martes, 20 de diciembre de 2016

JESUCRISTO NOS SALVÓ POR SU MISERICORDIA.

JESUCRISTO NOS SALVÓ POR SU MISERICORDIA.
“Nos salvó, no por obras de justicia que nosotros hubiéramos hecho, sino por su misericordia, por el lavamiento de la regeneración y por la renovación en el Espíritu Santo” (Tito 3:5).
LO ÚNICO IMPORTANTE AHORA, ES JESUCRISTO MI SEÑOR.
Pablo testificó: “Pero cuantas cosas eran para mí ganancia, las he estimado como pérdida por amor de Cristo. Y ciertamente, aun estimo todas las cosas como pérdida por la excelencia del conocimiento de Cristo Jesús, mi Señor, por amor del cual lo he perdido todo, y lo tengo por basura, para ganar a Cristo” (Filipenses 3:7-8). ¿Qué quiere decir Pablo con “pérdida”? Él quiere decir que aún las cosas buenas pasan a ser malas si llegan a ser substituto de lo mejor. Suponga que vuela y su avión se va a estrellar y usted agarra su mochila en lugar del paracaídas y brinca. ¿Es su mochila algo malo? No, simplemente no es la mejor decisión si quiere salvar su vida. La peor forma de maldad puede ser la piedad humana cuando ésta llega a ser substituto del nuevo nacimiento.
MI VIDA LE PERTENECE A JESUCRISTO.
Piense en todo lo maravilloso que ha realizado para Dios esta semana. ¿Cómo se siente? Si está recibiendo alguna gloria por lo que efectuó, lea Isaías 64:6-8. Póstrese ante Dios. Muera a sí mismo y entréguese completamente a Él, para que su gloria ―la de Él únicamente― pueda ser conocida al mundo a través de su vida.
ÉL ES EL HIJO DEL DIOS VIVIENTE.
“Y nosotros hemos creído y conocemos que Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente” (Juan 6:69).
Jesucristo es un hecho histórico. Todo historiador secular que posee algún mérito independientemente de lo que creen acerca de Él, admite que ¡Jesús vivió! No existe forma de explicar la Iglesia Cristiana si no es por el hecho que Jesucristo estuvo aquí. ¿Qué predicaba la iglesia neotestamentaria? No sólo que Jesús estuvo aquí, sino que Él salió de la tumba. ¿Cómo lo explica usted? Alguien dijo: “Bueno, ellos seguramente inventaron esa historia. Ellos dijeron que lo tocaron, que comieron con Él.” Estamos hablando de hombres que murieron por su fe. ¿Piensa que ellos morirían gustosamente sabiendo que morían por una mentira?
UN SÍ Y SOLO SÍ, DEBE SER NUESTRA RESPUESTA.
¿Está dispuesto a morir por la causa de Cristo? Este hombre que murió por usted... ¿está usted dispuesto a morir por Él?
ÉL NO CONOCIÓ PECADO, Y AUN ASÍ DIO SU VIDA POR MÍ.
“Al que no conoció pecado, por nosotros lo hizo pecado, para que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en Él” (2 Corintios 5:21).
¿ESTÁ USTED PERSIGUIENDO A DIOS?

¿Alguna vez se ha acostado al final de un largo día y satisfecho se dice: “Bien, hoy fui una buena persona, así que si muero esta noche iré al cielo?” Si lo ha hecho, no está solo. Me atrevo a afirmar que la mayoría de personas creen que si van a la iglesia, diezman su dinero y hacen bien a otros, que Dios les permitirá entrar al cielo. Con todo, si ser religioso nos puede llevar al cielo, por qué fue un hombre tan religioso como Pablo confrontado cuando viajaba camino a Damasco y el Señor le preguntó: “Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues?” (Hechos 9:4b). Aún más importante, si pudiésemos salvarnos a nosotros mismos realizando buenas obras Dios no tenía necesidad de enviar a su Unigénito al mundo como sacrificio substituto por usted y por mí. No, es la justicia de Jesús lo que nos salva.

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