LA FIDELIDAD
DE DIOS EN EL PROCESO.
"Roma
no se construyó en un día." Escuché esto una y otra vez, debo haberlo oído
cientos de veces en mi niñez, y la frase había empezado a disgustarme. Yo era
joven e impaciente, con ansias de alcanzar mis metas. Pero ese fragmento de
consejo siempre permanecía, como un
recordatorio contundente que las buenas cosas llevan tiempo y las cosas grandes
exigen más tiempo todavía. A la larga finalmente estoy descubriendo que lo que
dicen en cuanto a Roma es verdad. Y hablando de Roma, las palabras de Pablo a
los creyentes del primer siglo que vivían allí son más ciertas que nunca: “Pero
si esperamos lo que no vemos, con paciencia lo aguardamos” (Romano 8:25). Dos
palabras sobresalen al meditar en ese pensamiento: “esperamos. . . aguardamos.
Y en esta área de la espera es que tenemos problemas. En cuanto a esto, varios
ejemplos vienen a la mente.
- Criar
hijos, pocos procesos exigen más paciencia, nosotros los padres, a menudo
sentimos que repetimos instrucciones hasta perder el aliento. Muchas noches
caemos en la cama y clamamos: “¡No funciona, Señor! ¿Por qué no podemos ver
alguna mejora?” Y así, “esperamos. . . aguardamos.” Lo tomamos por fe, y
sabemos que algún día la perseverancia rendirá sus frutos.
- Aceptar la
derrota o fracaso, nuestro mundo está orientado hacia el triunfo; pero nuestro
carácter se fortalece y cambia cuando tenemos que trepar la cima de un fracaso
o derrota, mucho más que cuando flamea la bandera de la victoria. El dolor
sigue siendo un maestro maravilloso, un profesor estricto pero fiel, si dejamos
de lado y abandonamos el orgullo. Y así, de nuevo, “esperamos. . . aguardamos”
en medio de nuestra derrota o fracaso, sabiendo que Dios está produciendo en
nosotros una obra agradable.
- Vernos
jóvenes, estoy completamente a favor de mantener la mente joven, el cuerpo
fuerte y la percepción aguda, pero simplemente no puedo entender el enorme afán
que hay en algunos de pretender y no aceptar que estamos envejeciendo. La
última vez que lo examiné observe lo siguiente, la Biblia honra la edad (vivida
en Cristo y con sabiduría) y habla con respeto de las canas. Cándidamente, es vigorizante
pensar que estamos mucho más cerca de contemplar a nuestro Señor cara a cara:
una verdad que “esperamos. . . aguardamos.”
Por lo
tanto, si tiene problemas con sus hijos, está aceptando una derrota, o tiene
que enfrentar alguna realidad en cuanto a la etapa de la vida en la que se
encuentra, ¡Anímese! Mejor todavía, ¡Tranquilícese! Usted, como la Roma
antigua, está todavía siendo edificado, está en proceso de construcción. La
buena noticia es que usted, si dejo de lado el orgullo está ganando sabiduría
en el proceso. Así que, compañeros romanos, sigamos esperando, sigamos
aguardando, y con anhelo esperemos la fidelidad de Dios en el proceso.
Autor:
Charles Swindoll.
ES BUENO SER
MODELOS POSITIVOS, PARA LA IGLESIA Y TESTIMONIO PARA EL MUNDO.
- Consideré
cada año de vida como una etapa diferente, no inferior. (Ec. 3:1, 11a)
-
Reconozca las ventajas de sus años
vividos en Cristo, y decida con la sabiduría adquirida ayudar a otros, no se
encierre en sí mismo/a (Job 12:12 - Is.
32:8).
- Acepte los
cambios físicos que le están ocurriendo y anhele cambios espirituales. (Is.
40:31 – 2 Co. 4:16)
- Haga una
evaluación del propósito en su vida (Col 1:10). Si aun no lo ha hallado,
persevere en su comunión y tiempo de oración.
- Colóquese
metas para nuevos desafíos, especialmente espirituales. (1 Co. 11:1 – Ef. 5:1)
- Esfuércese
por demostrar amor sincero en las relaciones interpersonales. (1 Co. 13:4–7)
-
Concéntrese en demostrar amor a los demás de manera creativa. (Jn. 13:34)
- Decida
aprovechar lo mejor posible el tiempo que Dios me da. (Sal. 90:12 – Ef. 5:16)
- Escuche la
dirección de Dios diariamente en su devocional y a través de los mensajes en su
iglesia. (Pr. 16:9)
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