martes, 20 de diciembre de 2016

ES TIEMPO DE ENTRELAZAR NUESTROS BRAZOS COMO HERMANOS.

ES TIEMPO DE ENTRELAZAR NUESTROS BRAZOS COMO HERMANOS.
“Un mandamiento nuevo os doy: Que os améis unos a otros; como Yo os he amado, que también os améis unos a otros” (Juan 13:34).
ENTRELAZARNOS ES APOYARNOS UNOS A OTROS, NO DEJAR A NADIE SOLO.
Un hombre y su esposa caminaban entre un sembradío de trigo, en Alberta, Canadá. Era temprano en la noche, y les acompañaba su hijo pequeño. Ellos se olvidaron por un momento que su hijo estaba con ellos, y de pronto se dieron cuenta que él no estaba allí. Lo buscaron, sin ningún resultado, luego corrieron de regreso al pueblo para pedir ayuda. Muchos vecinos regresaron con la pareja para continuar la búsqueda durante la noche. Entonces, uno de los hombres dijo: “Formemos una cadena, brazo con brazo, y peinemos todo el trigal.” De pronto, alguien gritó: “¡Lo encontré! ¡Lo encontré!” Todos se apresuraron al cuerpo sin vida del pequeño fallecido por hipotermia.
CÓMO NECESITAMOS HOY ENTRELAZARNOS.
Me pregunto si hay personas que entrarán a la eternidad sin Cristo, porque nosotros, como iglesia, no entrelazamos brazos a tiempo.
ES EL MOMENTOS DE EXTENDER NUESTROS BRAZOS PARA DAR LA BIENVENIDA A LOS NUEVOS HERMANOS.
1. ¿Qué es lo que usted hace, en su iglesia, para extenderles la bienvenida a los visitantes?
2. ¿Para discipular a nuevos creyentes?
3. ¿Ministrar a las necesidades de otros?

4. Pídale a Dios que le dé las oportunidades para redimir las 168 horas que Él le ha dado esta semana, en desinteresados actos de amor hacia otros.

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