jueves, 16 de octubre de 2014

JESÚS DEMOSTRÓ SU GLORIA Y PODER COMO EL DIOS ENCARNADO.

LA CIUDAD DE LOS IDÓLATRAS CESAREA DE FILIPOS. MARCOS 8.
JESÚS DEMOSTRÓ SU GLORIA Y PODER COMO EL DIOS ENCARNADO.
¿ Y PARA USTED QUIÉN ES JESUCRISTO, SE HA PREGUNTADO ALGUNA VEZ?.
La alimentación de los cuatro mil; la levadura es explicada; la sanidad del hombre ciego; la confesión de fe de Pedro; la muerte y la resurrección de Jesús es predicha; la transfiguración; los discípulos no pueden sanar a un niño; la disputa sobre quién sería el más grande; las tormentas horribles del infierno eterno
ERES PODEROSO, NADIE HAY TAN GRANDE COMO TÚ OH SEÑOR.
Jesús y Sus discípulos habían estado en la famosa ciudad de los idólatras de «Cesarea de Filipo» (Marcos 8:27-9:1). Fue aquí donde Jesús «en el camino preguntó a Sus discípulos, diciéndoles: ¿Quién dicen los hombres que soy Yo? Ellos respondieron: Unos, Juan el Bautista; otros, Elías; y otros, alguno de los profetas. Entonces Él les dijo: Y vosotros, ¿quién decís que soy? Respondiendo Pedro, le dijo: Tú eres el Cristo» (8:27-29)
SÍ JESUCRISTO ES TÚ SEÑOR, ENTONCES ¿POR QUÉ NO LO SIGUES?
Un breve tiempo después, Jesús invitó al pueblo a seguirle, pero con algunos requisitos, diciéndoles: «Si alguno quiere venir en pos de Mí, niéguese a sí mismo, y tome su cruz, y sígame. Porque todo el que quiera salvar su vida, la perderá; y todo el que pierda su vida por causa de Mí y del evangelio, la salvará. Porque ¿qué aprovechará (beneficiará) al hombre si ganare todo el mundo, y perdiere su alma? ¿O qué recompensa dará el hombre por su alma? Porque el que se avergonzare de Mí y de Mis Palabras en esta generación adúltera y pecadora, el Hijo del Hombre se avergonzará también de él, cuando venga en la gloria de Su Padre con los santos ángeles» (8:34-38).
PÍDELE PERDÓN SI ALGÚN DÍA LO NEGASTE O TE AVERGONZASTE DE ÉL.
Fue en esta misma región que, seis días después, Jesús y tres de Sus discípulos fueron « . . . aparte solos a un monte alto; y se transfiguró delante de ellos. . . . Y les apareció Elías con Moisés, que hablaban con Jesús» (9:2-4). Moisés y Elías estaban ahora en la presencia de su Mesías. Durante este grandioso evento, los dos profetas del Antiguo Testamento hablaron con Jesús sobre «Su partida (muerte), que iba Jesús a cumplir en Jerusalén» (Lucas 9:31). Moisés, que representaba la Ley de Dios, y Elías, que representaba a los profetas de Dios, se aparecieron para honrar a Jesús antes de Su sufrimiento, Su muerte en la cruz, y Su resurrección física.
UN PEDAZO DE CIELO ESTUVO EN LA TIERRA ALLÍ EN AQUEL MONTE DE LA TRANSFIGURACIÓN.
Pedro cometió el error de sugerir que ellos hicieren «tres enramadas, una para Ti, otra para Moisés, y otra para Elías. Porque no sabía lo que hablaba, pues estaban espantados» (Marcos 9:5-6). Sin embargo, desde que Jesucristo es el Unigénito Hijo de Dios, Él solo es digno de toda nuestra adoración y obediencia (Apocalipsis 4:9-11). Nada, ni nadie, pueden reemplazar ni ser igual a la comunión personal con Jesús como nuestro Señor.
LOS INSCRITOS EN EL LIBRO DE LA VIDA ADORAN AL CORDERO.
Después de la sugerencia de Pedro de hacer «tres enramadas», entonces: « . . . vino una nube que les hizo sombra, y desde la nube una voz que decía: Este es Mi Hijo Amado; a Él oíd» (Marcos 9:7).
EN LAS BODAS DEL CORDERO, JESUCRISTO TIENE UN LUGAR PARA TI.

La adoración, el amor, y la lealtad que le pertenece sólo a Cristo no se puede compartir con otro.

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