viernes, 16 de diciembre de 2016

NO SOLO SON PRECIOSOS, TAMBIÉN SON MARAVILLOSOS LOS PENSAMIENTOS DE DIOS.

Aprender a contar

¡Cuán preciosos me son, oh Dios, tus pensamientos!… (Sal. 139: 17).
Leer: Salmo 139:14-18
Mi hijo está aprendiendo a contar hasta diez. Cuenta todo, desde juguetes hasta árboles. Incluso, cosas que yo tiendo a pasar por alto, como las flores silvestres camino a la escuela o los dedos de los pies. Así, me está enseñando a volver a contar.  A veces, estoy tan inmerso en cosas que no he terminado o que no tengo, que dejo de ver todo lo bueno que me rodea. Olvido contar las amistades nuevas que hice este año y las respuestas de oración que he recibido, las lágrimas de gozo derramadas y los momentos de risa con amigos.
Mis diez dedos no son suficientes para contar todo lo que Dios me da cada día. «Has aumentado, oh Señor Dios mío, tus maravillas; y tus pensamientos para con nosotros, no es posible contarlos ante ti. Si yo anunciare y hablare de ellos, no pueden ser enumerados» (Salmo 40:5). ¡Ni siquiera podríamos llegar a contar todas las bendiciones de la salvación, la reconciliación y la vida eterna!
Junto con David, alabemos a Dios por todos sus preciosos pensamientos sobre nosotros y lo que ha hecho a nuestro favor: «¡Cuán preciosos me son, oh Dios, tus pensamientos! ¡Cuán grande es la suma de ellos! Si los enumero, se multiplican más que la arena» (Salmo 139:17-18). ¡Aprendamos a contar!
Oremos así: Señor, aunque no puedo contar todas las cosas buenas que haces, te doy gracias por cada una de ellas.
Demos gracias a Dios por sus innumerables bendiciones.

Algunos motivos para estar Agradecidos

Como alguien dijo: “La gratitud es un buena actitud que se ha descuidado”. Estos son algunos poquitos motivos por los cuales podemos estar agradecidos:
- Gracias por la Biblia, su Palabra.
- Gracias por los padres, hermanos e hijos.
- Gracias por los hermanos en Cristo y la iglesia.
- Gracias por las luchas, pruebas que nos acercan a Dios y nos hacen cambiar.
- Gracias por los hombres de Dios: pastores, maestros y ancianos que nos guían.
- Gracias por el trabajo que tenemos.
- Gracias por la seguridad de vida eterna en Cristo.
- Gracias porque puedo servir a Cristo.
- Gracias porque tengo un lugar donde dormir y vivir.
- Gracias por la restauración espiritual y física.
- Gracias porque soy salvo y por la protección de Dios.
- Gracias por mi esposo/a.
- Gracias a Dios por su Gracia.
- Gracias porque pude guiar personas a Cristo.
- Gracias por los tiempos de buena y mala economía.
- Gracias por los tiempo de salud y de enfermedad, porque me enseñaron a depender de Dios.
- Gracias por los amigos.
- Gracias por todas las bendiciones inmerecidas que Dios nos da.
- Gracias a Dios por la esperanza que tenemos en Jesucristo.

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