martes, 2 de febrero de 2016

SER SABIO ES DETENERSE AHORA Y NO PECAR MÁS.

¿SERÁ QUÉ HAY DENTRO DE NOSOTRO UN GRITO DE ANGUSTIA DE “NO QUIERO PECAR MÁS”?
«DETÉNGANME, ANTES QUE MATE OTRA VEZ»
Por Carlos Rey.
LA CONCIENCIA NOS MUESTRA EL PECADO.
«Deténganme, antes que mate otra vez.» No eran los pensamientos de un asesino en potencia. Tampoco eran las palabras pronunciadas por un maniaco homicida hablando por teléfono con las autoridades. Ni era la súplica de un reo a los guardias de turno de la cárcel en que había estado encerrado porque ya no soportaba la vida al otro lado de las rejas. «Deténganme, antes que mate otra vez» es la frase que un criminal escribió en una pared con lápiz labial. Al hacerlo, se apoyó en la pared y dejó la huella de su mano, que condujo a su captura como sospechoso en el homicidio de una atractiva trigueña en un hotel de Nueva York.
HAY PERSONA QUE DEJAN SU PROPIA HUELLA DEL CRIMEN.
La policía anunció que Hugh Kelly, un joven de diecinueve años de edad, fue detenido con relación a la muerte de Dolores Anderson. Al joven Kelly lo arrestaron al comprobar que sus huellas digitales correspondían a las dejadas en la pared. A la larga, el único indicio que orientó la investigación oficial del homicidio fue esa huella de su mano.
EXISTE UNA LUCHA ENTRE LA CARNE Y EL ESPÍRITU.
La pregunta que no podemos dejar de hacernos es esta: ¿Por qué quiso aquel joven que lo detuvieran aun cuando sabía que eso podía dar como resultado cadena perpetua? La respuesta, sin duda, tiene que ver con la lucha que se libra, dentro de cada uno de nosotros, entre la naturaleza pecaminosa y el Espíritu.
EL APÓSTOL PABLO NOS HABLA DE ESA LUCHA QUE EL TUVO SIEMPRE.
El apóstol Pablo describe esa lucha interna con el pecado en estos términos: «Yo sé que en mí, es decir, en mi naturaleza pecaminosa, nada bueno habita. Aunque deseo hacer lo bueno, no soy capaz de hacerlo. De hecho, no hago el bien que quiero, sino el mal que no quiero....
UNA LEY DE LOS CONTRARIOS: LO QUE QUIERO NO LO HAGO Y LO QUE NO QUIERO, ESO SI HAGO.
»Así que descubro esta ley: que cuando quiero hacer el bien, me acompaña el mal. Porque en lo íntimo de mi ser me deleito en la ley de Dios; pero me doy cuenta de que en los miembros de mi cuerpo hay otra ley, que es la ley del pecado. Esta ley lucha contra la ley de mi mente, y me tiene cautivo. ¡Soy un pobre miserable! ¿Quién me librará de este cuerpo mortal?»1
¿QUIÉN ME LIBRARÁ DE ESTE CUERPO DE MUERTE.
Ahora bien, si el venerado apóstol se encontró en semejante callejón sin aparente salida, ¿qué esperanza hay para nosotros? «Gracias a Dios —concluye aquel compañero de armas espirituales— por medio de Jesucristo nuestro Señor... ya no hay ninguna condenación... pues por medio de él la ley del Espíritu de vida me ha liberado de la ley del pecado y de la muerte».2
JESUCRISTO EL SEÑOR ES LA RESPUESTA PARA EL PECADO Y LA SOLUCIÓN DEL PECADOR.
¿Qué esperamos, entonces? Acudamos a Cristo, como nos recomienda San Pablo, y digámosle: «Detenme, antes que peque otra vez. Y si caigo y vuelvo a pecar, perdóname y ayúdame a volver a levantarme, cada vez más fuerte en el poder de tu Espíritu.»
1         Ro 7:1819,2124. 7:18 Y yo sé que en mí, esto es, en mi carne, no mora el bien; porque el querer el bien está en mí, pero no el hacerlo.
7:19 Porque no hago el bien que quiero, sino el mal que no quiero, eso hago.
7:20 Y si hago lo que no quiero, ya no lo hago yo, sino el pecado que mora en mí.
7:21 Así que, queriendo yo hacer el bien, hallo esta ley: que el mal está en mí.
7:22 Porque según el hombre interior, me deleito en la ley de Dios;
7:23 pero veo otra ley en mis miembros, que se rebela contra la ley de mi mente, y que me lleva cautivo a la ley del pecado que está en mis miembros.
7:24 ¡Miserable de mí! ¿Quién me librará de este cuerpo de muerte?
2         Ro 7:25; 8:1,2. 7:25 Gracias doy a Dios, por Jesucristo Señor nuestro. Así que, yo mismo con la mente sirvo a la ley de Dios, mas con la carne a la ley del pecado.
Ro 8: 1- 16. 8:1 Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús, los que no andan conforme a la carne, sino conforme al Espíritu.
8:2 Porque la ley del Espíritu de vida en Cristo Jesús me ha librado de la ley del pecado y de la muerte.
8:3 Porque lo que era imposible para la ley, por cuanto era débil por la carne, Dios, enviando a su Hijo en semejanza de carne de pecado y a causa del pecado, condenó al pecado en la carne;
8:4 para que la justicia de la ley se cumpliese en nosotros, que no andamos conforme a la carne, sino conforme al Espíritu.
8:5 Porque los que son de la carne piensan en las cosas de la carne; pero los que son del Espíritu, en las cosas del Espíritu.
8:6 Porque el ocuparse de la carne es muerte, pero el ocuparse del Espíritu es vida y paz.
8:7 Por cuanto los designios de la carne son enemistad contra Dios; porque no se sujetan a la ley de Dios, ni tampoco pueden;
8:8 y los que viven según la carne no pueden agradar a Dios.
8:9 Más vosotros no vivís según la carne, sino según el Espíritu, si es que el Espíritu de Dios mora en vosotros. Y si alguno no tiene el Espíritu de Cristo, no es de él.
8:10 Pero si Cristo está en vosotros, el cuerpo en verdad está muerto a causa del pecado, más el espíritu vive a causa de la justicia.
8:11 Y si el Espíritu de aquel que levantó de los muertos a Jesús mora en vosotros, el que levantó de los muertos a Cristo Jesús vivificará también vuestros cuerpos mortales por su Espíritu que mora en vosotros.
8:12 Así que, hermanos, deudores somos, no a la carne, para que vivamos conforme a la carne;
8:13 porque si vivís conforme a la carne, moriréis; más si por el Espíritu hacéis morir las obras de la carne, viviréis.
8:14 Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, éstos son hijos de Dios.
8:15 Pues no habéis recibido el espíritu de esclavitud para estar otra vez en temor, sino que habéis recibido el espíritu de adopción, por el cual clamamos: ¡Abba, Padre!
8:16 El Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu, de que somos hijos de Dios.
NUESTROS JÓVENES ESTÁN EN PELIGRO.
Segunda Corintios 10:5: ”[...] llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo.”
Satanás está llevando a cabo una batalla para controlar los pensamientos de los adolescentes. El típico joven estadounidense escucha un promedio de 10.500 horas de música rock entre el séptimo y décimo grado de colegio. ¡Eso es solamente 500 horas menos del tiempo total que pasan en la escuela desde el primer año escolar hasta el duodécimo año de colegio! ¿Tiene usted una idea del fatalismo que se bombardea por las ondas radiales a las mentes de los jóvenes de hoy?
La Asociación Nacional de Educación de los Estados Unidos estima que un porcentaje significativo de los 5.000 suicidios entre adolescentes que ocurren anualmente, es causado por la música tan fatalista que escuchan. Alguien digo: “Permítame escribir las canciones que la nación entona, y no me importa quién decrete las leyes.”
¿Hay algún adolescente en su vida? Si es así, dedíqueles un tiempo ésta semana para hablar acerca de la música que escucha y de las opciones saludables que necesita tomar para arrebatarle a Satanás el territorio que está tratando de conquistar con su violento ataque de música funesta.
TENEMOS UN GRAN ENEMIGO, MEJOR DICHO ENEMIGOS.
Efesios 6:12: “Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo.”
Existe un despiadado y cruel sistema del bajo mundo que pelea contra usted. Los cabecillas del crimen son simples aficionados comparados con este sindicato dirigido por el maestro del engaño. Se le llama: “destructor”, “mentiroso”, “acusador”, “tentador”, y “príncipe”. Satanás es indescriptiblemente malévolo, brillantemente estúpido, y espantosamente hermoso. Si él no puede convencerlo de que él no existe, entonces él trata de esparcir la mentira de que solamente está en el infierno. Él no está en el infierno. El infierno fue preparado para el diablo y sus ángeles, pero ¡él aún no está ahí! Tenga cuidado... Satanás viene contra usted para obsesionar, deprimir y poseer. No obstante, tome ánimo... ¡Jesús ha comprado su victoria con su sangre!
Satanás es representado como un león rugiente en 1 Pedro 5:8. Póngase la total armadura de Dios (Efesios 6:10-18) y apóyese en la victoria que solamente la fe en Cristo el Rey se puede alcanzar.
JESÚS DESCRIBE A SATANÁS ASÍ:
Jesús afirmó de Satanás: “Él ha sido homicida desde el principio, y no ha permanecido en la verdad, porque no hay verdad en él. Cuando habla mentira, de suyo habla; porque es mentiroso, y padre de mentira” (Juan 8:44).
Satanás es un astuto mentiroso. De hecho, muchas de sus mentiras suenan como la verdad. Satanás juega con nuestra mente para confundirnos. Él miente en cuanto al tema más vital: Dios. Satanás quiere engañarnos con referencia a Dios. Si el diablo puede distorsionar su concepto de Dios, entonces sin lugar a dudas él dominará cualquier otra área de su vida.
NO DEBEMOS ENGAÑARNOS, DEBEMOS VIVIR EN SANTIDAD.
“¿No sabéis que los injustos no heredarán el reino de Dios? No erréis; ni los fornicarios, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los afeminados, ni los que se echan con varones, ni los ladrones, ni los avaros, ni los borrachos, ni los maldicientes, ni los estafadores, heredarán el reino de Dios” - (1 Corintios 6:9-10).
La gente posee la idea que está bien vivir inmoralmente y que Dios pasará por alto sus indiscreciones. “No os engañéis; Dios no puede ser burlado: pues todo lo que el hombre sembrare, eso también segará” (Gálatas 6:7). A Dios no se le pasa por alto nada de nuestras vidas. Él es un Dios justo y juzgará (véase Hebreos 13:4). “Bueno Pastor, ¿significa esto que si he hecho alguna de estas cosas no podré ser salvo?” ¡No! Primera Corintios 6:11 promete: “Y esto erais algunos; mas ya habéis sido lavados, ya habéis sido santificados, ya habéis sido justificados en el nombre del Señor Jesús, y por el Espíritu de nuestro Dios.” ¡Aleluya! No existe pecado tan atroz que la sangre de Cristo no pueda lavar. Él limpia al pecador más vil.
¿Ha pensado alguna vez que Dios no puede perdonarle un pecado o pecados cometidos? Entonces, pídale perdón por elevar su pecado más allá de la sangre de Cristo. Satanás no quiere que usted sepa que el pecado más vil puede ser limpiado por la sangre de Jesucristo cuando acudimos a Él en arrepentimiento y fe.
DIOS NOS CUIDA DEL ENEMIGO.
“Dios, Dios mío eres Tú; de madrugada te buscaré; mi alma tiene sed de Ti, mi carne te anhela, en tierra seca y árida donde no hay aguas” - (Salmo 63:1).
El Diablo tentó a Jesús para que convirtiera las piedras en pan. He estado en Palestina y he visto piedras que asombrosamente parecen bollos pequeños de pan. En mi mente puedo ver al diablo mirando el suelo sabiendo que Jesús había estado ayunando por 40 días y él le tienta: “Bueno, mira aquí. ¡Sencillamente convierte esto en pan!” Ahora, no hay nada de malo con comer pan. De hecho, Jesús nos enseñó que oráramos por el pan de cada día. Sin embargo, Jesús fue guiado al desierto a ayunar, orar y buscar el rostro de Dios. El diablo trataba de poner el pan por sobre la voluntad de Dios, diciendo: “¡Consiente a tu carne!” No obstante, lo que él estaba verdaderamente diciendo fue: “Comete suicidio espiritual.” Jesús rehusó. Jesús venció la carne y usted también lo puede hacer.
¿Sabía que cada minuto que usted entretiene pensamientos negativos que van en contra de lo que Dios ha mandado se está arrodillando ante Satanás? Es correcto. La próxima vez que empiece a pensar en algo que Dios desaprueba, mire el segundero del reloj, es tiempo que nunca recuperará, por lo tanto, ¿por qué seguir botándolo?
JESÚS FUE TENTADO EN TODO: LOS DESEOS DE LA CARNE, LOS DESEOS DE LOS OJOS Y LA VANAGLORIA DE LA VIDA.
“Porque no tenemos un Sumo Sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras debilidades, sino Uno que fue tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin pecado” - (Hebreos 4:15).
Cuando la gente lee que Jesús “fue tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin pecado”, algunos lo cuestionan. Quizás usted no dice nada en voz alta, pero piensa: “¿Fue Él verdaderamente tentado en toda forma? ¿Fue tentado a tener sexo? No leí donde Él fue tentado a pasarse una luz roja… o fumar marihuana.”  Con todo, la Biblia es muy clara al decir que Él fue tentado en todo. De hecho, existen sólo tres tentaciones y Jesús fue tentado en las tres. Primera Juan 2:16 las menciona: “los deseos de la carne” (la tentación para que hagamos algo: nuestras pasiones), “los deseos de los ojos” (la tentación para que tengamos algo: nuestra posesiones), “y la vanagloria de la vida” (la tentación para que seamos alguien: nuestro orgullo). Si usted lo duda, entonces lea acerca de la tentación que Él enfrentó en Lucas 4:1-13.
Alabe a Dios que su Hijo fue el sacrificio perfecto por sus pecados (lea Efesios 5:2 e Isaías 53:4-5). Alabe a Dios que usted posee su Espíritu para liberarlo (lea Hebreos 2:18). Alabe a Dios que usted posee su Palabra para vencer a Satanás (lea Hebreos 4:12).
NECESITAMOS LA ARMADURA DE DIOS.
Efesios 6:12: “Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo.”
Existe un despiadado y cruel sistema del bajo mundo que pelea contra usted. Los cabecillas del crimen son simples aficionados comparados con este sindicato dirigido por el maestro del engaño. Se le llama: “destructor”, “mentiroso”, “acusador”, “tentador”, y “príncipe”. Satanás es indescriptiblemente malévolo, brillantemente estúpido, y espantosamente hermoso. Si él no puede convencerlo de que él no existe, entonces él trata de esparcir la mentira de que solamente está en el infierno. Él no está en el infierno. El infierno fue preparado para el diablo y sus ángeles, pero ¡él aún no está ahí! Tenga cuidado... Satanás viene contra usted para obsesionar, deprimir y poseer. No obstante, tome ánimo... ¡Jesús ha comprado su victoria con su sangre!
Satanás es representado como un león rugiente en 1 Pedro 5:8. Póngase la total armadura de Dios (Efesios 6:10-18) y apóyese en la victoria que solamente la fe en Cristo el Rey se puede alcanzar.
EL FIN DE SATANÁS SE ACERCA.
 “Sabiendo esto, que nuestro viejo hombre fue crucificado juntamente con Él, para que el cuerpo del pecado sea destruido, a fin de que no sirvamos más al pecado” - (Romanos 6:6).
La palabra “sobrio” ha venido a ser, en nuestros días, una palabra que significa el ser libre del alcohol. Pero en la Biblia, “sobrio” significa el pensar seriamente en las cosas de Dios. El tiempo final se acerca, y Satanás lo sabe. Usted necesita saberlo también. ¿Piensa que mientras más nos acercamos al regreso de Cristo, Satanás pretenderá hacerse el muerto? ¡Rotundamente no! Apocalipsis 12:12 dice que Satanás vendrá “con gran ira, sabiendo que tiene poco tiempo”. Usted va a ver toda la artillería del infierno desatada sobre los creyentes, al Cristo preparase para su regreso. Es tiempo de despertar. El tiempo pasa rápidamente. Mire hacia el cielo. Jesús regresa. Y sea sobrio, porque Satanás está trabajando.
Lea 1 Tesalonicenses 5:6-8 y 1 Pedro 1:13-16, y 5:8-11.
Usted necesita entender que Satanás no está en contra de la religión. Él siempre ha querido ser como Dios. Él no le tienta con ser inicuo, sino con ser como Dios, pero a la manera del diablo. Satanás es el maestro del engaño. Mateo 24:24 dice que engañará, “si fuere posible, aun a los escogidos”. Esa es la razón por la que tenemos que ser discernidores de la verdad.



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