lunes, 15 de febrero de 2016

EL ALCOHOL Y LAS BEBIDAS EMBRIAGANTES Y TAMBIÉN LAS SUSTANCIAS TÓXICAS HACEN DAÑO AL ORGANISMO Y MATAN.

EL ALCOHOL Y LAS BEBIDAS EMBRIAGANTES Y TAMBIÉN LAS SUSTANCIAS TÓXICAS HACEN DAÑO AL ORGANISMO Y MATAN.
LAS BEBIDAS SE VENDEN COMO UN COMPLEMENTO PARA LA RECREACIÓN, PERO LO ÚNICO QUE PRODUCEN ES DESTRUCCIÓN Y MUERTE.
¿QUÉ ENSEÑA  LA BIBLIA SOBRE EL ALCOHOLISMO Y LA EMBRIAGUEZ O LA BORRACHERA?
UNA REFLEXIÓN PROFUNDA SOBRE EL ALCOHOL Y OTRAS SUSTANCIAS.
La embriaguez hace que la persona pierda el sentido de la decencia y trae maldiciones sobre la familia.
Génesis 9:20. Después comenzó Noé a labrar la tierra, y plantó una viña;
21. y bebió del vino, y se embriagó, y estaba descubierto en medio de su tienda.
22. Y Cam, padre de Canaán, vio la desnudez de su padre, y lo dijo a sus dos hermanos que estaban afuera.
23. Entonces Sem y Jafet tomaron la ropa, y la pusieron sobre sus propios hombros, y andando hacia atrás, cubrieron la desnudez de su padre, teniendo vueltos sus rostros, y así no vieron la desnudez de su padre.
24. Y despertó Noé de su embriaguez, y supo lo que le había hecho su hijo más joven,
25. y dijo: Maldito sea Canaán; Siervo de siervos será a sus hermanos.

Beber alcohol nubla la razón y el discernimiento espiritual, lo cual causa que la ira de Dios descienda.
Levítico 10:8. Y Jehová habló a Aarón, diciendo:
9. Tú, y tus hijos contigo, no beberéis vino ni sidra cuando entréis en el tabernáculo de reunión, para que no muráis; estatuto perpetuo será para vuestras generaciones,
10. para poder discernir entre lo santo y lo profano, y entre lo inmundo y lo limpio,
11. y para enseñar a los hijos de Israel todos los estatutos que Jehová les ha dicho por medio de Moisés.

Beber vino o alcohol no es apropiado para los que se dedican o consagran al Señor.
Números 6:2. Habla a los hijos de Israel y diles: El hombre o la mujer que se apartare haciendo voto de nazareo, para dedicarse a Jehová,
3. se abstendrá de vino y de sidra; no beberá vinagre de vino, ni vinagre de sidra, ni beberá ningún licor de uvas,
8. Todo el tiempo de su nazareato, será santo para Jehová.

Una mujer que bebe alcohol era considerada impía.
1 Samuel 1:12. Mientras ella oraba largamente delante de Jehová, Elí estaba observando la boca de ella.
13. Pero Ana hablaba en su corazón, y solamente se movían sus labios, y su voz no se oía; y Elí la tuvo por ebria.
14. Entonces le dijo Elí: ¿Hasta cuándo estarás ebria? Digiere tu vino.
15. Y Ana le respondió diciendo: No, señor mío; yo soy una mujer atribulada de espíritu; no he bebido vino ni sidra, sino que he derramado mi alma delante de Jehová.
16. No tengas a tu sierva por una mujer impía;

Consumir vino o alcohol hace que se cometan graves pecados como la burla destructora o el descontrol emocional que lleva a causar alborotos.
Proverbios 20:1. El vino es escarnecedor, la sidra alborotadora,
Y cualquiera que por ellos yerra no es sabio.

El vino o el alcohol hacen olvidar la ley de los hombres y la Ley de Dios, con la consecuencia funesta de conducir al pecado, tragedias, cárcel, multas, entre otros. El vino o el alcohol nos hace actuar malvadamente contra los demás, especialmente contra los más débiles o necesitados.
Proverbios 31:4. No es de los reyes, oh Lemuel, no es de los reyes beber vino,
Ni de los príncipes la sidra;
5. No sea que bebiendo olviden la ley,
Y perviertan el derecho de todos los afligidos.

El vino o el alcohol son para las personas amargadas y miserables.
Proverbios 31:6. Dad la sidra al desfallecido,
Y el vino a los de amargado ánimo.
7. Beban, y olvídense de su necesidad,
Y de su miseria no se acuerden más.

El vino o el alcohol esclavizan a las personas poco a poco, de tal manera que no les importa la hora o el tiempo, estorbando la adoración a Dios y el trabajo de sus manos.
Isaías 5:11. ¡Ay de los que se levantan de mañana para seguir la embriaguez; que se están hasta la noche, hasta que el vino los enciende!
12. Y en sus banquetes hay arpas, vihuelas, tamboriles, flautas y vino, y no miran la obra de Jehová, ni consideran la obra de sus manos.
13. Por tanto, mi pueblo fue llevado cautivo,

El vino o alcohol distorsionan la verdadera masculinidad y la fuerza para trabajar; les conduce a destruir su propia fuerza y salud  por la mezcla de bebidas; y así provocan la ira de Dios. Dios lanza lamentos y juicios para los que se entregan a las bebidas.
Isaías 5:22. ¡Ay de los que son valientes para beber vino, y hombres fuertes para mezclar bebida;
23. Los que justifican al impío mediante cohecho, y al justo quitan su derecho!
24. Por tanto, como la lengua del fuego consume el rastrojo, y la llama devora la paja, así será su raíz como podredumbre, y su flor se desvanecerá como polvo; porque desecharon la ley de Jehová de los ejércitos, y abominaron la palabra del Santo de Israel.

El vino o al alcohol entontecen al que los ingiere, hacen errar o pecar, trastorna el sano juicio, aturden la mente, hace tropezar; y conduce a que el hombre se deleite en las cosas más asquerosas, como el vómito.
Isaías 28:7. Pero también éstos erraron con el vino, y con sidra se entontecieron; el sacerdote y el profeta erraron con sidra, fueron trastornados por el vino; se aturdieron con la sidra, erraron en la visión, tropezaron en el juicio.
8. Porque toda mesa está llena de vómito y suciedad, hasta no haber lugar limpio.

Beber vino o alcohol es característico de los falsos profetas, de los falsos creyentes, de aquellos que se engañan a sí mismo, pensando tontamente que los efectos dopantes del vino hacen olvidar las penas y traerá mejores días.
Isaías 56:11. Y esos perros comilones son insaciables; y los pastores mismos no saben entender; todos ellos siguen sus propios caminos, cada uno busca su propio provecho, cada uno por su lado.
12. Venid, dicen, tomemos vino, embriaguémonos de sidra; y será el día de mañana como este, o mucho más excelente.

Beber vino o alcohol es lo opuesto de estar llenos del Espíritu Santo.
Lucas 1:15. Porque será grande delante de Dios. No beberá vino ni sidra, y será lleno del Espíritu Santo, aun desde el vientre de su madre.
Efesios 5:18. No os embriaguéis con vino, en lo cual hay disolución; antes bien sed llenos del Espíritu,

Más lamentos y juicios sobre los que se entregan al vino o alcohol. Para ellos son muchos dolores, heridas innecesarias, aflicciones, turbaciones, enfermedades.
Proverbios 23:29. ¿Para quién será el ay? ¿Para quién el dolor? ¿Para quién las rencillas?
¿Para quién las quejas? ¿Para quién las heridas en balde?
¿Para quién lo amoratado de los ojos?
30. Para los que se detienen mucho en el vino,
Para los que van buscando la mistura.

El vino y el alcohol atraen con su color y aroma, al principio parece ser inofensivo, pero luego su daño es tan grande que Dios lo compara con los efectos nocivos del veneno de una serpiente mortal.
Proverbios 23:31. No mires al vino cuando rojea,
Cuando resplandece su color en la copa.
Se entra suavemente;
32. Más al fin como serpiente morderá,
Y como áspid dará dolor.

El vino y el alcohol nubla la mente, hace que las personas pierdan el sentido de la realidad; y lleva a la persona a hablar cosas sucias y malas que ni siquiera quiere hablar en sano juicio.
Proverbios 23:33. Tus ojos mirarán cosas extrañas,
Y tu corazón hablará perversidades.
El vino y el alcohol tiene un poder esclavizante tal que, aunque produzca dolores, destruya la razón, dañe las familias y cause aflicción; una vez se ha digerido, volverá a atrapar en sus mortales trampas
Proverbios 23:34. Serás como el que yace en medio del mar,
O como el que está en la punta de un mastelero.
35. Y dirás: Me hirieron, mas no me dolió;
Me azotaron, mas no lo sentí;
Cuando despertare, aún lo volveré a buscar.

Tomar una copa de vino puede ser algo lícito, pero no necesariamente conveniente. Especialmente cuando vivimos en Latinoamérica, una cultura donde las personas toman vino o alcohol con el fin de emborracharse. Tomar, aunque sea una cerveza o una copa de vino, puede ser causa de tropiezo para muchos que nos observan, e incluso para uno mismo, si hemos tenido problemas con el alcohol previamente.
1 Corintios 6:12. Todas las cosas me son lícitas, mas no todas convienen; todas las cosas me son lícitas, más yo no me dejaré dominar de ninguna.
13. Las viandas para el vientre, y el vientre para las viandas; pero tanto al uno como a las otras destruirá Dios.

El ser humano no debe ser dominado por nada, mucho menos por el alcohol. Para evitar ser dominado por este vicio es mejor dejarlo por completo, pues, el vino tiene un potencial subyugador. No hay nada más lamentable que haber sido impactado por el evangelio, abandonar los vicios de la carne, y nuevamente caer en ellos. Esto conduce a un estado de peor maldad.
2 Pedro 2:19. Les prometen libertad, y son ellos mismos esclavos de corrupción. Porque el que es vencido por alguno es hecho esclavo del que lo venció.
20. Ciertamente, si habiéndose ellos escapado de las contaminaciones del mundo, por el conocimiento del Señor y Salvador Jesucristo, enredándose otra vez en ellas son vencidos, su postrer estado viene a ser peor que el primero.
21. Porque mejor les hubiera sido no haber conocido el camino de la justicia, que después de haberlo conocido, volverse atrás del santo mandamiento que les fue dado.
22. Pero les ha acontecido lo del verdadero proverbio: El perro vuelve a su vómito, y la puerca lavada a revolcarse en el cieno.

Si bien es cierto que en la Biblia no hay un mandato o Ley que prohíba expresamente el tomar vino o alcohol (si prohíbe las borracheras), es mejor andar conforme a los principios más elevados de la Palabra de Dios, conforme al Espíritu de Dios, buscando la máxima honra para Dios y evitando hacer daño a los más débiles o pequeños; pues, si hacemos esto, recibiremos grandes y terribles juicios de parte del Señor.
1 Corintios 8:9. Pero mirad que esta libertad vuestra no venga a ser tropezadero para los débiles.
10. Porque si alguno te ve a ti, que tienes conocimiento, sentado a la mesa en un lugar de ídolos (o bebiendo vino o alcohol), la conciencia de aquel que es débil, ¿no será estimulada a comer de lo sacrificado a los ídolos? (¿No será estimulado a beber vino hasta embriagarse?)
11. Y por el conocimiento tuyo, se perderá el hermano débil por quien Cristo murió.
12. De esta manera, pues, pecando contra los hermanos e hiriendo su débil conciencia, contra Cristo pecáis.
13. Por lo cual, si la comida (o el alcohol) le es a mi hermano ocasión de caer, no comeré carne jamás (no beberé vino jamás), para no poner tropiezo a mi hermano.


Marcos 9:42. Cualquiera que haga tropezar a uno de estos pequeñitos que creen en mí, mejor le fuera si se le atase una piedra de molino al cuello, y se le arrojase en el mar.
Publicado por Seminario Reformado Latinoamericano.

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