LAS DEMANDAS
DEL EVANGELIO PARA LA IGLESIA DE JESUCRISTO EL SEÑOR.
¿QUÉ ES EL
EVANGELIO?.
Es el feliz
anuncio dado por Dios, de la Liberación y la Salvación del hombre.
“Buenas
Noticias” para todo ser humano, un Amor renovado de Dios para todos nosotros.
“El
evangelio verdadero enfatiza lo eterno. La gente necesita algo más que la sopa
y el jabón, ellos necesitan la salvación”.
El verdadero
evangelio es el que se centra en Jesucristo.
Efesios 2:8:
“Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues
es don de Dios.”
¿Cómo puede
usted decir si tiene o no el verdadero evangelio? El apóstol Pablo nos da tres
pruebas.
1. La
primera es el origen del evangelio. ¿De dónde proviene éste? Dios lo dio. Es
revelación directa y divina. El evangelio es legitimado por su origen.
2. La segunda
es por su salvación. Todo evangelio que no sea el evangelio de gracia no es el
verdadero evangelio. Usted no lo puede comprar, ni lo puede pedir prestado, ni
lo puede robar, ni se lo puede ganar. Éste fue comprado por Cristo en la cruz.
Es la obra sobrenatural de Dios.
3. La
tercera prueba es el tema. Éste debe ser la gracia de Cristo. Jesús es el tema.
Desde Génesis hasta Apocalipsis, toda la Biblia es acerca de Jesús.
Segunda
Corintios 4:3 y 4 dice: “Pero si nuestro evangelio está aún encubierto, entre los
que se pierden está encubierto; en los cuales el dios de este siglo cegó el
entendimiento de los incrédulos, para que no les resplandezca la luz del
evangelio de la gloria de Cristo, el cual es la imagen de Dios.”
Debemos
primero atar al “cegador”. No estamos en guerra contra carne y sangre. Estamos
en guerra contra Satanás mismo y nunca penetraremos en su casa, sino hasta que
primero lo atemos.
Pídale a
Dios que ponga a los cautivos libres. Que ocasione que ellos se arrepientan y
crean en su Hijo Jesucristo. Pídale que le dé a usted un espíritu de oración, y
que le otorgue Su valentía y pasión para testificar a los perdidos.
En resumen: En
la carta a los Romanos, el Apóstol Pablo habla del “Evangelio de Dios” Podemos
decir entonces que el Evangelio de Libertad es de Dios, porque:
1. Dios
mismo es su autor. Dios el Padre.
2. Dios
mismo es su gran tema. Dios el Hijo.
3. Dios
mismo es su intérprete. Dios el Espíritu Santo.
4. Dios
mismo es su interlocutor.
Por eso el
Evangelio Demanda una Reflexión, un Arrepentimiento,
Fe y Servicio.
DEMANDA LA
REFLEXIÓN PERSONAL.
Existen con
seguridad muchas preguntas, pero me parece que hay unas más importantes.
Ahora que
sabe qué es el Evangelio, entonces, cómo me conecto con él?
Si
entendimos ese Mensaje de Libertad y Salvación de Dios Padre, Dios Jesucristo Y
Dios Espíritu Santo,¿ lo aceptas, estás dispuesto a Amarlos, y disponible a
Obedecerles?
En otras
palabras ¿tienes un corazón para Dios?
Sabemos que hoy
nos enfrentamos a una realidad, que no podemos, ni desconocer, ni eludir y ella
es la Muerte.
No te jactes
del día de mañana; Porque no sabes qué dará de sí el día.
Proverbios
27:1.
LOS QUE
CONFIAN EN LAS RIQUEZAS, SE LLEVARÁN UNA SORPRESA.
Los que
confían en sus bienes,
Y de la
muchedumbre de sus riquezas se jactan,
49:7 Ninguno
de ellos podrá en manera alguna redimir al hermano,
Ni dar a
Dios su rescate
49:8 (Porque
la redención de su vida es de gran precio,
Y no se
logrará jamás),
49:9 Para
que viva en adelante para siempre,
Y nunca vea
corrupción.
49:10 Pues
verá que aun los sabios mueren;
Que perecen
del mismo modo que el insensato y el necio. Salmo 49:6-10.
La Escritura
es clara cuando dice: Y de la manera que está establecido para los hombres que
mueran una sola vez, y después de esto el juicio,
9:28 así
también Cristo fue ofrecido una sola vez para llevar los pecados de muchos; y
aparecerá por segunda vez, sin relación con el pecado, para salvar a los que le
esperan. Hebreos 9: 27- 28.
Dos noticias
interesantes: una fatal y no tan agradable, la Muerte; pero también una noticia
de Esperanza y Vida, Jesucristo estará allí para Salvar a los que le creyeron.
En
conclusión, ¿ha aceptado a Jesucristo como tu único y suficiente Salvador, le ha
entregado toda tu vida y lo ha hecho Señor y Dios de Todo?
Nos alegra y
nos unimos a ésta Decisión, producto de una profunda Reflexión en su corazón y
nos alegramos por todas las Bendiciones de Dios para su vida.
DEMANDA EL
ARREPENTIMIENTO.
Dios nos
llama al arrepentimiento con Dios y la fe en Nuestro Señor Jesucristo, como nos
lo recuerda el libro de los Hechos 20: 20- 21. Y cómo nada que fuese útil he rehuido de anunciaros y
enseñaros, públicamente y por las casas,
20:21
testificando a judíos y a gentiles acerca del arrepentimiento para con Dios, y
de la fe en nuestro Señor Jesucristo.
Para muchas
personas el tema del arrepentimiento no es tan agradable y la razón sencilla y
clara, es que no aceptan que son pecadores o culpables de nada.
En una
sociedad Posmoderna y cuya filosofía es de que toda verdad es “relativa” y
donde lo que hacemos “mal” es aceptado como una simple equivocación, algo
pasajero, no tan trascendental y muy pocas veces entendido como un pecado que
ofende a un Dios Santo y que afecta nuestra relación con Dios, por eso el tema
de arrepentirnos no es tan popular.
Sin embargo
pese al pensamiento egoísta del ser humano, el Pensamiento de Jesucristo es
diferente como lo declara la Escritura:
Desde
entonces comenzó Jesús a predicar, y a decir: Arrepentíos, porque el reino de
los cielos se ha acercado. Mateo 4:17.
Diciendo: El
tiempo se ha cumplido, y el reino de Dios se ha acercado; arrepentíos, y creed
en el evangelio. Marcos 1: 15.
Y les dijo:
Estas son las palabras que os hablé, estando aún con vosotros: que era
necesario que se cumpliese todo lo que está escrito de mí en la ley de Moisés,
en los profetas y en los salmos.
24:45
Entonces les abrió el entendimiento, para que comprendiesen las Escrituras;
24:46 y les
dijo: Así está escrito, y así fue necesario que el Cristo padeciese, y
resucitase de los muertos al tercer día;
24:47 y que
se predicase en su nombre el arrepentimiento y el perdón de pecados en todas
las naciones, comenzando desde Jerusalén.
24:48 Y
vosotros sois testigos de estas cosas. Lucas 24:44- 47.
En el libro
de los Hechos también el tema del arrepentimiento adquiere gran relevancia:
Pedro les dijo: Arrepentíos, y
bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los
pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo. Hechos 2: 38.
Pero Dios,
habiendo pasado por alto los tiempos de esta ignorancia, ahora manda a todos
los hombres en todo lugar, que se arrepientan;
17:31 por
cuanto ha establecido un día en el cual juzgará al mundo con justicia, por
aquel varón a quien designó, dando fe a todos con haberle levantado de los
muertos. Hechos 17: 30-31.
ES TIEMPO DE
CREER, ARREPENTIRNOS Y PEDIR PERDÓN A DIOS, POR MEDIO DE NUESTRO SEÑOR
JESUCRISTO Y CON LA AYUDA DEL ESPÍRITU SANTO.
“Hijitos
míos, estas cosas os escribo para que no pequéis; y si alguno hubiere pecado,
abogado tenemos para con el Padre, a Jesucristo el justo” (1 Juan 2:1).
La manera de
enfrentar sus pecados es confesándolos. Eso quiere decir que usted comienza a
estar de acuerdo con Dios en lo que Él dice acerca de su pecado. También usted
necesita confidencialmente enfrentar su pecado. ¿Qué quiere decir esto? Usted
tiene su propio abogado cuando va al despacho del Juez para ser sentenciado. De
acuerdo a la Palabra de Dios, usted tiene un Abogado defensor. El diablo es el
abogado acusador quien nos señala acusadoramente y dice, refiriéndose a nosotros:
“¡Mírelo!” “¡Mírela!” Y Jesús, nuestro Abogado defensor, estando junto a
nosotros dice: “Pero, Padre, mírame a Mí. Yo derramé mi sangre por él, por
ella.”
Porque Jesús
murió, nuestra deuda está ¡cancelada!¡Aleluya!
“Si vuestros
pecados fueren como la grana, como la nieve serán emblanquecidos; si fueren
rojos como el carmesí, vendrán a ser como blanca lana” (Isaías 1:18).
Lea
Colosenses 3:5-10. Haced
morir, pues, lo terrenal en vosotros: fornicación, impureza, pasiones
desordenadas, malos deseos y avaricia, que es idolatría;
3:6 cosas
por las cuales la ira de Dios viene sobre los hijos de desobediencia,
3:7 en las
cuales vosotros también anduvisteis en otro tiempo cuando vivíais en ellas.
3:8 Pero
ahora dejad también vosotros todas estas cosas: ira, enojo, malicia, blasfemia,
palabras deshonestas de vuestra boca.
3:9 No
mintáis los unos a los otros, habiéndoos despojado del viejo hombre con sus
hechos,
3:10 y
revestido del nuevo, el cual conforme a la imagen del que lo creó se va
renovando hasta el conocimiento pleno,
¿Hay algunos pecados en esta lista que debe
confesarlos y arrepentirse? Si es así, ¡hágalo ahora mismo!
ESTAS SON
HISTORIAS REALES Y TESTIMONIOS QUE LE DAN LA GLORIA AL SEÑOR, DIOS TODOPODEROSO.
Y muchos de
los que habían creído venían, confesando y dando cuenta de sus hechos.
19:19
Asimismo muchos de los que habían practicado la magia trajeron los libros y los
quemaron delante de todos; y hecha la cuenta de su precio, hallaron que era
cincuenta mil piezas de plata.
19:20 Así
crecía y prevalecía poderosamente la palabra del Señor.
Hechos 19:18- 20.
EL REY DAVID
TAMBIÉN HIZO SU CONFECIÓN DELANTE DEL SEÑOR.
Ten piedad
de mí, oh Dios, conforme a tu misericordia;
Conforme a
la multitud de tus piedades borra mis rebeliones.
51:2 Lávame
más y más de mi maldad,
Y límpiame
de mi pecado.
51:3 Porque
yo reconozco mis rebeliones,
Y mi pecado
está siempre delante de mí.
51:4 Contra
ti, contra ti solo he pecado,
Y he hecho
lo malo delante de tus ojos;
Para que
seas reconocido justo en tu palabra,
Y tenido por
puro en tu juicio. Salmo 51:1-4.
DEMANDA FE.
La
preocupación es lo opuesto a la fe.
Lo mejor que
se puede decir acerca de la preocupación, es que es inútil. La peor cosa que se
puede decir de la preocupación es que deshonra a Dios.
“Pero sin fe
es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios
crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan” (Hebreos 11:6).
“Por nada
estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en
toda oración y ruego, con acción de gracias” (Filipenses 4:6).
¿Alguna vez tiene
preocupaciones? No mire a su alrededor para señalar a alguien más. Le
preguntamos a usted: ¿alguna vez se preocupa, aunque sea un poquito, por algo?
Y sin embargo la Biblia nos dice claramente que no debemos preocuparnos por
nada, sino que debemos orar por todo. Hay, en realidad, solamente dos clases de
cosas por las cuales no debemos preocuparnos: las cosas por las cuales nada
podemos hacer, y las cosas por las cuales algo podemos hacer.
Hebreos
11:1: “Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que
no se ve.”
La gente se
hace miembro de las congregaciones con las expectativas erróneas. Piensan que
la membresía de la iglesia les garantiza bendiciones sin pesares. Algunos creen
que Dios es simplemente como una cafetería celestial. Mas cuando no resulta
como ellos desean entonces se quejan: “Bueno, ¡no funciona! Yo pensé que si
entregaba mi corazón a Jesús, Él me supliría todo lo que deseo, sin tener más
preocupaciones.” Las personas se desvían del camino porque sus expectativas no
se realizan. Permítame decirle qué es la fe verdadera. La fe verdadera no es
recibir de Dios las cosas que usted quiere, sino aceptar de Dios lo que Él le
da.
¿Cómo se
encuentran sus lentes espirituales? ¿Está mirando su vida a través de los ojos
del Señor? ¿Está confiando en que Él le proveerá, no necesariamente lo que usted
quiere, sino lo que necesita?
“Así que la
fe es por el oír, y el oír, por la Palabra de Dios” (Romanos 10:17).
¿Alguna vez
se ha preguntado por qué algunas personas parecen tener tanta fe, otras una fe
débil, y otras no tener ninguna fe? ¿Es Dios injusto? No, “Dios no hace
acepción de personas” (vea 2 Crónicas 19:7). Él ha dado a cada ser humano una
medida de fe (vea Romanos 12:3).
Entonces,
¿qué es fe? Permítanos primero decirle lo que NO ES la fe. Fe no es pensamiento
positivo u optimismo. Fe no es un “sentir” que puede hacer algo. Fe no es una
corazonada o el mirar el lado brillante de las cosas. Fe es recibir una palabra
de Dios y actuar de acuerdo a esa palabra.
Verá, usted
puede recibir una palabra de Dios y creer esa palabra. Eso es creer. Pero
cuando usted actúa de acuerdo a esa palabra, eso es fe. Fe es creer, ¡pero con
piernas! Hoy es el día en que usted puede poner sus pies de fe sobre las
promesas de Dios y decir: “¡Esa promesa es mía!”
“Más al que
no obra, sino cree en aquel que justifica al impío, su fe le es contada por
justicia” (Romanos 4:5).
Justificación
es el acto de Dios por medio del cual Él declara a los que han confiado en
Cristo, que son justos, así como su Hijo es justo. La salvación no se basa en
nuestras obras.
¿Sabe qué es
lo que Dios ve cuando mira a uno de sus hijos (as)? Él ve a Jesucristo. Algunos
dirán: “¡Eso es arrogancia!” No. No lo es. Está en la Biblia. Un hijo (a) está
en Cristo y, por lo tanto, Dios no puede ver sus pecados (lea 1 Corintios
1:30). Él sólo ve la justicia de su Hijo.
Justificación
es mucho más que sólo un perdón. ¡Es una promoción! Dios no sólo perdona
nuestros pecados. Él nos hace justos. Sólo Dios puede tomar a alguien que es
culpable y declarar a esa persona justa. Es el trabajo salvador de Dios. ¿Cuál
es la base de nuestra justificación? ¡Su gracia!
La próxima
vez que pase frente a un espejo y alguien está con usted, comience una conversación
evangelizadora: “El otro día Dios me enseñó algo acerca de mi reflejo. Cuando
miramos al espejo, nos vemos a nosotros mismos. Pero cuando Dios me mira, Él ve
a su Hijo.” Vea cómo la otra persona reacciona y responde.
“A quien
Dios puso como propiciación por medio de la fe en su sangre, para manifestar su
justicia, a causa de haber pasado por alto, en su paciencia, los pecados
pasados” (Romanos 3:25).
Propiciación
es una palabra grande que significa “satisfacer”. Porque Dios es un Dios Santo,
su ira y justicia queman contra el pecado. Y Él ha prometido que el pecado será
castigado. Debe haber un pago satisfactorio por el pecado. Dios dijo: “Si
castigo al hombre por su pecado, morirá y se irá al infierno. Pero si no
castigo al hombre por su pecado, mi justicia nunca será satisfecha.” ¿La
solución? Dios dijo que Él mismo sería nuestro substituto. Llevaría el pecado
de la humanidad sobre Sí mismo en agonía, derramando su sangre: un juicio justo
y substituto por el pecado. Su ira se quemó en la cruz cuando su Unigénito
murió como la propiciación por los pecados del hombre, y esto es amor (vea 1
Juan 4:10).
¿Cuándo fue
la última vez que usted le agradeció a Dios por no mandarlo al infierno, como
se lo merecía? A lo mejor ya es tiempo de que lo haga, ¿no le parece?
¿QUÉ ESPERA
PARA VENIR DELANTE DE JESUCRISTO EL SEÑOR Y CONFIAR EN ÉL?
ENTREGUE
TODO Y DESCANSE.
Todas las
cosas me fueron entregadas por mi Padre; y nadie conoce al Hijo, sino el Padre,
ni al Padre conoce alguno, sino el Hijo, y aquel a quien el Hijo lo quiera
revelar.
11:28 Venid
a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar.
11:29 Llevad
mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y
hallaréis descanso para vuestras almas;
11:30 porque
mi yugo es fácil, y ligera mi carga. Mateo 11.27-30.
ESCUCHEN MI
VOZ Y VENGAN A MI.
Ninguno
puede venir a mí, si el Padre que me envió no le trajere; y yo le resucitaré en
el día postrero. Juan 6:44.
RECIBAN
GRATUITAMENTE.
Y el
Espíritu y la Esposa dicen: Ven. Y el que oye, diga: Ven. Y el que tiene sed,
venga; y el que quiera, tome del agua de la vida gratuitamente.
Apocalipsis 22: 17.
TODO ESTO ES
VERDAD, CREAN.
El que da
testimonio de estas cosas dice: Ciertamente vengo en breve. Amén; sí, ven,
Señor Jesús. Apocalipsis 22:20.
DEMANDA
SERVICIO.
AHORA QUE YA
ERES PORTADOR DE TAN HERMOSA NOTICIA, EL EVANGELIO, ¿TE QUEDARÁS EN SILENCIO?
DIOS NOS INVITA
A SER PARTE DE LA GRAN COMISIÓN.
UNA VIDA EN
ACCIÓN, AL SERVICIO DE DIOS Y DEL HOMBRE.
“Y les dijo:
Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura" Mr.16:15.
Este es un mandato para todos y te contamos que predicar el Evangelio es el
propósito principal de todo creyente.
¿Deseas ser
parte del proyecto y la bendición? Proverbios dice: “El que gana almas es
sabio…y el testigo verdadero libra las almas” (Pr. 11:30, 14:25).
"La
palabra de Cristo more en abundancia en vosotros" Col. 3:16.
“Estudiar y
memorizar la Palabra de Dios es como plantar semillas que dan como fruto una
vida piadosa, bendecida y recta.”
Génesis
15:6, «y creyó a Jehová, y le fue contado por justicia», y terminó con
Apocalipsis 22:17, «y el que tiene sed, venga; y el que quiera, tome del agua
de la vida gratuitamente».
“He aquí os
doy potestad de hollar serpientes y escorpiones, y sobre toda fuerza del
enemigo, y nada os dañará” - (Lucas 10:19).
¿Alguna vez
ha pensado en “La Gran Comisión” como una misión imposible? Sin embargo, no lo
es debido a las bases sobre las cuales Jesús la dio. Verá, Jesús dijo que todo
poder, autoridad y dominio le fue dada en el cielo y en la tierra (ver Mateo
28:18-20).
1. El
dominio le fue dado primero al hombre, pero el hombre se lo entregó al diablo
en el Huerto de Edén.
2. Jesús lo
recibió de nuevo de su Padre, y a todo creyente nos ha dado esa autoridad.
3. ¿Posee Jesús autoridad sobre el diablo?
¡Por supuesto! Por lo tanto, usted también la posee.
4. ¿Tiene
Jesús la victoria? ¡Claro que sí! Entonces, usted también tiene la victoria.
5. ¿Está
Jesús en el trono? ¡Absolutamente! Y usted también lo está. La victoria es
nuestra por medio de Jesucristo.
Pídale al
Espíritu Santo que le muestre cuáles son sus temores, y confiéselos como
pecado. Arrepiéntase, y extienda su mano para asir la mano de Jesús, que está
extendida para sostenerle y darle la victoria.
Proclamando
el Reino de Dios, cumpliendo la Gran Comisión y compartiendo con otros al Señor
Jesucristo. Nuestro Pastor nunca nos llevará a donde su fortaleza no pueda
sostenernos. Nunca nos llevará por un camino que Él mismo no haya recorrido
primero.
¿Está usted
compartiendo el amor de Jesucristo y sus palabras de salvación con alguien que
esté perdido? Si no lo está haciendo, comience hoy a posicionarse a la ofensiva
y verá la mano de Dios moverse.
DIOS ES FIEL
Y SUS PROMESAS SE CUMPLEN SIEMPRE.
2 Timoteo
2:13 “Si somos infieles, él permanece fiel, pues él no puede negar quién es.”
“No paguéis
a nadie mal por mal; procurad lo BUENO delante de todos los hombres. Si es
posible, en cuanto dependa de vosotros, estad en PAZ con todos los hombres”
(Romanos 12:17-18).
Primera
Corintios 4:2: “Ahora bien, se requiere de los administradores, que cada uno
sea hallado fiel.”
¿Es usted
fiel? Cuando los tiempos se ponen difíciles, ¿es usted alguien con quien se
puede contar? Hoy en día, existe una gran carestía de integridad genuina y de
fidelidad entre los hijos de Dios. Es una burla. En la actualidad las palabras
de un hombre significan muy poco, ya sea en un pacto matrimonial o en un
contrato de negocios. Incluso los tratados entre naciones no parecen ser
fidedignos.
Cuando usted
muera, ¿dirá la gente que usted fue fiel? ¿Fiel a su familia? ¿A sus amigos? Y
primordialmente ¿fiel a Dios?
“El que
tiene mis mandamientos, y los guarda, ése es el que me ama; y el que me ama,
será amado por mi Padre, y Yo le amaré, y me manifestaré a él” (Juan 14:21).
“Me postraré
hacia tu santo templo, y alabaré tu nombre por tu misericordia y tu fidelidad;
porque has engrandecido tu nombre, y tu palabra sobre todas las cosas” (Salmos
138:2).
“Por la misericordia
de Jehová no hemos sido consumidos, porque nunca decayeron sus misericordias.
Nuevas son cada mañana; grande es tu fidelidad” (Lamentaciones 3:22-23).
En 1923,
Tomás O. Chisholm escribió uno de los grandes himnos de todos los tiempos. Esta
estrofa es un reflejo de esta verdad: “Oh Dios eterno, tu misericordia ni una
sombra de duda tendrá, Tu compasión y bondad nunca fallan, y por los siglos el
mismo serás.”