lunes, 2 de enero de 2017

NOSOTROS NO SOMOS MEJORES, SOLO QUE YA RECIBIMOS LA MISERICORDIA DE DIOS.

NOSOTROS NO SOMOS MEJORES, SOLO QUE YA RECIBIMOS LA MISERICORDIA DE DIOS.
Lea Romanos 14:10-12. Pero tú, ¿por qué juzgas a tu hermano? O tú también, ¿por qué menosprecias a tu hermano? Porque todos compareceremos ante el tribunal de Cristo.
14:11 Porque escrito está:
Vivo yo, dice el Señor, que ante mí se doblará toda rodilla,
Y toda lengua confesará a Dios.
14:12 De manera que cada uno de nosotros dará a Dios cuenta de sí.
¿Cómo usted intenta usar el día, conociendo esta verdad?
¿POR QUÉ CREE USTED QUÉ DEBEMOS OCUPARNOS DE NUESTRA SALVACIÓN?
“Por tanto, amados míos, como siempre habéis obedecido, no como en mi presencia solamente, sino mucho más ahora en mi ausencia, ocupaos en vuestra salvación con temor y temblor” (Filipenses 2:12).
DEBEMOS OBEDECER DIARIAMENTE Y BUSCAR CADA DÍA MÁS NUESTRA SANTIDAD.
¿Alguna vez alguien le ha dicho: “Mientras estoy ausente, quiero que te comportes de la mejor manera”? De eso hablaba Pablo cuando nos dio la instrucción para trabajar en nuestra salvación, aun cuando él no estuviera presente. Un pastor tiene éxito cuando entrena a su rebaño para que ame al Señor, comparta su fe y ministre a otros cuando nadie más está mirando. Ésta es la verdadera evidencia de que una persona camina con Dios. ¿Qué sucede cuando usted está solo, en un viaje de negocios, y hay películas gratuitas para adultos en la habitación de su hotel? ¿Cuán veloz usted maneja cuando el límite de velocidad es 65 kilómetros por hora, pero usted está atrasado a una reunión importante? ¿Cuánto deja usted como propina en el restaurante, cuando no tiene a nadie a quien impresionar?
COMO DICE SU PALABRA QUE TODO LO QUE HAGAMOS, SEA PARA EL SEÑOR.

¿Cuándo fue la última vez que usted hizo algo bueno por alguien que nunca podrá pagarle, con quien no tiene nada que ganar, y que hasta puede utilizar lo que usted hizo, para hacerle daño? Tal vez el día después de la Navidad es el día cuando su mano izquierda no debe saber lo que su mano derecha hizo (ver Mateo 6:3, 4).

No hay comentarios:

Publicar un comentario