miércoles, 21 de diciembre de 2016

BIENVENIDOS HERMANOS A LA ESCUELA DE LA TRIBULACIÓN.

BIENVENIDOS HERMANOS A  LA ESCUELA DE LA TRIBULACIÓN.
“Amados, no os sorprendáis del fuego de prueba que os ha sobrevenido, como si alguna cosa extraña os aconteciese, sino gozaos por cuanto sois participantes de los padecimientos de Cristo, para que también en la revelación de su gloria os gocéis con gran alegría” - (1 Pedro 4:12).
Andrew Murray, un evangelista, dijo: “Todo hijo de Dios debe, tarde o temprano, entrar en la escuela de la tribulación.” Y la Escritura nos enseña que debemos considerar como un verdadero gozo cuando Dios nos lleva a esa escuela. Tal y como no hay ninguna ganancia en la tierra humedecida por la lluvia o remecida por el arado si no recibe ninguna semilla, asimismo son los hijos de Dios que experimentan aflicción y no descubren ninguna bendición en ella. El corazón se suaviza por un tiempo, pero no saben cómo obtener una bendición permanente de su aflicción. No saben lo que el Padre tiene en mente cuando están en la escuela de la tribulación o pruebas.
¿Está usted en medio de una tribulación? Confíe en que el Señor traerá bendiciones en la medida en que usted deposita su confianza en Él, con todo su corazón.
LA PRUEBA MÁS GRANDE LA ENFRENTÓ JESUCRISTO.
 “Sabiendo que Cristo, habiendo resucitado de los muertos, ya no muere; la muerte no se enseñorea más de Él. Porque en cuanto murió, al pecado murió una vez por todas; mas en cuanto vive, para Dios vive” (Romanos 6:9-10).
La mejor noticia que este mundo ha escuchado, procede de una tumba en las afueras de Jerusalén. “¡Ha resucitado!” En ese día, la vida y la muerte se enfrentaron en esa tumba en mortal combate. Ganó la vida. Murió la muerte. Jesús murió la muerte de deuda. En esa tumba, Jesús ganó la victoria sobre la muerte. No existe más verdad infinita que ésta: Jesucristo fue resucitado de la muerte. Esa es la verdad que la ciencia no puede explicar, la historia no puede repetir, y el tiempo no la puede erosionar. Es la verdad de todas las verdades. Es la verdad que prueba que Jesús es el Hijo de Dios. Alguien dijo: “Si Jesucristo está aún en la tumba, nada importa. Mas si Él salió de la tumba, nada sino sólo eso importa.”
¿A quién le va a comunicar usted hoy que Jesucristo está vivo y que ha pagado la deuda por sus pecados? Pídale a Dios que le guíe hacia alguien y que le dé la valentía para compartir esta Verdad que cambia vidas.
DEBEMOS RESISTIR LAS PRUEBAS.
Primera Corintios 10:13: “No os ha sobrevenido ninguna tentación que no sea humana; pero fiel el Dios, que nos os dejará ser tentados más de lo que podéis resistir, sino que dará también juntamente con la tentación la salida, para que podáis soportar.”
Winston Churchill dirigiéndose a los representantes de estado les dio el siguiente consejo: “Debemos estar siempre listos para enfrentar en todo momento, cualquier ataque que algún posible enemigo pudiese lanzar en nuestra contra en el momento que éste elija.”
Satanás podría mandarnos una tentación mortal en cualquier instante. El teléfono podría sonar con noticias terribles acerca de un amigo. Un policía podría tocar a su puerta para informarle de una tragedia familiar. Las pruebas pueden llegar con tanta fuerza que nos podrían desviar de nuestro rumbo. ¡Las tentaciones pueden infiltrarse y sorprenderle tan repentinamente como una bofetada! No es  la voluntad de Dios que usted carezca de tentaciones, ni de pruebas, sino que seamos vencedores en éstas.
¿Está usted listo para recibir lo que Satanás le mande? ¿O lo que Dios permita?
DEBEMOS ALABAR A DIOS EN MEDIO DE LAS TRIBULACIONES.
“Más a Dios gracias, el cual nos lleva siempre en triunfo en Cristo Jesús, y por medio de nosotros manifiesta en todo lugar el olor de su conocimiento. Porque para Dios somos grato olor de Cristo en los que se salvan, y en los que se pierden” - (2 Corintios 2:14-15).
 “¡Mas a Dios gracias, el cual nos lleva siempre en triunfo en Cristo Jesús!” Y cuando estemos disfrutando esa victoria, emanaremos un perfume dulce e impregnador de la gloria de Dios. ¿Sabe cómo se produce el incienso? Se produce al cortar o partir hierbas, triturándolas hasta pulverizarlas. Luego se le añade agua al polvo para crear una masa en forma de varillas o conos. ¿Cuál es el propósito del incienso? Es ser quemado para crear un aroma fragante. Cuando usted alaba a Dios en medio de las tribulaciones, canta canciones de gloria en medio de la persecución, clamando su victoria cuando surge un problema, entonces emite un aroma dulce que es inconfundible al olfato de Dios. ¡Este es el dulce olor de victoria!
Sea lo que sea que parece una tribulación en su vida hoy… ¡agradézcale a Dios! Dele gracias siempre que entre en su mente el pensamiento de murmurar o quejarse.
Segunda Corintios 8:2: “Que en grande prueba de tribulación, la abundancia de su gozo y su profunda pobreza abundaron en riquezas de su generosidad.”
Un hombre observó a una mariposa tratando de emerger de un capullo. Pensando que podría ayudar, tomó su navaja de bolsillo y cortó un lado del capullo y la mariposa cayó afuera. Permaneció allí por un rato, batiendo sus alas débilmente, luego dejándose caer, murió. “¡Qué trágico!” —se dirá. Y está en lo cierto. Porque Dios tenía un plan para esa mariposa. La lucha por liberase del capullo creaba fortaleza que necesitaría para volar. Dios no desea que usted viva debiluchamente y que muera fracasado. Él anhela que usted crezca y madure.
Encuentre las alas en sus tribulaciones hoy. Fortalézcalas con las promesas de la Palabra de Dios y aventúrese a nuevas alturas de libertad en Cristo hoy.
JESÚS FUE PROBADO EN EL DOLOR Y LAS TRIBULACIONES.
Hebreos 4:15: “Porque no tenemos un sumo sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras debilidades, sino UNO que fue tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin pecado.”
 Cuando algo malo nos pasa, a veces nos preguntamos: “¿Qué hice? Debí haber hecho algo terrible.” Y luego continuamos por el camino de la introspección mórbida o lo que el pastor Rogers llamaba “clavar la mirada en el ombligo”. Miramos hacia abajo y nos observamos internamente. Nos despedazamos parte por parte, examinándonos y re-examinándonos una y otra vez. Luego, nos volvemos a reconstruir con el fin de encontrar en qué fallamos. Puede ser que usted no ha hecho absolutamente nada incorrecto y que simplemente Dios esté probando su fe. Verá, si no entendemos esto, podemos desanimarnos porque las semillas de la duda y desmoralización germinan en el suelo de la ignorancia.
Clame las promesas de 1 Pedro 1:3-9 para que adquiera fortaleza en medio de la tribulación.
1 Pedro 1: 3- 9. Bendito el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que según su grande misericordia nos hizo renacer para una esperanza viva, por la resurrección de Jesucristo de los muertos,
1:4 para una herencia incorruptible, incontaminada e inmarcesible, reservada en los cielos para vosotros,
1:5 que sois guardados por el poder de Dios mediante la fe, para alcanzar la salvación que está preparada para ser manifestada en el tiempo postrero.
1:6 En lo cual vosotros os alegráis, aunque ahora por un poco de tiempo, si es necesario, tengáis que ser afligidos en diversas pruebas,
1:7 para que sometida a prueba vuestra fe, mucho más preciosa que el oro, el cual aunque perecedero se prueba con fuego, sea hallada en alabanza, gloria y honra cuando sea manifestado Jesucristo,
1:8 a quien amáis sin haberle visto, en quien creyendo, aunque ahora no lo veáis, os alegráis con gozo inefable y glorioso;
1:9 obteniendo el fin de vuestra fe, que es la salvación de vuestras almas.
LA PERSECUCIÓN ES UNA GRAN PRUEBA.
 “Porque el que se avergonzare de Mí y de mis palabras, de éste se avergonzará el Hijo del Hombre cuando venga en su gloria, y en la del Padre, y de los santos ángeles” (Lucas 9:26).
¿Cuánto ha sufrido usted por haber pronunciado el nombre de Jesús? ¿Ha rechazado el ceder en algún asunto que deshonraría el nombre de Cristo? Segunda Timoteo 3:12 dice: “Y también todos los que quieren vivir piadosamente en Cristo Jesús padecerán persecución.”  No hay escape de la persecución para el verdadero creyente. Seremos perseguidos cuando nos empeñemos en vivir vidas santas en Cristo Jesús. Ahora, si usted no está siendo perseguido, no diga que debe estar realizando un trabajo maravilloso.  Francamente, realiza muy mal trabajo. Déjeme preguntarle: Si usted fuera arrestado por ser un creyente, ¿habría suficiente evidencia para condenarle? Tristemente, la mayoría tendría que decir que no.
Salga de su zona de seguridad hoy. Investigue acerca de algún corto viaje misionero; comience un estudio bíblico; testifique a su vecino; invite a una persona necesitada a comer con usted; de un paseo por el parque y dígale a alguien que Jesús le ama.
TU DECLARACIÓN DE FE PUEDE PRODUCIR PERSECUCIÓN.
“Le respondió Simón Pedro: Señor, ¿a quién iremos? Tú tienes palabras de vida eterna. Y nosotros hemos creído y conocemos que Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente” - (Juan 6:68-69).
¿Alguna vez ha pensado por qué los creyentes fueron tan perseguidos en los días del gobierno liberal romano? Los romanos no persiguieron a otros grupos religiosos, sólo a los cristianos. ¿Por qué persiguieron a los creyentes? Porque los creyentes proclamaban a Jesús como Señor y no a César. Los romanos eran una nación politeísta, incluso construyeron el Partenón, que fue un templo dedicado a todos los dioses que la antigua Roma adoraba. Cuando ellos subyugaban y conquistaban una nación, ellos les permitían conservar sus dioses ―por lo menos bajo una condición― que recordaran que César era señor. Al adoptar el mundo el sincretismo más y más, dirigiéndose hacia un régimen mundial, los hombres y las mujeres que testifican que Jesús es el verdadero Señor serán perseguidos. ¿Proclamará usted que Jesús es Señor, pase lo que pase?
Compre una Biblia esta semana con el sólo propósito de obsequiarla. Luego, pídale a Dios que  encuentre a esa persona especial para dársela.
BIENAVENTURADOS LOS PERSEGUIDOS.
“Bienaventurados los que padecen persecución por causa de la justicia, porque de ellos es el reino de los cielos” (Mateo 5:10).
Antes de entender verdaderamente lo que Mateo 5:10 significa, usted debe entender y estar viviendo el resto de las Bienaventuranzas. Verá, si está viviendo una vida pobre en espíritu, que llora quebrantado por su pecado, que vive mansamente a través de la fuerza del Señor, que tiene hambre y sed de justicia, una vida que es misericordiosa, pura de corazón y pacificadora... entonces, estará extremadamente feliz por la persecución en su vida. Verá, el mundo va en dirección opuesta y trata de conformarle a su molde. Sin embargo, usted es un nacido dos veces entre gente nacida sólo una vez y va a ir contra la marea. Cuesta servir a Jesucristo: todos los días y cada paso. Con todo, ¡es bienaventurado! ¿Cuándo fue la última vez que recibió persecución por Jesús? Grande es su recompensa en el cielo.
¿Ha sentido usted el aguijón de la persecución esta semana? ¡Alabe a Dios! ¿Alguien le ha insultado por defender la fe esta semana? ¡Agradézcaselo a Dios! Tome una posición firme. Hable la verdad. Lea Mateo 5:13-16. ¿Quién debe ser la sal del mundo? ¡Usted! ¿Quién debe ser la luz en las tinieblas? ¡Usted! Ahora, vaya e ilumine la esquina donde vive... sazone los banquetes que el mundo cena.
¿Ha sentido usted el aguijón de la persecución esta semana? ¡Alabe a Dios! ¿Alguien le ha insultado por defender la fe esta semana? ¡Agradézcaselo a Dios! Tome una posición firme. Hable la verdad.
 Lea Mateo 5:13-16. Vosotros sois la sal de la tierra; pero si la sal se desvaneciere, ¿con qué será salada? No sirve más para nada, sino para ser echada fuera y hollada por los hombres.
5:14 Vosotros sois la luz del mundo; una ciudad asentada sobre un monte no se puede esconder.
5:15 Ni se enciende una luz y se pone debajo de un almud, sino sobre el candelero, y alumbra a todos los que están en casa.
5:16 Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras, y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos.
 ¿Quién debe ser la sal del mundo? ¡Usted! ¿Quién debe ser la luz en las tinieblas? ¡Usted! Ahora, vaya e ilumine la esquina donde vive... sazone los banquetes que el mundo cena.
EL SEÑOR LE DIJO A PABLO: BÁSTATE MI GRACIA.
“Y me ha dicho: Bástate mi gracia; porque mi poder se perfecciona en la debilidad. Por tanto, de buena gana me gloriaré más bien en mis debilidades, para que repose sobre mí el poder de Cristo. Por lo cual, por amor a Cristo me gozo en las debilidades, en afrentas, en necesidades, en persecuciones, en angustias; porque cuando soy débil, entonces soy fuerte” - (2 Corintios 12:9-10).
¿Alguna vez se ha sentido demasiado débil como para ganar la batalla? Amigo (a), pudiera ser que usted no sea lo suficientemente débil. Dios se identifica con nuestra debilidad obediente. Es cuando dejamos de “tratar” y comenzamos a “confiar”, que el poder de Dios se podrá manifestar.
Verá, su debilidad no es una desventaja; es, más bien, una ventaja. La batalla no es suya, ¡es del Señor! Si tan sólo pudiéramos aprender que Dios no necesita nuestra fortaleza. ¡Dios quiere nuestra obediencia! Dios tiene la fortaleza, y Dios quiere darle esa fortaleza sobrenatural en lugar de la suya. No es nuestra habilidad la que cuenta, sino nuestra “disponibilidad”. No es cuestión de su fama, sino de su fe. No es asunto de quién es usted, sino de a quién usted pertenece.
Usted puede pensar que hacer algo en sus propias fuerzas debe llenarlo de orgullo. No obstante, lea 1 Corintios 1:26-31. Pues mirad, hermanos, vuestra vocación, que no sois muchos sabios según la carne, ni muchos poderosos, ni muchos nobles;
1:27 sino que lo necio del mundo escogió Dios, para avergonzar a los sabios; y lo débil del mundo escogió Dios, para avergonzar a lo fuerte;
1:28 y lo vil del mundo y lo menospreciado escogió Dios, y lo que no es, para deshacer lo que es,
1:29 a fin de que nadie se jacte en su presencia.
1:30 Más por él estáis vosotros en Cristo Jesús, el cual nos ha sido hecho por Dios sabiduría, justificación, santificación y redención;
1:31 para que, como está escrito: El que se gloría, gloríese en el Señor.
¿De quién o de qué debería usted ufanarse?
DEBEMOS TENER GOZO EN MEDIO DE LAS PRUEBAS.
“Por lo cual, por amor a Cristo me GOZO en las DEBILIDADES, en afrentas, en necesidades, en persecuciones, en angustias; porque cuando soy débil, entonces soy FUERTE” (2 Corintios 12:10).
¿Qué quiere decir Pablo cuando afirma que “se goza” en todas esas difíciles circunstancias? Cuando Pablo fue puesto en una solitaria celda en la prisión, él no estuvo solo: Jesús estaba junto a él. Su DEBILIDAD se volvió su FORTALEZA. Si lo golpeaban y lo herían, entonces él se identificaba con los sufrimientos de Cristo, y su debilidad era su FORTALEZA. Si su cuerpo estaba lisiado y no podía apoyarse sobre su propio brazo, entonces se apoyaba en los eternos brazos de Dios. Pablo se gozó en sus sufrimientos.
Dios le está esperando para hacerle fuerte. Hay poder en nuestros sufrimientos. El SUFRIMIENTO no le va a causar daño, sino servirá para FORTALECERLE.
¿Está usted sufriendo hoy? ¿Qué es lo que Dios tiene que decir acerca de su actitud frente a lo que le está pasando? Pídale a Dios que le perdone si es que usted está viendo las circunstancias en cualquier otra forma que no sea a través de Sus ojos. Ore por Su FORTALEZA para que experimente que, cuando usted está débil, Él es fuerte. Y cante la canción: “Cristo me ama.”
SI DIOS ES CON NOSOTROS,¿ QUIÉN CONTRA NOSOTROS?
“Porque Jehová vuestro Dios va con vosotros, para pelear por vosotros contra vuestros enemigos, para salvaros” (Deuteronomio 20:4).
¿Recuerda el relato del milagro que Dios realizó, haciendo pasar a los israelitas a través del Mar Rojo, cuando eran perseguidos por el ejército del Faraón? ¡Fue algo increíble! Ahora, permítanos preguntarle: ¿Qué pasó tres días después? Los israelitas comenzaron a quejarse porque no había agua. ¿Cree usted que Dios hubiera realizado liberación tan milagrosa, para luego abandonarlos días después? ¡Rotundamente no! Pero, ¿qué sucede con nosotros cuando estamos en el desierto, preguntándonos a dónde nos lleva Dios? ¡Nos volvemos como los israelitas! Y sin embargo Dios hizo más por usted que lo que hizo por ellos: envió a su precioso y único Hijo para que muriese en la cruz del Calvario por usted. Dios le REDIMIÓ. Más que sólo sacarle de una tumba líquida, Dios le LIBERÓ, de una eterna condenación, a una gloriosa comunión con Él para siempre. ¡Dios le salvó! ¿Qué más podría usted desear?
¿Se siente como si estuviera en un basurero? ¿Se siente víctima de una mala situación? ¿Siente como que Dios le ha abandonado?
Entonces escriba en una tarjetita Deuteronomio 20:4 y medite en eso hasta que lo crea: “Porque Jehová vuestro Dios va con vosotros, para pelear por vosotros contra vuestros enemigos, para salvaros.”


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