos. El
SUFRIMIENTO no le va a causar daño, sino servirá para FORTALECERLE.
¿Está usted
sufriendo hoy? ¿Qué es lo que Dios tiene que decir acerca de su actitud frente
a lo que le está pasando? Pídale a Dios que le perdone si es que usted está
viendo las circunstancias en cualquier otra forma que no sea a través de Sus
ojos. Ore por Su FORTALEZA para que experimente que, cuando usted está débil,
Él es fuerte. Y cante la canción: “Cristo me ama.”
SI DIOS ES
CON NOSOTROS,¿ QUIÉN CONTRA NOSOTROS?
“Porque
Jehová vuestro Dios va con vosotros, para pelear por vosotros contra vuestros
enemigos, para salvaros” (Deuteronomio 20:4).
¿Recuerda el
relato del milagro que Dios realizó, haciendo pasar a los israelitas a través
del Mar Rojo, cuando eran perseguidos por el ejército del Faraón? ¡Fue algo
increíble! Ahora, permítanos preguntarle: ¿Qué pasó tres días después? Los
israelitas comenzaron a quejarse porque no había agua. ¿Cree usted que Dios hubiera
realizado liberación tan milagrosa, para luego abandonarlos días después?
¡Rotundamente no! Pero, ¿qué sucede con nosotros cuando estamos en el desierto,
preguntándonos a dónde nos lleva Dios? ¡Nos volvemos como los israelitas! Y sin
embargo Dios hizo más por usted que lo que hizo por ellos: envió a su precioso
y único Hijo para que muriese en la cruz del Calvario por usted. Dios le
REDIMIÓ. Más que sólo sacarle de una tumba líquida, Dios le LIBERÓ, de una
eterna condenación, a una gloriosa comunión con Él para siempre. ¡Dios le
salvó! ¿Qué más podría usted desear?
¿Se siente
como si estuviera en un basurero? ¿Se siente víctima de una mala situación?
¿Siente como que Dios le ha abandonado?
Entonces
escriba en una tarjetita Deuteronomio 20:4 y medite en eso hasta que lo crea:
“Porque Jehová vuestro Dios va con vosotros, para pelear por vosotros contra
vuestros enemigos, para salvaros.”