EL GOZO DEBE PERMANECER SIEMPRE.
“En esto se mostró el amor de Dios para con nosotros, en que
Dios envió a su Hijo Unigénito al mundo, para que vivamos por Él” (1 Juan 4:9).
El autor Arnold Prater, en su libro “¡Usted puede tener
gozo!” (You Can Have Joy!), escribió acerca de un inglés llamado John Deckard
quien sentía por las rosas, una pasión digna de premio. Un año, John cultivó
una rosa especial para competir en el Concurso Anual de Rosas. Pero antes de
que él pudiera trasplantar la rosa, su hijo vino corriendo y le dijo: “¡Papá,
mira lo que tengo para ti!” Y en sus pequeñas manos tenía la preciada rosa.
Quienes visitaron el Concurso Anual de Rosas se quedaron asombrados al mirar lo
que John había traído para el Concurso, porque en un masetero estaba la foto de
su hijo sosteniendo la rosa en manos, junto con un listón azul honorario. En
ocasiones sus planes pueden salir mal y sus sueños ser triturados. Con todo, en
su lugar, Dios envía a su propio Hijo Jesús. Y cuando eso sucede, nada importa
sino el amor de su Hijo.
¿Qué desilusión ha experimentado usted esta semana? ¿Ha
escogido el gozo o la tristeza? ¿Qué aprendió del pensamiento devocional de hoy
para aplicarlo a su vida, la próxima vez que esté viviendo una desilusión?
EN LA ESCUELA DE LA TRIBULACIÓN Y DEL GOZO DEL SEÑOR.
“Amados, no os sorprendáis del fuego de prueba que os ha
sobrevenido, como si alguna cosa extraña os aconteciese, sino gozaos por cuanto
sois participantes de los padecimientos de Cristo, para que también en la
revelación de su gloria os gocéis con gran alegría” - (1 Pedro 4:12).
Andrew Murray, un evangelista, dijo: “Todo hijo de Dios debe,
tarde o temprano, entrar en la escuela de la tribulación.” Y la Escritura nos
enseña que debemos considerar como un verdadero gozo cuando Dios nos lleva a
esa escuela. Tal y como no hay ninguna ganancia en la tierra humedecida por la
lluvia o remecida por el arado si no recibe ninguna semilla, asimismo son los
hijos de Dios que experimentan aflicción y no descubren ninguna bendición en
ella. El corazón se suaviza por un tiempo, pero no saben cómo obtener una
bendición permanente de su aflicción. No saben lo que el Padre tiene en mente
cuando están en la escuela de la tribulación o pruebas.
¿Está usted en medio de una tribulación? Confíe en que el
Señor traerá bendiciones en la medida en que usted deposita su confianza en Él,
con todo su corazón.
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