martes, 17 de noviembre de 2015

VIVIENDO COMO SI FUERA EL ÚLTIMO DÍA DE MI VIDA.

VIVIENDO  COMO SI FUERA EL ÚLTIMO DÍA  DE MI VIDA.
LA EDAD FATAL PARA LA FAMILIA PLATERO. UNA HISTORIA REAL.
Por Hermano Pablo. 
Manlo Platero miró el pastel de cumpleaños: un lindo pastel, cargado con cincuenta velitas. Estaba ya por soplar y apagarlas todas, mientras la familia y los invitados cantaban «Cumpleaños Feliz», pero antes quiso decir unas palabras.
«He llegado a la edad fatal en mi familia —expresó Manlo—. Quiero brindar por la última noche de sueño profundo y completo que tendré en mi vida.» Dicho esto, sopló las velas y todas se apagaron al instante.
¿Qué quería decir con esas palabras? Manlo Platero, italiano, pertenecía a una familia que, desde 1822, había visto morir de insomnio y falla del corazón, poco después de cumplir los cincuenta años de edad, a casi todos sus varones. «Nadie sabe a qué se debe —explicó el doctor Stefano Albertazzi, de Roma, Italia—, pero todos los hombres de esa familia sufren el mismo triste destino.»
He aquí un caso curioso. Los varones de la familia Platero, no bien cumplían cincuenta años, contraían una severa forma de insomnio que en poco tiempo los mataba. Durante más de 170 años habían sufrido lo mismo, y la familia entera está resignada. «Dios trabaja en forma misteriosa —decían ellos—; ya que sabemos que pasados los cincuenta años moriremos pronto, queremos vivir en plenitud.
Este caso suscita la pregunta: ¿Qué puede o debe hacer una persona que sabe, positivamente, que dentro de un año —365 días— morirá?
Unos dirán: «Ya que me queda poca vida, voy a vivir intensamente, bebiendo hasta las heces la copa del placer.» Pero otros dirán: «Voy a tratar de ganar la mayor cantidad de dinero posible para dejarle algo a mi familia»; o: «Voy a portarme mejor para dejar el mejor ejemplo posible a mis hijos»; o: «Voy a tratar de encontrar a quienes he ofendido para pedirles perdón;» o: «De aquí en adelante voy a ser mejor seguidor de Cristo.»
Lo cierto es que esos buenos deseos que todos tendríamos, si supiéramos que en un año íbamos a morir, pueden ser parte integral de nuestra vida ahora mismo. No es necesario cambiar nada. Podemos estar en completa paz y armonía con nosotros mismos, con nuestra familia, con nuestros semejantes y con Dios. Y podemos, en todo momento de la vida, estar preparados para la muerte. No tenemos que cambiar nada.
¿Cómo ocurre eso? Sometiendo nuestra vida al señorío de Cristo. Cuando estamos bien con Dios, lo estamos con todos. Cuando Cristo es nuestro Dueño, la muerte no nos asusta. Coronemos a Cristo, hoy mismo, Rey de nuestra vida, y disfrutaremos de la insondable paz y seguridad de Dios.
Qué tal vivir, como si fuera el último día de tu vida.
¿Qué no has hecho?, ¿qué quieres hacer?
Vamos, empieza a hacer cada día como el mejor que puedas vivir!
Como si fuera mi último día, Voy a vivir en la vida, amando sincero Mostrando a los míos cuanto los quiero.
Como si fuera mi último día Voy a luchar por mis sueños Viviendo sin miedo Y cada minuto, vivirlo intenso.
Apocalipsis 17:14: “[…] y el Cordero los vencerá, porque Él es Señor de señores y Rey de reyes; y los que están con Él son llamados y elegidos y fieles.”
La segunda venida de Jesús va a ser el mayor evento de todas las edades. Es una de las grandes verdades teológicas enseñadas en la Biblia desde Génesis hasta Apocalipsis. El nuevo nacimiento es sumamente importante, pero se menciona sólo nueve veces en el Nuevo Testamento. El bautismo es sumamente importante, pero se menciona sólo 20 veces en el Nuevo Testamento. Se menciona el arrepentimiento sólo 70 veces en la Biblia, siendo tan importante y necesario como lo es. Más el retorno del Señor Jesucristo se menciona por lo menos 380 veces en la Palabra de Dios. Uno de cada 25 versículos apunta con un ansioso dedo hacia la segunda venida del Señor Jesucristo.
¿Está usted preparado (a) para la segunda venida del Señor? ¿Y qué si regresara ahora mismo?
¿Y que si hoy fuera ese último día?
Romanos 13:11: “Y esto, conociendo el tiempo, que es ya hora de levantarnos del sueño; porque ahora está más cerca de nosotros nuestra salvación que cuando creímos.”
¿Sabe usted lo que Napoleón dijo acerca de la China? “Allí yace un gigante durmiente, y déjenlo dormir, porque si él despierta, él hará temblar al mundo.”
Creemos que el diablo dice lo mismo acerca de la iglesia del Señor Jesucristo, y que la iglesia simplemente es eso, un gigante durmiente. Estamos dormidos porque hemos sido cloroformizados por el espíritu de este era. Estamos bombardeados por todos lados por todo tipo de entretenimiento. ¿Sabe lo que la palabra “entretenimiento” significa? ‘No pensar.’ Ésta se deriva de dos palabras: “muse” y “a”. “Muse” significa ‘pensar’, y el prefijo alfa o “a” que significa ‘no’. Somos una generación que entreteniéndonos caemos en el olvido. ¡Y es tiempo de despertarnos! ¿Está usted tomando la vida cristiana en serio? Si hoy fuese su último día sobre la tierra, ¿Cómo lo pasaría? ¿En entretenimiento? O, ¿en evangelismo? ¿Cómo le está sirviendo al Señor?
 “Yo soy el Alfa y la Omega, principio y fin, dice el Señor, el que es y que era y que ha de venir, el Todopoderoso” (Apocalipsis 1:8).
Un muchacho estaba leyendo un día una novela de crimen y misterio, y se puso ansioso por saber si la heroína sobreviviría. Para calmar su ansiedad, leyó el último capítulo y descubrió que ella sobrevivió. Después, cuando leyó que el villano estaba planeando algo malvado, se sonrió y pensó: “Si tú supieras lo que yo sé, no estarías tan seguro y confiado.”
USTED YA CONOCE EL PRINCIPIO Y EL FINAL, ENTONCES, ¿QUÉ HARÁ?
Los cristianos conocemos lo que dice “el último capítulo”, y eso nos ayuda a enfrentar el presente. Por cierto, las glorias del futuro pueden ayudar a diluir las penas del presente. El oscuro destino de Satanás se lo describe en Génesis, y es ejecutado en Apocalipsis.
¿Conoce a alguien que podría beneficiarse de las Buenas Nuevas de salvación hoy?
Debe entonces hacerle una visita hoy y presentarle a Jesucristo.
 “Porque serás testigo suyo a todos los hombres, de lo que has visto y oído” (Hechos 22:15).

¿Qué es lo más importante en su vida, hoy? ¿El mirar su diaria telenovela, o el invitar a su casa a un vecino no salvo y tener la oportunidad de hablarle de Jesús? ¿Es más importante para usted el reunir a sus amigos para jugar un partido de básquetbol o fútbol, o ir a visitar a su padre inconverso? ¿Le interesa más ir de compras, que sacar tiempo para leer la Biblia a una persona no salva, en un asilo de ancianos? Amigo, su tiempo se está terminando. Y usted no podrá testificar en el cielo. Esa es su responsabilidad y privilegio terrenal, ahora. Ninguno de nosotros sabe cuántos días, horas, o minutos de vida le quedan. Debemos aprovechar las doradas oportunidades que Dios nos da diariamente para testificar. Imagínese que hoy es su último día sobre la faz de la tierra. ¡Pues vívalo como si en realidad lo fuera!

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