LA ORACIÓN
EXTRAORDINARIA DE INTERSECCIÓN DE JESÚS POR TODOS SUS SIERVOS.
Después de
la cena de la Pascua, Jesús empezó a orar: «Padre, la hora ha llegado;
glorifica (honra) a Tu Hijo. . . Yo Te he glorificado (honrado) en la tierra. .
. He manifestado (dado a saber) Tu nombre a los hombres que del mundo Me diste.
. . y han guardado Tu Palabra» (Juan 17:1,4-6). Todos los verdaderos creyentes
deben unirse para glorificar al «Padre» y a Cristo nuestro Señor, y para
cumplir con Su Palabra.
Jesús
continuó orando por todos los que iban a creer en Él «para que todos sean uno;
como Tú, oh Padre, en Mí, y Yo en Ti» (17:20-22). Jesús y los once discípulos
entonces fueron al Monte de los Olivos. Jesús sabía que Judas pronto llegaría
con los líderes religiosos los cuales guiarían al tumulto hostil y a los
soldados romanos hasta el punto de crucificarle. Sólo unos minutos después
todos los seguidores de Jesús dejándole, huyeron.
Satanás es
«el acusador de nuestros hermanos» (Apocalipsis 12:10); pero es un gran
consuelo saber que Jesús puede ver mucho más en Sus seguidores que nosotros
podemos ver en nosotros mismos o en otros. Jesús sabía que Sus discípulos le
iban a dejar, pero Jesús los amaba tanto que los perdonó.
La
diferencia entre los más débiles de los discípulos de Jesús y una persona
mundana, que no está salva es revelada en la oración de Jesús a Su Padre en el
cielo: «porque las Palabras que Me diste, les he dado; y ellos las recibieron,
y han conocido verdaderamente que salí de Ti, y han creído que Tú Me enviaste»
(Juan 17:8). Notemos el orden: «las Palabras que Me diste, les he dado; y ellos
las recibieron». Esto nos muestra «que la fe es por el oír, y el oír, por la
Palabra de Dios» (Romanos 10:17). La fe y el discernimiento espiritual nos son
dotados al leer y meditar en la Palabra de Dios diariamente. El salmista
registró: «Buen entendimiento tienen todos los que practican Sus mandamientos»
(Salmo 111:10).
Jesús
también le oró al Padre Celestial, diciendo: «Padre Santo, a los que Me has
dado, guárdalos en Tu nombre» (Juan 17:11). Es una buena consolación saber que
Su oración incluye a todos nosotros cuando Él oró: «Yo les he dado Tu Palabra.
. . No son del mundo, como tampoco Yo soy del mundo. Santifícalos (santos para
el servicio de Dios) en Tu verdad; Tu Palabra es verdad. . . .Mas no ruego
solamente por éstos, sino también por los que han de creer en Mí por la palabra
de ellos» (Juan 17:14,16-20).
LOS QUE
COMPARTEN EL AMOR DEL SEÑOR VIVEN EN GOZO.
Recibimos el
gozo del Señor mientras que compartimos Su amor.
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