¿SERÁ QUÉ
HAY DENTRO DE NOSOTRO UN GRITO DE ANGUSTIA DE “NO QUIERO PECAR MÁS”?
«DETÉNGANME,
ANTES QUE MATE OTRA VEZ»
Por Carlos
Rey.
LA
CONCIENCIA NOS MUESTRA EL PECADO.
«Deténganme,
antes que mate otra vez.» No eran los pensamientos de un asesino en potencia.
Tampoco eran las palabras pronunciadas por un maniaco homicida hablando por
teléfono con las autoridades. Ni era la súplica de un reo a los guardias de
turno de la cárcel en que había estado encerrado porque ya no soportaba la vida
al otro lado de las rejas. «Deténganme, antes que mate otra vez» es la frase
que un criminal escribió en una pared con lápiz labial. Al hacerlo, se apoyó en
la pared y dejó la huella de su mano, que condujo a su captura como sospechoso
en el homicidio de una atractiva trigueña en un hotel de Nueva York.
HAY PERSONA
QUE DEJAN SU PROPIA HUELLA DEL CRIMEN.
La policía
anunció que Hugh Kelly, un joven de diecinueve años de edad, fue detenido con
relación a la muerte de Dolores Anderson. Al joven Kelly lo arrestaron al
comprobar que sus huellas digitales correspondían a las dejadas en la pared. A
la larga, el único indicio que orientó la investigación oficial del homicidio
fue esa huella de su mano.
EXISTE UNA
LUCHA ENTRE LA CARNE Y EL ESPÍRITU.
La pregunta
que no podemos dejar de hacernos es esta: ¿Por qué quiso aquel joven que lo
detuvieran aun cuando sabía que eso podía dar como resultado cadena perpetua?
La respuesta, sin duda, tiene que ver con la lucha que se libra, dentro de cada
uno de nosotros, entre la naturaleza pecaminosa y el Espíritu.
EL APÓSTOL
PABLO NOS HABLA DE ESA LUCHA QUE EL TUVO SIEMPRE.
El apóstol
Pablo describe esa lucha interna con el pecado en estos términos: «Yo sé que en
mí, es decir, en mi naturaleza pecaminosa, nada bueno habita. Aunque deseo
hacer lo bueno, no soy capaz de hacerlo. De hecho, no hago el bien que quiero,
sino el mal que no quiero....
UNA LEY DE
LOS CONTRARIOS: LO QUE QUIERO NO LO HAGO Y LO QUE NO QUIERO, ESO SI HAGO.
»Así que
descubro esta ley: que cuando quiero hacer el bien, me acompaña el mal. Porque
en lo íntimo de mi ser me deleito en la ley de Dios; pero me doy cuenta de que
en los miembros de mi cuerpo hay otra ley, que es la ley del pecado. Esta ley
lucha contra la ley de mi mente, y me tiene cautivo. ¡Soy un pobre miserable! ¿Quién
me librará de este cuerpo mortal?»1
¿QUIÉN ME
LIBRARÁ DE ESTE CUERPO DE MUERTE.
Ahora bien,
si el venerado apóstol se encontró en semejante callejón sin aparente salida,
¿qué esperanza hay para nosotros? «Gracias a Dios —concluye aquel compañero de
armas espirituales— por medio de Jesucristo nuestro Señor... ya no hay ninguna
condenación... pues por medio de él la ley del Espíritu de vida me ha liberado
de la ley del pecado y de la muerte».2
JESUCRISTO
EL SEÑOR ES LA RESPUESTA PARA EL PECADO Y LA SOLUCIÓN DEL PECADOR.
¿Qué
esperamos, entonces? Acudamos a Cristo, como nos recomienda San Pablo, y
digámosle: «Detenme, antes que peque otra vez. Y si caigo y vuelvo a pecar,
perdóname y ayúdame a volver a levantarme, cada vez más fuerte en el poder de
tu Espíritu.»
1 Ro 7:18‑19,21‑24. 7:18
Y yo sé que en mí, esto es, en mi carne, no mora el bien; porque el querer el bien
está en mí, pero no el hacerlo.
7:19 Porque
no hago el bien que quiero, sino el mal que no quiero, eso hago.
7:20 Y si
hago lo que no quiero, ya no lo hago yo, sino el pecado que mora en mí.
7:21 Así
que, queriendo yo hacer el bien, hallo esta ley: que el mal está en mí.
7:22 Porque
según el hombre interior, me deleito en la ley de Dios;
7:23 pero
veo otra ley en mis miembros, que se rebela contra la ley de mi mente, y que me
lleva cautivo a la ley del pecado que está en mis miembros.
7:24 ¡Miserable
de mí! ¿Quién me librará de este cuerpo de muerte?
2 Ro 7:25; 8:1,2. 7:25 Gracias doy a Dios, por
Jesucristo Señor nuestro. Así que, yo mismo con la mente sirvo a la ley de
Dios, mas con la carne a la ley del pecado.
Ro 8: 1- 16.
8:1 Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús,
los que no andan conforme a la carne, sino conforme al Espíritu.
8:2 Porque
la ley del Espíritu de vida en Cristo Jesús me ha librado de la ley del pecado
y de la muerte.
8:3 Porque
lo que era imposible para la ley, por cuanto era débil por la carne, Dios,
enviando a su Hijo en semejanza de carne de pecado y a causa del pecado,
condenó al pecado en la carne;
8:4 para que
la justicia de la ley se cumpliese en nosotros, que no andamos conforme a la
carne, sino conforme al Espíritu.
8:5 Porque
los que son de la carne piensan en las cosas de la carne; pero los que son del
Espíritu, en las cosas del Espíritu.
8:6 Porque
el ocuparse de la carne es muerte, pero el ocuparse del Espíritu es vida y paz.
8:7 Por
cuanto los designios de la carne son enemistad contra Dios; porque no se
sujetan a la ley de Dios, ni tampoco pueden;
8:8 y los
que viven según la carne no pueden agradar a Dios.
8:9 Más
vosotros no vivís según la carne, sino según el Espíritu, si es que el Espíritu
de Dios mora en vosotros. Y si alguno no tiene el Espíritu de Cristo, no es de
él.
8:10 Pero si
Cristo está en vosotros, el cuerpo en verdad está muerto a causa del pecado, más
el espíritu vive a causa de la justicia.
8:11 Y si el
Espíritu de aquel que levantó de los muertos a Jesús mora en vosotros, el que
levantó de los muertos a Cristo Jesús vivificará también vuestros cuerpos
mortales por su Espíritu que mora en vosotros.
8:12 Así
que, hermanos, deudores somos, no a la carne, para que vivamos conforme a la
carne;
8:13 porque
si vivís conforme a la carne, moriréis; más si por el Espíritu hacéis morir las
obras de la carne, viviréis.
8:14 Porque
todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, éstos son hijos de Dios.
8:15 Pues no
habéis recibido el espíritu de esclavitud para estar otra vez en temor, sino
que habéis recibido el espíritu de adopción, por el cual clamamos: ¡Abba,
Padre!
8:16 El
Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu, de que somos hijos de Dios.
NUESTROS
JÓVENES ESTÁN EN PELIGRO.
Segunda
Corintios 10:5: ”[...] llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia a
Cristo.”
Satanás está
llevando a cabo una batalla para controlar los pensamientos de los
adolescentes. El típico joven estadounidense escucha un promedio de 10.500
horas de música rock entre el séptimo y décimo grado de colegio. ¡Eso es
solamente 500 horas menos del tiempo total que pasan en la escuela desde el
primer año escolar hasta el duodécimo año de colegio! ¿Tiene usted una idea del
fatalismo que se bombardea por las ondas radiales a las mentes de los jóvenes
de hoy?
La
Asociación Nacional de Educación de los Estados Unidos estima que un porcentaje
significativo de los 5.000 suicidios entre adolescentes que ocurren anualmente,
es causado por la música tan fatalista que escuchan. Alguien digo: “Permítame
escribir las canciones que la nación entona, y no me importa quién decrete las leyes.”
¿Hay algún
adolescente en su vida? Si es así, dedíqueles un tiempo ésta semana para hablar
acerca de la música que escucha y de las opciones saludables que necesita tomar
para arrebatarle a Satanás el territorio que está tratando de conquistar con su
violento ataque de música funesta.
TENEMOS UN
GRAN ENEMIGO, MEJOR DICHO ENEMIGOS.
Efesios
6:12: “Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados,
contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo.”
Existe un
despiadado y cruel sistema del bajo mundo que pelea contra usted. Los
cabecillas del crimen son simples aficionados comparados con este sindicato
dirigido por el maestro del engaño. Se le llama: “destructor”, “mentiroso”,
“acusador”, “tentador”, y “príncipe”. Satanás es indescriptiblemente malévolo,
brillantemente estúpido, y espantosamente hermoso. Si él no puede convencerlo
de que él no existe, entonces él trata de esparcir la mentira de que solamente
está en el infierno. Él no está en el infierno. El infierno fue preparado para
el diablo y sus ángeles, pero ¡él aún no está ahí! Tenga cuidado... Satanás
viene contra usted para obsesionar, deprimir y poseer. No obstante, tome
ánimo... ¡Jesús ha comprado su victoria con su sangre!
Satanás es
representado como un león rugiente en 1 Pedro 5:8. Póngase la total armadura de
Dios (Efesios 6:10-18) y apóyese en la victoria que solamente la fe en Cristo
el Rey se puede alcanzar.
JESÚS
DESCRIBE A SATANÁS ASÍ:
Jesús afirmó
de Satanás: “Él ha sido homicida desde el principio, y no ha permanecido en la
verdad, porque no hay verdad en él. Cuando habla mentira, de suyo habla; porque
es mentiroso, y padre de mentira” (Juan 8:44).
Satanás es
un astuto mentiroso. De hecho, muchas de sus mentiras suenan como la verdad.
Satanás juega con nuestra mente para confundirnos. Él miente en cuanto al tema
más vital: Dios. Satanás quiere engañarnos con referencia a Dios. Si el diablo
puede distorsionar su concepto de Dios, entonces sin lugar a dudas él dominará
cualquier otra área de su vida.
NO DEBEMOS
ENGAÑARNOS, DEBEMOS VIVIR EN SANTIDAD.
“¿No sabéis
que los injustos no heredarán el reino de Dios? No erréis; ni los fornicarios,
ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los afeminados, ni los que se echan con
varones, ni los ladrones, ni los avaros, ni los borrachos, ni los maldicientes,
ni los estafadores, heredarán el reino de Dios” - (1 Corintios 6:9-10).
La gente
posee la idea que está bien vivir inmoralmente y que Dios pasará por alto sus
indiscreciones. “No os engañéis; Dios no puede ser burlado: pues todo lo que el
hombre sembrare, eso también segará” (Gálatas 6:7). A Dios no se le pasa por
alto nada de nuestras vidas. Él es un Dios justo y juzgará (véase Hebreos
13:4). “Bueno Pastor, ¿significa esto que si he hecho alguna de estas cosas no
podré ser salvo?” ¡No! Primera Corintios 6:11 promete: “Y esto erais algunos;
mas ya habéis sido lavados, ya habéis sido santificados, ya habéis sido
justificados en el nombre del Señor Jesús, y por el Espíritu de nuestro Dios.”
¡Aleluya! No existe pecado tan atroz que la sangre de Cristo no pueda lavar. Él
limpia al pecador más vil.
¿Ha pensado
alguna vez que Dios no puede perdonarle un pecado o pecados cometidos?
Entonces, pídale perdón por elevar su pecado más allá de la sangre de Cristo.
Satanás no quiere que usted sepa que el pecado más vil puede ser limpiado por
la sangre de Jesucristo cuando acudimos a Él en arrepentimiento y fe.
DIOS NOS
CUIDA DEL ENEMIGO.
“Dios, Dios
mío eres Tú; de madrugada te buscaré; mi alma tiene sed de Ti, mi carne te
anhela, en tierra seca y árida donde no hay aguas” - (Salmo 63:1).
El Diablo
tentó a Jesús para que convirtiera las piedras en pan. He estado en Palestina y
he visto piedras que asombrosamente parecen bollos pequeños de pan. En mi mente
puedo ver al diablo mirando el suelo sabiendo que Jesús había estado ayunando
por 40 días y él le tienta: “Bueno, mira aquí. ¡Sencillamente convierte esto en
pan!” Ahora, no hay nada de malo con comer pan. De hecho, Jesús nos enseñó que
oráramos por el pan de cada día. Sin embargo, Jesús fue guiado al desierto a
ayunar, orar y buscar el rostro de Dios. El diablo trataba de poner el pan por
sobre la voluntad de Dios, diciendo: “¡Consiente a tu carne!” No obstante, lo
que él estaba verdaderamente diciendo fue: “Comete suicidio espiritual.” Jesús
rehusó. Jesús venció la carne y usted también lo puede hacer.
¿Sabía que
cada minuto que usted entretiene pensamientos negativos que van en contra de lo
que Dios ha mandado se está arrodillando ante Satanás? Es correcto. La próxima
vez que empiece a pensar en algo que Dios desaprueba, mire el segundero del
reloj, es tiempo que nunca recuperará, por lo tanto, ¿por qué seguir botándolo?
JESÚS FUE
TENTADO EN TODO: LOS DESEOS DE LA CARNE, LOS DESEOS DE LOS OJOS Y LA VANAGLORIA
DE LA VIDA.
“Porque no
tenemos un Sumo Sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras debilidades,
sino Uno que fue tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin pecado” -
(Hebreos 4:15).
Cuando la
gente lee que Jesús “fue tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin
pecado”, algunos lo cuestionan. Quizás usted no dice nada en voz alta, pero
piensa: “¿Fue Él verdaderamente tentado en toda forma? ¿Fue tentado a tener
sexo? No leí donde Él fue tentado a pasarse una luz roja… o fumar
marihuana.” Con todo, la Biblia es muy
clara al decir que Él fue tentado en todo. De hecho, existen sólo tres
tentaciones y Jesús fue tentado en las tres. Primera Juan 2:16 las menciona:
“los deseos de la carne” (la tentación para que hagamos algo: nuestras
pasiones), “los deseos de los ojos” (la tentación para que tengamos algo:
nuestra posesiones), “y la vanagloria de la vida” (la tentación para que seamos
alguien: nuestro orgullo). Si usted lo duda, entonces lea acerca de la
tentación que Él enfrentó en Lucas 4:1-13.
Alabe a Dios
que su Hijo fue el sacrificio perfecto por sus pecados (lea Efesios 5:2 e
Isaías 53:4-5). Alabe a Dios que usted posee su Espíritu para liberarlo (lea
Hebreos 2:18). Alabe a Dios que usted posee su Palabra para vencer a Satanás
(lea Hebreos 4:12).
NECESITAMOS
LA ARMADURA DE DIOS.
Efesios
6:12: “Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados,
contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo.”
Existe un
despiadado y cruel sistema del bajo mundo que pelea contra usted. Los
cabecillas del crimen son simples aficionados comparados con este sindicato
dirigido por el maestro del engaño. Se le llama: “destructor”, “mentiroso”,
“acusador”, “tentador”, y “príncipe”. Satanás es indescriptiblemente malévolo,
brillantemente estúpido, y espantosamente hermoso. Si él no puede convencerlo
de que él no existe, entonces él trata de esparcir la mentira de que solamente
está en el infierno. Él no está en el infierno. El infierno fue preparado para
el diablo y sus ángeles, pero ¡él aún no está ahí! Tenga cuidado... Satanás
viene contra usted para obsesionar, deprimir y poseer. No obstante, tome
ánimo... ¡Jesús ha comprado su victoria con su sangre!
Satanás es
representado como un león rugiente en 1 Pedro 5:8. Póngase la total armadura de
Dios (Efesios 6:10-18) y apóyese en la victoria que solamente la fe en Cristo
el Rey se puede alcanzar.
EL FIN DE
SATANÁS SE ACERCA.
“Sabiendo esto, que nuestro viejo hombre fue
crucificado juntamente con Él, para que el cuerpo del pecado sea destruido, a
fin de que no sirvamos más al pecado” - (Romanos 6:6).
La palabra
“sobrio” ha venido a ser, en nuestros días, una palabra que significa el ser
libre del alcohol. Pero en la Biblia, “sobrio” significa el pensar seriamente
en las cosas de Dios. El tiempo final se acerca, y Satanás lo sabe. Usted
necesita saberlo también. ¿Piensa que mientras más nos acercamos al regreso de
Cristo, Satanás pretenderá hacerse el muerto? ¡Rotundamente no! Apocalipsis
12:12 dice que Satanás vendrá “con gran ira, sabiendo que tiene poco tiempo”.
Usted va a ver toda la artillería del infierno desatada sobre los creyentes, al
Cristo preparase para su regreso. Es tiempo de despertar. El tiempo pasa
rápidamente. Mire hacia el cielo. Jesús regresa. Y sea sobrio, porque Satanás
está trabajando.
Lea 1
Tesalonicenses 5:6-8 y 1 Pedro 1:13-16, y 5:8-11.
Usted
necesita entender que Satanás no está en contra de la religión. Él siempre ha
querido ser como Dios. Él no le tienta con ser inicuo, sino con ser como Dios,
pero a la manera del diablo. Satanás es el maestro del engaño. Mateo 24:24 dice
que engañará, “si fuere posible, aun a los escogidos”. Esa es la razón por la
que tenemos que ser discernidores de la verdad.
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