DIOS NOS
DICE QUE HEMOS DEJADO EL PRIMER AMOR EL AMOR A JESUCRISTO.
“Pero tengo
contra ti, que has dejado tu primer amor. Recuerda, por tanto, de dónde has
caído, y arrepiéntete, y haz las primeras obras; pues si no, vendré pronto a
ti, y quitaré tu candelero de su lugar, si no te hubieres arrepentido” -
(Apocalipsis 2:4-5).
La década de
los sesenta trajo la revolución sexual. Ahora, explíquenos una vez más, ¿cómo
el “amor libre” iba a traer paz y armonía a nuestro mundo? La gente está siendo
absorbida en turbulentas cloacas de pecado. Los cimientos de los hogares se
desmoronan. Preciosos bebecitos en el vientre son condenados a muerte. Las
enfermedades transmitidas sexualmente están fuera de control. Parece que fuera
demasiado tarde, y debemos regresar “a nuestro primer amor”. Es tiempo de amar
al Señor con todo nuestro corazón, nuestra alma, nuestra mente, y amar al
prójimo como nos amamos nosotros mismos (ver Mateo 22:36-39). Es tiempo de
hacer conocer a la gente del “amor libre” ofrecido por nuestro Salvador, cuando
Él murió para perdonar nuestros pecados y comprar nuestra salvación por la
eternidad.
¿Cómo sabe
que ha dejado “su primer amor”? Pregúntese: “¿Hay algo o alguien a lo que sirvo
más que a Dios? ¿Hay alguien o algo a lo que amo más que a Dios?” Si lo hay,
entonces confiese ese pecado, y arrepiéntase de su pecado de idolatría.
¿SE HA
PREGUNTADO CUÁNDO DEJÓ USTED DE AMAR A JESUCRISTO?
Apocalipsis
2:4: “Pero tengo contra ti, que has dejado tu primer amor.”
En
Apocalipsis 2:1-7, leemos que el Señor acusa a la iglesia de Éfeso de haber
abandonado su primer amor. No era que no amaban al Señor Jesús, sino que no lo
amaban como antes. Si ha existido alguna ocasión cuando usted ha amado a Jesús
más de lo que lo ama en este momento, usted se está descarriando. G. Campbell
Morgan dijo que ser tibio en cuanto al Señor es la peor blasfemia. Creemos que
está en lo correcto. Ser tibio es una manera de decir: “Dios, creo en Ti, pero
simplemente no me emocionas.” ¡Oh, cuánto deberíamos permanecer enamorados del
Señor Jesucristo!
¿Ha dejado
usted su primer amor? ¿Está tibio su amor por Jesús? Lea el Salmo 26:1- 3, haga
una oración basada en éste y busque a Jesús.
26:1
Júzgame, oh Jehová, porque yo en mi integridad he andado;
He confiado
asimismo en Jehová sin titubear.
26:2
Escudríñame, oh Jehová, y pruébame;
Examina mis
íntimos pensamientos y mi corazón.
26:3 Porque
tu misericordia está delante de mis ojos,
Y ando en tu
verdad.
¿Dónde está
su confianza: en sus posesiones, su posición, su auto-estima? ¿Cuánto tiempo
invierte diariamente en comunión con el Señor? ¿Cómo definiría su compromiso de
confiar en Dios en toda área de su vida?
Mitch Albom,
es autor del libro “Las cinco personas que encontrarás en el cielo”. Este
escritor nos hace pensar sobre los últimos minutos de la vida de ciertos
hombres. ¿Qué hacen? ¿Cómo invierten su tiempo? ¿A quiénes influencian? ¿Cómo
impactan a quienes les rodean? ¿Cómo son conocidos? Estos y muchos otros
aspectos de la vida de una persona cubre este libro. Por ejemplo se mencionan:
actitudes, acciones, modales, gestos, saludos; él escribe sobre estos aspectos
singulares del diario vivir a los cuales no damos valor, pero sabemos que
afectan a aquellos con quienes convivimos en distintos lugares. El libro de
Albom además ofrece una profunda comprensión de cómo intervenimos
involuntariamente en las vidas de otras personas y nos hace pensar en el lugar
que Cristo está preparando. Ahora bien no hay como la Biblia para hacernos
meditar en la Patria Celestial. Pero debemos aclarar que para los cristianos,
nuestro gozo final en la eternidad no proviene de otras personas únicamente,
sino de nuestro Señor y Salvador. El cielo, recuerda, es un lugar real, que
Jesús está preparando ahora para nosotros. Y, cuando lleguemos allí, nos regocijaremos
al encontrarnos con el Cristo vivo (Juan 14:2-3; 2 Pedro 3:13). Sin embargo, no
nos olvidemos que este encuentro con Jesús también incluirá rendir cuentas por
la vida que llevamos en la tierra. Se nos dice a los creyentes: «Porque es
necesario que todos nosotros comparezcamos ante el tribunal de Cristo, para que
cada uno reciba según lo que haya hecho mientras estaba en el cuerpo, sea bueno
o sea malo» (2 Corintios 5:10). Su evaluación sabia y justa nos mostrará cómo
es que hemos amado a Dios y a nuestro prójimo (Mateo 22:37-40). Si bien mi
amigo y amiga no sabemos quiénes serán las primeras cinco personas con las que
nos encontremos en el cielo, sí sabemos y estamos seguros quién será la primera
de todas: el Señor Jesús. Que encuentro maravilloso que nos llena de gozo, pero
también nos hace reflexionar y examinar nuestro andar mientras transitamos aquí
en la tierra.
Mientras vives aquí, recuerda: estar con Jesús
por siempre es y será la suma de toda la felicidad.
El eterno YO
SOY.
“puestos los
ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, el cual por el gozo puesto
delante de él sufrió la cruz, menospreciando el oprobio, y se sentó a la
diestra del trono de Dios”. Hebreos 12:2.
Mientras sus
ojos estén fijos en el Señor, usted podrá resistir los días que van de mal en
peor. ¡Fije sus ojos en el Señor! Hágalo una vez. Hágalo a diario. Hágalo diez
mil veces. Hágalo constantemente. Cuando su calendario le pone presión, cuando
sus perspectivas se diluyen, cuando su esperanza se apagan, cuando la gente lo
desilusiona, cuando los sucesos se vuelven en su contra, cuando los sueños
mueren, cuando las paredes se estrechan, cuando el pronóstico se ve lúgubre,
cuando su corazón se parte,… mire al Señor, y siga mirándolo a Él.
El Salmo
119:9 dice: "¿Con qué limpiará el joven su camino? Con guardar tu
palabra". Es realmente precioso ver como Dios no solo se ocupa en hacernos
saber cómo Él quiere que el cristiano viva su vida, sino que Él nos provee
divina y sabia instrucción para caminar cerca de él. ¡Él siempre va más allá y
nos da una precisa instrucción sobre cómo lograrlo! Un estimado profesor
enseñando sobre el Salmo 19 nos dice:
- La Palabra
de Dios es “perfecta” (vs.7) está palabra hebrea podríamos traducirla como
"completa, exhaustiva, suficiente".
- La Palabra
de Dios puede "volver sabio al sencillo" (vs.7), es decir competente
para enfrentar con prudencia y sabiduría los embates de la vida.
- La Palabra
de Dios también "alumbra los ojos” (vs.8) y esto se refiere al hecho que
la Palabra de Dios es pura, sin pecado, sin error, es clara, iluminadora. La
Sagrada Escritura provee luz y entendimiento a aquella persona que desea vivir
rectamente.
Realmente necesitamos las Escrituras día tras día,
porque únicamente la Palabra de Dios es tan poderosa y comprehensiva que puede
convertir o transformar a la persona completa y cambiar a alguien para que
llegue a ser la persona que Dios quiere que sea.
Ahora te
pregunto ¿Deseas llegar ser aquella persona que Dios quiere? ¿Estás en esa
lucha?
El enemigo
siempre busca perturbarnos, distraernos, desanimarnos para que bajemos los
brazos y dejemos de estudiar las Escrituras. En muchas ocasiones atenta contra
nosotros, para que perdamos el enfoque y nos entretengamos con cosas pasajeras. Como menciona un pastor: "Varios son los
enemigos que Satanás utiliza para impedir el propósito de Dios en nuestras
vidas":
1. El Secularismo: es decir el mal uso
de las prioridades en la vida, darle mayor importancia al estudio o al trabajo
antes que a la obra de Dios (Mateo 6:33).
2. El Materialismo: es decir la búsqueda
desmedida de lo material, o la búsqueda desenfrenada de comodidad, de condición
social, o placer como la ambición suprema de la vida.
3. El Mundanalidad: es decir conformarse
a este siglo y seguir la corriente del mundo, lo que lleva a un corazón
indiferente hacia las cosas de Dios (1Juan 2:15-17).
4. El Romanticismo: es decir colocar una
relación antes que a Dios; enamorarse o elegir
al compañero/a incorrecto, esto lleva al creyente a desviarse de la
Voluntad de Dios.
5. El Temor: es decir la falta de
confianza en que Dios proveerá para que cumplamos con su deseo. Hacer la obra
de Dios, siempre requiere fe.
Verdaderamente nos interesa el Cielo y ¿qué estamos dispuestos a hacer para ir?
Juan 3: 13.
Nadie ha subido al cielo, sino el que bajó del cielo, es
decir, el Hijo del Hombre que está en el cielo.
Juan 3:31.
El que procede de arriba está por encima de todos; el que es
de la tierra, procede de la tierra y habla de la tierra.
El que procede del cielo está sobre todos.
Lucas 24:51.
Y aconteció que mientras los bendecía, se separó de ellos y
fue llevado arriba al cielo.
Decisión de servir a Dios. Salmo 100. 2
100:2 Servid a Jehová con alegría;
Venid ante su presencia con regocijo.
LA GRANDEZA DEL SERVICIO: JESUCRISTO MI MÁS GRANDE SERVIDOR.
Del Trono al Pesebre, del Pesebre a la Cruz, de la Cruz al
Trono y del Trono al Corazón del Hombre. Filipenses 2: 5- 11. 2:5 Haya, pues,
en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús,
2:6 el cual, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual
a Dios como cosa a que aferrarse,
2:7 sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo,
hecho semejante a los hombres;
2:8 y estando en la condición de hombre, se humilló a sí
mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz.
El Señor Jesús llegó a un pesebre por usted y por mí. Él
voluntariamente se despojó de las glorias y riquezas celestiales para nacer en
un establo. Jesús se hizo pobre para que usted pueda llegar a ser pudiente. Él
vivió una vida de tan absoluta pobreza que cuando era tiempo de pagar sus
impuestos, tuvo que buscar una moneda en la boca de un pescado. Cuando envió a
sus discípulos al mundo les mandó que no llevaran nada, sino sólo un bordón y
el poder del Espíritu Santo (Marcos 6.7-9). Se le dio muerte como un criminal
ordinario para que nosotros podamos vestir las túnicas reales. Hijo (a) de
Dios, usted es opulento (a). Yo soy rico. ¡Alabado sea su nombre!
Todos los hombres de la tierra deberíamos hoy mismo
colocarnos de rodillas y Alabar a Jesucristo, darle Honor y Gloria y gritar a
los cuatro vientos: Gracias Jesucristo por tú Regalo de la Salvación.
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