LA DEFENSA
DE LA FE Y EL CONOCIMIENTO DE LA PALABRA DE DIOS. MARCOS 6.
ES NECESARIO
CAPACITARNOS PARA PODER INSTRUIR A LA IGLESIA.
SON LAS
ESCRITURAS, LA PALABRA DE DIOS Y NO LA TRADICIÓN DE LOS ANCIANOS.
Los
apóstoles son enviados; Juan el Bautista es decapitado; la alimentación de los
cinco mil; Jesús anda sobre el mar; la reprimenda a los fariseos; la fe de la
mujer siro fenicia
ACONTECIMIENTOS
QUE AUMENTAN LA FAMA DE JESÚS Y TRAEN MÁS ENEMIGOS.
Los fariseos
insistían que la Ley de Dios fuese observada tal y como los escribas la
interpretaban; ellos creían en las Escrituras del Antiguo Testamento, pero
ellos se aferraban «a la tradición de los ancianos» más que a las Escrituras
(Marcos 7:3). Ellos creían que los discípulos de Jesús se habían contaminado
porque ellos no se lavaban antes de comer según las ceremonias descritas por
los fariseos anteriores y «la tradición de los ancianos». Debería haber sido un
gran despertamiento al oír a Jesús decir: «Hipócritas, bien profetizó de
vosotros Isaías, como está escrito: Este pueblo de labios Me honra, mas su
corazón está lejos de Mí. Pues en vano Me honran, enseñando como doctrinas
mandamientos de hombres. . . . (Invalidando) la Palabra de Dios con vuestra
tradición que habéis transmitido» (7:6-8,13).
HIPÓCRITAS:
HOY EL MUNDO ESTÁ LLENO DE ELLOS.
Después,
Jesús les explicó a Sus discípulos: «¿No entendéis que todo lo de fuera que
entra en el hombre, no le puede contaminar? Porque de dentro, del corazón de
los hombres, salen los malos pensamientos, los adulterios, las fornicaciones,
los homicidios, los hurtos, las avaricias, las maldades, el engaño, la lascivia
(sensualidad), la envidia, la maledicencia, la soberbia, la insensatez. Todas
estas maldades de dentro salen, y contaminan al hombre» (7:18-23).
DIOS CONOCE
EL CORAZÓN DEL HOMBRE Y LO QUE EN ÉL HAY.
Satanás a
veces sugiere malos pensamientos, pero sólo llegan a convertirse en pecados
cuando los aceptamos y empezamos a vivir en ellos. Nos engañamos si asumimos que
no hay ningún daño en vivir en los pensamientos pecaminosos mientras que nunca
se hablen o se lleven a cabo físicamente. Pero, el Espíritu Santo guió al
apóstol Pablo a escribir: «Por cuanto los designios de la carne (del mundo) son
enemistad (hostil) contra Dios; porque no se sujetan a la Ley de Dios» (Romanos
8:7).
EL ESPÍRITU
SANTO ENSEÑA, GUÍA Y LLENA NUESTRO CORAZÓN DE SABIDURÍA.
Los
verdaderos creyentes tenemos una responsabilidad, y la habilidad, por medio del
Espíritu Santo que mora en nosotros, para poder vencer a todos los pensamientos
pecaminosos: «derribando argumentos y toda altivez (orgullo) que se levanta
contra el conocimiento de Dios, y llevando cautivo todo pensamiento a la
obediencia a Cristo» (II de Corintios 10:4-5). Un verdadero compromiso para
leer toda la Palabra de Dios con un gran deseo de agradecer al Señor producirá
cambios interiores en nuestra conducta y en nuestras actitudes que causarán un
gran efecto en todo lo que decimos y en todo lo que hacemos. «Digo, pues: Andad
en el Espíritu, y no satisfagáis los deseos de la carne» (Gálatas 5:16).
Col.3:23-24
"Y todo lo que hagáis, hacedlo de corazón, como para el Señor y no para
los hombres; sabiendo que del Señor recibiréis la recompensa de la herencia,
porque a Cristo el Señor servís.
EL SERVICIO
ES UN PRIVILEGIO PARA EL CREYENTE.
Los
pensamientos no hablados expresan los verdaderos deseos de nuestros corazones.
LA PRUDENCIA
EN LO QUE DIGO, HAGO Y DESEO DESDE MI CORAZÓN.
Proverbios
16: 21-24.
16:21 El
sabio de corazón es llamado prudente,
Y la dulzura
de labios aumenta el saber.
16:22
Manantial de vida es el entendimiento al que lo posee;
Mas la
erudición de los necios es necedad.
16:23 El
corazón del sabio hace prudente su boca,
16:24 Panal
de miel son los dichos suaves;
Suavidad al
alma y medicina para los huesos.
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