sábado, 27 de febrero de 2016

RECUERDE PIEDAD, OBEDIENCIA Y FE PARA AGRADAR A DIOS.

RECUERDE PIEDAD, OBEDIENCIA Y FE PARA AGRADAR A DIOS.
¿QUÉ CLASE DE FE TIENE USTED?
“Aun en la vejez y las canas, oh Dios, no me desampares, hasta que ANUNCIE tu PODER a la posteridad, y tu POTENCIA a todos los que han de venir” (Salmo 71:18).
Los primeros cristianos “pusieron al mundo de cabeza”. Su RESPONSABILIDAD y la nuestra actualmente es la misma: rescatar a los que perecen, cuidar de los moribundos, ir a los desamparados y DECIRLES que JESÚS SALVA.
Una anécdota cuenta de una pequeña niña que le dijo a su madre: “Mamá, ¿te acuerdas de ese valioso jarrón que apreciamos mucho y que llegó a nuestra familia, pasando de generación en generación?” La madre respondió: “Sí, claro que lo recuerdo.” Entonces, la niña tímidamente confesó: “Bueno, esta generación lo dejó caer.”
Apreciado (a) creyente, esta generación no puede dejar caer la fe. La FE de la cual gozamos debe ser TRANSMITIDA de generación en generación. NO debemos dejar caer esta invalorable herencia que Dios ha puesto en nuestras manos.
¿Qué es más valioso para usted: sus posesiones o los más de dos billones de almas que no conocen a Jesucristo? ¿En qué está usted invirtiendo sus talentos, riquezas y tiempo? Pídale a Dios que le ayude a “morir para usted mismo” para que Él pueda usarlo totalmente para su gloria.
¿EN QUIÉN PONE USTED TODA SU FE?
“Y toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor, para gloria de Dios Padre” (Filipenses 2:11).
LA FE DEBE SER PUESTA EN EL MÁS GRANDE DE TODOS, EN JESUCRISTO EL SEÑOR.
Los capítulos 4 y 5 de Marcos nos dan una maravillosa ilustración de todas las cosas que Dios ha puesto bajo la autoridad del Señor Jesucristo. Encontramos a Cristo calmando la tormenta (Marcos 4:35-41), lo cual nos dice que Jesús es el Señor sobre los desastres; lo vemos sanando a un hombre endemoniado (Marcos 5:1-20), lo cual significa que tiene autoridad sobre los demonios. Luego Jesús sana a una mujer que por doce años había padecido de un flujo de sangre (Marcos 5:24-34), así que aún las enfermedades están bajo su dominio. La ilustración final en estos capítulos sobre la autoridad de Jesús, es cuando resucitó a la hija de Jairo (Marcos 5:38-43). Sobre lo que quiera que sea: desastres, demonios, enfermedades y aún la muerte, ¡Jesucristo es Señor!
 ¿Está usted, o alguien en su familia, sufriendo? Proclame a Jesucristo como Señor sobre ese problema. Pregunte a Dios qué debe hacer usted, confíe en que Él proveerá, y por fe, crea que Él le ayudará en todas sus necesidades.
¿ESTÁ USTED DISPUESTO A PAGAR EL PRECIO POR SU FE?
“Tú, pues, sufre penalidades como buen soldado de Jesucristo” (2 Timoteo 2:3).
Muchos de nosotros sabemos hablar muy bien religiosamente. Somos como el jovencito que llamó a su enamorada para decirle: “Cariño, tú eres preciosa para mí. Te amo tanto que pelearía con bestias salvajes con tal de estar a tu lado. Caminaría sobre vidrios rotos con tal de sostener tu mano…Y si es que no llueve, te iré a ver mañana por la noche.” Muchos creyentes son intensamente sentimentales, pero pobres en cuanto a sacrificio. No sabemos lo que es luchar por el Señor Jesucristo. Si usted está buscando una manera fácil de servir al Señor, ¡olvídelo! Somos llamados a soportar penalidades como buenos soldados de la cruz. ¿Cuántas penalidades soportaría usted?
He aquí una pequeña prueba: ¿Cuándo fue la última vez que usted ayunó? ¿Cuándo fue la última vez que usted pasó una hora en oración? ¿Cuándo fue la última vez que usted pasó sus vacaciones en un corto viaje misionero? ¿Cuándo fue la última vez que usted fue perseguido por su fe? ¿Cuándo fue la última vez que pasó una noche encarcelada por haber compartido su fe?
NO TAN SOLO PALABRAS, ES NECESARIO DEMOSTRARLO DELANTE DEL MUNDO.
“Así que, hermanos míos amados, estad firmes y constantes, creciendo en la obra del Señor siempre, sabiendo que vuestro trabajo en el Señor no es en vano” - (1 Corintios 15:58).
¿QUIERE HACER PARTE DEL GRUPO DE LOS VALIENTES.
¿Dónde están los hijos valientes de Dios que hablarán de parte de su Padre? ¿Que hablen de su verdad, su misericordia, su amor? El Salmo 119:46 dice: “Hablaré de tus testimonios delante de los reyes, y no me avergonzaré.” En el campo existe un decir: “Lo que hay en el pozo, sale en el balde.” ¿Qué sucede cuando se encuentra contra la pared? ¿Permanece callado o niega su fe? ¿O se mantiene firme a pesar de las agresiones verbales contra sus creencias?
¿Cuándo fue la última vez que usted entabló una conversación profunda con alguien acerca de Dios? ¿Qué le impide tener esa conversación esta semana? Si es porque no conoce a nadie, entonces pídale a Dios que le envíe a alguien que necesita conocer a Dios.
SEA COMO SEA, NOSOTROS SEGUIREMOS ADELANTE.
Oseas 6:3: “Y conoceremos, y proseguiremos en conocer a Jehová; como el alba está dispuesta su salida, y vendrá a nosotros como la lluvia, como la lluvia tardía y temprana a la tierra.”
Usted quizás estará preguntándose ¿qué pasará mañana? Hace años unos hombres estaban en un viejo y agrietado barco en medio de un mar áspero y tormentoso. Uno de los marineros le preguntó al capitán: “¿Estamos seguros?” Él respondió: “Bien, las calderas están débiles y pueden explotar en cualquier momento. El agua está entrando en la embarcación. Para serle muy sincero, podemos ascender, o podemos descender, pero de todos modos, proseguiremos adelante.” En la misma posición nos encontramos al enfrentar este Año Nuevo. Jesús puede regresar, podemos ascender. Podemos morir, y descender y luego ascender, pero de todos modos proseguimos adelante.”
Reflexione acerca de este año pasado. Permita que el Espíritu Santo invada su corazón poniendo convicción y atrayéndole a Él. Ore por sabiduría, valentía, y fe para proseguir este año, pase lo que pase.
¿ES PARA USTED LA FE UNA REALIDAD EN SU VIDA?
Hebreos 11:1: “Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve.”
La gente se hace miembro de las congregaciones con las expectativas erróneas. Piensan que la membresía de la iglesia les garantiza bendiciones sin pesares. Algunos creen que Dios es simplemente como una cafetería celestial. Más cuando no resulta como ellos desean entonces se quejan: “Bueno, ¡no funciona! Yo pensé que si entregaba mi corazón a Jesús, Él me supliría todo lo que deseo, sin tener más preocupaciones.” Las personas se desvían del camino porque sus expectativas no se realizan. Permítame decirle qué es la fe verdadera. La fe verdadera no es recibir de Dios las cosas que usted quiere, sino aceptar de Dios lo que Él le da.















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