viernes, 26 de febrero de 2016

DIOS NOS DICE QUE HEMOS DEJADO EL PRIMER AMOR EL AMOR A JESUCRISTO.

DIOS NOS DICE QUE HEMOS DEJADO EL PRIMER AMOR EL AMOR A JESUCRISTO.
“Pero tengo contra ti, que has dejado tu primer amor. Recuerda, por tanto, de dónde has caído, y arrepiéntete, y haz las primeras obras; pues si no, vendré pronto a ti, y quitaré tu candelero de su lugar, si no te hubieres arrepentido” - (Apocalipsis 2:4-5).
La década de los sesenta trajo la revolución sexual. Ahora, explíquenos una vez más, ¿cómo el “amor libre” iba a traer paz y armonía a nuestro mundo? La gente está siendo absorbida en turbulentas cloacas de pecado. Los cimientos de los hogares se desmoronan. Preciosos bebecitos en el vientre son condenados a muerte. Las enfermedades transmitidas sexualmente están fuera de control. Parece que fuera demasiado tarde, y debemos regresar “a nuestro primer amor”. Es tiempo de amar al Señor con todo nuestro corazón, nuestra alma, nuestra mente, y amar al prójimo como nos amamos nosotros mismos (ver Mateo 22:36-39). Es tiempo de hacer conocer a la gente del “amor libre” ofrecido por nuestro Salvador, cuando Él murió para perdonar nuestros pecados y comprar nuestra salvación por la eternidad.
¿Cómo sabe que ha dejado “su primer amor”? Pregúntese: “¿Hay algo o alguien a lo que sirvo más que a Dios? ¿Hay alguien o algo a lo que amo más que a Dios?” Si lo hay, entonces confiese ese pecado, y arrepiéntase de su pecado de idolatría.
¿SE HA PREGUNTADO CUÁNDO DEJÓ USTED DE AMAR A JESUCRISTO?
Apocalipsis 2:4: “Pero tengo contra ti, que has dejado tu primer amor.”
En Apocalipsis 2:1-7, leemos que el Señor acusa a la iglesia de Éfeso de haber abandonado su primer amor. No era que no amaban al Señor Jesús, sino que no lo amaban como antes. Si ha existido alguna ocasión cuando usted ha amado a Jesús más de lo que lo ama en este momento, usted se está descarriando. G. Campbell Morgan dijo que ser tibio en cuanto al Señor es la peor blasfemia. Creemos que está en lo correcto. Ser tibio es una manera de decir: “Dios, creo en Ti, pero simplemente no me emocionas.” ¡Oh, cuánto deberíamos permanecer enamorados del Señor Jesucristo!
¿Ha dejado usted su primer amor? ¿Está tibio su amor por Jesús? Lea el Salmo 26:1- 3, haga una oración basada en éste y busque a Jesús.
26:1 Júzgame, oh Jehová, porque yo en mi integridad he andado;
He confiado asimismo en Jehová sin titubear.
26:2 Escudríñame, oh Jehová, y pruébame;
Examina mis íntimos pensamientos y mi corazón.
26:3 Porque tu misericordia está delante de mis ojos,
Y ando en tu verdad.
¿Dónde está su confianza: en sus posesiones, su posición, su auto-estima? ¿Cuánto tiempo invierte diariamente en comunión con el Señor? ¿Cómo definiría su compromiso de confiar en Dios en toda área de su vida?
Mitch Albom, es autor del libro “Las cinco personas que encontrarás en el cielo”. Este escritor nos hace pensar sobre los últimos minutos de la vida de ciertos hombres. ¿Qué hacen? ¿Cómo invierten su tiempo? ¿A quiénes influencian? ¿Cómo impactan a quienes les rodean? ¿Cómo son conocidos? Estos y muchos otros aspectos de la vida de una persona cubre este libro. Por ejemplo se mencionan: actitudes, acciones, modales, gestos, saludos; él escribe sobre estos aspectos singulares del diario vivir a los cuales no damos valor, pero sabemos que afectan a aquellos con quienes convivimos en distintos lugares. El libro de Albom además ofrece una profunda comprensión de cómo intervenimos involuntariamente en las vidas de otras personas y nos hace pensar en el lugar que Cristo está preparando. Ahora bien no hay como la Biblia para hacernos meditar en la Patria Celestial. Pero debemos aclarar que para los cristianos, nuestro gozo final en la eternidad no proviene de otras personas únicamente, sino de nuestro Señor y Salvador. El cielo, recuerda, es un lugar real, que Jesús está preparando ahora para nosotros. Y, cuando lleguemos allí, nos regocijaremos al encontrarnos con el Cristo vivo (Juan 14:2-3; 2 Pedro 3:13). Sin embargo, no nos olvidemos que este encuentro con Jesús también incluirá rendir cuentas por la vida que llevamos en la tierra. Se nos dice a los creyentes: «Porque es necesario que todos nosotros comparezcamos ante el tribunal de Cristo, para que cada uno reciba según lo que haya hecho mientras estaba en el cuerpo, sea bueno o sea malo» (2 Corintios 5:10). Su evaluación sabia y justa nos mostrará cómo es que hemos amado a Dios y a nuestro prójimo (Mateo 22:37-40). Si bien mi amigo y amiga no sabemos quiénes serán las primeras cinco personas con las que nos encontremos en el cielo, sí sabemos y estamos seguros quién será la primera de todas: el Señor Jesús. Que encuentro maravilloso que nos llena de gozo, pero también nos hace reflexionar y examinar nuestro andar mientras transitamos aquí en la tierra.
 Mientras vives aquí, recuerda: estar con Jesús por siempre es y será la suma de toda la felicidad.
El eterno YO SOY.
“puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, el cual por el gozo puesto delante de él sufrió la cruz, menospreciando el oprobio, y se sentó a la diestra del trono de Dios”. Hebreos 12:2.
Mientras sus ojos estén fijos en el Señor, usted podrá resistir los días que van de mal en peor. ¡Fije sus ojos en el Señor! Hágalo una vez. Hágalo a diario. Hágalo diez mil veces. Hágalo constantemente. Cuando su calendario le pone presión, cuando sus perspectivas se diluyen, cuando su esperanza se apagan, cuando la gente lo desilusiona, cuando los sucesos se vuelven en su contra, cuando los sueños mueren, cuando las paredes se estrechan, cuando el pronóstico se ve lúgubre, cuando su corazón se parte,… mire al Señor, y siga mirándolo a Él.
El Salmo 119:9 dice: "¿Con qué limpiará el joven su camino? Con guardar tu palabra". Es realmente precioso ver como Dios no solo se ocupa en hacernos saber cómo Él quiere que el cristiano viva su vida, sino que Él nos provee divina y sabia instrucción para caminar cerca de él. ¡Él siempre va más allá y nos da una precisa instrucción sobre cómo lograrlo! Un estimado profesor enseñando sobre el Salmo 19 nos dice:
- La Palabra de Dios es “perfecta” (vs.7) está palabra hebrea podríamos traducirla como "completa, exhaustiva, suficiente".
- La Palabra de Dios puede "volver sabio al sencillo" (vs.7), es decir competente para enfrentar con prudencia y sabiduría los embates de la vida.
- La Palabra de Dios también "alumbra los ojos” (vs.8) y esto se refiere al hecho que la Palabra de Dios es pura, sin pecado, sin error, es clara, iluminadora. La Sagrada Escritura provee luz y entendimiento a aquella persona que desea vivir rectamente.
Realmente  necesitamos las Escrituras día tras día, porque únicamente la Palabra de Dios es tan poderosa y comprehensiva que puede convertir o transformar a la persona completa y cambiar a alguien para que llegue a ser la persona que Dios quiere que sea. 
Ahora te pregunto ¿Deseas llegar ser aquella persona que Dios quiere? ¿Estás en esa lucha?
El enemigo siempre busca perturbarnos, distraernos, desanimarnos para que bajemos los brazos y dejemos de estudiar las Escrituras. En muchas ocasiones atenta contra nosotros, para que perdamos el enfoque y nos entretengamos con cosas pasajeras.  Como menciona un pastor: "Varios son los enemigos que Satanás utiliza para impedir el propósito de Dios en nuestras vidas":
1.     El Secularismo: es decir el mal uso de las prioridades en la vida, darle mayor importancia al estudio o al trabajo antes que a la obra de Dios (Mateo 6:33).
2.     El Materialismo: es decir la búsqueda desmedida de lo material, o la búsqueda desenfrenada de comodidad, de condición social, o placer como la ambición suprema de la vida.
3.     El Mundanalidad: es decir conformarse a este siglo y seguir la corriente del mundo, lo que lleva a un corazón indiferente hacia las cosas de Dios (1Juan 2:15-17).
4.     El Romanticismo: es decir colocar una relación antes que a Dios; enamorarse o elegir  al compañero/a incorrecto, esto lleva al creyente a desviarse de la Voluntad de Dios.
5.     El Temor: es decir la falta de confianza en que Dios proveerá para que cumplamos con su deseo. Hacer la obra de Dios, siempre requiere fe.
Verdaderamente nos interesa el Cielo y  ¿qué estamos dispuestos a hacer para ir?
 Juan 3: 13.
Nadie ha subido al cielo, sino el que bajó del cielo, es decir, el Hijo del Hombre que está en el cielo.
 Juan 3:31.
El que procede de arriba está por encima de todos; el que es de la tierra, procede de la tierra y habla de la tierra.
El que procede del cielo está sobre todos.
 Lucas 24:51.
Y aconteció que mientras los bendecía, se separó de ellos y fue llevado arriba al cielo.
Decisión de servir a Dios. Salmo 100. 2
100:2 Servid a Jehová con alegría;
Venid ante su presencia con regocijo.
LA GRANDEZA DEL SERVICIO: JESUCRISTO MI MÁS GRANDE SERVIDOR.
Del Trono al Pesebre, del Pesebre a la Cruz, de la Cruz al Trono y del Trono al Corazón del Hombre. Filipenses 2: 5- 11. 2:5 Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús,
2:6 el cual, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse,
2:7 sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres;
2:8 y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz.
El Señor Jesús llegó a un pesebre por usted y por mí. Él voluntariamente se despojó de las glorias y riquezas celestiales para nacer en un establo. Jesús se hizo pobre para que usted pueda llegar a ser pudiente. Él vivió una vida de tan absoluta pobreza que cuando era tiempo de pagar sus impuestos, tuvo que buscar una moneda en la boca de un pescado. Cuando envió a sus discípulos al mundo les mandó que no llevaran nada, sino sólo un bordón y el poder del Espíritu Santo (Marcos 6.7-9). Se le dio muerte como un criminal ordinario para que nosotros podamos vestir las túnicas reales. Hijo (a) de Dios, usted es opulento (a). Yo soy rico. ¡Alabado sea su nombre!

Todos los hombres de la tierra deberíamos hoy mismo colocarnos de rodillas y Alabar a Jesucristo, darle Honor y Gloria y gritar a los cuatro vientos: Gracias Jesucristo por tú Regalo de la Salvación.

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