viernes, 10 de octubre de 2014

UN CANTO DE VICTORIA PARA EL CREYENTE EN CRISTO JESÚS.

UN CANTO DE VICTORIA PARA EL CREYENTE EN CRISTO JESÚS.
UN CANTO DE ALABANZA  A  DIOS POR SU GRANDEZA.
“Te amo, oh Jehová, fortaleza mía” (Salmo 18:1).
UNA NUEVA VIDA, UNA NUEVA VISIÓN Y UNA NUEVA ESPERANZA. TE AMO OH JEHOVÁ.
Ha tratado alguna vez de quitarle un hueso a un perro? No es muy fácil, a menos que tenga algo mejor para él. Trate de ofrecerle carne y ese perro botará su hueso como un mal hábito. Asimismo, el escritor del Libro de Hebreos trata de motivar a los judíos mesiánicos o creyentes que tenían la tendencia de aferrarse a las viejas costumbres del Antiguo Testamento, a dejar el hueso seco de las ceremonias y fiestas por los deleites del Señor Jesucristo. Es una lección que todos debemos apropiar en nuestras vidas. Puede llegar a ser cómodo para nosotros aferrarnos a nuestras tradiciones, en lugar de tratar algo nuevo. Sin embargo amigo, no existe nada, ni nadie que se pueda comparar con Jesús. Usted puede aprender a amar a Jesús mejor, pero nunca amará nada mejor que la persona del Señor Jesús.
Por favor lea Juan 20:27- 31.: ¿Qué significa para que “tengáis vida en su nombre”? Medite en Apocalipsis 19:13-16.
20:27 Luego dijo a Tomás: Pon aquí tu dedo, y mira mis manos; y acerca tu mano, y métela en mi costado; y no seas incrédulo, sino creyente.
20:28 Entonces Tomás respondió y le dijo: ¡Señor mío, y Dios mío!
20:29 Jesús le dijo: Porque me has visto, Tomás, creíste; bienaventurados los que no vieron, y creyeron.
20:30 Hizo además Jesús muchas otras señales en presencia de sus discípulos, las cuales no están escritas en este libro.
20:31 Pero éstas se han escrito para que creáis que Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios, y para que creyendo, tengáis vida en su nombre.
TENEMOS VIDA EN SU NOMBRE.
SEÑOR MÍO Y DIOS MÍO, DEBE SER LA EXPRESIÓN DEL CREYENTE.
JESÚS ES EL CRISTO, EL HIJO DE DIOS Y EN ÉL ESTÁ LA VIDA.
Medite en Apocalipsis 19:13-16.
19:13 Estaba vestido de una ropa teñida en sangre; y su nombre es: EL VERBO DE DIOS.
19:14 Y los ejércitos celestiales, vestidos de lino finísimo, blanco y limpio, le seguían en caballos blancos.
19:15 De su boca sale una espada aguda, para herir con ella a las naciones, y él las regirá con vara de hierro; y él pisa el lagar del vino del furor y de la ira del Dios Todopoderoso.
19:16 Y en su vestidura y en su muslo tiene escrito este nombre: REY DE REYES Y SEÑOR DE SEÑORES.
LA ESPERANZA ES  NUESTRA Y LA RECIBIMOS CON GOZO.

TENGAMOS ESPERANZA.
UNA MANIFESTACIÓN GLORIOSA DE JESUCRISTO.
Esperad por completo en la gracia que se os traerá cuando Jesucristo sea manifestado.

1 Pedro 1:13

Usted ha oído muchos sermones y ha visto muchos libros acerca del amor y de la fe, pero ¿ha oído alguna vez un mensaje o ha leído un libro acerca de la esperanza? Por alguna razón, a veces pasamos por alto la esperanza. La esperanza es algo que falta en la experiencia cristiana de nuestra cultura. No vivimos con esperanza sobre todo porque nos concentramos demasiado en nuestras circunstancias actuales.
LO QUE HOY NO VEMOS, SERÁ.
¿Qué es la esperanza? Es la actitud del cristiano en cuanto al futuro. La esperanza en su naturaleza intrínseca es como la fe. Ambas tienen la confianza, o una creencia en Dios, como su punto central, pero hay una diferencia entre ellas. Fe es creer en Dios en el presente, y esperanza es creer en Dios para el futuro. La fe cree en Dios por lo que ha hecho, y la esperanza cree en Dios por lo que hará.
NO DESMAYEMOS Y ESPEREMOS EN CRISTO SEÑOR NUESTRO.

Ponga su esperanza en Él y viva esperando el glorioso cumplimiento de su promesa futura. 
El Apóstol pablo le escribió a Tito. Tito 2: 11- 15.
TENEMOS UNA ESPERANZA: EN JESUCRISTO EL SEÑOR.
2:11 Porque la gracia de Dios se ha manifestado para salvación a todos los hombres,
2:12 enseñándonos que, renunciando a la impiedad y a los deseos mundanos, vivamos en este siglo sobria, justa y piadosamente,
2:13 aguardando la esperanza bienaventurada y la manifestación gloriosa de nuestro gran Dios y Salvador Jesucristo,
2:14 quien se dio a sí mismo por nosotros para redimirnos de toda iniquidad y purificar para sí un pueblo propio, celoso de buenas obras.
2:15 Esto habla, y exhorta y reprende con toda autoridad. Nadie te menosprecie.

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