¿QUIÉN ES
ÉSTE QUE HASTA EL MAR LE OBEDECE?
“En el mar
fue tu camino, y tus sendas en las muchas aguas; y tus pisadas no fueron
conocidas” (Salmo 77:19).
El Señor
Jesús caminó sobre el Mar de Galilea, pero no se pueden ver sus huellas. Cuando
una embarcación navega por el océano, no deja ningún rastro. Un vehículo cruza
un terreno, y deja la huella de su paso, pero un barco no. En el pasaje de hoy
en los Salmos, Dios dice que nunca le conoceremos al estudiar la historia, no
le conoceremos con simplemente estudiar lo que Él hizo. Sus caminos son
misteriosos. Usted puede tratar de que lo referente a Dios tenga sentido por
medio de su inteligencia, su ingenuidad y creatividad, mas Dios dice que nunca
le conoceremos de esa manera. Tenemos que dejar nuestro intelecto y
humildemente decirle a Dios: “Muéstrame el camino, y haz que vuelva a sentir
amor por Ti.”
¿Cuándo fue
la última vez que escribió una carta de amor? ¿Cuándo fue la última vez que
recibió una carta de amor? Separe un tiempito hoy, y escriba una carta de amor
para Jesús.
JESÚS DIO SU
VIDA POR LA IGLESIA. ELLA ES MUY IMPORTANTE, POR FAVOR DEBEMOS COGREGARNOS.
“Y Yo
[Jesús] también te digo, que tú eres Pedro, y sobre esta roca edificaré mi
iglesia; y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella” - (Mateo 16:18).
Hay muchas
personas que dicen: “Yo creo en Jesús, mas no creo en la iglesia.” Eso es como
decir: “Yo creo en el fútbol, pero no creo en los estadios, ni en los uniformes
ni en la pelota de fútbol.” Jesús ama a la iglesia. Él dio su vida por la
iglesia. Si usted desea ser victorioso en las batallas espirituales de la vida,
debe darse cuenta que el cristianismo no es una religión tipo “Llanero
Solitario”. La iglesia existe para unirnos y ganar las batalla juntos. El
compositor Sabine Baring-Gould escribió el famoso himno “Firmes y Adelante”, y
en una de las estrofas dice: “Tronos y coronas pueden perecer; de Jesús la
iglesia siempre habrá de ser; nada en contra suya prevalecerá, porque la
promesa nunca faltará.”
Si usted al
presente no está involucrado en una iglesia, ore al Señor para que le guíe a
una iglesia en donde se enseñe sana doctrina, y en donde Jesucristo sea honrado
y glorificado.
REGRESEMOS A
NUESTRO PRIMER AMOR QUE ES JESUCRISTO EL SEÑOR.
“Recuerda,
por tanto, de dónde has caído, y arrepiéntete…” (Apocalipsis 2:5a).
Cuando el
pastor Adrián Rogers y su esposa Joyce, estaban en su luna de miel, viajaban en
su carro desde las playas de Daytona de regreso al oeste de Palm Beach. Él
estaba tan enamorado que sólo tenía ojos para ella, y ni siquiera miraba la
carretera. Un patrullero le detuvo y le dijo que estaba manejando con exceso de
velocidad. Él se sorprendió porque no había visto las señales indicando el
cambio de velocidad, de 55 a 35 millas (90 a 60 kilómetros) por hora. El
policía le dijo: “Bien, jovencito, esto es lo que quiero que haga. De la vuelta
y regrese unas tres cuadras atrás, lea la señal de velocidad, y maneje a esa velocidad.”
Ese fue su castigo. El policía le hizo regresar antes de que pudiera seguir
adelante. Y eso es exactamente lo que el Señor dice cuando nos pide que
“regresemos a nuestros primer amor”.
DIOS PONE
HOY DELANTE DE NOSOTROS PARA ELEGIR: LA BENDICIÓN O LA MALDICIÓN ¿CUÁL ESCOGERÁ
USTED?
“He aquí Yo
pongo hoy delante de vosotros la bendición y la maldición: la bendición, si
oyereis los mandamientos de Jehová vuestro Dios, que Yo os prescribo hoy, y la
maldición, si no oyereis los mandamientos de Jehová vuestro Dios, y os
apartareis del camino que Yo os ordeno hoy, para ir en pos de dioses ajenos que
no habéis conocido” - (Deuteronomio 11:26-28).
Dios pone delante de usted, este día,
una bendición y una maldición. ¿Qué es lo que determina que usted reciba la
bendición? Si usted obedece. ¿Qué es lo que determina si usted recibe o no una
maldición? Si usted desobedece. Existen seis bendiciones que Dios quiere darle
hoy a cambio de su obediencia: abundancia (Isaías 1:19-20); paz (Jeremías
26:13); protección (Éxodo 23:22); poder (Hechos 5:32); pureza (1 Pedro 1:22) y
percepción (Salmo 119:100). ¿Quiere que Jesús sea real para usted, y no sea
solamente alguien sobre quien ha leído algo? Quizás usted quisiera algo más que
“orar” a Él. Tal vez quisiera conversar con Él y relacionarse con Él. Bien
puede hacerlo.
Lea Juan
14:23. ¿Qué es lo que Jesús dijo que sería el resultado de su amor por Él? ¿Y
qué es lo que Dios ha prometido hacer, como resultado de su acción? 14:23 Respondió Jesús y le dijo: El
que me ama, mi palabra guardará; y mi Padre le amará, y vendremos a él, y
haremos morada con él.
NO TODO
CONVIENE Y NO TODO LO QUE BRILLA ES ORO.
“Todas las
cosas me son lícitas, mas no todas convienen; todas las cosas me son lícitas,
más yo no me dejaré dominar de ninguna” - (1 Corintios 6:12).
Hay ciertas
cosas que un atleta resuelve dejar de lado. Estas cosas no son malas para otras
personas, pero son muy negativas para el atleta, son una pesada carga. En el
plano espiritual, es lo mismo con los creyentes. Pablo claramente dice que no
todas las cosas convienen. Verá, los creyentes nos dirigimos hacia un lugar, y
si algo NO nos ayuda a ir más rápidamente, entonces eso es exceso de equipaje.
Debemos deshacernos de todo lo que no es conveniente.
Pregúntele a
Dios: “¿Tengo alguna cosa legítima que puede ser usada de mejor manera, y que
me está impidiendo correr una mejor carrera por Ti? Si es así, revélame qué es,
para que pueda vivir una vida completamente entregada a la causa de Cristo.”
Pudiera ser un vehículo, una casita vacacional en la playa, un anillo de
diamantes, arte o colecciones antiguas. Estas cosas no son malas en sí mismas,
pero hable con Dios acerca de ellas. Tal vez Él quiera que usted las venda y
utilice ese dinero para ayudar a las misiones.
LAS OBRAS DEL
SEÑOR SON PERFECTAS, EN ÉL NADA ES INPROVISADO.
“Más el Dios
de toda gracia, que nos llamó a su gloria eterna en Jesucristo, después que
hayáis padecido un poco de tiempo, Él mismo os perfeccione, afirme, fortalezca
y establezca” (1 Pedro 5:10).
¿No es
maravilloso saber que las obras del Señor son perfectas? ¿Qué los caminos del
Señor son perfectos? ¿Y que su voluntad es perfecta? Ahora, sé que alguien al
leer esto puede pensar: “Pero yo no estoy muy seguro acerca de la voluntad del
Señor. Yo no quiero entregarme totalmente a Él, porque me puede enviar como
misionero a algún remoto desierto.” Permítame aclarar: la voluntad de Dios no
es algo a lo cual usted se somete, sino es algo en lo cual usted participa.
Dios escogerá para usted lo que escogería para sí mismo si tuviera el
suficiente sentido común para escogerlo.
Pregúntese
si ha entregado todo completamente a Dios. ¿Hay algo que todavía está
reteniendo? ¿Realiza aún alguna actividad que no le agrada a Dios? ¿Posee algo
que deshonra a Dios? Es ya tiempo de “limpiar la casa”, tanto literal como
figurativamente.
RECUERDE
ALIMENTARSE DEL PAN DIARIO, QUE NUNCA DEBE FALTAR. LA PALABRA DE DIOS, QUE NOS
AYUDA A CRECER.
“Él
respondió y dijo: Escrito está: No sólo de pan vivirá el hombre, sino de toda
palabra que sale de la BOCA de DIOS” (Mateo 4:4).
Creemos que
muchas iglesias sufren de hambre porque sus púlpitos no alimentan a sus rebaños
con el pan celestial. Si no se está alimentando diariamente con la Biblia,
usted o no es salvo, o está muriendo de malnutrición espiritual. La única
FUERZA que poseemos se encuentra cuando nos ALIMENTAMOS de la PALABRA de DIOS.
Job dijo: “Guardé las palabras de su boca más que mi comida” (Job 23:12b). En
otras palabras, Job afirmó que si él tuviese que escoger entre comer pan físico
o pan espiritual, él escogería la Palabra de Dios. Oramos que se comprometan a
una rutina diaria de ejercitar sus rodillas en oración y ALIMENTARSE con el
nutritivo PAN de la PALABRA de DIOS.
ENFRENTANDO
LAS LUCHAS DIARIAS.
“Porque las
armas de nuestra milicia no son carnales, sino PODEROSAS en Dios para la
destrucción de fortalezas” - (2 Corintios 10:4).
Creemos que
muchos experimentamos victoria limitada o ninguna porque no hemos aprendido a
encaminar la batalla hasta la victoria. “Un momento ―dirá usted―, yo quiero
victoria. ”¿Verdaderamente la quiere? Entonces, necesita saber esto: Primero,
Dios desea que usted tenga VICTORIA. Segundo, la taza para medir su VICTORIA
está en la palma de su mano. Eso es, usted es tan VICTORIOSO como desee serlo.
El diablo no posee ninguna fortaleza que nosotros no podamos derribar si usamos
las armas de Dios. El problema es que quizás estemos usando las armas
espirituales, pero tratamos de emplearlas en nuestras propias fuerzas.
Efesios 6:17
revela: “Y tomad el yelmo de la salvación, y la espada del Espíritu, que es la
PALABRA DE DIOS.”
¿Cuál es su
espada? ¿De quién es la espada? ¿Puede pensar en alguna batalla que le espera?
¿Cómo va a usar esta espada?
LA
CONFIRMACIÓN DEL HIJO DE DIOS.
Declarado
Hijo de Dios con poder, según el Espíritu de santidad, por la resurrección de
entre los muertos. Romanos
1:4
Jesucristo
tenía que ser más que hombre; tenía que ser también Dios. Si Jesucristo fuera
solo hombre, aun el mejor de los hombres, no podía haber salvado a los creyentes
de su pecado. Si fuera incluso el hombre justo de la simiente de David, pero no
Dios, no podía haber soportado el castigo de Dios el Padre en la cruz y haber
resucitado de los muertos. No podía haber vencido a Satanás y al mundo, sino
que habría sido vencido como son vencidos todos los hombres. Si hubo alguna duda de que Jesucristo
era el Hijo de Dios, su resurrección de los muertos debiera eliminarla. Tenía
que ser hombre para llegar a nosotros, pero tenía que ser Dios para
resucitarnos. Cuando Dios resucitó a Cristo de los muertos, confirmó que era
verdad lo que Él dijo.
Tan claro
como el horizonte separa la tierra del cielo, así la resurrección separa a
Jesucristo del resto de la humanidad. Jesucristo es Dios encarnado.
PORQUE TUYO
ES EL REINO Y EL PODER Y LA GLORIA.
“Y no nos
metas en tentación, mas líbranos del mal; porque tuyo es el reino, y el poder,
y la gloria” - (Mateo 6:13).
“Y no nos
metas en tentación, mas líbranos del mal; porque tuyo es el reino, y el poder,
y la gloria” - (Mateo 6:13).
¿Por qué
piensa que repetitivamente acudimos a Dios para que nos perdone? Tal vez es
porque omitimos orar la otra parte del Padre Nuestro: “Y no nos metas en
tentación, mas líbranos del mal.” Nos despertamos en la mañana y al finalizar
el día decimos: “Dios, perdóname. Fallé.” Y Él nos perdona. Sin embargo, ¿sabe
por qué fracasamos? Porque aprendimos a orar: “Señor, perdóname.” Pero, no
estamos clamando: “Señor, protégeme.” Usted no finaliza su día y ora: “El pan
nuestro de cada día, dánoslo hoy.” El día se ha acabado. Esta no es una oración
para finalizar el día, sino es una oración para iniciar su día. Señor,
protégeme.
Por favor
ore: “Y no nos metas en tentación, mas líbranos del mal; porque tuyo es el
reino, y el poder, y la gloria” (Mateo 6:13).
MÁS A DIOS
DAMOS GRACIAS SIEMPRE.
“Más a Dios
gracias, el cual nos lleva siempre en triunfo en Cristo Jesús, y por medio de
nosotros manifiesta en todo lugar el olor de su conocimiento. Porque para Dios
somos grato olor de Cristo en los que se salvan, y en los que se pierden” - (2
Corintios 2:14-15).
“¡Mas a Dios
gracias, el cual nos lleva siempre en triunfo en Cristo Jesús!” Y cuando
estemos disfrutando esa victoria, emanaremos un perfume dulce e impregnador de
la gloria de Dios. ¿Sabe cómo se produce el incienso? Se produce al cortar o
partir hierbas, triturándolas hasta pulverizarlas. Luego se le añade agua al
polvo para crear una masa en forma de varillas o conos. ¿Cuál es el propósito
del incienso? Es ser quemado para crear un aroma fragante. Cuando usted alaba a
Dios en medio de las tribulaciones, canta canciones de gloria en medio de la
persecución, clamando su victoria cuando surge un problema, entonces emite un
aroma dulce que es inconfundible al olfato de Dios. ¡Este es el dulce olor de
victoria!
Sea lo que
sea que parece una tribulación en su vida hoy… ¡agradézcale a Dios! Dele
gracias siempre que entre en su mente el pensamiento de murmurar o quejarse.
LA MUERTE DE
JESÚSFUE NUESTRA MUERTE Y SU RESURRECCIÓN, LA NUESTRA.
“Porque
somos sepultados juntamente con Él para muerte por el bautismo, a fin de que
como Cristo resucitó de los muertos por la gloria del Padre, así también
nosotros andemos en vida nueva” - (Romanos 6:4).
Cuando
Jesucristo murió, Él no sólo murió por nosotros, sino que nosotros también morimos
con Él. Quizás usted diga: “Bueno, ¿qué diferencia tiene que Él haya muerto por
mí o que yo haya muerto con Él? Es simplemente un juego de palabras. ”¡De
ninguna manera! Cuando usted está muerto, la muerte no tiene dominio sobre
usted. No se puede matar a un hombre que ya está muerto. Supongamos un hombre
es ejecutado por cometer un crimen de pena de muerte, no obstante, de alguna
forma él resucita. ¿Cree que él puede ser arrestado nuevamente por su crimen?
Rotundamente no. Eso sería doble castigo. Él ya pagó la sentencia de su crimen.
Es necesario que usted entienda que cuando Jesús murió, usted murió, y ¡la ley
no posee más poder sobre usted! La sentencia de su pecado fue totalmente pagada
porque Él murió por usted. Usted murió con Él.
Encuentre a
alguien hoy y cuéntele las mejores nuevas que jamás nunca se han contado. Jesús
recibió la ira de Dios. Él murió para que ella o él puedan vivir. ¡Vaya,
compártalo!
DIOS NOS
MANDA UTILIZAR LA ARMADURA.
“Pero
nosotros, que somos del día, seamos sobrios, habiéndonos vestido con la coraza
de fe y de amor, y con la esperanza de salvación como yelmo” - (1
Tesalonicenses 5:8).
Un
predicador se alejaba despidiéndose de un amigo, cuando su amigo le dijo: “¡Nos
vemos! Ama a Dios. Odia el pecado. ¡Y ten cuidado con los camiones!”¿Dijo él:
“¡Ten cuidado con los camiones!”? ¡Sí! ¿Y sabe qué? Es un buen consejo. Usted
puede ser lastimado si un camión choca contra usted, sin importar si es salvo o
no. Ahora, ¿por qué es eso importante? Porque como el hombre dijo, todos
necesitamos amar a Dios y todos necesitamos odiar el pecado, pero todos somos
humanos y necesitamos estar alerta de aquellas cosas en la vida que nos pueden
hacer daño. Dios nos ha dado la mente de Cristo y necesitamos usar esa mente.
Primero
Corintios 2:16 revela: “Porque ¿quién conoció la mente del Señor? ¿Quién le
instruirá? Mas nosotros tenemos la mente de Cristo.”
¿Anda
distraído hoy? ¿Está atento a las cosas de este mundo que pueden hacerle daño?
Sea sobrio, esté alerta, y tenga cuidado de los camiones.
EL AMOR ES
UNA BUENA SEÑAL QUE NOS DISTINGUE COMO CRISTIANOS AUTÉNTICOS.
“Porque
vosotros, hermanos, a LIBERTAD fuisteis LLAMADOS; solamente que no uséis la
libertad como ocasión para la carne, sino servíos por amor los unos a los
otros” - (Gálatas 5:13).
Una de las
señales que le indica que usted ha dejado de CONFIAR en Dios es que deja de
funcionar. Usted simplemente deja las actividades de la vida. Usted empieza a
tener temor de esto y aquello; se agobia por una pérdida; es oprimido por el
diablo. ¿Y qué hace usted? Renuncia a todo, cierra las cortinas, se acuesta a
dormir, se levanta tarde. ¿Ha estado alguna vez así? Así afecta la
preocupación. Cuando usted se preocupa, es porque no está CONFIANDO en DIOS.
Usted quizás diga: “Perdí mi trabajo.” Bueno, ¿qué está haciendo? “Me la paso
sentado en la casa.” ¡Levántese! Usted tiene más oportunidad de servir a Dios.
Haga el bien porque está CONFIANDO en el SEÑOR.
¿Está sin
trabajo? Haga lo que tenga que hacer para encontrar un trabajo y cuando lo
logre… ¡haga el bien! Vaya a su iglesia y pídales que le pongan a trabajar.
Vaya a su misión local de voluntario. Corte el pasto de un vecino. Lleve comida
a una persona incapacitada. Escriba una carta a un prisionero.
JUSTIFICADOS
POR EL GRANDE YPODEROSO DIOS.
AHORA
SIRVIENDO POR AGRADECIMIENTO EN AMOR.
“Concluimos,
pues, que el hombre es justificado por fe sin las obras de la ley” - (Romanos
3:28).
Si Dios el
Padre nos eligió y el Espíritu Santo nos separa para su santo propósito,
entonces, ¿qué parte tenemos usted y yo? Existe la soberanía divina y la
responsabilidad humana. Usted ha sido santificado para obedecer. La salvación
es gratis, pero usted debe obedecer. La soberanía divina de Dios en elegirnos
no nulifica nuestra responsabilidad a su llamado. Usted ha sido salvado de este
mundo, enviado de regreso al mundo a testificar al mundo, y esa es la única
labor que usted tiene en este mundo. Recuerde, usted no trabaja para lograr la
salvación, sino trabaja o sirve porque es salvo. Alguien bien dijo: “Yo no
trabajaré para salvar mi alma, esa labor la ha hecho mi Señor. Sin embargo,
trabajaré como un esclavo por amor al Hijo amado de Dios.”
Existen 24 horas
entre este instante y mañana a la misma hora. Ahora mismo, comprométase a usar
una de esas horas en oración por otros. Ruéguele a Dios que salve a aquellos
familiares que están perdidos, su vecindario, sus compañeros de estudio o
trabajo. Ore país por país, pidiéndole a Él que envíe misioneros y los capacite
para discipular a quienes Él salva.
No hay comentarios:
Publicar un comentario