lunes, 23 de enero de 2017

¿ASTUCIA HUMANA O SABIDURÍA DIVINA?

¿ASTUCIA HUMANA O SABIDURÍA DIVINA?
Por Carlos Rey.
Cuenta una antigua leyenda que en la Edad Media a un hombre muy virtuoso lo acusaron injustamente de haber asesinado a una mujer. Cuando lo llevaron a juicio, el hombre sabía que difícilmente escaparía del terrible veredicto: ¡la horca! El juez, un hombre muy injusto, a fin de dar la impresión de que se iba a hacer justicia, le dijo al acusado:
—Conociendo tu fama de hombre justo y devoto del Señor, vamos a dejar en manos de Él tu destino. En un papelito escribiremos «culpable», y en otro, «inocente». Tú escogerás uno de los dos papeles, y será la mano de Dios la que decida tu destino.
Como suele suceder en tales casos, el malvado funcionario había escrito «culpable» en ambos papeles, y la pobre víctima, a pesar de desconocer los detalles, se dio cuenta de que se le había tendido una trampa. No parecía haber escapatoria.
El juez le dijo al hombre que tomara uno de los papeles doblados. Éste respiró profundamente y se quedó en silencio unos cuantos segundos con los ojos cerrados. Cuando la sala comenzaba ya a impacientarse, abrió los ojos y, con una extraña sonrisa, tomó uno de los papeles, se lo llevó a la boca y se lo comió rápidamente.
Sorprendidos e indignados, los presentes le reprocharon airadamente.
—Pero, ¿qué has hecho? ¿Y ahora cómo vamos a saber el veredicto?
—Es muy sencillo —respondió el hombre—. Es cuestión de leer el papel que queda, y así sabremos lo que decía el que me tragué.
Con ira mal disimulada, tuvieron que poner en libertad al acusado, y jamás volvieron a molestarlo.
Hay quienes, al escuchar una leyenda como esta, la relacionan con el refrán que dice: «El hombre astuto, hasta de los males saca buen fruto»,1. pensando en lo mucho que vale la astucia humana. En cambio, hay otros que le dan más importancia al hecho de que se trata de un hombre «devoto del Señor», y suponen que cuando «se quedó en silencio... con los ojos cerrados», le estaba pidiendo a Dios sabiduría. Lo irónico del caso es que el perverso juez le confió a Dios el destino del hombre devoto, y Dios no hizo más que demostrar que había quedado en buenas manos aquel justo.
Más vale que en vez de jactarnos de la astucia humana, le pidamos a Dios sabiduría, como lo hizo el sabio Salomón. 2.
 Y como nos animó a hacerlo el apóstol Santiago.3.
 Así podrá cumplirse también en nosotros la siguiente advertencia y promesa de nuestro Señor Jesucristo:
Tengan cuidado con la gente; los entregarán a los tribunales y los azotarán.... Por mi causa los llevarán ante gobernadores y reyes para dar testimonio.... Pero cuando los arresten, no se preocupen por lo que van a decir o cómo van a decirlo. En ese momento se les dará lo que han de decir, porque no serán ustedes los que hablen, sino que el Espíritu de su Padre hablará por medio de ustedes.4.
1         Refranero general ideológico español, compilado por Luis Martínez Kleiser (Madrid: Editorial Hernando, 1989), p. 59.
2         2Cr 1:10. Dame ahora sabiduría y ciencia, para presentarme delante de este pueblo; porque, quién podrá gobernar a este tu pueblo tan grande?
3         Stg 1:5. Y si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, pídala a Dios, el cual da a todos abundantemente y sin reproche, y le será dada.
4         Mt 10:1720. Y guardaos de los hombres, porque os entregarán a los concilios, y en sus sinagogas os azotarán;
10:18 y aun ante gobernadores y reyes seréis llevados por causa de mí, para testimonio a ellos y a los gentiles.
10:19 Más cuando os entreguen, no os preocupéis por cómo o qué hablaréis; porque en aquella hora os será dado lo que habéis de hablar.
10:20 Porque no sois vosotros los que habláis, sino el Espíritu de vuestro Padre que habla en vosotros.
EL AMOR DE DIOS ES EL QUE NOS MANTIENE FUERTES.
“En el AMOR no hay TEMOR, sino que el perfecto amor echa fuera el temor; porque el temor lleva en sí castigo. De donde el que teme, no ha sido perfeccionado en el amor” (1 Juan 4:18).
EL AMOR DE DIOS NOS SIRVE PARA SOBREPONERNOS A LOS MIEDOS.
¿Le domina el temor hacia algo? Déjenos decirle algo esperanzador. El AMOR es la respuesta para sobreponerse a sus miedos, porque el AMOR es el manto de seguridad del creyente. Cuando usted era un niño, ¿no tenía un osito de peluche o una pequeña cobija que le daba un sentido de seguridad? ¿Algo que quería tener cerca de usted o con lo cual pudiera cubrirse? Bueno, mi amigo, el Espíritu Santo es la cobija cálida y amorosa para el creyente. El versículo: “El perfecto AMOR echa fuera el temor”, no parece real porque nunca hacemos nada perfecto, excepto pecar. Pero otra traducción dice: “No tenemos temor de alguien que nos ama perfectamente.” El AMOR perfecto de Dios puede eliminar todo temor. No es nuestro amor por Él, sino su perfecto amor por nosotros que echará afuera nuestros temores.
La pregunta no es: ¿Soy lo suficientemente valiente? La verdadera pregunta es: ¿Confío lo suficiente en el AMOR de Dios?
EL AMOR DE DIOS, ECHA FUERA EL TEMOR.
Esta semana memorice 2 Timoteo 1:7-9. Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio.
1:8 Por tanto, no te avergüences de dar testimonio de nuestro Señor, ni de mí, preso suyo, sino participa de las aflicciones por el evangelio según el poder de Dios,
1:9 quien nos salvó y llamó con llamamiento santo, no conforme a nuestras obras, sino según el propósito suyo y la gracia que nos fue dada en Cristo Jesús antes de los tiempos de los siglos, 
LA DIFERENCIA ENTRE LAS PERSONAS SABIAS Y LAS PERSONAS ASTUTAS.
“Bienaventurado el varón que no anduvo en consejo de malos, ni estuvo en camino de pecadores, ni en silla de escarnecedores se ha sentado; sino que en la ley de Jehová está su delicia, y en su ley medita de día y de noche” (Salmo 1:1-2).
Las Bienaventuranzas nos enseñan el fundamento de cómo debemos ser y vivir, tal y como los Diez Mandamientos en el Antiguo Testamento nos enseñan cómo vivir. Ahora, existe una palabra clave en lo que acabo de decir: “ser”. Verá, el mundo está más interesado en la palabra “tener”. Si usted tiene cosas, entonces es considerado bendecido según el mundo interpreta dicha palabra. El mundo piensa que la felicidad emana de su habilidad, dinero, astucia, posesiones, belleza, poder o fama. Sin embargo, creo que conocemos personas que poseen mucho y son perfectamente miserables. La felicidad no proviene de lo que una persona tiene, sino de lo que la persona es.


No hay comentarios:

Publicar un comentario