UNA
RESURRECCIÓN LLENA DE SORPRESAS PARA EL MUNDO. LUCAS 23.
Algunas de
las mujeres que eran las seguidoras de Jesús observaron mientras que Él moría
en la cruz, y después observaron mientras que el cuerpo de su querido Señor fue
rápidamente puesto en el sepulcro de José de Arimatea que se había abierto en
una peña. «Era día de la preparación. . . (y) las mujeres. . . vueltas,
prepararon especias aromáticas y ungüentos; y descansaron el día de reposo,
conforme al mandamiento» (Lucas 23:54-56). «El primer día de la semana, muy de
mañana» (24:1), en camino al sepulcro, estas mujeres estaban bien preocupadas
sobre «¿Quién nos removerá la piedra de la entrada del sepulcro?» Pues, «la piedra.
. . era muy grande» (Marcos 16:3-4). Ellas pronto descubrieron que sus preocupaciones
se habían desvanecido y hecho realidad por un ángel.
TEMOR PARA
MUCHOS Y ALEGRÍA PARA NOSOTROS LOS QUE CREEMOS.
Mateo
registró el terror experimentado por los guardas romanos quienes habían sido
asignado a velar y sellar el sepulcro, «porque un ángel del Señor, descendiendo
del cielo y llegando, removió la piedra, y se sentó sobre ella» (Mateo 28:2,4).
Cuando las mujeres vinieron al sepulcro para completar el proceso del entierro,
«y entrando, no hallaron el cuerpo del Señor Jesús. Aconteció que. . . he aquí
se pararon junto a ellas dos varones con vestiduras resplandecientes; . . . les
dijeron: ¿Por qué buscáis entre los muertos al que vive? No está aquí, sino que
ha resucitado. Acordaos de lo que os habló, cuando aún estaba en Galilea,
diciendo: Es necesario que el Hijo del Hombre sea entregado en manos de hombres
pecadores, y que sea crucificado, y resucite al tercer día» (Lucas 24:3-7).
Animadas y con gran emoción, las mujeres corrieron a donde estaban los
discípulos para relatarles este gran descubrimiento conmovedor.
EL PODER DEL
ESPÍRITU DE DIOS LEVANTANDO A JESÚS DE LA TUMBA.
Estas
mujeres no tenían ninguna intensión de huir y dejar a su Señor solo en Su
muerte, aun cuando había sido un gentío hostil que lo había crucificado.
Nuestro amor para con el Señor Jesús y Su Santa Palabra siempre nos da el poder
para vencer a cada tentación de ser intimidados por los incrédulos. Ni las
mujeres, ni los apóstoles, estaban esperando tan gloriosa experiencia en esa
mañana de la resurrección. Dios siempre tiene mejores planes para nosotros que
los que nosotros podemos pensar posibles, «para que os dé, conforme a las
riquezas de Su gloria, el ser fortalecidos con poder en el hombre interior por
Su Espíritu. . . y de conocer el amor de Cristo, que excede a todo
conocimiento, para que seáis llenos de toda la plenitud de Dios. Y a Aquel que
es poderoso para hacer todas las cosas mucho más abundantemente de lo que
pedimos o entendemos, según el poder que actúa en nosotros, a Él sea gloria en
la iglesia en Cristo Jesús por todas las edades, por los siglos de los siglos.
Amén» (Efesios 3:16,19-21).
DIOS ES
MISERICORDIOSO PARA TODOS LOS QUE PIDEN SU MISERICORDIA. SALMO 119: 33- 34.
119:33
Enséñame, oh Jehová, el camino de tus estatutos,
Y lo
guardaré hasta el fin.
119:34 Dame
entendimiento, y guardaré tu ley,
Y la
cumpliré de todo corazón.
BENDICIONES
Y BUENAS NOTICIAS PARA LOS QUE CREEN EN DIOS Y EN NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO.
JESUCRISTO
MURIÓ PERO TAMBIÉN RESUCITÓ CONFORME A LAS ESCRITURAS.
ES LA MEJOR
NOTICIA PARA EL SER HUMANO.
“Y que fue
sepultado, y que resucitó al tercer día, conforme a las Escrituras” (1
Corintios 15:4).
Una de las
más grandes bendiciones en la Biblia pasa frecuentemente inadvertida entre
creyentes. ¡Es la sepultura de Jesucristo! Me escuchó bien, la sepultura de
Jesús es una bendición para usted. Porque no sólo murió usted con Él, sino que
ha sido sepultado con Él. En tiempos bíblicos cuando la gente judía fallecía,
eran inmediatamente embalsamados con aceites especiales y envueltos en lino. El
cuerpo era ocultado y sepultado en una tumba. Eso es lo que Jesús ha hecho con
su cuerpo viejo del pecado. No sólo ha sido usted crucificado con Cristo, sino
también ha sido sepultado con Cristo. ¿Por qué el énfasis? Para que usted nos
sea acosado por el fantasma de la culpabilidad. El diablo tratará de recordarle
lo que usted fue. No se lo permita. No ande merodeando entre los huesos muertos
de su vida vieja. ¡Ésta desapareció por la gracia de Dios!
¿Los
demonios del infierno le acosan con acusaciones de culpabilidad de pecados
pasados? Es hora de hacerlos correr de regreso a su fosa. ¿Cómo lo hace? ¡Con
la Palabra! Si usted es acusado de algo ahora mismo y sabe que lo ha confesado,
se ha arrepentido y le ha rogado a Dios perdón, apodérese de la autoridad que
Dios le dio y declárele a esos demonios su Palabra: 1 Timoteo 1:12-14 y Romanos
8:1.
No hay comentarios:
Publicar un comentario