martes, 20 de diciembre de 2016

LA MEJOR DECISIÓN ES RECIBIR AL SEÑOR JESUCRISTO COMO NUESTRO SALVADOR Y SEÑOR.

LA MEJOR DECISIÓN ES RECIBIR AL SEÑOR JESUCRISTO COMO NUESTRO SALVADOR Y SEÑOR.
« ¿QUIÉN SE QUEDA CON EL HIJO?»
Por Carlos Rey.
Se cuenta que un hombre rico y su hijo sentían gran pasión por el arte. Tenían de todo en su colección: desde Picasso hasta Rafael. A menudo se sentaban juntos a admirar aquellas grandes obras.
Lamentablemente, el hijo perdió la vida en una guerra. Murió en una batalla mientras rescataba a otro soldado. Al padre le dolió profundamente la muerte de su único hijo.
Pasado un mes de recibir la trágica noticia, el padre oyó que alguien tocaba a la puerta.
—Señor, usted no me conoce —explicó un joven que traía un gran paquete en las manos—; yo soy el soldado por quien su hijo dio la vida. Él salvó a muchos ese día; a mí me estaba llevando a un lugar seguro cuando una bala le atravesó el pecho y lo mató al instante.
»Su hijo hablaba con frecuencia de usted y de su amor por el arte. Sé que esto no es mucho —continuó, y le entregó el paquete—. No soy un gran artista, pero creo que a su hijo le hubiera gustado que usted recibiera esto.
El padre abrió el paquete y vio que era un retrato de su hijo, pintado por el joven soldado. Era impresionante cómo había logrado reproducir en la pintura la personalidad de su hijo.
Al padre lo atrajo tanto la expresión de los ojos de su hijo que los suyos se llenaron de lágrimas. Le dio las gracias al joven soldado y quiso pagarle por el cuadro.
—¡Oh no, señor, yo nunca podría pagarle lo que su hijo hizo por mí! Es un regalo.
El padre colgó el retrato encima de la repisa de la chimenea. De ahí en adelante a cada invitado que llegaba le mostraba aquel retrato de su hijo antes de mostrarle su famosa galería.
Cuando murió aquel hombre, se anunció una subasta de todas las pinturas que poseía. Muchas personas importantes e influyentes acudieron con grandes expectativas de adquirir un famoso cuadro de la colección. Sobre la plataforma estaba el retrato del hijo.
—Empezaremos la subasta con este retrato del hijo —anunció el subastador luego de golpear el mazo—. ¿Quién ofrece cien dólares?
Hubo absoluto silencio. Todos querían ver las obras maestras, que representaban una valiosa inversión para sus propias colecciones. El subastador insistió, pero nadie ofreció nada. Todos comenzaron a inquietarse.
—El hijo —señaló el subastador—: ¿quién se queda con el hijo?
Por último, desde la parte de atrás del salón se oyó la nerviosa voz del jardinero:
—Diez dólares.
El hombre era muy pobre; no podía ofrecer más.
El subastador golpeó por fin el mazo y dijo:
—Está bien; ¡vendida por diez dólares!
Luego, ante el asombro general, el subastador pidió disculpas y explicó que la subasta había concluido, pues en su testamento el dueño había estipulado que solamente la pintura del hijo sería subastada, y que la persona que se quedara con ella heredaría todas sus demás posesiones, incluso su colección de arte.
Al igual que el hijo de aquel hombre, Jesucristo, el Hijo de Dios el Padre celestial, también dio su vida, pero no por un solo hombre sino por toda la humanidad. Y el que se queda con Él, se queda con todo, porque el que tiene al Hijo, tiene vida abundante y eterna.1
1                   Jn 3:36. El que cree en el Hijo tiene vida eterna; pero el que rehúsa creer en el Hijo no verá la vida, sino que la ira de Dios está sobre él.
Jn  10:10. El ladrón no viene sino para hurtar y matar y destruir; yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia.
LA OBRA SALVADORA DE DIOS.
“Y el mismo Dios de paz os santifique por completo; y todo vuestro ser, espíritu, alma y cuerpo, sea guardado irreprensible para la venida de nuestro Señor Jesucristo” (1 Tesalonicenses 5:23).
¿CUÁNDO Y CÓMO OCURRE LA SALVACIÓN.
Algunas personas se confunden acerca de cuándo ocurre la salvación. Déjeme ver si puedo aclarar un poquito este asunto. La salvación puede ser explicada usando tres tiempos verbales. En el momento que usted se arrepiente y cree en el Señor Jesucristo como su Señor y Salvador, usted es salvo. Después de su salvación entra en el proceso de santificación donde está siendo salvado del PODER del pecado. Posteriormente cuando usted llegue al cielo, estará a salvo de la PRESENCIA del pecado. ¿Qué sucede cuando usted inicia una relación salvadora con el Señor Jesucristo? Usted es justificado inmediatamente en su espíritu; es santificado progresivamente en su alma, y finalmente, usted será glorificado en su cuerpo.
Alabe a Dios usando los Salmos 32:7. Tú eres mi refugio; me guardarás de la angustia;
Con cánticos de liberación me rodearás. Selah
Salmo 41: 2 . Jehová lo guardará, y le dará vida;
Será bienaventurado en la tierra,
Y no lo entregarás a la voluntad de sus enemigos
Y 121:7, 8. Jehová te guardará de todo mal;
El guardará tu alma.
Salmo 121:8 Jehová guardará tu salida y tu entrada
Desde ahora y para siempre.

 Recuerde que la preservación de su salvación es labor de Dios, no suya.

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