UNA MUJER Y
MUCHOS HOMBRES DAN SU VIDA POR LA SOBERANÍA DE SU PATRIA Y JESUCRISTO TAMBIÉN
DIO SU VIDA POR LA SOBERANÍA DE TODOS LOS
SERES HUMANOS.
POR LA
SOBERANÍA DE SU PATRIA.
Por Carlos
Rey.
(Víspera de
la Independencia de la República Dominicana).
LA HISTORIA
DE MARÍA TRINIDAD SÁNCHEZ.
Hija de
Fernando Sánchez e Isidora Ramona, María Trinidad Sánchez formó parte del grupo
de Febreristas que lucharon por la Independencia dominicana. Como fiel
seguidora de Juan Pablo Duarte, confeccionó la primera bandera nacional junto
con Concepción Bona, habiendo participado desde el principio en aquel
movimiento independentista que culminó el 27 de febrero de 1844. Esa noche
histórica, María Trinidad transportó pólvora en sus propias faldas y elaboró
muchos de los cartuchos que utilizaron los trinitarios.
Lamentablemente,
durante los seis meses siguientes hubo pleitos constantes entre los miembros
liberales trinitarios y los miembros conservadores de la Junta Central Gubernativa
que se formó. Fue tal la discordia entre los dos bandos que el 22 de agosto la
Junta, presidida por el general Pedro Santana, declaró traidores e infieles a
la Patria a los tres próceres Juan Pablo Duarte, Matías Ramón Mella y Francisco
del Rosario Sánchez, junto con cinco de sus compañeros, y decretó su destierro
a perpetuidad. Acto seguido, María Trinidad Sánchez, tía de Francisco del
Rosario, se integró al movimiento que surgió para derrocar al general Santana.
En el transcurso de los meses siguientes, ella alojó en su casa a los
disidentes y se convirtió en la organizadora y orientadora de la conspiración
que tenía el propósito de lograr el regreso de los patriotas.
PRESOS Y
CONDENADOS A MUERTE.
Cuando se
descubrió la insurrección, María Trinidad y sus cómplices fueron apresados.
Conscientes de que María Trinidad era la única que conocía el escondite de su
sobrino debido a que ella misma le llevaba las comunicaciones de parte de los
conspiradores, la presionaron a que lo revelara. Pero, tal como lo manifiesta
el dictamen del Consejo de Guerra que la condenó a muerte, ella se negó
«obstinadamente a delatar a los principales». Prefirió callar y enfrentarse al
pelotón de fusilamiento antes que traicionar a sus compañeros de conjura.
SU VIDA POR
LA LIBERTAD DE SU PATRIA.
El 27 de
febrero de 1845, María Trinidad Sánchez partió de la fortaleza Ozama hacia el
cementerio donde se ejecutaría la sentencia. Al pasar por la Puerta del Conde,
exclamó: «¡Dios mío, cúmplase en mí tu voluntad y sálvese la República!» Fue
así como, en el primer aniversario de la Independencia nacional, aquella
heroica mujer dio su vida por la causa de la soberanía de su patria.1.
LA HISTORIA
DE JESUCRISTO EL SEÑOR, NUESTRO SALVADOR.
¡Qué bueno
sería que todos nosotros, al igual que María Trinidad, siguiéramos el ejemplo
de Jesucristo, el Hijo de Dios, rogándole a Dios Padre que se cumpla su
voluntad en nosotros! Aquella heroína dominicana lo hizo a fin de salvar la
república a la que tanto amaba, para que cada uno de sus compatriotas pudiera
disfrutar de plena libertad en una patria soberana. En cambio, cuando
Jesucristo, en el huerto de Getsemaní la noche en que fue arrestado, pocas
horas antes de ser crucificado, le rogó al Padre celestial: «Padre mío, si no
es posible evitar que yo beba este trago amargo, hágase tu voluntad»,2. Él lo
hizo a fin de salvar al mundo pecador al que tanto amaba, para que cada uno de
nosotros sus hermanos pudiera ser verdaderamente libre.3. Gracias a Dios, si
queremos que se cumpla su voluntad en nosotros, sólo tenemos que clamar:
«¡Sálvame, Señor!» para que nos libre de las cadenas del pecado.4.
1. Frank Moya Pons, Manual de historia
dominicana, 13a ed. (Santo Domingo: Editora Corripio, 2002), pp. 278-97;
Enciclopedia Virtual Dominicana, s.v. «María Trinidad Sánchez»
En
línea 24 septiembre 2009.
2. Mt 26:42. 26:42 Otra vez fue, y oró por segunda vez, diciendo:
Padre mío, si no puede pasar de mí esta copa sin que yo la beba, hágase tu
voluntad.
3. Jn 3:16; 8:36. 3:16 Porque de tal manera amó Dios al
mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no
se pierda, más tenga vida eterna. 8:36 Así que, si el Hijo os libertare, seréis verdaderamente
libres.
4. Sal 6:4,9. 6:4 Vuélvete, oh Jehová, libra mi
alma;
Sálvame por
tu misericordia. 6:9
Jehová ha oído mi ruego;
Ha recibido
Jehová mi oración.
Jer 17:14. Sáname, oh Jehová, y seré sano;
sálvame, y seré salvo; porque tú eres mi alabanza.
Ro 5:8. Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún
pecadores, Cristo murió por nosotros.
Ro 6:6.
Sabiendo esto, que nuestro
viejo hombre fue crucificado juntamente con él, para que el cuerpo del pecado
sea destruido, a fin de que no sirvamos más al pecado.
Gá 5:1. Estad, pues, firmes en la libertad con
que Cristo nos hizo libres, y no estéis otra vez sujetos al yugo de esclavitud.
1Ti 2:3-4. 2:3 Porque esto es bueno y agradable delante de Dios nuestro
Salvador,
2:4 el cual
quiere que todos los hombres sean salvos y vengan al conocimiento de la verdad.
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