EL ARCA DE NOÉ
Y JESUCRISTO COMO NUESTRA ARCA PROPORCIONA UN DESCANSO ESPIRITUAL.
EL LIBRO DE
GÉNESIS EN EL CAPÍTULO SIETE NOS HABLA DEL ARCA DE LA SALVACIÓN.
Noé y su
familia, las siete parejas de animales limpios y una pareja que no era limpia
de todas las criaturas vivientes que entraron en el arca, tal y «como mandó
Dios» (Génesis 7:2,9,16); el gran diluvio mundial; el pacto del arco iris.
«Dijo luego
Jehová a Noé: Entra tú y toda tu casa en el arca» (Génesis 7:1). Noé pudo
salvar a su familia y preservar a la humanidad porque su fe en la Palabra que
Dios le había hablado le guio a construir el arca. Durante los muchos años que
tomó para construir el arca, él también fue conocido como «pregonero de
justicia» a un mundo impío (II de Pedro 2:5). Esto ilustra la verdad del Nuevo
Testamento que nos dice: «así también la fe sin obras está muerta» (sin
sentido) (Santiago 2:26). El arca fue un refugio y una protección de una muerte
inevitable; fue un tipo (una sombra) de Cristo, quien provee un refugio
espiritual para los creyentes. Cristo, nuestra Arca espiritual, está llamando a
los que están perdidos hoy en día: «Venid a mí todos. . . y Yo os haré
descansar» (Mateo 11:28).
Para Noé y
su familia llegó el día, antes del diluvio mundial, cuando Dios les dijo que
entraran en el arca, «y Jehová le cerró la puerta» (Génesis 7:16). Esto nos
hace recordar que « . . . he aquí ahora el día de salvación» (II de Corintios
6:2). Todos los que esperan por un día o un tiempo más adecuado para ser salvos
necesitan darse cuenta que nadie sabe el día que su puerta se cerrará,
perdiendo esa oportunidad para siempre. «Velad, pues, porque no sabéis el día
ni la hora en que el Hijo del Hombre ha de venir» (Mateo 25:13).
Tal y como
Noé pudo descansar adentro del arca, protegido de las aguas de la muerte, así
también nosotros podemos estar seguros en ese descanso espiritual, pues « . . .
vuestra vida está escondida con Cristo en Dios» (Colosenses 3:3). Enseguida que
Noé se paró otra vez en tierra seca, «edificó Noé un altar a Jehová. . . y
ofreció holocausto en el altar» (Génesis 8:20). La obediencia en fe y la
adoración a Dios van de acuerdo. Así como Dios no le dio a Noé un día exacto
cuando el diluvio mundial iba a venir, tampoco nosotros sabemos el día de la
segunda venida de nuestro Señor.
«Más como en
los días de Noé, así será la venida del Hijo del Hombre. Porque como en los
días antes del diluvio estaban comiendo y bebiendo, casándose y dando en
casamiento, hasta el día en que Noé entró en el arca, y no entendieron hasta
que vino el diluvio y se los llevó a todos, así será también la venida del Hijo
del Hombre. . . . Por tanto, también vosotros estad preparados» (Mateo 24:36-39,44).
Nosotros no
sabemos el día que nuestras vidas van a terminar -- debemos de estar
preparados.
HOY
ESPERAMOS LAS MEJORES NOTICIAS.
No más malas
noticias.
Apartado
para el evangelio de Dios. Romanos 1:1.
Millares de
bebitos nacen cada día en un mundo lleno de malas noticias. Las palabras malas
noticias han llegado a ser una expresión común y corriente para describir
nuestra época.
¿Por qué hay
tantas malas noticias? Es sencillo. La mala noticia que ocurre a mayor escala
es solamente la multiplicación de lo que está ocurriendo en el ámbito individual.
El poder que contribuye a las malas noticias es el pecado.
Con tantas
malas noticias, ¿puede haber alguna buena noticia? ¡Sí! Las buenas noticias son
que puede resolverse el problema del pecado. No hay que ser egoísta. Pueden
mitigarse la culpabilidad y la ansiedad. Hay sentido para la vida y esperanza
de vida después de la muerte. El apóstol Pablo dice en Romanos 1:1 que las
buenas nuevas es el evangelio. Es las buenas nuevas de que puede ser perdonado
el pecado del hombre, puede quitarse la culpabilidad, puede tener sentido la
vida y una esperanza futura puede ser una realidad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario