UN SOLO DIOS
VERDADERO ÚNICO MARCOS 12.
EL PRIMER Y
MAYOR DE TODOS LOS MANDAMIENTOS.
Los
labradores malvados; la cuestión sobre el tributo a César; la resurrección; el
gran mandamiento; la ofrenda de la viuda; las señales del fin de esta era
EL GRAN ELOHIM
CONOCIDO DESDE LA ANTIGÜEDAD.
Jesucristo
fue interrogado por un escriba, quien le preguntó «¿Cuál es el primer (mayor)
mandamiento de todos? (Marcos 12:28). Jesús le contestó citando el libro de
Deuteronomio 6:4-5. «El primer mandamiento de todos es: Oye, Israel; el Señor
nuestro Dios, el Señor Uno es. Y amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y
con toda tu alma, y con toda tu mente y con todas tus fuerzas. Este es el
principal mandamiento» (Marcos 12:29-30). Jesús entonces citó al libro de Levítico
19:18, diciéndole: «Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti
mismo. No hay otro mandamiento mayor que éstos» (12:31).
EL DIOS DE
TODA LA ETERNIDAD.
La palabra
hebrea «Elohenu» se traduce al español como «nuestro Dios». Sin embargo, Dios
escogió usar la forma plural «Elohim», queriendo decir «Dioses», unas 2.500
veces en referencia a Sí mismo como el que existe por Su propio poder, el
«Único Dios Verdadero». Esto, entonces, es lo que la sagrada proclamación a
Israel literalmente nos dice: «Oye, Israel; el Señor (nuestros Dioses), el
Señor Uno es». Además, la palabra hebrea para «Único» que aquí se usa es
también una solemne declaración de que el Señor es una unidad plural. El
«Único» (El-echad) es una palabra que expresa «uno» en un sentido colectivo. En
esto vemos una unidad compuesta — no una unidad absoluta. Por ejemplo, Dios
dijo: «Por tanto, dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su
mujer, y serán una sola carne» (Génesis 2:24). Aun con muchos hijos, todavía le
llamamos a esta unidad «una» familia. La expresión «un tabernáculo» (Éxodo
36:13) incluía muchas partes individuales. Sin embargo, sí hay una palabra en
hebreo que representa «uno» en el sentido de uno absoluto. Es la palabra
«yacheed» y vemos que esta palabra nunca es usada para expresar la Deidad,
aunque es usada muchas veces en las Santas Escrituras.
LA UNIDAD
PLURAL DE DIOS.
Esta verdad
manifiesta la ignorancia de todos los que se niegan a reconocer a Jesús como el
Único Dios Verdadero, el Creador de todas las cosas. El Espíritu Santo guio al
apóstol Pablo a escribir sobre Jesús: «Porque en Él fueron creadas todas las
cosas, las que hay en los cielos y las que hay en la tierra. . . » (Colosenses
1:16). Todas las personas que rechazan a Jesús como nuestro Dios y al Espíritu
Santo como el Único quien nos « . . . guiará a toda la verdad» (Juan 16:13)
están, por hecho, rechazando la revelación de Dios mismo como Dios el Padre,
Dios el Hijo, y Dios el Espíritu Santo. Jesús no dejó ninguna duda en cuanto a
quien Él era cuando Él dijo: «Yo y el Padre Uno somos» (Juan 10:30; ver 5:18;
12:45; 14:9-11,20).
LAS PROFECÍAS DEL CUMPLIMIENTO DIVINO. DIOS CON NOSOTROS. LUCAS 1.
El
nacimiento de Jesús por una virgen; la visita de María a Elizabeth; la alabanza
de María a Dios; el nacimiento de Juan el Bautista
JESÚS ES EL
HIJO DEL ALTÍSIMO. HIJO DE DIOS.
Jesús
hubiese nacido con la naturaleza pecaminosa de Adán si José hubiese sido Su
padre biológico. Esto hubiese hecho de Jesús un pecador igual que toda la
humanidad y así no hubiese podido ser el Impecable Sacrificio para pagar por
nuestros pecados. Pero Gabriel, el mensajero angélico de las buenas nuevas,
vino a María y le dijo: «¡Salve, muy favorecida! El Señor es contigo. . . Y
ahora, concebirás en tu vientre, y darás a luz un Hijo, y llamarás Su nombre
JESÚS. Este será grande, y será llamado Hijo del Altísimo; y el Señor Dios le
dará el trono de David Su padre. . . y el poder del Altísimo te cubrirá con Su
sombra; por lo cual también el Santo Ser que nacerá, será llamado Hijo de Dios»
(Lucas 1:28,31-32,35).
JESÚS (JOSUÉ)
QUE SIGNIFICA “YAHWEH”JEHOVÁ QUE NOS RESCATA- NUESTRO SALVADOR.
Lucas
registró que cuando María vio al ángel «se turbó por sus palabras» sumamente
(1:29). José también se turbó cuando él supo que María estaba en cinta y
contempló un divorcio privado. «Y pensando él en esto, he aquí un ángel del
Señor le apareció en sueños y le dijo: José, hijo de David, no temas recibir a
María tu mujer, porque lo que en ella es engendrado, del Espíritu Santo es. Y
dará a luz un Hijo, y llamarás Su nombre JESÚS» («Jesús» en hebreo es el mismo
nombre de «Josué» que significa «Yahweh» — Jehová que nos rescata - nuestro
Salvador), «porque Él salvará a Su pueblo de sus pecados» (Mateo 1:20-21). Esto
debe haber sido de mucha consolación para María. En vez de vivir bajo esa
sospecha, José recibió una confirmación milagrosa de la virginidad de María.
JESÚS ES
EMANUEL” DIOS CON NOSOTROS”. DIOS FUERTE
Unos 700
años antes, Isaías predijo: «Por tanto, el Señor mismo os dará señal: He aquí
que la virgen concebirá, y dará a luz un Hijo, y llamará Su nombre Emanuel»
(Dios con nosotros). «Porque un Niño nos es nacido, Hijo nos es dado, y el
principado sobre Su hombro; y se llamará Su nombre Admirable, Consejero, Dios
Fuerte, Padre Eterno, Príncipe de Paz» (Isaías 7:14; 9:6). El nacimiento de
Jesús reveló Su Única Naturaleza como Dios y como Hombre.
JESÚS ES EL
MESÍAS: SUS SALIDAS SON DESDE EL PRINCIPIO, DESDE LOS DÍAS DE LA ETERNIDAD.
El profeta
Miqueas había profetizado que el Mesías iba a nacer en Belén Éfrata, y que «Sus
salidas son desde el principio, desde los días de la eternidad» (Miqueas 5:2).
Este pequeño pueblecito, unas seis millas al sur de Jerusalén, era llamado «la
Ciudad de David», porque allí fue donde el rey David nació.
DIOS HA VISITADO
Y REDIMIDO- SALVADO – A SU PUEBLO.
«Zacarías. .
. profetizó, diciendo: Bendito el Señor Dios de Israel, que ha visitado y
redimido a Su pueblo» (Lucas 1:67-75).
LAS PALABRAS
DE LOS APÓSTOLES, SUS TESTIGOS FUERON: VIMOS SU GLORIA.
«Vimos Su
gloria, gloria como del Unigénito del Padre, lleno de gracia y de verdad» (Juan
1:14).
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