LAS FIESTAS
DEL PUEBLO DE ISRAEL ENTRE ELLAS EL DÍA DE PENTECOSTÉS.
La fiesta
(la celebración) del Pan sin levadura representó al Impecable Salvador, quien
es: «el Pan de Vida» (Juan 6:35,48) y se celebraba junto con la Pascua. El
cordero sin mancha que se ofrecía como un sacrificio durante la Pascua también
representaba a Jesús, el Perfecto «Cordero de Dios» (1:29,36).
La tercera
fiesta durante la semana de Pascua fue la fiesta de las primicias (los primeros
frutos). Era celebrada el domingo después del día que se observaba la Pascua.
Fue en este día de las primicias que Jesucristo resucitó: «Mas ahora Cristo ha
resucitado de los muertos; primicias de los que durmieron (de los muertos) es
hecho» (I de Corintios 15:20).
Después de
esta semana había una segunda gran celebración 50 días después donde cada varón
tenía que presentarse anualmente delante de Dios, «Y contaréis desde el día que
sigue al día de reposo. . . siete semanas cumplidas serán. Hasta el día
siguiente del séptimo día de reposo contaréis cincuenta días; entonces
ofreceréis el nuevo grano a Jehová» (Levítico 23:15-16). Ésta era la fiesta de
la Cosecha de los frutos.
Esta
celebración llegó a ser conocida entre los cristianos como el día de
Pentecostés (en el griego: pentekoste) que viene de la palabra griega para el
número 50 (pentekonta). En ese día, lleno del Espíritu Santo y citando las
Escrituras proféticas (Joel 2:28-29), Pedro proclamó: «a este Jesús a quien
vosotros crucificasteis, Dios le ha hecho Señor y Cristo» (Hechos 2:36).
Entonces el gentío le dijo a Pedro y a los discípulos «Varones hermanos, ¿qué
haremos? Pedro les dijo: Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el
nombre de Jesucristo para perdón de los pecados; y recibiréis el don del
Espíritu Santo. Porque para vosotros es la promesa, y para vuestros hijos, y
para todos los que están lejos; para cuantos el Señor nuestro Dios llamare» (para
ser salvos) (2:37-39). «Y perseveraban en la doctrina (enseñanza) de los
apóstoles, en la comunión unos con otros, en el partimiento del pan y en las
oraciones» (2:42).
Las ofrendas
requeridas en el día de Pentecostés consistían de dos panes con levadura (Levítico
23:17). Estos panes representaban los creyentes judíos juntos con los gentiles,
incluyendo la levadura, que simboliza el pecado, desde que todos los humanos
hemos pecado, con la excepción de Jesús. Las identidades separadas de los
granos eran mezcladas en unidad, y simboliza todos los creyentes que pierden su
identidad personal para llegar a ser la Novia de Cristo — Su iglesia (Efesios
5:21-32; I de Corintios 12:27). El apóstol Pablo, años después, nos declaró:
«donde no hay griego ni judío. . . sino que Cristo es el todo, y en todos»
(Colosenses 3:11).
EN LA
IGLESIA DE JESUCRISTO SE VIVE EL GOZO ENTRE LOS HERMANOS.
Necesitamos decirles
a otras personas sobre el gozo del compañerismo de los creyentes.
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