JESUCRISTO
ES LA PARTE VISIBLE DEL DIOS INVISIBLE.
“Jehová me
ha premiado conforme a mi justicia; conforme a la limpieza de mis manos me ha
recompensado” (Salmo 18:20).
Según una
historia de la Segunda Guerra Mundial, una hermosa catedral en Europa fue
destruida por los Nazis. Cuando la gente se unió para reconstruirla,
encontraron una estatua de Cristo con los brazos extendidos. Ellos repararon la
estatua lo mejor que pudieron, pero no pudieron recuperar las manos. Con todo,
ellos amaban la estatua tal y como estaba, por ello le pusieron una placa al
pie que leía: “Él no tiene manos, sino las nuestras.” Sea la historia verídica
o no... Recuerde esto: Jesucristo es la parte invisible del creyente. El
creyente es la parte visible de Cristo. Él es visto en nosotros y a través de
nosotros. Somos la parte invisible de Cristo. Lo que hacemos en su nombre es la
representación de Él al mundo.
Haga algo
con sus manos hoy que sea un testimonio de Jesucristo a un mundo perdido que
observa: limpie el jardín de alguien incapacitado, cómprele algunos comestibles
a alguien en necesidad, una noche cuide los niños de una madre soltera para que
ella pueda descansar, visite a un anciano.
ES TIEMPO DE
VENCER EL PECADO.
“Sabemos que
todo aquel que ha nacido de Dios, no practica el pecado, pues Aquel que fue
engendrado por Dios le guarda, y el maligno no le toca” (1 Juan 5:18).
¿Sabe por
qué el diablo no pudo vencer a Jesús durante los 40 días de ayuno cuando Él
estaba hambriento? Él estaba ya satisfecho. Verá, Jesús no tenía ninguna
comezón que el diablo pudiese rascar. La tentación se resume en: Una tentación
es una incitación del diablo para satisfacer un deseo legítimo de una forma
ilegítima. Eso es todo lo que es. Tome un deseo dado por Dios y satisfágalo en
una forma prohibida por Dios. El diablo dice: “Mira, tú tienes una necesidad y
yo puedo satisfacerla.” Cuando sea tentado, a usted se le da una opción. ¿Es su
necesidad satisfecha por el diablo o por el Señor? Verá, el diablo es un
pervertido. Él no tiene materia prima. Todo lo que él puede hacer es tomar lo
que Dios ha creado y pervertirlo.
¿Tiene una
tentación que es más difícil de vencer que otras? Busque la forma legítima de
satisfacer ese deseo, así usted no necesitará la forma ilegítima.
TENEMOS UN
DIOS FUERTE.
“Dios, Dios
mío eres Tú; de madrugada te buscaré; mi alma tiene sed de Ti, mi carne te
anhela, en tierra seca y árida donde no hay aguas” (Salmo 63:1).
El Diablo
tentó a Jesús para que convirtiera las piedras en pan. He estado en Palestina y
he visto piedras que asombrosamente parecen bollos pequeños de pan. En mi mente
puedo ver al diablo mirando el suelo sabiendo que Jesús había estado ayunando
por 40 días y él le tienta: “Bueno, mira aquí. ¡Sencillamente convierte esto en
pan!” Ahora, no hay nada de malo con comer pan. De hecho, Jesús nos enseñó que
oráramos por el pan de cada día. Sin embargo, Jesús fue guiado al desierto a
ayunar, orar y buscar el rostro de Dios. El diablo trataba de poner el pan por
sobre la voluntad de Dios, diciendo: “¡Consiente a tu carne!” No obstante, lo
que él estaba verdaderamente diciendo fue: “Comete suicidio espiritual.” Jesús
rehusó. Jesús venció la carne y usted también lo puede hacer.
¿Sabía que
cada minuto que usted entretiene pensamientos negativos que van en contra de lo
que Dios ha mandado se está arrodillando ante Satanás? Es correcto. La próxima
vez que empiece a pensar en algo que Dios desaprueba, mire el segundero del
reloj, es tiempo que nunca recuperará, por lo tanto, ¿por qué seguir botándolo?
TENEMOS UN
FUERTE SACERDOTE: ES JESUCRISTO.
“Porque no
tenemos un Sumo Sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras debilidades,
sino Uno que fue tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin pecado”
(Hebreos 4:15).
UN SACERDOTE
Y DIOS QUE FUE TENTADO EN TODO.
Cuando la
gente lee que Jesús “fue tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin
pecado”, algunos lo cuestionan. Quizás usted no dice nada en voz alta, pero
piensa: “¿Fue Él verdaderamente tentado en toda forma? ¿Fue tentado a tener
sexo? No leí donde Él fue tentado a pasarse una luz roja... o fumar
marihuana.” Con todo, la Biblia es muy
clara al decir que Él fue tentado en todo. De hecho, existen sólo tres
tentaciones y Jesús fue tentado en las tres. Primera Juan 2:16 las menciona:
“los deseos de la carne” (la tentación para que hagamos algo: nuestras
pasiones), “los deseos de los ojos” (la tentación para que tengamos algo:
nuestra posesiones), “y la vanagloria de la vida” (la tentación para que seamos
alguien: nuestro orgullo). Si usted lo duda, entonces lea acerca de la
tentación que Él enfrentó en Luc as 4:1-13. Jesús, lleno del Espíritu Santo, volvió del
Jordán, y fue llevado por el Espíritu al desierto
4:2 por
cuarenta días, y era tentado por el diablo. Y no comió nada en aquellos días,
pasados los cuales, tuvo hambre.
4:3 Entonces
el diablo le dijo: Si eres Hijo de Dios, dí a esta piedra que se convierta en
pan.
4:4 Jesús,
respondiéndole, dijo: Escrito está: No sólo de pan vivirá el hombre, sino de
toda palabra de Dios.
4:5 Y le
llevó el diablo a un alto monte, y le mostró en un momento todos los reinos de
la tierra.
4:6 Y le
dijo el diablo: A ti te daré toda esta potestad, y la gloria de ellos; porque a
mí me ha sido entregada, y a quien quiero la doy.
4:7 Si tú
postrado me adorares, todos serán tuyos.
4:8
Respondiendo Jesús, le dijo: Vete de mí, Satanás, porque escrito está: Al Señor
tu Dios adorarás, y a él solo servirás.
4:9 Y le
llevó a Jerusalén, y le puso sobre el pináculo del templo, y le dijo: Si eres
Hijo de Dios, échate de aquí abajo;
4:10 porque
escrito está:
A sus
ángeles mandará acerca de ti, que te guarden;
4:11 y, En las manos te sostendrán, Para que no
tropieces con tu pie en piedra.
4:12
Respondiendo Jesús, le dijo: Dicho está: No tentarás al Señor tu Dios.
4:13 Y
cuando el diablo hubo acabado toda tentación, se apartó de él por un tiempo.
Alabe a Dios
que su Hijo fue el sacrificio perfecto por sus pecados (lea Efesios 5:2 e
Isaías 53:4-5). Alabe a Dios que usted posee su Espíritu para liberarlo (lea
Hebreos 2:18). Alabe a Dios que usted posee su Palabra para vencer a Satanás
(lea Hebreos 4:12).
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