DIOS NOS
REDIMIÓ POR MEDIO DE SU HIJO JESUCRISTO.
“Bendito el
Señor Dios de Israel, que ha visitado y redimido a su pueblo” (Lucas 1:68).
NOSOTROS
ESTAMOS AGRADECIDOS POR SU AMOR.
La
compositora Fanny Crosby escribió: “Redimida (o), ¡cómo amo proclamarlo!
Redimida (o), por la sangre del Cordero; Redimida (o), por medio de su infinita
misericordia, su hija (o), por siempre seré.” ¿Ama usted proclamarlo? Oh, cómo oramos
que así sea. Otro compositor Isaac Watts escribió: “Fuese todo el reino de la
naturaleza mío, ese sería un obsequio muy pequeño: Amor tan admirable, tan
divino, demanda mi alma, mi vida, mi todo.” ¿Le ha entregado su alma, su vida y
su todo a este admirable amor? Jesús no bañó este planeta con su sangre para
que usted sirva a este mundo, a su carne, ni al diablo. Él murió para hacerle
santo. Usted no es dueño de sí mismo. Primera Corintios 6:20 dice: “Porque habéis
sido comprados por precio; glorificad, pues, a Dios en vuestro cuerpo y en
vuestro espíritu, los cuales son de Dios.”
DIOS DEMANDA
DE NOSOTROS TODO, YA QUE ÉL LO DIO TODO.
¿Qué piensa
que Isaac Watts quiso decir cuando compuso que el amor admirable de Dios
demanda su alma, su vida y su todo? ¿Cómo piensa que ese tipo de dedicación
influye su vida diaria? ¿Podría escribir algunas metas para ese tipo de
dedicación total?
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