LA ENVIDIA
EN LAS COSAS VANAS Y QUE HACEN TANTO DAÑO EMOCIONAL.
ENVIDIA DE
LAS BODAS AJENAS.
Por Carlos
Rey.
LA GENTE
CREE QUE SOLO PUEDE CASARSE CUANDO TIENE DINERO.
«Hace cinco
años que tengo una relación de noviazgo. Tenemos dificultades económicas para
casarnos. No puedo evitar tener envidia, desesperación y tristeza en mi corazón
cada vez que alguien conocido anuncia su matrimonio. Yo sólo trato de disimular
lo que siento y de asistir [a la boda] aunque me sienta mal. No sé cómo sacar
la envidia de mi corazón y alegrarme con los que están alegres. No puedo
sentirme feliz al ver que otros han obtenido esa bendición antes que yo, y que
no sé cuánto tiempo más tendré que esperar.»
Este es el
consejo que le dio mi esposa:
COMPARARNOS
CON OTROS ES UN ERROR.
»Nos
alegramos de que reconozca que la envidia le hace daño. Al pensar vez tras vez
en lo que usted tiene y que compara con lo que tienen los demás, se está
condenando a la infelicidad. Los adultos que tienen madurez emocional aceptan
el hecho de que la vida no es justa, nunca ha sido justa, y jamás será justa, y
luego determinan sacarle el mayor provecho posible a lo que tienen. En cambio,
los que se comparan con otros en cualquier esfera de la vida, convencidos de
que debiera haber equidad o justicia de alguna manera, se decepcionan constantemente.
Luego se enojan y se irritan, lo cual los aísla de sus amigos y de su familia,
y eso los hace más infelices....
ENVIDIA,
VANIDAD Y ORGULLO: TRES ENEMIGOS DE LA PAZ EN EL HOGAR.
»Las bodas
provocan la envidia de muchas mujeres en todo el mundo. Ven bodas hermosas por
televisión y en las películas y cine, y terminan por convencerse de que el
espléndido evento y el costoso vestido de novia son indispensables para
casarse. Y ven cómo ciertas familias tratan de demostrar que tienen dinero y
prestigio social al invitar a todos sus conocidos a una suntuosa cena después de
la ceremonia. Y sin embargo los buenos matrimonios no dependen de nada de eso,
como lo confirman tantos divorcios que se dan a los pocos años de las bodas.
HAY COSA
SENCILLAS Y MUY SÓBRIAS QUE NOS ALEGRAN, SIN EXAGERAR.
»Cuando
nuestra hija se casó hace algunos años, no teníamos el dinero para que ella y
su prometido tuvieran una boda costosa.... Ellos decidieron casarse en un
parque, y luego que unos cuantos familiares y amigos fueran a una casa para una
pequeña fiesta.... Estuvimos orgullosos de ellos porque decidieron no
desperdiciar una buena cantidad de dinero en una gran fiesta que sólo duraría
unas cuantas horas.
MUCHAS
PERSONAS CREEN QUE SOLO VIVEN BIEN LOS QUE TIENEN Y GASTAN DINERO.
»El escritor
del libro a los Hebreos enseñó: “Manténganse libres del amor al dinero, y
conténtense con lo que tienen, porque Dios ha dicho: ‘Nunca te dejaré; jamás te
abandonaré.’”1 En esas palabras encontramos el remedio para la envidia: estar
satisfechos con lo que tenemos y depender de la ayuda de Dios para lo que de
veras necesitamos. Pídale a Dios que la perdone por la envidia que tiene en el
corazón y que le ayude a confiar en Él para el futuro.»
1 He 13:5. Sean vuestras costumbres sin
avaricia, contentos con lo que tenéis ahora; porque él dijo: No te desampararé,
ni te dejaré;
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